Día 2

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

28 de Julio de 2017

Gira el seguro de su arma y presiona el gatillo.

Un chico morocho de ojos verdes, que también parece de mi edad, está detrás de un sillón, nos apunta con un revólver y no ha dudado ni un segundo en disparar. No le ha dado a ninguno, pero he quedado perpleja.

―¿Quién se creen que son? ―presiona sus dientes ―¿Cómo se atreven a entrar a mi guarida? ―de repente grita ―¡¡Busquen su lugar propio!!

―Cálmate... ―me pongo detrás de la puerta destruida por protección―solo queremos saber dónde estamos...

―¡¿Y yo qué mierda voy a saber?! ¡Lárguense!

―Baja esa cosa... ―señalo el arma ―si vives aquí, al menos deberías saberlo...

―¡¡No vivo aquí, estúpida!! ―luego baja la voz ―. Y no confió en ti, debes ser una de esas cosas...

―¿Cosas? ―levanto una ceja ―¿Qué cosas? ¿Hablas de los lobos?

―No son lobos...

―¿Y cómo lo sabes? ―. Debe estar loco.

―Porque estoy aquí hace dos malditos meses ―hace una pausa ―y los he visto...

―Dos... ¡¿Dos meses?! ―se sorprende Hansel.

―Ya, lárguense ―insiste el morocho más calmado.

―Pues... ―miro hacia fuera y visualizo a Marian qué se digna a entrar ―¿Qué sucede? ―le pregunto al ver su rostro lleno de preocupación.

―¡¡Hay vienen!! ―grita.

―¡¡Maldita sea, ustedes!! ―el morocho sale de su escondite ―¡¡Ya los alertaste, cállense de una vez!! ―se queja, empuja al castaño que está entre la entrada e intenta bloquear el camino con la puerta rota ―¡Traigan el sofá! ―ordena apurado.

¿Quién lo volvió líder?

Ignoro mis quejas, la rubia no hace nada y al final, los tres restantes logramos evadir el paso de esos "lobos", que resulta que no lo son. Las bestias golpean la puerta una y otra vez, hasta de un momento a otro se calman.

Hacemos silencio como dijo el morocho y los animales terminan por desistir. Me tiro al suelo por el dolor de mi tobillo y bufo.

―¿Qué rayos está pasando...? ―me quejo y luego miro la hinchazón en mi pie ―esto está empeorando... necesito ir a una clínica pronto.

―Aguántatelas, no hay salida ―vuelve a hablar el morocho, que ya me está pareciendo muy irritante.

―¿Có... ¿Cómo conseguiste el arma...? ―le pregunta Marian de repente, señalándola mientras él la guarda.

―No te importa ―responde groseramente.

Es peor que la estúpida rubia...

Hansel se acerca hasta mí y se sienta a mi lado, me devuelve la navaja.

―Toma, esto es tuyo ―me sonríe cuando la agarro ―¿Ahora me dirás tu nombre?

―Aneliz ―le respondo en seco y miro al morocho ―exijo que me digas ¿Qué quisiste decir con qué no hay salida?

―¿Piensas que no busque una? ―contesta el de ojos verdes de manera irritante y siento que quiero matarlo. Observa a la ventana y agrega ―el día a cambiado otra vez y ni me di cuenta ¿Por qué me distraen? ―camina a la otra habitación ignorándonos.

¿Qué quiere decir? Definitivamente está loco...

―¿Y ahora qué haremos? ―exclama preocupado el castaño.

―Por lo pronto, curare mi herida, luego te diré el qué ―me levanto del suelo y camino en dirección a dónde se fue el otro ―. Oye imbécil ¿Dónde hay fuente de agua aquí...? ―me quedo callada cuando veo que se está cambiando la remera y levanto una ceja ―que buen físico ―se me escapa mi opinión como buena observadora.

Entrecierra los ojos mirándome enojado.

―Ignorare eso ―señala la puerta a su costado.

―Yo también, no vale la pena ―paso por su lado, entro a lo que parece un baño algo sucio y roto, pero encuentro lo que busco ―. Bien ―exclamo cuando enciendo el agua de una canilla que está en el suelo, parece que era parte de un lavabo que ahora ya no existe. Me agacho, quito mi zapatilla y enjuago mi pie ―ugh ―hago un sonido cuando siento que escuece.

―¿Te ayudo? ―oigo en la puerta.

Me giro a observarlo.

―Creí que ibas a ignorarme.

Me tira un ungüento cerca de mí.

―Tienes razón, pero eso te servirá.

―¡¿Acaso eres imbécil?! ―me quejo ―¡¡Casi me matas!!

―Si no te gusta, ya lárguense ¿Quién les pidió que se quedaran en mi refugio? ―entrecierra los ojos ―yo te diré, nadie.

―¿Quién te crees que eres? ―me levanto y me acerco hasta él ―. No tengo idea que está pasando, pero a pesar de que soy una antisocial, sé perfectamente cuando tengo que bajar los humos para enfrentar en esta vida de porquería ―lo señalo cerca de su torso moviendo el dedo ―¡Tú ni siquiera cooperas e intentas matarnos, se más sensato!

Se queda callado ante mi referencia y luego bufa, mirando para un costado, se cruza de brazos y se digna a responder.

―Puede que tengas razón, pero... no es tan fácil.

―Comprendo, pero si queremos salir de aquí, necesito tu ayuda ―insisto ―¿Has estado dos meses dices? Quiero saber todo lo que sabes...

Sus ojos verdes se posan en mí nuevamente.

―Pues...

Oímos un grito por parte de Marian y nuestra conversación es interrumpida ¿Qué rayos está pasando ahora? Corro en dirección a la sala dónde estuvimos con anterioridad y el horror se apodera de mí.

~•~

Recordatorio: Si A no actualiza mañana, habrá una desgracia.

*El grito puede traer algo malo, pero peor si no ocurre el día 29.

Mantente atento, puede que haya una pista en este episodio.

Atte: Vivi.

Pd: Me equivoqué el día de ayer y escribí 28, pero hoy era 28 jaja ya lo corregí 😂


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro