━O7.

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—Mi nombre es Im Jaebum, soy su profesor de defensa —Una mirada egocéntrica abarcaba su rostro que mantenía una mueca de desagrado, seguía rechazando la convivencia con "mocosos" como él los llamaba—. Como muchos sabrán, esta clase abarca reglas… Reglas que deben seguir; sáquense cualquier elemento punzante o que pueda generar heridas; aros, collares y etc ¿me entienden? —Todos asintieron, Jimin miró a su alrededor topándose con un grupo que mantenía un estilo un poco… Violento.

—Pequeño lapislázuli —Se giró a verlo, los ojos del peliverde compartían un mismo camino, el mayor había notado el miedo en el leve temblor en su cuerpo pero él estaba ahí para ayudarlo. Estaba asustado por pelear, con quién le tocaría y qué haría, no tiene grandes habilidades más que la telepatía, sería fácil de vencer, ¿cómo podía beneficiarse con ello?

—Les explicaré cómo será la evaluación de hoy, habrán 2 fases, la primera que servirá para nivelarlos y la segunda para evaluar sus técnicas cuerpo a cuerpo, ver sus estadísticas y en qué fallan, por lo tanto; serán divididos al azar en parejas que lucharán entre sí ¿me entienden? —Emitieron un “sí” al unísono, Jaebum analizó sus alrededores notando que había más guardianes de lo habitual, extrañándolo al toparse con aquellos ojos brillando en la oscuridad «¿Qué hace ella aquí?» fue lo que pensó, ya que aquella guardiana sólo aparecía en casos especiales, ¿por qué la directora la habrá traído aquí?

Tomó la lista que le alcanzó su asistente, mirando los nombres de sus alumnos, información adicional y sus fotos. Sus ojos se abrieron casi desapercibido cuando leyó un par de nombres nuevos y dos de ellos ya conocía, su vista vagó quisquillosamente por el estudiantado alborotado que hablaban entre ellos. Entonces los encontró. Al fondo del grupo, ocultos, disfrazados como dos simples alumnos, permanecían dos pares de ojos que observaban todo con detalle pero sobre todo, se mantenían atentos a su objetivo.

»—Que sorpresa —susurró para sí mismo, queriendo ver el mundo arder cuando nuevamente leyó la información en sus manos. Comenzó a nombrar las parejas, dejando para lo último a los que más llamaban su atención.

—Jimin —Seokjin picoteó el brazo del nombrado, llamando su atención de inmediato, el chico parecía ansioso, nervioso por enfrentarse a los demás—. ¿Ves al grupo de ahí? —Apuntó a unos alumnos juntos que ya habían llamado la atención de Jimin—. Mientras que no te toque con ellos, está todo bien —Y eso al contrario de calmarlo, afianzó su temor.

—¿Por… Por qué dices, dices eso? —Sus ojos se agrandaron, no, no, no; ¡tenía que salir de ahí si no quería terminar muerto!

—Ay bueno, sólo hay algunos sádicos por ahí, pero nada de que temer si no te tocan con ellos —Volvió su vista adelante con despreocupación pero dejando un sentimiento totalmente contrario al chico a su lado. Jugó con sus colmillos cuando el profesor Jeabum nombró las parejas hasta llegar a los que más esperaban todos.

—Kim Seokjin contra Kim Namjoon —vociferó, el segundo nombrado ladeó su boca en una sonrisa teniendo en mente a alguien débil a su contrincante—. Min Yoongi contra Kim Taehyung —El pálido se mantenía relajado, le parecía un fastidio esa clase, no había comida y encima había ruido, los demás esperaban con ansias esa pelea—. Park Jimin y… Mark Tuan.

Jimin levantó su mirada horrorizado, Seokjin chasqueó su lengua cuando le tocó con uno de los miembros del grupo SP —Sádicos peligrosos—, así los apodaron sus compañeros ya que disfrutaban de las batallas y ver sufrir a su oponente hasta el último segundo de pelea. Jeabum miró a su alrededor, más precisamente a los guardianes que no parecían dar indicios de irse. Exhaló cansado, rascando su nuca y haciéndose a un lado.

