(08)- Naoto y Akkun

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng





- ¿Naoto te encuentras bien? - el chico asintió dirigiéndose hacia la silla, acción que la ex-teñida copio.

Se sentía más que avergonzado, mejor dicho abochornado, recordaba perfectamente su primer intento al igual que los demas que le siguieron, cosa que sin duda alguna lo hacía apenarse.

- Claro que si Takemichi-San, ahora hay que consentrarnos en lo importante - declaró volviendo a ese porte inmutable, la mayor solo rodó sus ojos sólo esperando que el pelinegro no la hiciera sufrir como la última vez - Eh descubierto algo desde tu segundo salto en el tiempo

- ¿De qué se trata? - preguntó poniéndose al frente del más alto.

- Takemichi-San, cuando regresaste al pasado estuviste en un "estado de muerte" todo el tiempo, fue como si tu alma saliera de tu cuerpo - reveló haciendo sorprender a la pelinegra.

- ¡¿Significa que morí?! - cuestióno algo alterada, lo siguiente que vio fue a Nato levantarse y caminar hacia un pizarrón en donde se dedico a trazar dos flechas que marcaban el pasado y futuro.

- Tu habilidad de salto en el tiempo es "regresar a la misma fecha, doce años en el pasado" - pauso viéndola asentir - Un ejemplo sería que regresaras hoy, llegarías a la misma fecha doce años atrás, eso significa que si pasas una semana en el pasado, cuando regreses al presente habrá pasado esa semana - sonrió al ver la mirada azulina de la mayor - En otras palabras, durante la semana que estas en el pasado tu consciencia se va y todo lo que sigue en él presente es un "recipiente vacío".

— Eso significa que estoy en un estado de muerte - susurro siendo escuchada por el menor quien estuvo de acuerdo con lo dicho.

— Si, así que eh decidido que harás el salto en el tiempo en mi apartamento.

— En otra situación me negaría pero no deseo desmayarme en plena carretera - sonrió haciendo reír al menor.

Naoto pronto se volvió a sentar esperando con entusiasmo que la ex rubia comenzará a narrar lo vivido en el pasado, no obstante al ver como esta solo se tocaba el cabello comprobando que este se encuentraba mas largo, decidió mejor preguntar.

— ¿Cómo fue la mision? - cuestióno aunque sólo recibió los ojos confundidos de la Hanagaki - Ya sabes, de evitar que Sano y Kisaki se reunieran.

— Ahh, bueno conocí a Mikey - reveló con normalidad.

— ¿Mikey?

— Bueno ese es el apodo de Sano - suspiro - Mikey es un delincuente, aunque tengo que admitir que es un lindo chico, por lo que vi algo caprichoso pero es agradable.

Concluyó con una sonrisa, a pesar de que odiase a aquel Manjiro podía comprender que no eran las mismas personas, repetía, Mikey le causaba curiosidad.

— ¿Hah? ¿Porqué no lo mataste? - preguntó con seriedad haciendo que su sonrisa desapareciera, sus ojos azules toparon con los del Tachibana quien la mirada fijamente.

-¿Matarlo? Aceptó que odio a su primer versión pero jamás mataría a nadie-

— ¿Naoto? - murmuró al ver como el chico no dejaba de observarla, aunque nunca espero que se le acercara así y comenzará a gritar.

— ¡¿Me estas diciendo que el chico que mató a mi hermana es un "lindo chico"?! - exclamó haciéndola sobre saltar - ¡¿Encerio puedes creer eso Takemichi?! ¿Acaso no comprendes quién es Manjiro?.

— El ahí es diferente Naoto

— ¡Debes de entender que ese Mikey ahora es un hombre que está involucrado en cualquier crimen inimaginable, incluso la policía no puede tenerlo bajo contro ¿Sabes?! - grito, la chica por inercia se alejo un poco de él - Si fuera posible yo mismo lo mataba.

Sus ojos se abrieron con sorpresa al escuchar las frías palabras del menor quien pronto golpeó la pared con furia, cosa que fue el detonante para que la chica se alejara completamente de la habitación.

— No puedo siquiera hablar contigo en ese estado Tachibana - mencionó caminando hacia la puerta, el mayor pudo notar como su cuerpo daba pequeños pero notables temblores - Será mejor que me valla y después hablemos del viaje.

— Espera - pauso - No te vallas, perdón.

