Capitulo 17

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Jeon Jungkook

9 de mayo de 2021
11:57 p.m

Las personas no saben cuándo será la última vez que sonrían, que digan te quiero, o al menos, que abracen a ese ser querido.

Deberían de vivir más al cien por ciento. Deberían de amar más y no crear discusiones absurdas. Deberían de querer a las personas que los rodean y no crearle traumas o más problemas, de esos que nunca piensas que tienen pero muy en el fondo, les absorben toda su alma.

Ella esta delante de mi, arrodillada. Siento pena pero no me da lástima, éste es su destino.

-Por favor no me mates. - suplica igual que todas las otras personas. -Eres un niño, ¿Por qué haces esto? Tengo familia, piensa bien las cosas. - su labio temblaba al decir esas palabras.

Pobre señora.

-No me importa en lo absoluto. La vida es una mierda.

En el mismo acto alzo el arma con determinación, ella tapa sus ojos, siente que su final ha llegado y así mismo es. Aprieto el gatillo y junto al estruendo cae al suelo.

-No lo merecía. - susurro para salir de aquel callejón sin salida en el que me había metido, muy lejos de donde alguien pudiera percibirme.

La luna era tapada por las nubes. La brisa movía mi cabello y guardé el arma en el auto para tomar el celular.

Hace unos minutos había sonado, de seguro era mamá preguntandome en donde me había metido nuevamente. Odiaba que me fuera de la casa así porque sí, pero era inevitable... Yo odiaba verla de esa manera.

Enciendo el celular, es un mensaje de Yoongi. ¿Qué quiere ahora?

My: Mamá está preocupada, deja de hacer esas cosas y vuelve a casa.

¿Cuántas veces le he dicho que no se meta en mi vida? ¿Cuántas veces más se lo tendría que repetir?

Lo guardé y caminé lejos del auto hacia cerca del valle en qué se encontraba estacionado, no muy lejos, a unos cinco minutos.

Traía encima mi libreta de notas, y dentro de esta un lapicero. Me senté en el césped, aspire aquel aire puro para comenzar a hacer garabatos y tacharlos al mismo tiempo.

No sabía que estaba haciendo.

La brisa no era pegajosa, y se sentía agradable al chocar contra mi rostro. Es agradable poder respirar una vez más éste aroma. Cruzo mis piernas para luego encender la linterna.

Abrí nuevamente una hoja al azar y mientras pensaba en que escribir cerraba los ojos oportunamente.

La vida no tiene sentido. En esa sensación de ver a un familiar sufrir, sufres más que la palabra, ya que se queda pequeña para todo lo que sientes. Ella lo es todo para mi, y verla de esa manera genera todo esto en mi interior. La droga es mi enemiga, pero él lo es aún más. ¿Qué puedo hacer? Al final... hasta yo me rendiré.

J

Una lágrima cae por mi mejilla y la limpio con mi codo. Odio escribir estas cosas, odio tener que expresarme de ésta manera. Odio que todo fluya así, pero es una de mis escapatorias.

Odio leer, pero amo escribir, sobre todo lo que siento, lo que hay dentro de mi.

•••

Park Jimin
14 de mayo de 2021
7:00 a.m

Un sonido interrumpe mi sueño una y otra vez, golpeando una de las ventanas de mi habitación con fuerza. Es extraño sentir esto, mucho más los fines de semana que papá ni siquiera estaba en casa.

Rasco un poco mis ojos y levanto lentamente para sentarme en el borde de la cama.

Aún escucho ese ruido extraño.

Camino hacia la ventana, y en la acción de abrirla una piedra se cuela dentro de la habitación.

-¡Eh! - me queje en un chillido para mirar hacia debajo. -¿Qué haces? - negué con la cabeza enfadado.

¿Qué carajos pasaba?

-Abréme. - gritó desde abajo.

-No lo haré, vete. - contesté. -No se ni siquiera que haces aquí.

-Si me abres te explico.

-Ya te dije que no te voy a abrir.

-No me dejas elección, Jimin. Me colaré por tu ventana.

-Esta muy alto, es imposible que lo hagas.

-Puedo intentar escalar.

Quitó sus zapatos dejándolos en el césped y con sus manos trataba de escalar la pared rocosa. Falló en el primer intento cayendo al suelo.

-Sabía que no lo harías. - me burlé.

-No es nada gracioso. - dijo por lo bajo. Se encontraba mirando la palma de su mano. -Por tu culpa no podré tocar la guitarra, está sangrando.

Fijé la vista hacia bajo, no podía saber si era verdad o no. Mi ceguera era demasiada para denotar su herida, por lo que solo me restó decirle que fuese hacia la puerta.


