"una pelea entre muertos"

22 de junio del 2021
Jeon Jungkook

Toda mi vida se ha basado en engaños. Pequeñas mentiras piadosas que quieren que me hagan sentir bien, pero no, no lo hacen.

Desde pequeño mamá siempre me enseñó que las cosas de los demás se respetan. Que cada cual tiene su manera de ser, y cada personalidad es forjada por lo que la vida se encarga de hacer contigo.

-Debemos de cerrar ciclos, Jungkook. ¿Que fue lo que pasó exactamente?

Pregunta ella. Tan serena como siempre. Pienso ocultarselo, nuevamente. Lleva varias sesiones tratando de indagar en la herida, de tratar de sanarla y poder buscar la mejor solución a mis problemas. Pero simplemente siempre huyo.

¡Quizás sea el momento de afrontar las cosas tal y como son!

-Mamá era una persona buena. No me malinterprete. No es una santa pero a mí sano juicio, es la mejor. La respeto demasiado.

Ella me mira entrecerrados los ojos. Estoy seguro que no sabe a donde quiero llegar y simplemente anota cada una de mis palabras en su libreta. Como siempre durante las pocas veces que me he sentido que necesito venir, aunque a decir verdad desde que Yoongi habló con Hugo pensando en que podría ayudarme.

-¿Y tú padre? -pregunta calmada.

Ella sabe que el principal problema es ahí, por eso toma con fuerza el lápiz. Estoy seguro que sabe que ésta vez, escribirá bastante.

-Es un hombre, al que no le tengo nada de respeto. Ni siquiera tengo el coraje para llamarle por padre, sin tan siquiera poder pensar en todo el daño que le ha hecho... -me callo.

Dejo las palabras en el aire y entrecierro los puños.

-Tranquilo -pasa sus delicadas manos por mi piel e indica que exhale fuertemente-. ¿Puedes contarme lo qué pasó?

-No.

-¡Jungkook! Estás aquí para que te ayude, para salir de eso que tienes por dentro. Para que puedas ser o sentirte libre. Ocultando tus sentimientos nunca podrás conseguir ser feliz. Además eso ya es pasado. Vive el presente.

-¿Qué le hace pensar que yo quiero ser feliz? O... ¿Que le hace pensar que no lo soy?

-Todos en ésta vida lo queremos ser, y claramente, tu mismo me lo dices a gritos. Tus ojos te delatan, la forma en que te expresas, como hablas. Tus gestos.

-Puede ser. Pero yo sé encontrar mi propia felicidad, no necesito contar nada, mucho menos esperar por alguien para poder serlo.

-Bueno... -mueve sus manos de un lugar a otro. Busca dentro del papeleo algo en específico. Lo hojea y luego lo lee en voz baja-. Hablemos del libro que escribiste. He escuchado que es muy bueno.

-¡Yo para siempre!

-Así tengo entendido que se llama. ¿Por qué? ¿Por qué ese nombre? ¿Por qué lo escribiste?

Rodeo mis rodillas con mis manos. Acomodo un poco en el asiento y traqueo mi cuello para empezar a hablar.

-Hace años estuve asistiendo a otro psicólogo. Yoongi ha hecho lo posible porque me sienta bien, porque pueda estar bien y deje de hacer cosas que le molestan, pero no lo ha conseguido. Por eso me ha traído con usted.

<<En una de mis sesiones el doctor me pidió, que cómo no podía leerme como él quisiera, o tan siquiera, cómo no me abría con nadie, que intentara escribir lo que sentía. Como me sentía. Mis emociones, proyectos, esperanzas...>>

<<Lo hice... Aunque al principio me pareció absurdo ya que odio los libros y todo lo que pueda ser de esa rama, pero luego... me pareció divertido escribir sobre mi vida para que tal vez él averiguara algo. Pero era muy obvio que las cosas entre líneas no las iba a descubrir. Al pasar unos meses, me pidió que le entregará lo que él le llamaba "El diario de un paciente", al contrario de mi, le quise llamar "Yo para siempre" y así se quedó cuando a propuesta suya, lo llevamos a una editorial en dónde quisieron sacarlo en físico.>>

<<Nadie de mi familia lo sabe a excepción de Yoongi, que es quien me ha apoyado en todo. Y además de él, lo sabe Jimin. Un día en la biblioteca estaba haciendo unos aburridos deberes de historia, usted sabe, y sin darme cuenta lo debí de haber dejado tirado. Él lo encontró y pues, se adueñó de él>>

<<Es algo raro, pero es como si mi yo verdadero estuviera plasmado en ese libro, como si allí estuvieran todas las cosas malas y buenas que me han pasado y quiero que me pasen. Y no es como si estuvieran, perdón. El hecho, es que si están.>>

<<De cierta manera, en ese libro está toda mi vida. Un alma sensible con un corazón oscuro y hecho trizas.>>

-Interesante -fue lo único que dijo al respecto-. Me gustaría saber más al respecto, poder conocerte mejor. Saber las respuestas del porqué un alma sensible con un corazón oscuro y hecho trizas. El por qué o las causas de qué no te abras a nadie para recibir ayuda. Y, sobretodo. Que es eso tan malo de lo que tu hermano te está protegiendo... aunque estoy segura que no me dirás, ¿No es cierto?

-Anja.

-Eso pensé desde el principio... Desde la primera vez que te vi, supe que perdería mi tiempo contigo, pero no te quise dar la espalda. Sé que dentro de ti hay alguien a quien quieres mucho. Sé que estás protegiendo a esa persona haciendo cosas malas, y por eso, es que tu hermano te está cuidando. Deberías hacerle caso a Yoongi y dejarlo, pero como se que no lo harás solo te daré un consejo, ya que, hoy es tu última sesión conmigo.

<<La vida a veces es injusta. Nunca tenemos lo que deseamos, o al menos lo que merecemos. No te dejes cegar por el odio y aprende a perdonar>>

<<Lo otro es que además de esa persona, se que existe alguien más ahí -señalo mi corazón con la punta de su lápiz e hizo que le mirara a los ojos-. Él también tiene problemas, puede que incluso, sean hasta peores que los que piensas que tienes tú encima. No le des la espalda, y ayúdalo. Cuéntale lo que te pasa, él quizás, tenga que contarte algo también.>>

-No sé de que me hablas.

-Jungkook, sabes exactamente a lo que me refiero, y de quién te estoy hablando. Espero que encuentres la salida a tus problemas de una forma sana. Le preguntaré a Hugo sobre ti, en algún momento. Espero obtener buenas referencias. Hasta luego -indicó con su mano la puerta de salida y caminé hacia ella.

-Hasta luego, Dra.

Al salir lo primero que puedo observar es a Jimin. Jugaba tontamente con un mechón de cabello de Tae, quién solo atendía a su celular, ignorandolo completamente.

No sé en que momento se hicieron tan unidos. Y la verdad es que molestaba de cierta manera.

Verle a él junto a Jimin, luego de que le hizo tanto daño. Luego de que fue la causa de que se dañara físicamente tantas veces.

Yoongi me lo había contado todo.

Tae era un imbécil que estaba jugando claramente con Jimin. Y esperaba equivocarme para que no saliera lastimado nuevamente.

Me paro en frente de ambos, la sonrisa de Tae es borrada instantáneamente al verme y en cambio, soy yo quien sonríe de forma elegante.

Jimin levanta la mirada desprevenido una vez la Dra le llama en voz alta.

Pasa por mi lado como si nada, pero antes de marcharse, deposita un beso sobre la mejilla de Tae. Quién solo sonríe de lado victorioso por la ignorancia que me brindó el chico.

-¿Qué es lo que te divierte? -pregunto, algo furioso.

-Eres un imbécil, ¿Sabías? -dice entre dientes con otra sonrisa muy insoportable-. Es tan vergonzoso que vengas al psicólogo o, ¿Acaso no te avergüenza?

-La verdad es que no. ¿Por qué tendría que avergonzarme? ¿Acaso Jimin se avergüenza? ¿O eres tú quien se avergüenza por tener que acompañarlo, imbécil?

Se quedó callado, traté de sonreír por mi victoria pero no lo hice, ya que claramente Jimin no era un trofeo para mí.

Él se retorció los dedos, tranqueándolos en un movimiento y luego me miró. Como si lo tuviera todo pensando, o tal vez, como si tuviese las palabras en la boca por tanto tiempo que era su oportunidad para poder decirlas de una buena vez.

-¿Acaso no te das cuenta qué no le importas? ¿Qué no le gustas? ¿Por qué no lo dejas en paz? ¿Por qué no sigues con tu vida con la miserable y estúpida de tu noviecita? ¿No puedes, verdad? ¿Y sabes, por qué? Por qué Jimin, te gusta -demandó tocando mi pecho con su dedo índice una y otra vez-. Lo sabes, por eso no has dejado de asistir a este punto manicomio. Para poder verlo. Tenerlo cerca. Pero... ¿sabes qué? Él es mío, no tuyo, ni del imbécil de Yoongi.

-¡A él no lo metas en esto?

-¿Por qué no? ¿Acaso los hermanitos comparten novio? O cierto, que nunca ha Sido de ninguno de los dos. Solo mío. Y lo será hasta el baile, dónde le dejaré miserablemente delante de todos. Muy divertido, ¿no lo crees?

Apreté el puño y sin arrepentimiento lo estallé sobre su rostro. Él entre risas tapó su nariz, la cuál sangraba y me miró como si no le importará. Como si el dolor fuese leve, aunque ambos sabíamos que le había reventado el punto hocico.

-¿Eso es todo? ERES UN MALDITO IMBÉCIL, JUNGKOOK. ¿POR QUÉ CARAJOS NO HICISTE ESO DELANTE DE JIMIN? ¿POR QUÉ AHORA QUE ESTAMOS SOLOS EN ESTA HABITACIÓN? No vales nada, ni tú, ni nadie de los que se acerca a ti.

-Eso es lo que querías cierto. ¿Que te golpeara? Me provocaste para que cuando Jimin saliera te viera, y como solo yo estoy aquí sabría que sería yo. ¿QUE TE PASA TAE? DEJA A JIMIN EN PAZ. ¿Por qué le quieres hacer daño?

-Es verdad. Tienes toda la razón, a mi Jimin no me interesa, Jungkook. No me interesa para nada, ni su vida, ni lo que haga con ella. Me interesas tú. Me interesa destruirte. Me interesa que sufras. ¡QUIERO VENGAR LA MUERTE DE MI MADRE!

-¿Y que tengo que ver yo con eso?

-Que se que la mataste, y también se, que él te importa -sacó una pequeña toallita de su bolsillo trasero y limpió la sangre que bajaba de su nariz-. Por la victoria, y ya casi la tengo entre manos. Ésta vez, no me detendrás, ya no tengo nada que perder.

•••