29 de Julio de 2017

Marian está convulsionando en el suelo, aunque de una manera extraña, su piel ha tomado un tono diferente. Corro hasta ella, aunque no tengo idea de qué hacer, miro a Hansel, qué niega con la cabeza cuando intento preguntarle lo ocurrido y luego el chico sin nombre, se acerca a la rubia, ya qué nadie más hace nada.

―¿Qué intentas? ―pregunto cuando se agacha hasta ella.

No me responde y toca su cuello mientras la chica continua temblando en el piso. Antes de que pueda interceder, el morocho se digna a contestarme.

―Te dije, ha cambiado el día... ―mira hacia la ventana y agrega ―otra vez... ―vuelve a observar a Marian ―no ha podido soportarlo ―opina y toca uno de sus parpados para ver el color de su ojo ―regresara pronto.

―¿Cómo lo sabes? ―pregunta Hansel nervioso.

Él levanta la vista a mirarlo.

―Ya lo he visto antes...

―¿Dónde? ―insisto en la conversación.

―En alguien que ya está muerto ―me observa.

El castaño vuelve a hablar.

―¿Por causa de esto...? ―dice nervioso.

―No ―le responde seriamente y vuelve observarlo ―solo tuvo la mala suerte de no poder sobrevivir ―traga saliva y luego agrega ―. Lo mataron.

Sin previo aviso, no puedo volver a preguntar, porque de repente Marian reacciona tomando todo el aire que puede, entonces antes de desmayarse pronuncia.

―13 días... ―y deja de convulsionar para su cabeza caer inmóvil en el frío suelo del refugio.

―¿Qué quiere decir con eso? ―exclamo pensativa.

El morocho entrecierra los ojos.

―Hace tres días llegaron aquí ustedes, eran dieciséis ―pronuncia para sí mismo algo que él sabe al parecer.

―¿Tú estás delirando? Solo ha pasado un día.

Se levanta y se gira a mirarme.

―¿Aún no te has dado cuenta? ―luego mira a Hansel ―¿Y tú? ¿Cuántos días han pasado para ti?

El castaño baja la vista.

―Tres, han pasado tres...

Me acerco hasta Hansel desconcertada.

―¡¿Eres estúpido?! ―lo agarro con fuerza de la ropa ―¡¡Eso no me dijiste antes, estás cambiando las cosas!!

―Tú eres la única que está a destiempo ―oigo el seguro del arma detrás y me giro a visualizar sus ojos verdes ―eres una de ellos, tú la drogaste seguro ―mira a Marian un segundo y luego nuevamente a mí ―¡Admítelo!

―¡¿Estás loco?! ―suelto al castaño y miro al morocho que me apunta con el revólver ―¡¡Baja eso!! ¿Cómo podría haberla drogado si estaba hablando contigo? ¿Y qué es eso de destiempo? Deja de decir cosas extrañas... ¿Quiénes son "ellos" qué tanto hablas? ―lo ataco con preguntas ―¡¿Si no me explicas cómo quieres culparme de algo de lo que no tengo idea?! ―grito desesperada mirando como sostiene el arma.

Parece determinado a matarme si es necesario.

―No confío en nadie...

Frunzo el ceño.

―Yo tampoco.

―Por... por favor, cálmense ―expresa Hansel preocupado.

Señalo al morocho.

―¡Me calmare cuando este idiota me diga que es lo que sabe! ―bufo e intento calmarme ―si vas a matarme, al menos quiero comprender el por qué... dímelo, cuéntame ―exijo.

Baja el arma despacio, le vuelve a poner el seguro y por suerte, accede a mi petición más calmado.

―Soy Axel ―se presenta ―seguro has caído por una pendiente cuando llegaste aquí ¿No? ―abro los ojos sorprendida, confirmándoselo ―aparte de ustedes, he conocido a otras dos personas más en este tiempo, y ambas les ocurrió lo mismo ―observa a Hansel ―tú también ¿Cierto?

―Sí, yo también caí por algo parecido... ―asiente el castaño.

―¿Y dónde están esas otras dos personas ahora? ―vuelvo a lo qué me interesa y el morocho regresa a observarme.

Me contesta enseguida.

―Uno murió como te dije, el otro fue quién lo mato ―expresa fríamente.

Me sorprendo.

―¿Qué? ¿Por qué?

―Porque era una de esas cosas, fingiendo ser uno de nosotros.

―Quieres decir qué... ―Hansel tiembla.

―Que lo que nos haya traído hasta aquí, puede ser cualquiera ―su mano baja lentamente hasta su arma, pero me acerco hasta él y lo detengo, cuando la toco. Él frunce el ceño ―¿Qué?

―Aún no terminaste tu relato ―digo firme.

Da un paso atrás para alejarse.

―Bien, el punto es que mientras los días pasaban, me di cuenta que no eran normales o... ―mueve la mano ―pasan muy rápido o muy lento. El cielo cambia ―señala la ventana ―me di cuenta después... analice cada detalle, no sé si es droga alucinógena o qué, pero de algo estoy seguro, todos concordamos en las mismas cosas ―agarra su arma rápido y me apunta ―menos tú.

Presiono mis dientes.

―¿Qué es eso de los 16 días? ―insisto en saber sin importarme lo que pueda suceder.

―Las dos veces que el chico convulsiono, siempre fueron dieciséis ―continua apuntándome pero me responde.

―¿Cuándo murió?

Traga saliva.

―Hace tres...

―¿Cuándo llegamos? ―me pongo seria y recalculo todo ―entonces tú estás a destiempo ―sonrío y luego ladeo la cabeza ―¿No te parece?

Sus ojos se abren en grande y vuelve a bajar su arma.

―Tienes razón...

Miro Hansel.

―Y tú me dijiste que estabas hace una semana ―le corrijo ―¿O acaso lo has olvidado? ―señalo a Marian ―la única que está hace tres días es ella, me lo dijo cuándo la conocí ―me río ―estaba furiosa ―vuelvo a observar a Axel ―¿Tienes algo con lo que podamos marcar el tiempo? ―alzo la mano ―ya no nos perderemos más...

El morocho sonríe.

―Vale...

Las cosas se han calmado al menos un poco, todos terminamos de presentarnos, recostamos a Marian a un costado y marcamos "trece días" en la pared con una roca. Se ve algo borroso, pero servirá.

Al tiempo la tranquilidad se va, ya que oímos un ruido fuera, intentamos ignorarlo, pero es imposible, el grito no es solo de una persona.

Estoy oyendo a una niña...

~•~

Recordatorio: Si A no actualiza mañana, habrá una desgracia.

*Ayudar a la niña puede traer algo bueno o malo, pero peor si no ocurre el día 30.

Mantente atento, puede que haya una pista en este episodio.

¿Y se aclararon cosas o las empeoré? 😂

Vamos a desconfiar de todo pero... Mientras tanto...

Ya estoy shippeando a Aneliz con el maldito guapo de ojos verdes 😍

¡Qué ya tiene nombre! 😂

Axel ❤

Atte: Vivi.