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Jimin cerró los ojos y se acercó en busca de los labios de aquella jovencita, no le encontró, en consecuencia su cuerpo comenzaba a irse en picada sobre el asiento de copiloto que había ocupado Yoonji, la chica que había escapado después de ver a Park Jimin cerrar los ojos en busca de otro beso, justo como en los dramas cliché que solía ver en las películas donde la mujer se ve entregada al amor mientras cierra los ojos y se sumerge en los brazos de un apuesto caballero que le besa con amor y pasión desmedida, Yoonji abrió la puerta de aquel auto y bajó huyendo de aquella acción, dejando a Jimin sumergido en su burbuja rosa.

Aquel portazo fue su burbuja explotando, no lo podía creer, Yoonji era la primera y única chica capaz de robarle un beso, normalmente era él quien solía hacer eso para sorprender a las chicas, era sencillo, actuaba caballeroso, desinteresado y después robaba sus corazones al acercarse peligrosamente a sus labios para terminar besándolas con pasión, pero esta vez los papeles se habían invertido y era una "chica" la que había manejado toda la situación desde el inicio, no había actuado de forma "caballerosa", o mejor dicho, no había actuado como una dama refinada y educada aduladora del género masculino, pero si había sido gentil al aceptar ayudarle con asesorías académicas, se había portado más que desinteresada en él, de sobremanera, tanto que Jimin se sentía dolido por aquella ausencia de varios días y por su puesto ahora se había robado su corazón al besarle, ¿qué clase de chica era Yoonji?

Jimin tocó sus labios lastimándose al instante por el tacto sobre la herida abierta, de inmediato los separó mostrando una mueca al observar una pequeña mancha de sangre en la punta de sus dedos, agotado por todo lo acontecido se dejó caer sobre su asiento cerrando los ojos al instante mientras reflexionaba todo lo que acaba de suceder.

Numero uno y más importante, Yoonji lo había besado, ¿qué podía significar aquello?, ¿había sucedido solo porque Jimin lo había pedido?, no, Yoonji no solía hacer lo que Jimin le pidiera, normalmente le costaba un poco más de empeño, así que no podía ser eso, quizás más tarde iría a preguntarle a la misma Yoonji en su domicilio, o quizás mejor no. En el puesto número dos, ¿por qué esos idiotas que tenía como su sequito habían molestado a Yoonji? Pero ¿por qué le importaba aquello?, ¿cuál era el motivo por el qué sentía que su sangre hervía al imaginar por lo que la joven pudo haber pasado?

—Esos imbéciles... — Jimin apretó su entrecejo, suspiró profundo y después posó sus manos sobre el volante, tras dejar una serie de golpecitos sobre el cuero que recubría aquel, bajó con pesadez al ver que a lo lejos aparecía aquel trio, tan despreocupados como siempre.

—Con qué aquí estabas, ¿ya revisaste si tienes completa tu dentadura? Creímos que la bella donna te había llevado al hospital — las risas se escucharon en coro después del comentario sarcástico de Jeon —. A Yonghoon no le quedarán ganas de volver por aquí, ¿no es así?, lo hiciste bien Jimin.

—Yo creo que hoy comprendió porque Ryujin lo cambió por Park — Taehyung se permitió sentarse sobre el capó del auto de Jimin.

—No me hablen de ese idiota, mejor, cuéntenme ¿qué fue lo que le hicieron a Yoonji? — Jimin alejó el brazo de Jungkook que comenzaba a rodearle los hombros.

—No le hicimos nada que no le hiciéramos antes — Jeon pronunció llevando su índice a la frente, alejando un mechón que estorbaba en su rostro.

Les dije que la dejarán tranquila, están saboteando mi jugada — Jimin pronunció con molestia — también creo haber mencionado que si ustedes la lastimaban, vendría aquí para que pagaran por ello, así que ahora me dirán que fue lo que pasó.

—Eres Park Jimin, ¿cuándo te ha importado que molestemos a fenómenos como ella? — Kook mencionó sacando un cigarrillo y ofreciéndole uno a Park.

—Mi auto está en juego, ¿habría otro motivo más importante? — Jimin aceptó el cigarrillo relajando un poco su voz, si dejaba que sus emociones salieran a flote, podría evidenciar lo que realmente comenzaba a sentir, aquello tan extraño que comenzaba incluso a preocuparle.

—Como te dije antes, eres Park Jimin, qué más da — Jungkook guardó su cajetilla y permaneció en silenció solo por un instante —, mejor cambiemos de tema, Kiwook cuéntale a Jimin lo que pasó esta mañana justo antes de que encontráramos a este bastardo frente a la biblioteca esperando a su bella donna.

