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A pesar de que Jimin tenía no solo un plan bien elaborado, no entendía por qué en ese momento se encontraba buscando mil y un maneras para acercarse y obtener toda la atención de Yoonji, indagó en las técnicas que solía emplear con otras chicas, pero justo en ese momento ninguna le convencía del todo, solo deseaba obtener la manera de tirar a Namjoon en su carrera hacia Min. Jimin miró la espalda de aquel joven, como deseaba que aquel se tropezara o que se le cayera su estúpido y anticuado maletín, pero no, en ningún momento aquello sucedió, al contrario, Namjoon ya se encontraba sentado al lado de Yoonji sacando sus materiales.

Puedes tomar todas las herramientas que necesites Yoonji, para eso hemos venido, para aprender y compartir herramientas, y si te puedo ayudar en perfeccionar tu técnica con algún consejo no dudes en preguntarme, de todos modos estaré supervisando tus trazos — Namjoon le regaló una sonrisa a la jovencita quien mantenía su mirada clavada al paisaje.

—Gracias Namjoon — Yoonji le devolvió una sonrisa cortes complementando su agradecimiento.

Hasta ese momento Jimin había llegado, se posicionó frente a ambos jóvenes y tomó un respiro antes de observar la forma en la que aquel par ya se encontraban acomodados, no sabía si debía de sentarse en medio de ambos o sentarse a lado de Yoonji, el espacio en medio de ambos era muy incómodo, pues Kim no había tomado cierta distancia así que Jimin descartó aquella opción de inmediato.

— ¿Piensas que te pintemos a ti? — Namjoon miró a Jimin con desgano esperando a que se quitara de su vista — no estorbes, me tapas la perspectiva del paisaje.

— ¿Tú sabes de perspectiva? — Jimin dejó su caja justo al lado de Yoonji — si supieras de perspectiva entonces me dibujarías, pues aparezco en la perspectiva, no cubro "tu perspectiva", soy parte de ella, idiota.

—Ya veo que si eres inteligente después de todo — Yoonji sonrió y miró a Jimin sentarse a su lado, también dedicó curiosa un vistazo a la caja que en la tapa tenía el nombre grabado de Park.

—Solo es algo básico, veo que tu amigo es un total novato — Jimin tomó un lienzo, el más grande que reposaba dentro de aquella caja, después buscó un lápiz, uno muy desgastado, de hecho su tamaño era ridículamente pequeño, le sacó punta y acomodó el lienzo sobre sus piernas para poder iniciar a dibujar —. ¿Ya sabes que quieres pintar Yoonji?

—Aún no lo sé, hay muchas cosas que quiero pintar, pero no sé por dónde iniciar — Jimin miró de reojo a la joven que había traído con ella sus viejos dibujos, lo supo porque aquel dibujo que se encontraba suelto entre las demás hojas era el mismo que Jimin había visto aquel día en su casillero cuando la jovencita le entregó su libro, Jimin lo tomó en sus manos y lo inspeccionó por unos segundos, después lo dejó donde lo había encontrado y miró el cielo despejado, los árboles, los arbustos y el pasto.

—Yo ya sé lo que voy a dibujar, voy a dibujarte a ti — Namjoon pronunció con superioridad — me gusta como se ve tu perfil desde este ángulo, te ves concentrada, seria y destacas entre el color verde que nos rodea.

Jimin rodó los ojos y se maldijo por no tomar la decisión de sentarse en medio de ambos, se preguntó si era demasiado tarde para interponerse entre ambos, así que no dudó y se puso de pie fingiendo que estaba estirando las piernas después caminó justo en medio de ambos y ahí sin preocupación se dejó caer como si de una nube se tratase, no había espacio entre los tres, Jimin estaba tan cerca de Namjoon que podía escuchar su respiración y sus suspiros de molestia justo sobre su oído, sentía tanto asco pero permaneció ahí.

— ¿Qué es lo que te sucede Park? — Namjoon le empujó solo un poco intentando correrle de ahí pero aquello nunca funcionó — estas invadiendo nuestro espacio.

— ¿Por qué no mejor me pintas a mí? Mi perfil, te lo aseguro es encantador, si lo vendes en la universidad, te aseguro que sacaras un par de billetes, pórtate bien y te regalaré mi firma para saques el doble — Jimin se acomodó y entonces empezó a trazar el paisaje ante sus ojos.