El menor suspiro, en un intento de tranquilizarse cosa que eventualmente funcionó, no deseaba asustar o hacer enojar a la pelinegra, de echó eso era lo último que le gustaría hacer.

Ya más calmado se acercó a la puerta en donde Takemichi estaba, puso su mano sobre su hombro y la jalo hacia el, abrazándola, notando aún más los temblores en su mediano cuerpo.

No comprendía el porque la ojiazul reacciónaba de esa manera cada vez que el levantaba la voz o se alteraba, no obstante no preguntaría, esperaría a que la chica estuviera lista para contárselo.

— Perdón si te asuste de nuevo, solo que no quiero que te involucres con el de alguna manera que no sea la de evitar su encuentro - se separó, mirándola a los ojos - No quiero perderte a ti, no lo soportaría.

Ver su expresión llena de frustración la hizo entristecer, por lo que rápidamente volvió a abrazarlo esperando que los brazos del ojiazul la rodiacen. Entendía un poco el sentimiento que tenía Naoto, ese sentimiento de aferrarte a las cosas por miedo a quedar solo.

-No te preocupes Naoto, no me pasara nada malo, es una promesa-

Un débil jadeo salio de su boca al ver el departamento frente a ella, era sin duda horrible, por fuera no obstante por dentro era más decente. Estaba muy limpio algo que la sorprendió ya que ella no era muy organizada, en su antigua vida una señora solía limpiar la casa por orden de Kiyomasa, aunque nunca se quejo de esto.

El departamento era pequeño pero grande si se trataba de que sólo era habitado por ella, lo cual le agrado, era más que obvio que sentía cierto desagrado hacia las casas grandes.

— Asi que aquí vivo - susurro mirando al rededor, notando las paredes pintadas de un color azul pastel, en ellas había varios cuadros de su infancia y uno de su adolescencia, aunque el último fue el que más le llamó la atención.

— Si Takemichi-San, adquirió este departamento gracias a su jefe de trabajo en el restaurante - informó viendo cómo la pelinegra se acercaba a un cuadro en específico.

El pelinegro al verse ignorado, la siguió hasta aquella pared, topando con una foto en la que podía reconocer a Takemichi quien con una para el tierna sonrisa, tomaba la mano de un chico de hebras rubias y orbes obscuroa. Solo pudo sentir como su boca se secaba al darse cuenta a quien le pertenecían aquellos ojos.

— Manjiro - susurraron al mismo tiempo seguido de mirarse, la ex-teñida sín comprender cuando surgio aquella foto y aún más importante ¿Porque la tenía enmarcada?

-¿Qué pasó en esos 12 años?
¿Porque nos vemos tan unidos?-

Sus ojos azules pasaron al hombre frente a ella, quien sólo se mantenía en silencio esperando que ella hablara, aunque nunca espero la para el idiotes que dijo.

— Quiero ir con Mikey - pidió de la nada, aunque sonó más a una orden que sólo exaspero al menor.

— Takemichi-San eso es completamente imposible, me niego - menciono cruzandose de brazos con el ceño fruncido, la mencionada lo volteo a ver con molestia cosa que hizo temblar al policía.

Su mirada bajo hacia el suelo, no comprendía el porqué deseaba ir con él pelirubio, aunque lo justificaría perfectamente con que se debía a él cambio tan repentino de ToMan, talvez ahora que eran amigos la recibiría cordialmente.

— Naoto - lo llamó - Eh dicho que me lleves con Mikey, quiero preguntarle el porqué de su cambio, antes de volver a ir al pasado - el ojiazul suspiro molesto, creía que había dejado en claro su negación.

— Takemichi es imposible que pueda hacer eso, además no cambiará nada lo que preguntes - suspiro - Mikey no se a visto desde hace años, ni yo ni nadie sabe de su paradero.

Asintió caminando hacia el chico quien molesto la observaba. Sabía que talvez estaba siendo imprudente y molesta, pero debía de hacerlo para salvar a Hina.

— Se que te preocupas por esto Naoto, pero si tu no me llevas aun así encontraré la manera de verlo - lo observo con firmeza haciendo que el más alto soltara un bufido de molestia mientras la miraba con algo similar a la decepción.

— No se que habrá pasado en tu viaje - pauso - Pero no eres a como te recordaba Takemichi-San y sinceramente nose si eso es bueno.