—Eso es verdad, se nos estaba olvidando darte la noticia — Jimin miró con interés a Kiwook que recién se había acomodado sobre el capo del auto de Park, justo al lado de Jeon — Ryujin acaba de volver del extranjero.

— ¿Ryujin se había ido? — Jimin preguntó frunciendo el ceño —, bueno eso explica por qué dejó de buscarme, ya decía yo que nadie puede olvidarme tan fácil y menos tratándose de ella, está obsesionada.

—Se fue durante todo el verano, pero ahora está de vuelta, la vimos esta mañana en la cafetería con su grupo de amigas, que por cierto nos invitaron hoy al autocinema, ya sabes lo que significa, las veremos esta noche en el parque.

—"¿Las veremos?" — Jimin pronunció buscando esta vez el rostro de Kiwook — ¿de qué estás hablando? Tú ni si quiera tienes un auto, ¿a qué diablos irías al autocinema?

—A comer — Kiwook pronunció con obviedad —. Además, ya no es necesario tener un auto para poder entrar al autocinema, la renta de los autos está siendo muy popular en esta temporada del año, recuerda que atravesamos tiempos difíciles Park, así que no me discrimines por no tener auto, no necesito tener uno puedo llegar en mi motocicleta. ¿Para qué querría un auto?, ¿para ponerlo en juego en una estúpida apuesta?, no señor.

—Eso debió doler, ahora sí puedo afirmar que los golpes de Yonghoon no fueron nada comparados con la burla de Ki — Jeon palmeó la espalda del joven mencionado y de inmediato le cedió su cigarrillo sonriéndole con orgullo, por supuesto que Jimin no perdería más el tiempo, así que ignorando su derecho a réplica subió a su auto encendiendo el motor a los segundos.

—No te molestarás por eso, ¿verdad Park? Solo estoy bromeando — Kiwook estiró su cabeza para ver el rostro de Jimin — Iras con nosotros, ¿no es así?

—No lo creo, estoy cansado, quizás sea para la próxima.

—De ninguna manera, ya nos has evitado mucho por estar perdiendo el tiempo con el fenómeno ese, entiéndelo Park, a ella no le interesas — Jimin escuchó atentó a Jungkook, quizás era cierto, no tenía la certeza de que pudiera incluso agradarle a aquella jovencita.

—No tengo remedio para ustedes, iré solo si dejan de entrometerse en la apuesta y bajan de mi auto, holgazanes — Park sonrió y con una seña de su mano derecha les invitó a bajar de su auto para poder marcharse — los veré ahí.

Jimin volvió a su auto, se encontraba enfrascado en la situación en la que sus amigos le habían envuelto, sin embargo, aquella podía ser una oportunidad para resolver aquella problemática que hasta el día de hoy le causaba conflictos, ver una vez más a Ryujin no era algo que desease exactamente, pero era necesario.

Mientras conducía desvió su camino directo a casa y condujo hasta la casa de Min, Jimin no se había dado cuenta de su accionar hasta que se encontró estacionado justo enfrente de aquella casa, su boca estaba seca, su labio ardía y sus manos estaban temblando por la necesidad de irse de ahí, pero algo no le dejaba, algo le estaba atando a ese lugar, así que bajó de su auto, acomodó su ropa y entonces se acercó con pasos lentos hasta la puerta, tocó un par de veces arrepintiéndose al acto, no sabía qué demonios hacia ahí, debía irse antes de que abrieran la puerta, sí, eso era lo mejor, así que perdido en su cobardía se dio la media vuelta para marcharse.

—¿Puedo ayudarle en algo? — y ahí estaba la señora Min, limpiándose las manos en su delantal amarillo observándole fijamente la espalda preguntándose confundida porqué aquel joven había llamado a su puerta y justo ahora se marchaba.

—Oh, lo siento señora Min, me equivoqué, quería preguntarle a su hija sobre mi libro de matemáticas, pero, no me di cuenta que lo dejé esta mañana en la cafetería, lamento la molestia, me iré ahora — Jimin pronunció avergonzado ante la mirada seria de aquella mujer que reprobaba cada palabra dicha por sus labios.

—Entonces puede irse — la señora Min comenzó a cerrar la puerta con recelo — por favor, si tiene que hablar con mi hija hágalo durante el transcurso académico, fuera de este periodo me temo que le negaré la palabra con Yoonji, aunque estaría satisfecha si usted evitara a toda costa acercarse a ella.

—Lo siento, no quería importunarle — Jimin rascó su nuca y le mostró a la mujer una sonrisa a medias, estropeada por la herida de su labio, aquel gesto atrajo la mirada de la mujer que le observó despectivamente preguntándose qué habría hecho aquel muchacho para tener dicho aspecto.

