Capítulo dedicado a: PENPAINAPOLAPOLPEN

Jimin recogió sus cosas cuando la clase terminó, era la hora donde tenían que alimentarse, Seokjin dijo que lo esperaría en el comedor y él obedeció. Nirt le indicó donde quedaba cada lugar  por lo tanto no tenía que pensar demasiado para poder llegar, así que se dispuso a caminar mirando a su alrededor con recelo y escuchando varias voces en su cabeza al mismo tiempo, aturdiéndolo por muchos minutos hasta que llegó al corazón del edificio y pareció que los pensamientos ajenos reventaron en una explosión dentro de su cabeza. Cerró sus ojos con fuerza por su dolor de cabeza, vio a su alrededor personas con apariencias... Un poco complejas, como aquel muchacho que en un abrir y cerrar de ojos, de su piel salieron agujas que lo asemejaba a un puercoespín, o la chica que tenía grandes colmillos junto con un par de orejas de zorro en su cabeza.

Todo eso era tan nuevo para él, ni siquiera sabía que era un mutante, es más, pensaba que las voces en su cabeza era porque estaba cayendo en la locura con el tiempo estimulado por un reloj de arena. Parecía todo tan irreal, Hillsborough es un nido de seres de otro mundo, pero además de todo eso, había algo que le entraba curiosidad y era qué tipo de habilidades tiene Nirt y Min Yoongi.

Caminó por los pasillos donde había alumnos hablando amenamente mientras se dirigían al comedor, su mirada se instaló en un oscuro pasillo donde había una persona con un gran manto bordo que tapaba la mitad de su rostro, ¿qué era eso?

Se asustó ante el toque de una mano en su hombro, volteándose por instinto pero respirando tranquilamente cuando vio a Naeun sonriéndole con amabilidad.

—¿Perdido, Park? —preguntó sonriente, tomando de los hombros a Jimin que era centímetros más bajo que ella, ganando más altura por sus tacones.

—Umh, no... Solo que... —Volvió a mirar hacia el corredor donde la persona con el manto no estaba, se sintió extraño con eso, inseguro de que alguien se haya infiltrado y esté planeando algo malévolo— Vi a alguien con un manto ahí mismo —Apuntó con su dedo hacia el pasillo donde anteriormente estaba el extraño parado allí.

—¿Manto...? —La mujer posó su mano en su barbilla, pensando a qué se refería y encontrando la respuesta a los segundos— ¡Ah! ¡Mantos! ¿Te refieres a los guardianes?

—¿Ehh... Sí?

Naeun rió enternecida a medida que caminaban y Jimin se encogía cuando un par de personas con el mismo manto caminaban cerca de ellos o simplemente se encontraban parados sin hacer nada.

—Los guardianes son personas que se encargan de mantener el órden dentro de las instalaciones, teniendo como trabajo intervenir en peleas o detener cuando la habilidad de un mutante se sale de control —explicó con su dedo índice elevado y haciendo muecas con sus labios.

—¿Y cómo pueden ver todo? —Jimin estaba interesado en el tema, es más, todo le daba curiosidad, cómo se manejan en ese lugar, la convivencia y más cosas que le faltaban descubrir... Muchas cosas.

—Bueno, la mayoría de guardianes tienen habilidades extra sensoriales y con unas máquinas hechas en laboratorio anulan la habilidad del mutante en descontrol por unos segundos, la mayoría son de rango A, por lo tanto no debes preocuparte por ellos, están para proteger el bienestar de todos —Caminaron hasta llegar a unas grandes puertas que del otro lado había un pequeño barullo, Jimin ladeó su cabeza preguntándose si allí era el comedor ya que las puertas de entrada eran demasiado lujosas—. Bien, llegamos, que disfrutes la comida, Park —Se despidió caminando con su vestido naranja con un cuello de tortuga y largas uñas muy bien cuidadas al igual que su cabello.

—Gracias señorita Naeun —Se adentró al lugar abriendo las puertas con cuidado de no hacer tanto ruido y llamar la atención de los presentes, fallando en su intento de pasar desapercibido cuando todos se voltearon a verlo con atención, algunos volviendo a los suyos, otros ignorando su presencia y otros maravillados por sus brillantes ojos. Se hizo pequeño en su lugar cuando sus manos sudaron de los nervios y su espalda parecía helarse lentamente, captando una mano en el aire que buscaba su atención, lográndolo a los segundos cuando supo que era Seokjin.

A pasos rápidos se acercó mirando el suelo, sin intención de levantar la mirada para ver si seguían con sus ojos sobre él o no.

“¿Quién es?”

“¿Nuevo?”

“Nunca lo he visto por aquí”.

“¡Sus ojos brillan y son morados!”

—¿Comerás? —Seokjin le ofreció un plato de comida y Jimin asintió de inmediato, hace mucho no tenía un plato de comida frente a él y que pueda degustar.

—Claro —Lo tomó haciendo una pequeña reverencia, Seokjin alzó una ceja cuando sostuvo su rostro con su puño, sus ojos verdes mirándolo con sus delgadas pupilas.

—No supe qué comes o no, traje lo que más o menos pensé que te agradaría —Elevó sus hombros cuando comenzó a comer, Jimin negó con su cabeza, atragantándose con la comida, siendo ayudado por Seokjin a los segundos quien le dio palmadas en su espalda.

»—Venga ya, tampoco fue tan impactante lo que dije —se burló.

—No es eso Seokjin-nim, sino que... No hay problema con qué coma, sigue siendo comida y con solo eso estoy más que agradecido —Sonrió mostrando su resplandeciente dentadura, cálido y seguro de lo que dijo, haciendo sonreír a Seokjin de lado, descubriendo a un niño tan inocente pero que seguramente sufrió tantas cosas antes de llegar aquí y no haya sido afectado por el sufrimiento o cambiado por éste—. Seokjin-nim... —susurró el menor al escuchar los pensamientos del peliverde quien sonrió al saber que Jimin escuchó su cabeza.

—Bueno, a comer —Seokjin tomó su tenedor para pinchar su plato con su alimento, Jimin agudizó su mirada para descubrir qué era lo que comía el mayor.

—¿Qué es eso? —Apuntó con su tenedor la comida del peliverde.

—¿Esto? Bueno, como parte de mí es serpiente, me atrae los roedores y... Ya sabes... —“Es mi plato preferido”— Aunque puedo comer otros platos, obvio, pero me atrae más otros... Ingredientes —Empezó a alimentarse y Jimin lo imitó, llevándose parte de su ensalada a la boca sin darle demasiadas vueltas a lo que esté comiendo.

—Y... ¿Luego de comer, qué se hace?

Seokjin dejó de lado su comida al saber que no podría seguir alimentándose tranquilo por lo curioso que era el pequeño peliazul.

—Mi pequeño lapislázuli, luego de este receso, debemos ir a la clase de defensa propia —Suspiró cansado cuando Jimin lo vio con incredulidad—, ¿lucha cuerpo a cuerpo? —Trató de decirlo en mejores palabras y al notar que el contrario se estremecía, supo que no era bueno en eso.

—No me gusta... Las peleas —Apretó sus labios y el chico serpiente arrugó sus cejas de forma casi imperceptible.

—Mira... Jimin —Acercó al peliazul cerca suyo, bajando su tono de voz—, es importante que sepas que defenderte es fundamental, saber hacerlo... —Sus penetrantes ojos asustaron a Jimin, viendo el pasado en ellos, los pensamientos de Seokjin se apagaron, dejó de escuchar su voz interna y la intriga lo tomó del cuello sacándole el aire— Hay personas malas...

Al termino de su oración, llevó sus dedos a su hombro, descubriendo su piel y luego una horripilante cicatriz aún notoria que pintaba la zona de colores rojizos, mostrando recuerdos marcados para siempre sobre su cuerpo, Jimin por inercia tocó la herida curada, un horrible sentimiento recorriendo tras sus venas hasta llegar a su corazón y acelerar su palpitar, tragando saliva al saber que Seokjin no tuvo una vida tan bonita. El mayor tapó su hombro nuevamente, volviendo a comer en silencio, dejando atónito a Jimin.

¿De esto son capaces los humanos?

Cerró sus ojos tratando de no pensar en eso, pero al escuchar el completo silencio, supo que algo o alguien derrotó al ruido en el lugar. Se volteó para ver la entrada, se sorprendió al ver una cabellera blanca y esos característicos ojos, entonces escuchó el susurro de Seokjin.

—Que raro... Él nunca viene al comedor...

No dejó de mirar al pálido, todos estaban estáticos en sus lugares, intimidados por el aura misteriosa que desprendía el chico de la chamarra azulada oscura, parecía buscar algo pero solo conectó sus ojos con los de Jimin por varios segundos, avergonzando al peliazul por el contacto visual excesivo. Yoongi apartó la mirada desinteresado y aparentemente molesto, caminando hacia la zona de comida cuando de pronto; un tenedor voló con mucha velocidad hacia él, el albino lo esquivó por centímetros, ya que rozó su mejilla, cortándolo y cayendo al suelo por el movimiento abrupto.

Jimin se levantó de su lugar dispuesto a ayudarlo.

—¿Jimin? ¿Jimin, qué haces? Ven aquí —llamó entre dientes Seokjin, pero agobiado cuando el menor hizo oídos sordos y de todas formas fue hacia el chico para ayudarlo a levantarse.

Los guardianes se alertaron por los movimientos del peliazul.

El dulce mutante se hincó frente a Yoongi que mantenía la cabeza gacha...

—¿Estás bien? Déjame ayu-

Sus palabras quedaron en su garganta, formando un nudo invisible mientras que sus ojos se expandían y el frío sudor comenzaba a recorrer su espalda, su mano tembló y por ese instante se volvió mudo al ver el rostro del albino...

La sangre de Yoongi estaba flotando... Regresando a la reciente herida...

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