El único sonido que se escuchaba en aquella habitación era el de la chica al beber su bebida favorits siendo este un cappuchino. El Tachibana quien ahora tecleaba en el computador podía confirmar su arrepentimiento al comprarle algo a la ojiazul, jurando estar a nada de arrebatarle el café y botarlo.

Un carraspeo sonó llamando la atención de Takemichi, quien detuvo su acción acercándose al menor.

— Mikey es demasiado cauteloso que llega a dar miedo, lo más probable es que tenga una cuenta de celular fake al igual que su dirección - suspiro - Razón por la que nadie de la policía tiene pistas de él.

— Pero puedes encontrarlo cierto - bebió de nuevo ignorando la mirada de su compañero.

— Takemichi no será fácil así que me ayudaras a revisar estos documentos - apuntó hacia unas carpetas regadas en el suelo de la habitación.

Sus ojos azules se posaron en el montón de papeles dando un largo suspiro al ver todo el trabajo que tendría. Despacio se sentó y comenzó a sacar los papeles a la par que leía, confirmando lo atroz que llega a ser Tokyo Gang.

— Son demasiados - se quejo, bajo la atenta mirada del Tachibana quien sólo sonrió para después mirar su computador.

Varios minutos habían pasado desde que ella comenzó a leer, en algunos casos juro sentir tanto asco de aquellos crímenes, sin poder creer todo lo que pasaba fuera en las calles, sabía de antemano que ToMan no era una cosa buena, no obstante es diferente el saberlo a  leer cada uno de los casos registrados en donde la justicia es cosa del pasado.

-Son unas mierdas-

— Hum ¿Quien es este? - cuestióno Naoto, rápidamente se levantó del suelo mirando hacia la pantalla, pantalla que mostraba la fotografía de un joven pelirrojo de lentes y varias joyas en su cuerpo.

— Hm

— Uno de los directores de ToMan, Sendou Atsushi - leyó el pelinegro mirando con seriedad la fotografía, la ojiazul por su lado abrió la boca con sorpresa.

— ¿No es Akkun? - preguntó sonriendo, olvidando por completo que este pertenece a ToMan y que Naoto desconocía a él tipo.

— ¿Akkun? ¿Era uno de tus amigos? - preguntó, recibiendo un "Si" de parte de la Hanagaki - Esto es malo, si fuera el debería haber sido arrestado por apuñalar a un chico llamado "Kiyomasu Masataka" cuando tenía 16 años, debió de haber pasado un corto tiempo como un delincuente después de salir de prisión - informó colocando una de sus manos en su mentón en un intento de pensar.

-Había pensado en atacar a Kiyomasa - reveló mirando hacia el piso-

-Así que de verdad hizo lo que dijo-

Había cambiado el futuro, ambos pensaron lo mismo ya que se miraron con sorpresa.

— ¡¿Esto es porque el pasado fue cambiado?! - gritaron al unísono con entusiasmo, aunque las dudas de que pudo pasar, no se iban.

— Si Akkun no taco a Kiyomasa entonces no fue arrestado - concluyó mirando su mano.

— Takemichi-San, fuiste capaz de hacerte amiga de Mikey por lo tanto Sendou - miró la pantalla - Ahora es un pez gordo en ToMan.

— Un pez gordo - susurro, cayendo en cuenta que ahora su mejor amigo era parte de aquellos tipos, a pesar de que no era el momento se sentía molesta por no cuidar al de cabello fucsia.

-Quiero saber porque no fui capaz de estar a su lado, de impedir esto-

— Takemichi-San - lo miró - ¿Puedes contactar con Sendou?

— Probablemente, si regreso a mi casa talvez haya algo.

— De acuerdo - pauso - Si el "Sendou Atsushi del presente" es un director de ToMan - la volteo a ver - Entonces el será capaz de contactar a Mikey.

— Entonces vamos - hablo la pelinegra caminando hacia la puerta.

Entraron de nuevo a su departamento dirijiendose rápidamente a la habitación que le pertenecía a la ex-teñida. Era la primera vez que esculcaria en su habitación así que se encontraba algo emocionada por lo que encontraría.

Naoto, por otro lado solo vio como la ojiazul se adentraba al cuarto, haciendo que se recargara en la pared esperando a que la mujer saliera o le diera permiso para entrar, cualquiera estaba bien.

