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Probablemente Jimin había roto un record, si, el de prestar atención. Yoonji permanecía totalmente concentrada, su mirar solo se enfocaba en las líneas de los libros y por su puesto en los trazos que dejaba su lápiz en las hojas de su cuaderno de cuadro, ni si quiera le había dejado un sorbo pequeño a la malteada de fresa que Jimin había pedido para ella, como le había prometido aquella mañana, de ninguna manera, ella no desviaba su atención de aquel problema matemático.

Entonces, una vez que tenemos este resultado, producto de la suma de aquí — Yoonji señaló remarcando en la formula el paso dicho, después su lápiz escribió el resultado — podemos decir que la hipotenusa es igual a 4.

Jimin sorbió por completo su malteada de vainilla, aún prestaba atención pero no precisamente a lo que Yoonji decía, más bien, su concentración estaba enfocada en la peculiar forma de explicar de la jovencita, se encontraba todavía dolido, ¿por qué Yoonji le dejaba a ese nerd cargar sus libros? Aquel chico no era alguien digno de Yoonji, mejor dicho, aquel joven no se acercaba ni si quiera a ser su tipo ideal. Mientras Yoonji explicaba entregada, Jimin permanecía con aquella guerra cuestionable y confusa para él.

Es muy fácil — de inmediato Jimin dejó la copa de cristal y se recostó en el asiento — ya estoy listo con el tema de Pitágoras, por qué no mejor me dices qué clase de chico es el ideal para t...

No es tema, es teorema, y si ya te sientes listo, ¿podrías resolver este pequeño problema? — Yoonji tomó su lápiz, dibujó en la hoja un pequeño triangulo y de inmediato miró el rostro ajeno — ¿Cuál es el valor de la hipotenusa de un triángulo con cateto a=6 y el cateto b=8?

No es necesario — Jimin comenzó a negar, tomó la malteada de fresa y la acercó a Yoonji — no necesito demostrar que he aprendido, eres excelente enseñando, no hace falta, de verdad Yoonji.

Es fácil, tú lo dijiste, entonces puedes resolverlo — Yoonji tomó la mano derecha de Jimin y obligó que sus dedos tomaran el lápiz, entonces finalmente la jovencita dejó un sorbo a su malteada de fresa esperando por la respuesta al problema planteado.

Claro que si es fácil — Jimin sujetó el lápiz y miró los números por unos segundos, entonces tomó el cuaderno de la joven y lo atrajó hacia él negándole la vista a Min, en ese momento se dedicó a escribir totalmente concentrado, al terminar, dejó sobre la mesa el cuaderno y sobre él el lápiz —, profesora Min puede revisar mi trabajo, es excepcional se lo aseguro.

Yoonji dejó a un lado la malteada y se acomodó para revisar el problema, esperaba ver números incorrectos, un resultado erróneo o algo que tuviera que ver con el problema planteado, pero no fue así, en su lugar se encontró con un pequeño mensaje redactado con el lápiz y firmado con una carita feliz.

Park, ¿qué significa? — Yoonji miró confundida a Park, de nuevo centró su mirar en la hoja y con un suspiro pronunció el mensaje escrito — "Profesora Min, me ha explicado el tema de una forma excepcional, pero veo conveniente que sea mi turno, no es justo que solo usted quiera imponerse. Después de las clases de mañana irá conmigo a la colina, ahí le enseñaré de pintura y veremos entonces si es usted excepcional para aprender como lo es para explicar".

Así es, solo te faltó un toque de picardía en la voz, pero lo acepto.

No puedo, mañana quede de ir con Namjoon — Yoonji dejó el cuaderno sobre la mesa —, será otro día, por ahora resuelve el problema.

Jimin soltó un suspiro de molestia, tomó el lápiz y debajo de aquella invitación resolvió el problema, era correcto, solo le bastó observar el procedimiento en el ejercicio que había resuelto Yoonji para poder resolver el que la joven le había escrito.

No necesitas revisarlo, es correcto - Jimin cerró el cuaderno de la chica y lo dejó sobre la mesa — ¿a qué hora has quedado con Namjoon?

Después de clases.