Kim se incomodó por la presencia de Jimin, al ver que era inútil moverlo o al menos estorbarle en su tarea prefirió ponerse de pie y se acomodó a lado de Yoonji, justo en el lugar que minutos atrás Jimin había ocupado, el joven tomó su lápiz y se dispuso a dibujar el perfil de la chica. Por otro lado Yoonji que aún permanecía observando su paisaje ignoró la situación de aquel par.

Con el paso de los minutos el silencio fue tomando lugar, pues los tres jóvenes permanecían atentos, Namjoon miraba de vez en cuando a Yoonji intentando replicar su perfil y la mirada de aquellos ojos que se concentraban a lo lejos, perdida, metida en su propio mundo, Namjoon quería representar en sus trazos la caída delicada de aquel cabello negro que permanecía tan frágil sobre su piel blanca y tersa, ante los ojos de Nam aquella joven lucia misteriosa, refinada y delicada, él quería ser el mundo, aquel donde Yoonji se perdía constantemente. Por un momento Namjoon dejó de mirar el dibujo, y se perdió en el sutil gesto que Yoonji dejó tras la incomodidad de un mechón sobre su rostro, ese gesto había sido interpretado como una coquetería tan común de las jovencitas de aquel entonces, aquel gesto le había robado a Kim un suspiro, ver aquella mano delgada acomodar el mechón de cabello detrás de su oreja solo para después continuar con su labor le provocó una palpitación fuerte dentro de su pecho, ¿sería capaz de plasmar en su dibujo aquella belleza?

Yoonji no se percató de aquella mirada, ella se encontraba realizando su dibujo metódicamente, incluso tomó las medidas del lienzo, mientras llevaba a cabo dicha acción, repasó en su mente aquellos conocimientos que había adquirido sobre la aplicación de la acuarela, sobre cómo debía llevar acabo la acción, incluso se preguntó a si misma si debía cambiar su método y trabajar con manchas dispersas de acuarela para después darle un sentido, pero no se podía permitir indagar en ello, estaba tan estructurada que solo siguió los pasos dignos de un instructivo para tontos donde el primer paso contaba en elegir la imagen, trazar y pintar, parecía tan fácil aquella acción. Con curiosidad miró de reojo el dibujo de Jimin que permanecía en silencio, aquellos trazos eran buenos, claro que no eran perfectos, Yoonji ya no encontró el típico Park fanfarrón y egocéntrico, en su mirar se encontraba ahora un joven dedicado, que mantenía toda su atención en aquel dibujo que parecía una fotografía a blanco y negro, estaba tan tranquilo, perdido en su mundo, justo como ella cuando se perdía entre las líneas de algún libro de historia o de física, sintió por primera vez una conexión, después de todo aquel no estaba hueco y tenía delicadeza, al menos si de arte hablamos.

Me habría gustado tener otra vista panorámica, en la noche se pueden observar a lo lejos las luces de la ciudad, cuando gustes Yoonji puedo traerte — Jimin por fin habló, había terminado aquel borrador y ya comenzaba a sacar sus pinturas.

— ¿Cómo lo hiciste? — Yoonji preguntó clavando su mirada en el lienzo ajeno, acción que no le pareció a Namjoon, pues de inmediato se adelantó a llamar la atención de la joven.

—Solo dejó trazos imperfectos, además terminó muy rápido, no es posible que admires eso — Namjoon golpeteó su lienzo con la punta de su lápiz un sinfín de veces, se sentía desplazado.

— ¿Puedo ver el tuyo? — Namjoon ya tenía en su lienzo algunos trazos bien definidos, se había dedicado a dar ciertos detalles al rostro de Yoonji, sin embargo, al ser un lienzo aquellos detalles se veían toscos y temblorosos, pero orgulloso lo mostró.

—Vaya, ¿no has pintado nunca en un lienzo verdad espejitos? — Jimin dejó un vistazo en aquel y sonrió con una pizca de altanería en sus palabras — Solo estás perdiendo tu tiempo, los detalles van después de la acuarela, cuando vayas a darle color a eso, el grafito va a correrse y todo va a mancharse.

— ¿Tú qué sabes? — Namjoon arrebató el cuadro de las manos de Yoonji que lo observaba atenta intentando darle forma a aquel dibujo sin un parecido si quiera a algo humano.

