❄️ Capítulo 3 ❄️

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—¿Entonces la princesa se casó con el duque por amor?— Preguntaba el pequeño Fluke de siete años a su madre. 

Ploy sonrío por lo adorable que se veía Fluke medio dormido.

—Sí, mi niño.

—Yo también quiero una historia así.

—Espero que seas muy feliz, Fluke. Duerme.—El niño cerró sus ojos casi de inmediato y Ploy salió de la habitación en dirección a la cocina.

—¿Cómo está él?— la voz del cambiaformas ya no la sobresaltaba después de tanto tiempo.

—Muy bien, Plan, él está durmiendo ahora. 

—Lo sé, le contaste de nuevo la misma historia...— afirmó ya que había escuchado la historia como un cuervo desde el techo de la casa.— Deja de ilusionarlo, el amor así como el de sus padres es difícil de encontrar... Además el de ellos no duró demasiado.

—No seas pesimista... —Ploy caminó hasta la cocina para sentarse en una de las sillas alrededor de la pequeña mesa central.— ¿El rey no te ha propuesto nada todavía?

—No quiere casarse con un cambiaforma, seré solo su amante, ya lo tengo claro luego de tantos años a su lado.

—Lo lamento, no es mi intención entrometerme en tu vida, pero deberías buscar a alguien más para compartir tu vida si él no te valora como mereces...

—Él es mi pareja pero se niega a creerlo. Si no fuera por mis poderes él y yo estuviéramos muertos, yo hice todo por él... ¡Maté a Pluem!...— susurró con frustración para no despertar al niño que dormía en una habitación cercana.— Amenacé y ataqué a todos los guardias de palacio para que no lo atacaran en nombre de Pluem y de Yaimai. Sin contar todo lo que hice por él en Chiang Rai...¿Qué más le hace falta para verme como su pareja?

—No lo sé, Plan, el corazón del rey es difícil de ablandar.

—Aún así, necesito llegar a él, será difícil mantener a mi cambiaforma vivo después de que cumpla los treinta años sin un lazo de verdad. Estoy atado a él de todos modos, incluso si busco otra pareja, mi omega no lo aceptará, para nosotros no funciona así.— Relató entre lágrimas. Le dolía el rechazo de su destinado, y se sentía enojado con la madre luna ya que no le permitía sentir un amor real todavía. Sus esperanzas se desgastaban día tras día.

—Espero halles la manera de que te ame como esperas, eres un buen muchacho a pesar de que lo has ayudado a hacer sus maldades.

—Tal vez no debí ayudarlo, así por lo menos no hubiera alimentado su ego, su venganza y su ambición. Tal vez no puede amarme como quiero por todo lo malo que hice. Es un castigo por todo el daño que he hecho.

—Te has arrepentido, Plan, me ayudaste a salvar a Fluke, estás borrando tus malas acciones. Estoy segura que los dioses lo verán y te ayudarán a encontrar tu camino.

Plan secó sus lágrimas, y se acercó a la ventana. —Debo irme, es tarde, volveré cuando pueda. Buenas noches.— Ploy se despidió y Plan se transformó en cuervo para ir volando hasta palacio.

Cuando el cuervo llegó a palacio, encontró al personal alborotado yendo de un lado a otro, por lo que preocupado buscó al rey. Su animal se apoderó de sus sentidos y sobrevoló la zona de la sala del trono, encontrando fácilmente a su destinado.

—¿Dónde estuviste? Mandé a varios guardias y sirvientes a buscarte y nadie te encontró.— Mean caminaba de un lado a otro con una copa de vino en la mano alrededor de la sala del trono.

—Estaba sobrevolando el pueblo. ¿Qué necesitas de mí?— dijo restándole importancia a su salida y a la cara de preocupación del rey.

—¿Qué otra cosa puedo querer a parte de tu compañía?— Mean dejó su copa a un lado y caminó hacia Plan.

—Es tarde, vayamos a dormir, majestad.

—Esta noche no solo vamos a dormir.— susurró cerca de su oído, causando que el omega de Plan se emocionara de nuevo ante la insinuación.

—Como ordene, mi señor.— Contestó sonrojado.

Mean lo llevó hasta su habitación y desnudó a Plan por completo.

—Eres hermoso, tu piel tan blanca... Me encanta...— dijo dejando besos sobre la piel del abdomen bien definido de Plan, subiendo lentamente entre besos hasta su pecho.

—Mean...— Plan suspiraba y dejó que el rey comenzara a poseer, beso tras beso, su cuerpo. Siempre iniciaba con caricias sutiles y besos que le hacían creer que podía llegar a amarlo, pero al terminar el acto no habían más mimos ni apasionados besos... Tampoco una marca, solo un recordatorio de que debía tomar un brebaje para no embarazarse.

"Un rey no puede casarse con un chico sin clase o que no pertenecezca a una familia de nobles".

Y eso al omega le dolía como tener una daga en el corazón, si todos se enteraban que era un cambiaformas lo rechazarían como pareja del rey y desaprobarían el gobierno de Mean.



Época actual...

Fluke ahora tenía 17 años y era el joven más hermoso según todos los que alguna vez lo vieron. Su belleza había sido comentada a tal punto de que tan solo con verlo podías saber su nombre. Aquellos cabellos negros como el ébano, piel blanca como la nieve y labios tan rojos como la sangre solo podían ser de él. 

No había joven en todo el pueblo que no haya quedado encantado con la belleza y amabilidad del joven doncel.

—¡Fluke!— Un joven de piel morena venía corriendo tras él.

—Buenos días, Judo. — saludó al joven hijo del profesor que asistía en la escuela. El muchacho no trabajaba allí pero venía a ver a su padre tres días a la semana.

—¿Ya terminaste de ayudar a mi padre?

—Sí, ya las clases terminaron ¿Quieres algo de beber?— ofreció amablemente al verlo agitado.

—No, solo quería hablar contigo ¿Puedes acompañarme un rato?

—Claro.— respondió emocionado el doncel. Judo era un chico bastante atractivo, aunque lo veía como un amor imposible ya que el otro era mayor por un par de años.

—Todo este tiempo, he estado observando que eres... Eres muy bueno con los niños. Además eres tierno... y muy hermoso, Fluke... — Judo se acercó hasta estar a escasos centímetros de su rostro.

 —¿Qué haces?— cuestionó ante la cercanía que hacía su corazón latir rápidamente.

 —Me gustas...— dijo tomando la mano del doncel.

 —¿De verdad? 

—Por supuesto ¿Quién no desearía un chico tan hermoso como tú?— levantó la mano derecha para acariciar la mejilla del doncel con ternura. — Seamos pareja.

—Sí, claro que quiero.— El mayor lo abrazó y besó las mejillas del doncel que estaban de un tono rojizo. — ¿Cómo se lo diremos a nuestros padres?

—Creo que es demasiado pronto para decirlo, mantengámoslo en secreto por ahora.— dejó caricias sobre los cabellos negros.

—De acuerdo.— dijo sonriente, pensaba que Judo sería su primer y único amor. Por supuesto, no discutiría con él tan pronto, seguro no les tomaría tanto tiempo decirlo, Fluke estaba realmente emocionado por contárselo a su madre.

Sin embargo, pasaron más de dos meses ocultándose de sus padres, a Fluke no le gustaba mentir, su madre había comenzado a sospechar por las sonrisas y la cantidad de postres que llevaba a la escuela, siempre llevaba uno, ahora eran dos por supuesto, pero había evitado los comentarios de su madre con la excusa de que tenía hambre o era cumpleaños de algún niño.

Una tarde, Judo había invitado a Fluke para pasear junto al río, la gente no pasaba mucho por allí, ya que no era temporada de pesca.

—¡Cariño!—Judo lo sorprendió abrazándolo desde atrás.

—¡Por los dioses, casi me matas del susto!— soltó una risa aún con el corazón agitado por la sorpresa. Judo dejó un beso en su mejilla.

—Lo siento, te traje aquí por algo importante, no para asustarte.

—¿Importante? ¿Qué es?

—Creo que es tiempo de que nos amemos plenamente.— Judo lo soltó y dejó un beso en los labios de Fluke.