Así fue como inicio una guerra improvisada de miradas, Yoonji mantenía la pajita de su malteada en medio de sus labios mientras que Jimin sostenía con su mano izquierda la copa de cristal vacía, si bien el semblante de Jimin era serio, en su mente ya comenzaba a maquinar no solo un plan, debía tener un plan de repuesto por si algun motivo le hacía fallar el primero, y un tercer plan si es que el segundo plan no funcionaba. El silencio permaneció, fue entonces cuando Jimin observó que la malteada de fresa se había terminado, suspiró y entendió que su cita había llegado a su fin.

Bueno recoge tus cosas, te llevaré a casa — el joven se levantó de la mesa y fue a la barra para pagar por ambas bebidas, mientras lo hacía supervisaba a Yoonji que ya se encontraba lista para salir del establecimiento.

Una vez más había sido una tarde fallida, mientras Jimin regresaba a casa después de dejar a Yoonji en la suya hizo un recuento de sus intentos, con la jovencita no había funcionado la montaña rusa, la rueda de la fortuna ni la tarde de malteadas, ni si quiera había mostrado un poco de interés por su nueva propuesta para encontrarse al día siguiente, de ninguna manera. Todo el interés se desviaba a su grandiosa cita con Namjoon, aquel perdedor de gafas gruesas, delgaducho y alto ¿cómo era posible?, Park Jimin gozaba de una autoestima exacerbada, cada día era fomentada por sus conquistas, las miradas que atraía y por supuesto, era consiente de todos los comentarios dichos a su espalda por otros jovencitos de su edad, así que todos los días al verse al espejo para comprobar su físico, se sonreía así mismo y se despedía con un guiño acompañado de una peculiar frase, "eres grande Park Jimin".

Sus manos presionaron el volante y negó lentamente pisando el acelerador, no podía permitir que un perdedor como aquel se ganara la atención y el interés de aquella jovencita, así que para ello tenía un plan o quizás dos.

Al llegar a casa bajó de su auto no se le vio el polvo, no prestó interés en su padre, es más no se dio cuenta en que lugar de la casa estaba tirado perdido en el alcohol, su visión se nubló, solo tenía un objetivo que debía llevar a cabo, así que entró a su habitación y dispuesto buscó en todo rincón, encontrándose con una caja de madera dentro de su armario, su tesoro, lo más valioso que tenía. Al encontrarse con dicha caja sus ojos se iluminaron y en un acto de amor y nostalgia abrazó la caja recordando con calidez a su madre, pues aquella caja había sido un regalo de su parte. Dentro de aquella caja había dibujos viejos, las primeras "obras de arte" de un pequeño Jimin, se encontró con pinceles de todos tamaños, lápices, acuarelas, hojas por supuesto, pequeños lienzos, todo estaba ahí justo como Jimin lo había dejado. Encontrarse con ese pequeño tesoro le había reconfortado el corazón y el alma.

De esta no te libras Yoonji — Jimin pronunció atesorando la caja en sus brazos.

Esa tarde no pasó algo más relevante, por la noche Jimin había salido a cenar algo, se encontraba emocionado y nervioso, como si estuviese a punto de cometer una travesura, no podía dejar de sonreír, así que esa noche durmió temprano.

A la mañana siguiente el despertador hizo de las suyas, pero esta vez Jimin no hizo la rabieta de todos los días, se levantó de inmediato, se ejercitó solo un poco, después se dio un baño, no tardó mucho en ello, sin embargo, cuando se dispuso a elegir su atuendo demoró horas, no se decidía, buscaba impresionar no solo a Yoonji por más extraño que fuese, quería impresionar al joven que acompañaría a Min aquella tarde, buscaba demostrar que su aspecto era el mejor. Cuando su ropa fue seleccionada miró el reloj, era demasiado tarde para ir a la universidad pero era demasiado temprano para ir a la casa de Yoonji, negó solo un poco, así que se tiró en su cama y miró el techo repasando su plan, "interponerse en todo momento en medio de Yoonji y Namjoon", "demostrar que era el mejor en todo", "opacar las posibles habilidades de pintura de aquel joven" y sobre todo, "lucir genial y varonil".

Cuando el tiempo se consumió y tenía el justo para marcharse, se levantó de la cama miró su desorden pero no le importó acomodar, ya lo haría después, tomó dinero y las llaves de su auto, se miró por última vez en el espejo y sonrió satisfecho.

 ¡Eres grande Park Jimin! — salió por fin de casa, subió a su auto y justo a medio camino creyó que sería ideal llevar algo consigo, para lucir como un chico varonil pero detallista.