—No es tan malo — Yoonji de inmediato mencionó dejando ir aquel dibujo.

—Es verdad, puedes continuar con esa cosa — Jimin dejó una sonrisa y después miró el dibujo de Yoonji que ya presentaba más de una mancha por el uso del borrador —. Tu dibujo es bueno Yoonji, pero si yo fuera tú dejaría de usar tanto el borrador, solo estas manchando aquí.

—Pero para poder pintar necesitas un boceto sin errores — Yoonji de inmediato mencionó ante un Jimin que tomaba el lápiz de la jovencita y comenzaba a realizar un par de correcciones, dejó un par de trazos y permitió que Yoonji observara el movimiento de su muñeca.

No siempre es necesario tener el dibujo perfecto para poder pasar al otro paso, de hecho, después de darle color puedes perfeccionar y detallar a fondo, aunque tu boceto parezca terminado, siempre terminarás corrigiendo detalles sobre la marcha. El boceto solo es el esqueleto, el verdadero trabajo viene después — Jimin dejó de nuevo el lienzo y el lápiz ajeno, después el joven sacó su paleta de acuarelas y se dispuso a pintar.

Namjoon continuó con su técnica en silencio, Yoonji dejó lentamente su estructurado método y se permitió observar a Jimin, aquel que con movimientos delicados dejaba a su paso manchas de colores que permitían detallar su dibujo, brillo, sombras e incluso parecía haber movimiento en las hojas pintadas por Jimin, aquella pintura de acuarela había sido finalizada, si bien no era una pintura renacentista como las que Yoonji solía estudiar, era particularmente bella, por fin ante los ojos de la chica, Jimin parecía un joven amable, delicado y entregado. Al terminar su pintura a la par que Jimin, Yoonji miró la propia y sonrió avergonzada comparando la de Park, sin duda alguna tenía mucho que aprender.

—Este lienzo es para ti — Namjoon estiró aquel a los brazos de Yoonji que concentrada se encontraba recogiendo sus pinturas.

— ¿Para mí?, ¿no prefieres conservarlo tú? — Yoonji observó el dibujo y sin poder evitar el ceño en su frente lo tomó en sus manos ante aquella negación —, gracias...

—Quise pintar lo delicada que es tu belleza cuando te concentras de ese modo — Namjoon se mostró tímido, pero había ocultado aquellos nervios entreteniéndose en levantar sus cosas y metiéndolas a su maletín, digno de alguien como él.

—Se está haciendo tarde, será mejor que nos vayamos — Jimin interrumpió aquel momento caminando hacia su auto llevando en sus manos aquella enorme caja.

—Nuestra cita habría sido mejor si Park papanatas no se hubiese entrometido — Namjoon tomó el bolso amarillo de Yoonji y caminó a su lado intentando tomar su mano — vengamos juntos solo tú y yo la próxima vez.

— ¿Qué? ¿Pensaste que esto era una cita? — Yoonji le quitó su bolso y se alejó de inmediato evitando que su mano rosara la ajena —, no te confundas, solo somos amigos porque mi madre es amiga de la tuya. Aunque ellas quieran juntarnos no sucederá, yo tengo otros planes.

— ¿Se van a quedar? — Jimin exclamó a la distancia moviendo su mano para atraer la atención de aquel par — No me importa si Namjoon lo hace, ¿Yoonji podemos irnos ya?

Esta vez, Yoonji esperó a que Namjoon subiera al auto una vez que aquel joven lo hizo con desgano, Yoonji subió al asiento de copiloto, Jimin quien aún permanecía de pie justo al lado de su puerta, sonrió por aquella acción pues finalmente Yoonji iría a su lado, eso le demostraba que había ganado puntos.

Después de obtener una respuesta malhumorada ante la pregunta de Jimin para saber donde debía de dejar a Namjoon, Jimin se había dado la tarea de conducir rápido, entre más rápido se deshiciera de aquel joven mucho mejor. Jimin no quiso hablar, solo quiso quedarse en silencio, claro que deseaba hablar con Yoonji, pero no lo haría hasta que aquel muchacho saliera de su auto.

—Espero verte mañana — Namjoon pronunció dirigiendo su vista en Yoonji una vez bajó del auto de Park y esperó a que la jovencita subiera de nuevo para cerrarle la puerta.

— Y yo espero que no nos veamos mañana ni nunca, espejitos — Jimin dejó aquella frase en respuesta y entonces arrancó su auto dejando atrás aquel chico molesto, ¿desde cuándo los perdedores como él eran tan insoportables?

— ¿Mañana nos veremos para estudiar? — Yoonji pronunció con una sonrisa leve en su rostro.

—Claro que nos veremos, pero ¿tiene que ser para estudiar?, ¿no prefieres ir al autocinema? — Jimin condujo con una velocidad moderada obteniendo de Yoonji una sonrisa negativa.

—Nuestros encuentros son solo académicos — Yoonji centró su mirada hacia el frente —, pero tal vez podamos ir después.

—Es mejor tener esperanza — para su mala suerte, el viaje se había terminado, Park se encontraba estacionado frente a la casa de Yoonji.

—Fue un buen día, gracias por el día de hoy, aprendí mucho de ti, eso me sorprende y no esperaba decir eso algún día si te soy sincera, no tenía idea de que tuvieras ese talento.

—Te dije que estudie pintura hace algunos años, en aquel entonces quería estudiar algo que tuviese relación en ello, pero no es para mí.

—Pero tienes talento, ¿por qué dices que no es para ti? — Yoonji se percató que la mirada de Jimin se inclinaba un poco hasta que se clavó en sus rodillas, después aquel sonrió con una pizca de nostalgia y después un suspiro resonó en el auto.

—Mi padre decía que aquello es solo para mujeres y no para hombres, después de tantas peleas en casa con mi madre, decidí hacerle caso y dejar la pintura de lado, no quería que mi madre se arriesgara por mí, pero finalmente dejar la pintura no sirvió de nada, ella murió de todas formas.

Yoonji apreció el dolor en las palabras de Jimin, aquel joven ocultaba su tristeza y su pasado detrás de aquella sonrisa ladina o mientras se paseaba por ahí aparentando ser un macho aceptable para la sociedad, Yoonji por fin entendía por qué aquel joven era así.

—Puedes retomar la pintura de nuevo, tu madre quedría que tomaras ese camino, o al menos eso es lo que me das a entender — Yoonji tomó la barbilla de Jimin y le levantó el rostro —, no desperdicies el talento que tu madre vio en ti, hay muchos hombres que dejaron su legado en las artes como Michelangelo Buonarrot o el mismísimo Leonardo da Vinci.

Jimin tomó la mano de Yoonji con suavidad y delicadeza agradeciendo aquel gesto de consuelo, aquella jovencita comenzaba a romper esa barrera que la mantenía lejos de él, Jimin no reaccionó con superioridad y arrogancia, todo lo contrario, sentía calidez ante aquellos gestos de parte de Yoonji.

—Antes de que te vayas... Yo compré algo para ti, estaba esperando el momento adecuado para dártelo pero que mejor momento que ahora — Jimin tomó el pequeño ramo y lo observó solo por unos segundos antes de extenderlo hacia la joven —, cuando lo vi, algo me decía que debían ser estas flores las que debía darte, espero que sepas que es lo que significan.

—Es muy bonito, no debiste molestarte — la joven tomó el ramo y clavó su nariz en las flores, llenó sus pulmones con el aroma que aquellas emanaban manteniendo los ojos cerrados, una sonrisa adornó su rostro, nunca había recibido flores —, no sabía que las flores tienen significado, ¿cuál es el significado de estas?

—Será mejor que lo investigues por tu cuenta — Jimin sonrió y de inmediato salió de su auto solo para correr y abrir la puerta de Yoonji.

— Mañana lo investigaré en la biblioteca, nos vemos ahí — Yoonji tomó su bolso amarillo y el ramo, gracias al aroma de aquellas flores la jovencita se había olvidado totalmente de la pintura que Namjoon le había obsequiado, dejándola tirada a lado del asiento de copiloto —, gracias por traerme a casa.

—No es nada, gracias por lo que dijiste de mi madre, te veo mañana.

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Creación original de 命⋆𝒟𝒜𝒢𝒢𝐸𝑅, gracias por volver a tu labor. Aquí tu fan #1. ¡Ya crea tu cuenta Dagger por favor!

Les tenemos una sorpresa, pronto se las haremos saber, quizás el viernes o tal vez la semana entrante, gracias por sus comentarios, nos divertimos mucho leyendo y respondiendo. Nos leemos el viernes 

Atte: Jen

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