— ¡Aquí esta! - escucho

Por su parte Takemichi observaba maravillada la vieja libreta en sus manos, esta tenía en grande el título de "Secreto", ocasionado una risa de su parte. Despacio alejo la caja en donde la encontró, abriendo con algo de rapidez aquella libreta.

— ¿Porque guardaba tantos números? - se quejo, siendo escuchada por el más alto quien ya sin importarle entró a la habitación.

El pelinegro se sentó en la cama de la chica, quien emocionada hojeaba la pequeña libreta mientras soltaba varios para el indescifrables murmullos.

— Takemichi no es que me moleste escucharla o verla así de feliz pero - suspiro teniendo ya su mirada encima  - Podría apresurarse.

La Hanagaki con algo de vergüenza volteo de nuevo a su agenda buscando ahora si el número de su viejo amigo.

— Solo espero que no haya cambiado su numero - rogó tecleando los dígitos en su celular, pronto escucho el sonido que indicaba que se intentaba contactando con aquel número.

— Bueno - escucho en el otro lado del teléfono haciendo que su respiración se detuviera.

Con una sonrisa se despidió de sus amigos acompañada de Akkun. Su cuerpo dolía demasiado para ser verdad, aunque no era realmente nada comparado a otros dolores que llego a experimentar.

— Nos vemos chicos - dijo Yamagishi sonriendo seguido de iniciar su caminar al lado de Makoto y Takuya.

Ambos amigos caminaron hacia la para del camión, por orden del chico, quien aclaró que era algo tarde como para dejarla volver sola y caminando hacia su casa. Al llegar la rubia rápidamente se sentó mirando hacia el pequeño techo que cubría la banca.

— Me duele todo mi cuerpo - comento para después reír, el chico al escuchar la risa de su amiga le fue inevitable también reírse.

Takemichi pronto guardo silencio, era agradable convivir con su mejor amigo, aprovechar que ya no habría cosa que los pudiera separara ahora que Kiyomasa estaba fuera de sus caminos.

— Akkun - lo llamó - Si todos nosotros tomamos caminos diferentes después de graduarnos y nunca nos reiunimos - pauso, sintiendo la atenta mirada del mayor - ¿Que piensas hablar cuando seamos adultos?

Su voz sonaba algo triste, sabía que esto era real, que el destino le estaba dando una segunda oportunidad, no obstante el miedo de que todo desapareciera no se iba, el miedo de quedarse sola de nuevo.

— Tonta - la insulto con burla - Nada cambiará, nunca me alejare de ti, siempre seremos amigos Take-chan.

— ¿Segura que te dijo que vinieras a este lugar? - preguntó mirando el edificio frente suya.

Takemichi dando un suspiro molesto asintió, no esperaba que su lindo amigo fuera dueño de un estúpido club nocturno, recordaba lo mucho que ambos odiaban esos negocios.

— Lamentablemente si, Akkun maneja este club - respondió cruzando sus brazos, su voz era algo despreocupada cosa que provocó un bufido del menor.

— Takemichi-San no es por ser paranoico - la miró - Pero ¿está bien que nosotros vengamos tan despreocupados? Sendou es uno de los directores de ToMan.

-Naoto, tan exagerado-

— Naoto idiota - lo tomó del hombro - Akkun y yo somos amigos, no hay nada de que preocuparse tontito - sonrió cerrando sus ojos - Si algo llegase a pasar yo te protegeré Naoto.

Reveló alejándose del más alto quien bajó la cabeza con un rubor en sus mejillas, de nuevo estaba avergonzado por culpa de aquella tierna ojiazul.

Takemichi por su lado entró al local siendo rápidamente recibida por un tipo de traje que sonreía algo exagerado, y un grupo de chicas quienes vestían ropas lindas y extraordinarias joyas desde su punto de vista.

— ¡Bienvenidos! - hablo el tipo - ¿Cuál es su nombre caballero? - preguntó ignorando por completo a la chica quien algo ofendida se acercó.

— Tenemos una cita con Sendou - lo miro con molestia, recibiendo lo mismo por parte del hombre de traje.

— ¿Ustedes y nuestro presidente? - Naoto asintió - Debo de admitir que usted es muy linda pero no es el gusto de nuestro presidente, además el odia esos servicios en su trabajo.

-¿Esos servicios?-

Al comprender las palabras del señor su cara se transformo en una de odio, a la vez que levantaba su mano ya hecha puño y la estampaba en la cara del imbecil, escuchando de fondo los jadeos de sorpresa de las chicas.