—Bien mocosos, ¿vieron ese gran rectángulo? Su objetivo es sacar a su oponente fuera del perímetro establecido, prohibiciones: no hay casi  reglas, todo se reduce a la fuerza bruta sin sacar provecho de sus habilidades o intentar matar a su compañero, si una de estas dos reglas se rompe, será inmediatamente llevado al consejo para decidir su castigo ¿me entienden? —chistó ganando un "sí" en coro por todos, los guardianes sonrieron esperando la batalla que más impacientes los tenían—. Primer batalla; ¡Lalisa Manoban y Shin Hoseok!

Y finalmente los combates dieron inicio.

—Kim Seokjin y Kim Namjoon —El profesor miró la lista con desinterés, no veía mucho en ellos, aunque sí estaba curioso por la llegada de Namjoon a esta división, ¿qué estará haciendo ahí? Le restó importancia posando en medio de ambos chicos—. Recuerden las reglas, siganlas si no quieren hacerse cargo de las consecuencias. 

Las miradas chocaron, no se odiaban pero ambos ansiaban mostrar a los demás lo que son capaces de hacer, queriendo ganar para demostrar lo fuertes que eran. Jeabum les dio una mirada rápida a cada uno antes de alzar su brazo dejándola en esa posición por unos segundos y cortar el aire en un rápido movimiento.

»—¡Empiecen!

Namjoon fue el primero en moverse, tomando las manos de Seokjin para comenzar a empujarlo para llegar a los límites, apretó sus dientes con fuerza cuando el chico se resistía y no se quedaba atrás. Se topó con los verdosos ojos que buscaban una presa, intentó no distraerse e  impusó más fuerza, mas casi cae cuando la anatomía de Seokjin se enredó alrededor de él, con sus piernas en su torso, los brazos rodeando su cuello y su cabeza a un lado de la suya con su boca cerca de su oído—. No me subestimes.

No se dejaría ganar tan fácilmente. Llevó sus morenas manos hasta uno de los antebrazos del chico y forzar su libertad, el peliverde se sorprendió por la fuerza descomunal del contrario, entonces todo dio vueltas en su mundo cuando lo tiró al suelo con fuerza.

—Tú tampoco me subestimes —respondió con una sonrisa, no esperaba que el muchacho sea habilidoso hasta el punto de hacerlo pensar en una estrategia. Cerró sus párpados para abrirlos rápidamente, fue tan efímero la oscuridad cuando Seokjin desapareció de su campo visual, lo buscó. Vagó por los rostros ajenos, miró el techo, bajo sus pies y a sus lados, no encontrando nada más que una arquitectura simple y sin mucho detalle para evitar heridos en este tipo de peleas. La poca iluminación no lo beneficiaba tampoco.

“¿Teletrasportación? No se pueden usar habilidades en combate cuerpo a cuerpo” Miró al profesor Jeabum que no hacía nada “¿Por qué no hace nada?”

—No bajes la guardia —Abrió en grande sus ojos totalmente atónito al escuchar la suave como aterradora voz detrás de él. Acariciando su tímpano en serpentinas y el siseo viajó sobre toda la piel expuesta de su cuello hasta llegar a oírlo y paralizarlo en segundos por los escalofríos  que tantearon en su espalda.

“¿¡En qué momento llegó ahí!?”

Nuevamente los brazos de Seokjin hicieron un agarre en su cuerpo y sin dejar que reaccione, unió con fuerza sus manos entrelazando sus dedos para que el amarre sea más difícil de deshacer, volteó su cuerpo para dejarlo en el suelo cuando la cabeza del moreno chocó directamente contra el suelo y no estando satisfecho, tomó su mano con brusquedad y lo lanzó fuera del perímetro. Así ganando esa ronda con una sonrisa triunfadora.

Namjoon con uno de sus ojos cerrados y el otro semi-abierto por su cuerpo adolorido, habló:

—Rompiste una de las reglas… Usaste tus habilidades —intentó hablar, Seokjin soltó una carcajada totalmente divertido.

—Te equivocas —Estrechó uno de sus ojos y una sonrisa se deslizó por sus carnosos labios—. Todo fue puramente velocidad.

Namjoon abrió los ojos más de la cuenta, aquellos orbes que miraban más allá de tu alma y el espíritu de una serpiente se camuflaba detrás del chico. Se sintió idiota por temblar pero fue inevitable hasta para él, llevando su gran mano a su frente y dándose por vencido, miró al chico de ojos fríos y le regaló una pequeña sonrisa.

—Tú ganas, te creo.