—¡Sí!, podríamos hacerlo hoy mismo.— Fluke estaba lleno de emoción, inocentemente creyó que por fin formalizarían su relación ante sus padres.

—He esperado tanto para esto...— susurró acariciando el rostro del menor con su mano derecha. Judo comenzó a besarlo de una manera bastante apasionada presionándolo contra su cuerpo, el doncel aceptó gustoso el beso, lo amaba con todo su corazón, pero algo no estaba bien en la forma en la que lo tocaba.— Vas a ser mío hoy, hermoso.— Fluke puso sus manos sobre las de Judo para detenerlo, no esperaba este tipo de "formalización".

—Judo... ¿Qué es esto?— quitó la mano izquierda de Judo que sujetaba su cintura al sentir un objeto de metal —  ¿Este es un anillo de matrimonio?— Fluke vio que tenía el nombre de una chica grabado en medio.

—Mierda, olvidé quitarlo.

—Así que estás casado...

Fluke sintió su mundo caerse a pedazos.

— No es eso realmente importante ahora. Sé que me amas, Fluke, nada debe entrometerse entre nosotros. Nadie tiene que enterarse, podemos seguir así.

—¿Qué? ¿Cómo no va a importarme? ¡No voy a ser tu amante ni un segundo más!— la ira, decepción y tristeza se arremolinaron dentro de él.

—Fluke, no va a ser para siempre.— Judo se acercó a él y tomó su mano.—Incluso puedo darte dinero a cambio de estar conmigo y quedarte callado, solo dime cuánto.— Fluke se sorprendió bastante por lo dicho y no de buena manera. Soltó la mano de Judo y retrocedió un poco. 

—¡Eres el más grande idiota que he conocido! ¡No vuelvas a tocarme, imbécil!

—Cuida tus palabras.

—¡Quién debería cuidar sus palabras es usted! ¡No vuelva a hablarme o le diré a su padre la clase de hombre que es!— Fluke salió corriendo de allí en dirección a su casa.

En cuanto llegó a la puerta sus lágrimas comenzaron a salir inevitablemente. Pensaba tener aunque sea la mínima posibilidad de estar en una relación seria e ideal con Judo pero después de escuchar aquella proposición sintió su corazón partirse en mil pedazos.

Su primer amor había sido una gran decepción.

—Fluke, mi niño ¿Qué pasó?— Su madre llegaba a la casa también y lo vio llorando.

—El amor no es siempre es tan bonito como en las historias.

—Oh, mi niño... Vayamos adentro, cuéntame qué pasó.

Ambos entraron a casa y Fluke no dudó en hablar con su madre de lo sucedido, no iba a tener ningún tipo de consideración con Judo después de lo sucedido.

—¿Cómo se atreve a decirte eso? Voy a hablar con el profesor.

—¡No! ¿Qué pasará si no te cree?

—No importa si no lo cree, habremos cumplido con decirle cómo es su hijo de...— Ploy comenzó a sentirse mareada y Fluke la ayudó a sentarse.

—Mamá, no te alteres.— él la ayudó a sentarse.

—Está bien, pero mañana iré por ti a la escuela para evitar que Judo se te acerque.— Fluke solo asintió, no deseaba que Judo estuviera cerca de él nunca más incluso si eso también le dolía... El amor no se iba de la noche a la mañana.

Al día siguiente, Fluke respiró tranquilo al no ver a Judo en la mañana cuando entró a la escuela.

—Joven Fluke, buenos días.— saludó uno de los alumnos del maestro.

—Hola, pequeño.

—Traje una manzana para usted.— le alcanzó el fruto de color rojo con sus pequeñas manos.

—Gracias.— Fluke sonrió, los niños traían manzanas para él ya que Fluke cuidaba muy bien de ellos y las madres también lo estimaban por ayudar y cuidar de sus hijos, aunque algunas ciertamente estaban celosas de su belleza y popularidad.

—Ya no esté triste, sus ojitos están rojos ¿Se cayó mientras jugaba?¿Duele mucho?— preguntó inocentemente.

—Algo así, pero no te preocupes, ya pasará.— sonrió conteniendo las lágrimas.