— ¿Acabas de insinuar que soy prostituta? - pregunto esperando que se arrepintiera o seria capaz de desfigurar al tipo.

No es que tuviera algo en contra con aquellas chicas que hacían esos servicios de hecho podía tenerles mucho respeto al elaborar ese trabajo, sin embargo le molestaba recordar cosas sobre ese tema.

— Takemichi detente - pidió Naoto al verla subirse las mangas de su suéter con rabia, el también se encontraba molesto por la acusación de aquel hombre, no obstante no golpearia a nadie como la pelinegra.

La chica poca atención le presto al policía, ya que esta se fue al hombre que rápidamente se levantó acercándose demasiado a ella.

— ¡Oh cielos! Perdóneme - jadeo - No pensé que fuera usted señorita, ubiera empezado diciendome su nombre Hanagaki-San.

Habló volviendo a poner aquella sonrisa para después reírse de la nada, provocando una mirada confundida de ambos ojiazules.

-Que hombre más patetico-

— ¡Alguien guíe a ellos al cuarto VIP! - exclamó con aquella sonrisa.

Pronto un hombre llegó hacia ellos y sin decir nada los llevó a una linda habitación desde su parecer, esta poseia un hermoso acandelabro de color blanco que sin duda alguna la dejo en bobada.

— Aquí hay bebidas por si gustan - fue lo único que dijo antes de dejarlos solos, Naoto al ver a la chica mirando hacia el techo decidió servirle un trago.

— Takemichi toma

— Gracias Naoto - agradeció dándole un pequeño trago al vaso con hielo, sus ojos seguían escaneando con nada de disimulo aquel lugar.

El Tachibana soltó una pequeña risa, viendo a su mayor de esa manera solo podía pensar en una niña demasiado curiosa para su gusto.

— Naoto - suspiro - Y si el es diferente.

— ¿A que te refieres? - cuestióno dejando su vaso aún lado.

La mirada de la mujer bajó hacia sus zapatillas, sabía que Akkun era su amigo y el le prometió que entre ellos nada cambiaría, no obstante sabe lo que hace la ToMan, sabe como puede consumir a una persona.

— Nada - rio - Solo estoy de paranoica Naoto, es claro que Akkun siempre será Akkun - se levantó extendiendo el vaso para después tomarlo con una sonrisa en sus labios.

-Akkun siempre será Akkun pase
lo que pase-

— Siempre de joven pensé que serias una mujer hermosa - se escucho a su espalda haciéndola respingar - Y sin duda no me equivoque Take-chan, no has cambiado ni un poco.

Rápidamente volteo hacia atrás topando con la mirada cansada de aquel hombre de tatuajes, este la observaba con nostalgia con aquellos ojos entrerosados.

— Akkun - susurro dejando el vaso en manos de Naoto, para luego caminar hacia el hombre de camiseta blanca, quien al ver su expresión soltó una agradable risa.

— ¿No me reconociste sin mi copete? - se burló al recibir un si de parte de su vieja mejor amiga - Pensaba hablarte antes pero estaba tan nostálgico que me fue imposible hacerlo.

-Akkun, a pesar de que te ves completamente distinto aún así eres el-

— ¿Te quieres reunir con el cierto? - bajón la mirada - Es entendible, ustedes eran algo unidos después de eso - sonrió seguido de mirarla - Si es por eso entonces, te estaba esperando Take-chan.

-¿Esperándome? ¿Pará qué?-




Hola hola

Pues aca esta el capitulo, se que prometí subirlo desde el martes pero me fue imposible por la escuela.

Apenas llevo una semana y ya me quiero matar JAJAJAJJAJA

Ayer estaba viendo los comentarios y pues ¿Naoto? JAJAJAJAJAJAJAJ, me dio mucha risa.

Este enamoramiento lo base en algo que yo pase desgraciadamente con el hermano de mi amiga, me justifico diciendo que pues wey tenía menos de 10 años asi que :).

Lo de la fotografía pues clave, acá las preguntas sobre Mikey en Takemichi estarán más revueltas al querer saber su relación con el Sano, que de sano no tiene nada 🤡.

Pero bueno con esto me despido

Momento triste a la vuelta de la esquina pipiiiiiii.

Mañana publicare capítulo 00 de "Héroe"

✨-HASTA EL CAPITULO 09-✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro