10

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Una cuadra antes de llegar a casa Yoonji se despidió de Jimin, la jovencita le había pedido encarecidamente que la dejara ahí, puesto que no sabía cuál sería la reacción de sus padres al verla llegar a esa hora y en el auto de un joven, no aceptó el riesgo y aunque Jimin insistió incluso hablar con sus padres para dejarlos tranquilos, Yoonji optó por aparentar una llegada por su propio pie. Por su puesto que Jimin no se había marchado hasta que vio a Yoonji entrar a casa.

La mano delgada y fría de Yoonji tomó la perilla de la puerta, dejó ir un suspiro con los ojos cerrados y entonces entró a casa esperando alguna replica, pero aquello no sucedió, quizás era demasiado noche como para que sus padres se encontrarán despiertos, o tal vez ni si quiera se habían dado cuenta que ella no estaba en casa. Cerró la puerta tras de sí y se permitió recargar su espalda un par de segundos, intentando escuchar algún ruido en casa, pero no fue así, solo el silencio tenía lugar. Tranquilamente fue hasta su habitación, cerró la puerta con seguro y se relajó unos minutos en la silla de su escritorio. Se encontraba aturdida, aún su cuerpo se sentía fuera de gravedad, tenía la sensación de ser totalmente de papel como si aún se encontrase en lo más alto de la rueda de la fortuna, miró por la ventana alta de su habitación y observó detenidamente las estrellas, levantó sus pies y se llevó remotamente a ese recuerdo, cuando pudo sentir el aire entre sus cabellos, incluso en su estómago pudo sentir un revoloteo digno de la altura, cerró entonces los ojos y recordó la imagen de las luces de la ciudad, bajó los pies aterrizando de nuevo a la realidad y llevó su vista hacia sus manos, ahí estaba, fue en ese momento que cayó en cuenta de lo que había hecho, que error más grande.

Negó un par de veces como si aquello remediara el daño, suspiró y entonces dejó en su escritorio la caja de cigarrillos Lucky, perteneciente a Jimin. ¿Cómo había llegado hasta sus manos esa preciada cajetilla? Esa era la interrogante de Yoonji en ese preciso momento pero de inmediato obtuvo la respuesta, una vez que llegaron al auto de Jimin para poder marcharse, el joven en un intento de conquista se quitó la chaqueta de mezclilla y la colocó sobre los hombros de Yoonji, que por su puesto se había negado, incluso hizo un ademan para escaparse del abrigo, pero Jimin ya había abierto la puerta de copiloto y la había tomado del brazo para ayudarla a subir, fue entonces que algo le molestó a la joven, era la cajetilla de cigarros escondida en un bolsillo dentro de aquella, sin pensarlo la tomó y la resguardó por todo el camino hasta que ella bajó y se despidió de Jimin agradeciéndole por llevarla a casa y por prestarle su chaqueta, dejó aquella en el asiento y bajó aún con la cajetilla en sus manos. Pero que descuidada. Ya se los devolvería la próxima ocasión que se encontrará con él. Por el momento deseaba dormir.

Durante todo el fin de semana Yoonji miraba esporádicamente aquella cajetilla, claro que no era en todo momento, más bien, era de vez en cuando, cada que terminaba de leer un párrafo sus ojos se encontraban con la cajetilla que adornaba su escritorio, era incluso extraño para ella, fue todavía más extraño cuando llegó el lunes por la mañana, tomó sus libros y dudó sobre si debía llevar consigo la cajetilla o no.

—Sal de una vez, se nos hace tarde princesa — como todas las mañanas, el señor Min dejaba un par de golpes sobre su puerta, advirtiéndole que se iría a su trabajó pronto.

—Ya voy — Yoonji se decidió por no llevar consigo la cajetilla, la dejó ahí, en el lugar donde la había dejado la noche del pasado viernes.

Instalada en el auto y abrazando sus libros permaneció en silencio, su padre desprendía seriedad absoluta, de reojo la observaba y como si quisiera atraer su atención aclaraba su garganta constantemente, hasta que después de pasar un bache, el hombre rompió ese silencio.

—Nunca llegas tan tarde a casa — pronunció con un tono en la voz cargado de molestia — no fue por que estabas metida en una obscenidad como las chicas vulgares de tu edad, ¿verdad?

—No — Yoonji miró de inmediato a su padre, ella conocía ese grado de molestia en su voz, así que negó una y otra vez —, la señorita de la biblioteca me pidió que acomodará los nuevos libros, yo no pude negarme.

— ¿Me estas mintiendo Yoonji? — El hombre desvió la mirada de la carretera para poder enfocarse en su hija — no quiero verte cerca de Kim Namjoon de nuevo, no importa que diga tu madre, ¿me entiendes?

—Lo siento, no sucederá de nuevo — Yoonji agachó la mirada.

—No basta con que prometas en vano — fue entonces cuando el hombre dejó en el rostro de su hija una bofetada, entonces, después de ser apresurado por los autos de atrás que molestos hacían sonar el claxon, el hombre avanzó —, debes de ser castigada para que entonces aprendas que lo que has hecho está mal. Eres mi princesa, no debes de perder el tiempo con nada y mucho menos con los jovencitos de tu edad.

Al pasar los minutos, la mejilla de Yoonji se inflamó un poco, estaba rojiza, la jovencita no tuvo más que agradecerle a su padre por llevarla a la universidad, se despidió de aquel dejando un beso en la mejilla del hombre, aquella acción obligada dejaba en ella nauseas, tomó sus libros y caminó sin dedicar ninguna mirada hacia atrás, ni si quiera comprobó si su padre se había marchado.

— ¡Yoonji! — Jimin la estaba esperando sentado sobre el capo de su auto, al verla se acercó a ella de inmediato — ¿Cuál es tu horario? Estaba pensando invitarte una malteada, así me enseñas algo fuera de la biblioteca.

—Hoy tengo clase hasta la 1pm — Yoonji no quiso mirar el rostro de Jimin, permanecía evadiendo verle, no quería que aquel joven se percatara de la inflación de su mejilla — te veo en la biblioteca.

En ese momento, un claxon se escuchó en medio del sonido quejumbroso de Jimin, Yoonji se dio la vuelta buscando de donde provenía dicho sonido, no tardó en percatarse de que aquella llamada de atención provenía del auto de su padre quien aún permanecía estacionado, observándola a lo lejos.

— ¿Quién es? — Jimin preguntó curioso ante la reacción de la joven, gracias a que la jovencita giró su rostro, Park pudo darse cuenta de dicha inflamación en su mejilla — ¿Estas bien?, ¿qué fue lo que te sucedió?

—Tengo que irme — Yoonji emprendió su caminata, había pasado a un costado de Jimin empujándolo levemente ante su huida.

—Te buscaré a la 1pm, entonces — Jimin miró preocupado y confundido la huida repentina de la joven. El padre de Min Yoonji observó a Jimin solo por unos segundos antes de marcharse.

—Entonces, ¿podemos anotar en tu lista de conquista al bicho raro? — Jungkook se posó detrás de Jimin y sujetándole del hombro pronunció con burla — No puedo creer que lo hayas hecho.

—Necesito un par de días más — Jimin se alejó del agarre de su compañero y le miró a él y al otro par de chicos que recién llegaban.

— ¿Qué? No es posible, ¿aún no te la has llevado a la cama? — Taehyung miró con sorpresa a Jimin y negó con una burla en sus labios — no sé qué digan los demás, pero claramente ya perdiste la apuesta, acéptalo Park, no puedes con esa cosa.

—Bueno, quizás podría si ustedes no interfirieran en mis métodos — Jimin rodó los ojos con hartazgo.