—Mucha charla —interrumpió el momento el profesor—, ¡Kim y Min, vengan aquí! —gritó rudo con su vestimenta deportiva o más bien cómoda para la ocasión. Todos ahora sintieron la euforia del momento más esperado, un alto chico de piel canela dio pie al final del tumulto de estudiantes, con la mirada baja cubriendo su rostro, una remera pegada al cuerpo de color negro debajo de una chaqueta que llega por debajo de sus caderas, pantalones con dobladillos en los tobillos con zapatillas de un color apagado y finalmente un cinturón grueso apresando su cintura. Se colocó a un lado de Jeabum, esperando a su oponente con ansias de probarlo y todos también estaban igual de emocionados que él.

Todos sabían que estas peleas son simples y poco duraderas pero más de uno quería que ese par den una pelea digna de ser vista. De las penumbras de una de las esquinas de la habitación, dos aros sangrientos y destellantes aparecieron, avanzando hasta revelar el pálido rostro del chico que portaba ropas simples que sólo eran una chamarra azulada y una tela negra envolviendo sus piernas dándole forma. Se enfrentaron una vez, desinteresado y agresivo, dos sentimientos diferentes reflejaban sus caras. Yoongi teniendo ambas manos dentro de su bolsillo y Taehyung hechas puños a un lado de su cuerpo.

La mano de Im Jeabum cayó causando pequeñas ventiscas, al fin no dejando ningún obstáculo interponiéndose entre ambos estudiantes. Taehyung levantó su rostro con una gran sonrisa, un parche cubriendo uno de sus ojos, en una de sus orejas colgaba un gran dije que no llegaba a tocar su hombro y mechones medianamente largos que eran lanzados a un solo lado de su cabeza dejando a la vista una zona rapada. Su ojo grisáceo era como un espejo reflejando la imagen delante de él.

La cólera procedió en su sistema cuando los párpados de Min descendieron con lentitud y quedarse estático en su lugar.

—Seokjin-nim, ¿por qué no hacen nada? —preguntó Jimin posando su pequeña mano a un lado de su boca, el peliverde se volteó a verlo y miró nuevamente hacia ese par mostrando su dentadura decorados por dos filosos colmillos. Aún tenía un par de heridas nada graves en su cuerpo mientras que Namjoon estaba siendo atendido por enfermeros auxiliares.

—En una pelea real no se debe ser imprudente, lo que hace Kim Taehyung ahora es analizar a Min Yoongi, primero viendo los posibles movimientos, ambas posiciones en el área y en qué tiene desventaja. En este caso, está tratando de saber que piensa su contrincante —Prestó nuevamente atención a la pelea, «¿Qué está haciendo Min?» se preguntó al verlo sin inmutarse ante alguien como Taehyung, «¿Estará pensando en una estrategia?»

Jimin miró a su mayor.

¿Pensar una estrategia?

Ahora dirigió su mirada al albino y sus ojos morados tomaron potencia.

“Pastel con café, ¿qué tipo de pastel? ¿Frutilla?”

Rió divertido por esos pensamientos ocurrentes, apartando sus ojos luego de leer su mente y ahora miró al otro chico.

“¿Qué está esperando? ¿Por qué no ataca? A la mierda, empezaré yo”.

Y tal cual idea, avanzó en grandes pasos hasta llegar donde Yoongi, levantó su puño a lo alto para mayor fuerza y de un golpe, tiró el cuerpo del pálido que cayó al suelo dejando atrás un par de ronquidos. Todo el mundo se indignó al ver a Yoongi fuera del límite derrotado y acomodado en el suelo.

—¿¡Está durmiendo!?

Jimin suspiró un poco juguetón viendo la reacción incrédula de Taehyung quien no creía haber ganado tan fácilmente, el profesor Jeabum negó con la cabeza porque Min Yoongi era una caja de sorpresas. Los guardianes volvieron a su porte recto ahora ignorando lo que pasaba y estando más atentos a la seguridad del alumnado. Seokjin no pudo evitar soltar una carcajada divertida causando que Jimin sonriera pero la borrara al instante en que sintió una penetrante mirada sobre él y encontrar unos profundos ojos con impaciencia de marcar su cuerpo. Ese chico de cabellos rojos fuegos que ya quería luchar.

—Pasen al frente: ¡Park Jimin y Mark Tuan!




















































Niconitty©

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