—¿Puedo darle un abrazo? Cuando mi mamá me abraza, me siento mejor. — Fluke asintió y comprobó de nuevo que los niños eran siempre tan nobles e inocentes a comparación de algunos adultos.

Luego de su trabajo en la escuela, el profesor pidió hablar un momento con él.

—Fluke, tu madre me contó lo sucedido con Judo.— el profesor suspiró cansado y quitó sus lentes para dejarlos sobre su escritorio.— Pido disculpas por mi hijo, no imaginé que llegara a tanto. Ten por seguro que no vendrá aquí otra vez.

—No sé qué decir, sé que usted lo quiere, pero realmente no quiero verlo de nuevo, al menos no por ahora.

—Se lo he prohibido, no volverá aquí.

—Gracias, profesor, espero realmente eso funcione.

—No agradezcas, estoy avergonzado. Llevaba algunos meses encaprichado contigo pero me aseguraré de que respete a su esposa que está embarazada. 

Un golpe más, Fluke pensaba que Judo podría recapacitar y divorciarse para estar con él, pero tendría un hijo con su esposa, seguro no planeaba divorciarse pronto.

Solo lo había usado, se sintió mucho peor después de eso.

—Bueno, yo... Tengo que irme, seguro mi madre me espera afuera. Lo veré la siguiente semana.

—Por supuesto, ve con cuidado.— Fluke asintió y decidió salir de inmediato a respirar para que sus lágrimas no salieran como un río caudaloso. Luego, él y Ploy emprendieron su camino a casa y encontraron a un mensajero del rey anunciando un aumento del veinte por ciento en los impuestos.

La multitud alrededor del mensajero comenzó a quejarse y reclamar, algunos incluso intentaron golpearlo. Los guardias se colocaron frente al emisario del rey para llevarlo de regreso a palacio.

El joven doncel siguió el camino a su casa junto con su madre muy enojado por lo injusto del decreto.

—Hijo, cálmate, nada podemos hacer si ya lo anunciaron al pueblo.

—Ojalá lo maten y alguien mejor tome el trono.

—¡Fluke! No es bueno desear la muerte.

—Pero es la verdad, si él muriera estaríamos mejor.

—Puede ser, pero no hay alguien que quiera hacerlo, todos le temen, nadie quiere problemas con el rey.

—Ahora debemos ahorrar para pagar esos impuestos.

—Sí, estaremos un poco ajustados de dinero pero lo haremos.

—Te amo, mamá.

—Y yo a ti mi niño. Ve a lavarte las manos para comer.— Fluke le dio un beso en la mejilla a su madre y salió a lavarse las manos y dejar sus cosas en su habitación para que ambos almorzaran.

Al llegar a su cama Fluke suspiró de nuevo, aún dolía esta decepción amorosa, había estado interesado en alguien que no valía la pena, pero el doncel se prometió que no sería el mismo chico que creía ciegamente en el amor, desconfiaba ahora de que alguien lo tomara en serio. Si su supuesta belleza y buenos modales no fueron suficientes para conquistar al hombre que amaba, probablemente no sería suficiente nunca para nadie.



Mean, en palacio, se veía fijamente en un espejo. 

—¿Mean, qué haces?— Preguntó Plan al verlo demasiado tiempo allí observando su rostro.

—¿Has visto esto? — Señaló su entrecejo.

—¿A qué te refieres? No tienes nada extraño en el rostro.

—¡Tengo arrugas muy marcadas!

—Es normal, ya no tenemos quince años, estoy en mis treintas y tú...

—Solo te llevo cinco años, no exageres, no soy tan viejo.— Se enojó y fue al baño de su habitación.

—Como sea, te están esperando abajo.

—¿Quién?— dijo regresando con una crema para aplicarla sobre su rostro.

—¿Y así dices que no eres viejo? ¿Cómo puedes olvidar la reunión con uno de los duques? 

—Oh... Tal vez porque es trabajo tuyo recordar todo eso, yo tengo cosas más importantes como preocuparme por mi imagen y mis ganancias.

—Aún así no eres lo suficientemente guapo y adinerado como para que las doncellas se vuelvan locas por casarse contigo.

—No hables demasiado, que tú llevas más de diecisiete años enamorado de mí.

—¡Idiota!...Al menos llevas la cuenta...— se retiró dando un portazo.

—¡Pronto me casaré! 

Plan escuchó aquel grito y bajó hasta la sala del trono donde ya estaba parado el duque Pruk.

—El rey Phiravich bajará en unos minutos, señor Pruk.— dijo en tono serio y el duque asintió.

—Buenos días, señor Pruk. ¿Trae buenas noticias para mí?— entró el rey a la sala.

—Saludos gran rey de Chiang Rai y Chiang Mai. Los nobles me enviaron personalmente a responder su carta que fue entregada por su general, el señor Rathavit.

—Así es, ahora deje las palabrerías y diga algo que no sepa o que realmente me interese.

—No hay ningún miembro de la nobleza que pueda comprometerse con usted, mi señor. 

—¿Ninguno? Debe haber alguien sin compromiso ¿Usted no tiene hijas acaso?

—Lo siento, majestad, los nobles de las provincias cercanas no tienen hijos que desposar y las provincias cercanas a la frontera no desean establecer alianzas con usted.

—Voy a demostrarles lo que sucede cuando alguien me humilla y no accede a mi petición.

—¡Plan! Encárgate de que el hombre llegue sin su lengua a casa.

—Como ordene, majestad. 

—Rey Phiravich, le imploro no haga aquello.— el hombre se puso de rodillas al ver a Plan acercarse.

—No doy segundas oportunidades, servirás de ejemplo para que todo el reino aprenda a respetarme. Si intentan hacer una revuelta, ten por seguro que me apoderaré de todos sus bienes, además ¡los haré sufrir al punto de que se matarán ustedes mismos para que deje de torturarlos!

—El pueblo es multitud incluso sin las familias de la nobleza, ellos están aún más en contra de usted.

—¿Y crees que van a poder enfrentarse a mi ejército? Mi general puede luchar contra veinte hombres a la vez, tan solo inténtalo, morirás antes de desenvainar tu espada.— Mean pronunció una palabra clave que tenía con Plan, de idioma antiguo y que hizo al duque pensar que Mean era un mago.

Acto seguido, Plan mostró los colmillos y garras de un león, se transformó en aquel temible felino y se acercó rugiendo al duque.

—Ese sería tu primer obstáculo, Pruk. Ahora imagina un ejército de bestias salvajes y hambrientas de carne atacando a tus hombres.

El duque miró con horror al león frente a él.

—No me mate, le diré a los reyes que busquen la doncella más hermosa del reino y la traeré aquí para que sea su esposa o ¿al doncel más hermoso?

—No soy exigente. Solo quiero que sea en menos de siete días... Y ya que harás el trabajo... Dejaré que mantengas tu lengua en su lugar... A cambio de tu mano.— Mean sonrió malvadamente, chasqueó los dedos y el león acató la orden.

El hombre gritó de dolor al ser mordido y Mean hizo que llamaran a los médicos para atenderlo lejos de la sala del trono.

—Odio decir esto, pero mi animal necesitaba la carne.— Plan regresó a su forma humana en cuanto los guardias se fueron con el duque.

—Entiendo, solo espero que Pruk cumpla su palabra.

—Ten por seguro que así será, estaba aterrorizado.

—Ven aquí.— Plan caminó hasta él y se sentó en su regazo. Mean besó su cuello y Plan ladeó su cabeza en sumisión.— Adoro cuando cambias, sin embargo, tu león no se veía del todo bien, hasta las plumas de tu cuervo lucen opacas, antes eran brillantes y negras como el ébano.

—Es la edad, todos envejecemos, no solo tú.—Mean mordió sensualmente el lóbulo de su oreja.

—¿Quieres hacer algo esta noche?

—Estoy para servirle, mi señor.— giró su rostro y encontró los labios que tanto amaba besar.



15/09/2024

Sorpresa! Ando avanzando bien los capítulos, así que les vine trayendo actualizaciones un poco más seguidas esta semana, todavía no decido cual será mi día usual de publicación pero lo más seguro es que sea entre sábado y domingo, así que paciencia :3

Se viene el reencuentro...

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