•••


Min Yoongi

Caminé hacia donde el chico debía de abrirme, unos cuantos metros de donde quedaba su ventana. Recosté mi hombro en el marco de la puerta y dejé caer mi cabeza en éste también.

Jimin me abrió, no pude evitar sonreír por lo que bufó y con el mismo acto trató de cerrar lo que recién abría.

-¡Eh! ¿Qué haces? - protesté poniendo mi pie en medio para que no cerrara por completo.

-Sabía que no te había pasado nada. ¡Eres un idiota, Yoongi! - farfulló.

Automáticamente sonreí. Si le había mentido pero él no había hecho lo que le había pedido la semana anterior.

Le miré con algo de lástima. Él sabía que nuestras casas quedaban algo lejos y sería de mal gusto venir hasta aquí para nada.

-Anda, pasa. - mencionó volteando sus ojos en una acción y caminé hacia la sala.

Todo estaba regado. Zapatos y ropa de hombre por todos lados. Una casa de locos. Me miró apenado ya que había hasta restos de comida por cualquier rincón.

-Se suponía que hoy debía de recoger este desastre. - su piel sudaba mientras temblaba un poco.

Jimin era un chico muy timido.

-¿Por qué mejor no vamos a mi habitación? Me sentiré mas cómodo allí.

Asentí mientras seguía sus pasos directo al cuarto malva con carcarmonias de pequeños pollitos y conejos pegados por doquier.

Un gran fanatico diría yo.

-¡Ey! - le llamé.

Se encontraba acomodando las almohadas y recogiendo sus pertenencias del suelo. Menudo chico regado. Solo sonreí al ver que no era uno de las principitos mimados que pensé que sería.

-¿Por qué no me escribiste?

Pregunté captando toda su atención mientras observaba el libro de siempre medio escondido debajo de su almohada.

-¡Joder! -me quejé.

Tan solo se quedó jugando con su cabello, mirándome de arriba a abajo como si no supiera si responderme fuera lo mas correcto.

-¡Habla! Di algo. ¿Te ha pasado algo?
Me tienes preocupado.

Reaccionó moviendo su rostro de un lado a otro y tan solo negó.

-No me pasa nada. Solo se me olvidó. No es que fuese algo muy importante.

-Te pedí de favor que lo hicieras. No pude dormir aquella noche esperando un puto mensaje de un número desconocido.

-No es para tanto, Yoongi. - él sonrió en modo de broma y la miré serio.

Para mi no era una broma preocuparme por alguien como él. Ni siquiera quería hacerlo pero... Por algo que desconocía lo hacía.

-Llegué temprano. Estaba cansado y me acosté a dormir. En la madrugada me levanté a comer algo y volví a la cama. - se encogió de hombros como si fuera lo mas normal del mundo. Cómo si todo lo que me estuviese diciéndo me lo pude haber imaginado en vez de preocuparme por "nada".

-Yo allí pensando que te había pasado algo. - di un gran suspiro. -Me hiciste sentir mal.

De alguna manera me hacía bien el saber que Jimin había llegado sin problemas a casa. Aunque mi intuición me decía que me ocultaba algo, pero no le preguntaría. No ésta vez.

-¿Por qué te preocupas por mi? - preguntó de la nada.

Un chico lleno de preguntas y dudas que quizás nunca fueran respondidas.

-Yo soy el de las preguntas. - respondí jocoso acomodándome un poco en la cama. Era suave y olía al chico.

-¡No! - protestó. -¿Que te crees? Respóndeme. - se acercó a mí dando un suave golpe en el hombro. -Sin miedo al éxito. - y guiñó su ojo mientras ponía una cara pícara.

¡Oh, Jimin! No cambias.

Ni siquiera le conocía bien y ya le conocía. Algo contradictorio pero era lo que me pasaba con él.

-Me preocupa lo que me importa. - respondí encogiendome de hombros para no darle importancia a mi comentario.

-¿Y por qué te importo?

-No se responder eso.

-Entonces no tiene sentido lo que acabas de decir. - dijo algo, ¿Decepcionado?

-Pues dale el sentido que quieras.
Me importas básicamente porque no eres como los demás. No se. - me volví a encoger de hombros mirando hacia fuera de la ventana. -Si te molesta no lo hago más.

-No me molesta. Aunque me gustaría que le dieras el sentido tú. ¡Son tus palabras y quiero entenderlas!

-Que no se te olvide que las tuyas, la mayoría del tiempo tampoco las entiendo.

-Pero, no es lo mismo que tu me digas lo que piensas. A que yo piense lo que me de la gana.

-Pues. Piensa lo q te da la gana, Jimin.

•••

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