— ¿De qué estás hablando? — Jungkook dio un paso adelante enfrentando a Jimin con tintes imponentes.

—Que con sus estúpidas bromas Yoonji no confía en mi — Jimin sostuvo la mirada ajena — dejen de molestarla, entonces será una apuesta limpia.

— ¿Desde cuando el gran macho alfa culpabiliza a otros por su impotencia? — Jeon negó manteniendo esa sonrisa de superioridad en su rostro.

Al menos hasta que se termine la apuesta no quiero ver a ninguno cerca de Yoonji, cualquier cosa que digan sobre ella, se les dará devuelta pagada con creces — Jimin dejó en claro, pasó en medio de aquel circulo y fue en ese mismo momento en el que buscó su cajetilla de cigarros, aquella no sería encontrada.

Aquella mañana, Jimin había decidido perderse todas sus clases, ¿para qué demonios entraba a ellas? No entendía, le era aburrido y no prestaba atención, ¿cuál era entonces la razón para sentarse por horas y fingir que prestaba atención? De ninguna manera, prefería pasar su tiempo con alguna chica del campus, alejado de las aulas, alejado de los profesores y sobre todo, alejado de los libros. Si, esa mañana se había perdido debajo de las gradas del campo de fútbol, claro que no estaba solo, una chica de cabello rubio le hizo compañía, hasta las 12:50 del día exactamente. En ese momento se levantó del césped y dejándole un adiós desinteresado a la joven fue a buscar a Yoonji.

Despreocupado, caminó por los pasillos del instituto hasta que se posó en el casillero de la chica y se dispuso a esperarla. Cuando la 1 en punto llegó, la jovencita de cabello negro apareció al final del pasillo, caminaba junto a otro chico, alto y que portaba unos lentes con cristales gruesos, Jimin frunció el ceño y se encaminó hasta donde la chica se encontraba.

—Te dije que te veía en la biblioteca — Yoonji reparó al ver a Jimin posarse frente a ella.

— ¿Park Jimin? — Namjoon miró confundido, acababa de enterarse de que Yoonji y aquel joven eran al parecer, conocidos.

—Ese es mi nombre por favor no lo vuelvas a mencionar, no con esa sucia boca ¡y dame eso! — de inmediato, Jimin arrebató los libros que llevaba Namjoon en sus brazos, pues aquel juego de libros pertenecía a Yoonji, los había reconocido desde la lejanía.

—Entonces nos vemos para ir a pintar juntos Yoonji, paso mañana por tu casa — Namjoon se giró para despedirse de la chica, entonces, se marchó.

—Nos vemos — dibujó con su mano un adiós y de inmediato centro su atención en Park — ¿Puedes devolverme mis libros?

—Si te los devuelvo corro el riesgo de que te vayas corriendo, así que vamos ya sabes dónde estacioné mi auto — Jimin emprendió el camino ignorando los gestos de negación de la joven.

—Está bien iré contigo, pero déjame cargar a mi esos libros, no quiero que los ensucies — Yoonji se adelantó para emparejar su caminata con la de la ajena.

—No sabía que tenías citas con ese bicho raro, ¿por qué te gusta salir con él y no conmigo? ¿Qué tiene él que no tenga yo? — Jimin la miró indignado — ¿acaso tiene un mejor auto que el mío? No lo creo eso no es posible, mi auto es el mejor de todos los autos de este campus, yo soy el mejor, ¿segura que no necesitas gafas como las de ese perdedor?

—Ya me estoy arrepintiendo de ir contigo, ¡dame mis libros!

⊱௲⊰

Creación original  de 命⋆𝒟𝒜𝒢𝒢𝐸𝑅 no sé ustedes, pero mi parte favorita de la historia son los dibujitos.

Cadena para que los fans de Yoonji se pronuncien aquí inicio yo uwu

Psdt: Se ve realmente mejor la nueva portada ♡

Att: Jen 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro