Capitulo 13

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Jeon Jungkook

2 de mayo de 2021
1:06 a.m.

¿Por qué estas tan lejos? Dime... ¿Por qué? ¿Por qué no me puedo acostumbrar a la idea de que no estés aquí? Siento que me falta algo... Solo quiero que esto termine, que podamos ser felices de nuevo. Pero me doy cuenta, que mis deseos no se harán realidad.

~J

Y cuando él creía que todo se acabaría. Qué ese sería su ansiado fin, una mano sostuvo la suya. Dejando su cuerpo colgando en el aire mientras con algo de trabajo trataba de sujetarle.

-No dejaré que te suicides en mis narices, Jimin. - dije mientras mis rodillas flaqueaban y las venas de mis brazos sobresalían al ejercer aquella fuerza.

Pesaba demasiado para lo flaco que se encontraba. O tal vez, la droga no me dejaba utilizar el cien por ciento de mi.

No dijo nada. Estaba en shock.

Poco a poco le subí, y entre lágrimas no supo que hacer. Las gotas de lluvia se trasladaban de mi cuerpo al suyo, para al final terminar en el mar.

Una vez puesto los pies sobre el piso metálico le agarré de la mano y, sin decir nada más comencé a caminar delante de sí, llevandomela a rastras.

-No soy una niño pequeño. - se quejó mientras trataba de zafarme. - ¡SUÉLTAME! - protestó mientras me dió un grito.

Estaba enfadado.

-¿Acaso ya no dejan a uno morir en paz? «Estaba seguro que esos eran sus pensamientos»

-NO, JIMIN. - grité con furia deteniéndome. -NO TE VOY A SOLTAR, ASÍ QUE NO ME PIDAS MÁS QUE LO HAGA. - espeté. -Y pues para mí, si eres una niño pequeño.

-¿Por qué? ¿ACASO NO TIENES MEJORES COSAS QUE HACER? ¿ACASO TE DOY LÁSTIMA?

-No. - dije ésta vez en un tono más suave. -No me das lástima, Jimin.

-¿Entonces? DÉJAME EN PAZ. - Gritó con fuerza zafandose de mi agarre. -Y no me digas más "Jimin" en ese tono en que lo haces.

En ese movimiento su cuerpo flaqueó un poco perdiendo el equilibrio, pero nuevamente, sujeté su mano para evitar que cayese.

-No me vuelvas a pedir que te deje porque no lo haré. No acabarás con tu vida. No de ésta manera.

Y así sin más, salimos de ese pequeño lugar de refugio que tenía, para tocar la carretera y encaminarnos al gran puente que había cerca.

Él se sentó sobre el muro, mientras que en mi cabeza había un dilema de que hacer, y cómo volveríamos a casa.

-Jimin. - le llamé una vez más. Sus pies se mecian en el aire al mismo tiempo que observaba la luna. Inhaló profundo para responderme.

-¿Sí? - mientras me dirigía la mirada. Sus mejillas estaban rojas, ya había parado de llover y estábamos empapados. Moví mi cabeza sacudiendo mi cabello y en el momento en que fui a hablar sonó mi celular.

-Espera un segundo. - dije mirando al chico. -¿Sí? - respondí sin tan siquiera mirar de quien se trata, pero una vez sentí un gran ruido y su voz supe de quien era, Lucy. Pareciese que recién notaba que me había marchado, cuando habían pasado al menos más de una hora y media de mi partida de la fiesta. -Estoy lejos, no puedo llevarte a casa. - le respondí. -Llama a un taxi, yo haré lo mismo. Nos vemos mañana.

Y colgué.

-¿Era tu novia? - preguntó Jimin.

-Sí.

-¿Que quería? ¿Por qué no estás con ella?

-Que la fuera a buscar a una fiesta, pero no iré.

-¿Por qué? Deberías ir, así yo también me marcho. - apoyó las manos en la esquina del puente para tirarse al suelo y comenzó a caminar hacia el sur.

-Ey. ¿A dónde vas? - le llamé mientras corría en su dirección.

-Voy a casa. No quiero estar cerca de ti. - hizo unos gestos con sus manos sin tan siquiera mirarme, como si la estuviese hartando. Aunque a decir verdad, ya me dijo que lo hacía.

-No puedes irte. - le agarré del brazo. Él me miró desentendido y trató de zafarse pero no le dejé.

-¿Puedes dejar de hacer eso?

-Te llevaré a casa. No confío en ti y no quiero que te vuelvas a meter en problemas.

-Ya te dije que no soy una niño. Déjame en paz. - dio un golpe en mi pecho. Auch. El chico golpea fuerte. -¿Acaso te da miedo que haga algo que no quieres por el camino?

-Si aún no lo has hecho, no creo que lo hagas. Pero por tener esos pensamientos tan negativos acabo de cambiar de opinión.

-¿Respeto?

-¿Sabes manejar?

-No.

-Tendré que llamar a un taxi. - volví a sacar el celular del bolsillo y localicé a uno en línea. Le expliqué en donde debía buscarme, medio balbuceado y en 10 minutos mencionó que llegaría.

-¿Que acabas de hacer? ¿Para qué llamas a un taxi?

-Iremos a mi casa. Dormirás allí. - con fuerza lo comencé a jalar para que caminace. Volveríamos nuevamente al puente.

-Espera. ¿Qué te hace pensar que me montaré en el taxi que acabas de llamar? O peor, que iré a tu casa.

-Se que no lo notas, pero ahora mismo mi sangre es droga pura. ¡Estoy drogado hasta los pelos, Jimin! No puedo conducir y tu no sabes hacerlo. No confío en ti y me sentiré mal si te dejo ir solo a casa. Además, tengo un mal presentimiento. Te quedarás conmigo quieras o no. Mañana le explicaré a tus papás si es necesario.

—No lo es —respondio.

•••


El taxi demoró alrededor de treinta minutos en llegar. Jimin había dejado caer su cabeza en mi hombro, por lo que se encontraba dormido.

Al vehículo amarillo estacionarse delante del puente coloqué la mano del chico por detrás de mi cuello y ayudé a caminar.

-Hacia la avenida Central por favor. - indiqué al taxista una vez dentro del auto. Él asintió y lo puso en marcha.

Ésta vez la cabeza de Jimin quedaba sobre mis muslos y por inercia comencé a laciar su cabello. Estaba duro y era fácil de notar que tenía demasiados nudos. A simple vista parecía que no cuidaba de sí mismo.

Miré sus manos, éstas estaban cubiertas de cicatrices y morados. Algunas eran recientes y eso me dolía admirarlo.

Sus pies temblaban del frío, por lo que que pedí a aquel señor que subiera la calefacción.

Al mirar sus muslos pude notar que igual estaban dañados.

-¿Qué pasa por tu cabeza, Jimin? ¿Por qué te haces estas cosas? - susurré para mí mismo.

El auto se detuvo frente a mi casa luego de venite minutos, y mientras palpaba mis bolsillos pude notar que la billetra la había dejado en mi auto.

-Puede esperar un minuto. Necesito entrar y buscar el dinero, no tengo nada encima.

Aquel señor aceptó y con un poco de trabajo bajé a Jimin del taxi para encaminarlo a casa.

Busqué en los bolsillos traseros, saqué las llaves y con cuidado abrí la puerta. Dejé recostado al chico en el sofá y subí rápidamente las escaleras para buscar el dinero y entregárselo a aquel hombre, que me esperaba fuera.

-Veo que no viniste en tu auto. - dijo el castaño detrás de mi. -¿Qué has hecho ésta vez?

-No estoy para tus misterios y juegos. Estoy apurado. - tomé dinero del escaparate y salí para comenzar a bajar las escaleras.

-Parece que la lluvia te aumenta el mal humor. - rió el chico siguiendo mis pasos. Aunque la lluvia ya había sesado. Su risa fue sustituida por unos segundos de silencio, en los que me miró desconcertado y en busca de respuestas. Su rostro tenía varias preguntas grabadas. -¿Que significa esto? - comentó una vez asimiló al chico que se encontraba recostado en el sofá de nuestra casa.

Me encogí de hombros, salí de casa a entregarle el dinero al taxista y con la misma volví a entrar para encender una de las luces de la sala.

-¿Me ayudarás a subirlo o te quedarás allí mirándome? - espeté enfadado.

Jimin estaba dormido, más bien parecía muerto. No se movía ni despertaba luego de varios jalones por parte de ambos.

Unos minutos después de que Yoongi reaccionara a lo que estabamos viviendo tomó al chico por un brazo, mientras yo hacía lo mismo con el otro y le cargabamos directo al pasillo.

-¿Para tu habitación? - preguntó.

-Claro, no la voy a meter en la tuya nuevamente.

-¡Ey! - protestó y le acostamos sobre las sábanas. -¡Esta empapado y tu también! ¿Por qué?

-Una larga historia, pero como tu lo habías dicho. "La lluvia me pone de mal humor".

-Tengo tiempo para escucharla. - se cruzó de hombros y negué.

-Yo no para contarla. - quité mi chaqueta y camisa dejando mi pecho desnudo. Acto seguido el pantalón, y entre mis cosas busqué un bóxer para sustituir al que traía luego de darme un pequeño baño.

-¿Le dejarás así, mojado?

-No pienso quitarle la ropa.

-Se va a resfriar.

-Si tanto te preocupa, hazlo tú. - dije para salir de la habitación y encaminarme al baño.

Yoongi es un imbécil. No tiene nada en la cabeza.

Abrí la ducha, agua caliente para recuperar la temperatura normal del cuerpo y dejé caerla por mi cuerpo. Eran las cuatro de la madrugada y aún el castaño estaba despierto.

De seguro cantantando o componiendo sus cancioncillas mediocres. No hace nada con su vida y se las da de chico malo.

Yoongi en un bombón: duro por fuera y blando por dentro. Pero sobretodo, muy patético.

Al terminar la ducha encaminé a mi habitación, la cuál se encontraba cerrada. Al abrirla, la pequeña lámpara de la mesa de noche estaba prendida, el chico tapada con un edredón y la calefacción puesta.

Me acerqué a él, tenía que comprobar lo que mis instintos me decían y así mismo fue. Él lo había hecho.

Pero... ¿Por qué? ¿Por qué le importaba tanto esta niño?

°°°

Nota: las frases que terminan en J son del libro que Jimin se encontró en la biblioteca.

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