Totalmente avergonzado se quedó ahí frente la puerta que finalmente se había cerrado a escasos centímetros de él, llevó su mano izquierda a su nuca entendiendo de donde había heredado el carácter Min Yoonji, pero después de todo suspiró aliviado al no tener que enfrentar a la jovencita, así que se dio la media vuelta una vez más y emprendió su caminata hacia su auto pateando por instantes una pequeña roca que se atravesaba en su camino. Abrió la puerta de su auto y dedicó una última mirada a la casa, deteniéndose en una de las ventas del segundo piso, era aquella ventana adornada con plantas que colgaban sobre el marco de madera, la habitación de la izquierda, aquella por donde una Yoonji curiosa se mantenía de pie observando a Jimin. Su corazón se estrujó por el choque de miradas, así que subió a su auto y arrancó aquel de inmediato, dejando como único adiós el rechinido de las llantas de su Ford rojo.

Jimin había perdido la noción del tiempo, no sabía con certeza cuanto tiempo llevaba aparcado a la orilla del parque, después de huir despavorido de la casa de Min había entrado en un shock, se sentía impaciente por enfrentar a Yoonji, había llegado a la conclusión de que hablar con ella de lo ocurrido debía ser en algún otro sitio donde solo pudieran estar ellos dos, no debía ser en el campus, en la biblioteca y mucho menos en la casa de la joven, llevarla a la colina no sería opción, seguramente la joven se negaría y malinterpretaría sus acciones. Deseaba sostenerla en sus brazos mientras al odio le susurraba el significado de las rosas que le había entregado aquella noche. Si, Park estaba con la mirada perdida, enfocada a lo lejos, no era consciente de su alrededor, ni si quiera cuando aquella joven rubia se había posado frente a su auto, saludándole con emoción llamándole escandalosamente por su nombre.

— ¡Park Jimin! — su eufórico saludo le sacudió las ideas, entonces Jimin se había dado cuenta de aquella jovencita que portaba un vestido que resaltaba su figura femenina. Sin duda era el tipo mujer al que todos los chicos de su edad aspiraban — ¿No vas a bajar para abrirme la puerta?

—Ryujin, pasó mucho tiempo — Park bajó de su auto y de inmediato rodeó aquel para poder abrirle la puerta a la joven, aquella jovencita sin duda se acercó a él y tomándole de los hombros se levantó sobre las puntas de sus pies para dejar un beso sobre los labios de Jimin.

—Hablaremos de aquello después, los chicos se fueron ya, se cansaron de tocar el claxon, así que será mejor si los alcanzamos — la joven subió al auto acomodándose en él.

— ¿Qué película será proyectada? — Jimin centró su mirada sobre la carretera evadiendo contacto visual con la joven.

— ¿Qué? — Ryujin preguntó confundida girando un poco para poder ver a Jimin —, nunca vemos la película, ¿por qué tendría sentido saber el nombre?

Jimin alzó una de sus cejas sorprendiéndose por la vulgaridad de la frase, sin embargo aquella joven no mentía en su discurso, por un momento se sintió asqueado de sí mismo, así que aclaró su garganta y sujetó el volante con ambas manos.

— ¿Qué has sabido de Yonghoon? — entonces finalmente Jimin había dedicado un par de segundos a la joven.

— ¿Qué?, de todo lo que podrías decirme, ¿me preguntas eso? No lo sé, creo que finalmente se cansó de buscarme — Ryujin suspiró ofendida por aquella indiferencia mostrada por aquel joven.

—Bueno creo que ahora tiene otros intereses — Jimin mencionó con recelo recordando cuando aquel chico le dio a Yoonji una rosa roja.

— ¡Oh! — la joven cubrió su boca sorprendida — algo sé de ello, Yeji me puso al tanto, creo que tiene una nueva conquista, es una de mis compañeras, creo que se llama Min Yoonji, pobrecita, no sabe lo que le espera.

— ¿Por qué lo dices? — Jimin pronunció curioso, incluso había bajado la velocidad de su auto para poder observar a Ryujin con atención.

— ¿Por qué debería importarte?

—Porque no me agrada que se meta a mi territorio, quiero estar alerta — a Ryujin poco le importó lo que Jimin mencionaba pues se encontraba emocionaba al ver ante sus ojos las luces que iluminaban el letrero del autocinema.

—Ahí está, date prisa que quiero que tengamos un buen lugar.

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Creación original de 命⋆𝒟𝒜𝒢𝒢𝐸𝑅, te aseguro que no soy la unica que ama tu hermoso trabajo.

El proximo capitulo es el final, esperenlo con ansias uwu

Att: El Dagger

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