Entonces su primera parada fue en una muy conocida florería, miró su reflejo en el cristal donde podían verse las flores más bonitas de aquel establecimiento, no podía creer que estaba ahí eligiendo alguna flor que le recordara a la chica, miró sus pies y después miró la carretera protegiendo que nadie conocido le viera entrar, soltó un suspiro y entonces entró.

Se paseó entré los estantes, no sabía cuál era la flor perfecta, quiso tomar un ramo de margaritas, por alguna razón la flor le producía un sentimiento familiar como si en alguna ocasión le hubiese regalo estas a Yoonji, pero justo antes de que pudiera hacerlo una voz masculina detuvo su acción asustándole.

 ¿Ya encontró el ramo perfecto? ¿O me permite darle alguna sugerencia? — el destino estaba a su favor, le otorgaban la ayuda perfecta en el momento menos inesperado.

Por favor, ayúdeme a elegir el correcto — Jimin mostró ruego y esperanza en su petición.

Claro que sí, para poder elegir el ramo correcto debe de saber que es lo que quiere comunicar con las flores — aquel chico se escuchaba seguro de lo que decía, se mostraba experto —. Las flores nos permiten comunicar lo que no somos capaces de comunicar con palabras, si busca decirle a la jovencita que la ama apasionadamente, entonces permítase regalarle rosas rojas.

No, no, busco algo especial para una jovencita poco común, es muy especial en todo sentido, es inteligente y no se deja llevar por lo convencional, no es como todas las chicas, tiene elegancia e inocencia — el chico escuchó atento y sonrió ante la descripción de Park.

Puedo recomendarle un ramo de rosas azules con rosas de color rosa — Jimin no preguntó solo asintió y siguió con los ojos al joven que tomaba las rosas que irían en el pequeño ramo.

Quisiera algo sencillo, no hablo de un ramo de doce rosas, prefiero algo sutil.

Por supuesto, también agregaré las margaritas blancas, noté que le habían llamado mucho la atención, además creo que luce muy bien — el florista comenzó a hacer su trabajo elaborando así a base de ramas y hierbas un pequeño bouquet, solo usó cuatro rosas, una vez listo entregó aquel al joven, Jimin de inmediato pagó, se sentía aliviado la fase uno de su plan ya había sido resuelta. Estaba a punto de salir de la tienda cuando la duda vino de pronto a él.

Disculpe, ¿cuál es el significado de este ramo de flores?

Las rosas azules son atípicas y muy especiales, justo como la jovencita que las recibirá. El azul es el color del cielo y del mar y, como tal, regalar flores de este color transmite tranquilidad, paz mental, armonía y confianza. Representan el apoyo incondicional y la confianza. Mientras que las de color rosa, simbolizan delicadeza y amor.

 ¿Y las margaritas? — Jimin observó las flores, el mirarlas le provocaba calidez.

La margarita es aquella que comunica la más pura e inocente seducción a la persona amada. Tienes un buen mensaje en ese ramo jovencito.

Gracias... Hangyul — Jimin pronunció el nombre del joven una vez que leyó la pequeña etiqueta que portaba en el pecho. Una vez estando fuera del establecimiento una extraña sensación recorrió sus huesos, se había congelado desde el momento en el que aquel joven florista le había dicho el significado de su ramo, conocer el lenguaje de las margaritas específicamente le había provocado una corriente eléctrica que lograba erizar su piel, pero quedarse ahí para entender lo que le estaba pasando a su cuerpo era una perdida de tiempo, no podía permitir que Namjoon llegara primero a casa de Yoonji.

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Creación de 命⋆𝒟𝒜𝒢𝒢𝐸𝑅, amo tanto tus dibujos y te amo a ti ♡

Este capitulo fue publicado por error el sábado pasado, lamento mucho el error. Pero bueno les dejo ahora este capitulo y me marcho ♡

Y si mientras tenemos una nueva actualización te pasas a leer "La habitación de los susurros"? Es yoonmin y ya se encuentra disponible en mi perfil.

¿Cuáles son las consecuencias que un trauma puede ocasionarte?
Si tu realidad se distorsiona es fácil creer que te aman, te odian, quieren verte muerto o quieren salvarte. Quizás la realidad es solo una construcción de lo que queremos ver.

Te veo en "La habitación de los susurros".

Att: Jen

Ayooos atte: Dagger

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