Punk Right Now

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Jeon Jungkook & Kim Seokjin

Eran las 5 de la mañana y un cansado Seokjin salía de aquel antro para caminar hasta casa, tomar una ducha y dormir al menos cinco horas antes de regresar al trabajo donde estaría atendiendo como bartender y mesero para más tarde dejar las bebidas y cambiar su vestimenta por completo para el show de la noche que él llevaría acabo como todos los días.

No había nada de malo en ser un bailarín del lugar de hecho ganaba mejor que atendiendo las barras. Su jefe le pagaba bien pero el dinero que le lanzaban a la hora de estar en el escenario era lo mejor del día.

Terminó de entrar a casa, el lugar era pequeño, lo justo para una sola persona. Seokjin tenía veintiocho años, era joven y su vida entera era aquel antro. Perdió a sus padres a la temprana edad de 11 años, estuvo al cuidado de una de sus tías pero esa mujer era un demonio con él así que en la primera ocasión que tuvo salió huyendo y nunca más lo volvieron a ver.

Ahora era mayor de edad y tenía un trabajo estable, tal vez no era el mejor empleo pero al menos tenía dinero para comer y pagar renta. En el trabajo él era el bailarín principal cuando la noche se volvía más oscura y fría. Usaba una vestimenta sensual y se movía al ritmo de las canciones con mucha facilidad atrayendo la mirada de cada hombre y mujer que presenciaban su baile. Su rostro no se quedaba atrás, era hermoso, resaltaba entre todos los simples mortales. Diablos, era una belleza. Solo que había algo que podía ser una desgracia para él y era algo por lo cual se protegía demasiado. Seokjin es un doncel, el más precioso y deseado entre todos.

Era por eso que sus shows solo eran eso, no aceptaba otros trabajos que tuvieran que ver con sexo de por medio porque no lo necesitaba, tampoco entregaría su cuerpo a cambio de unos cuantos billetes, era como él solía decir, era "Dinero sucio" y prefería ganarse el dinero de otra forma. Además de que corría mucho peligro, si por algún descuido tenía sexo sin protección sería su final, no quería un bebé, no podría cuidar de un bebé. El sexo no era su prioridad y siempre se negaba a ello.

En cuanto salió de la ducha su cuerpo cayó al colchón para no despertar hasta que su alarma volvió a sonar horas después. Ahora regresaba al antro con una vestimenta simple, unos bonitos pantalones negros y un buzo azul. En la entrada lo recibió Jackson, uno de los guardias del lugar. Lo saludó y entró al lugar hasta caminar al área trasera donde dejó sus pertenencias para sacar una camisa negra con el logo del local y ahora regresar a la zona principal.

Hey, Seokjin, hoy vienen mis amigos, les dije que se quedaran hasta tu show, estoy seguro que se volverán locos y regresarán todos los días dijo el pálido detrás de la barra mientras limpiaba con un trapo.

Mientras dejen propina no me interesa si vienen todos los días, Yoongi rio divertido.

El pálido rio también para dejar el trapo y comenzar a acomodar todas las botellas.

Verás que te agradan, son unos buenos muchachos, de hecho ellos me ayudaron cuando más lo necesité ¿Recuerdas cuando tuve problemas de dinero con aquellos tipos? Bueno, mis amigos me ayudaron con todo, pagaron mi deuda y ahora yo se los regreso poco a poco. Me dijeron que no se los devuelva pero les insistí. Cada mes les pago una cantidad y ellos la toman pero se que no se la quedan, la donan a orfanatos o ayudan a gente que lo necesita.

Eso es genial, Yoongi, tus amigos suenan a unas buenas personas.

El pálido asintió para seguir limpiando.

Te los presentaré en la primera oportunidad.

De acuerdo.

Y eso fue todo en su charla para seguir limpiando y arreglando todo detrás de la barra antes de que el antro abriera sus puerta, que de hecho abría en una hora y media ya que por las tardes era un simple bar y en las noches se volvía el paraíso en el infierno, un lugar donde podías mostrar tu sensualidad pero siendo respetado.

Las horas pasaron, la gente comenzó a llegar y Yoongi y Seokjin atendían en la barra. Cada bebida era servida con gracia y ágiles movimientos mostrando que ser bartender no era un simple trabajo, era más que eso y todo era mejor cuando lograban servir las bebidas con malabares y movimientos rápidos.

Seokjin ni siquiera sabía que hora era ya, solo que era muy tarde, el antro ya estaba a reventar de gente y seguramente era su turno de salir y volver locos a todos en el público.

Seokjin tienes una hora para salir, el jefe dice que termines tu último pedido y vayas a alistarte para tu presentación dijo una chica llegando hasta la barra.

Entiendo, gracias Byul.

Le dijo tan alto como pudiera escuchar. Ella le sonrió una última vez para regresar a los largos tubos de acero donde varias chicas y chicos bailaban al ritmo de la música dándole más ambiente al antro. Lo bueno de ahí era que estaba estrictamente prohibido que los bailarines tuvieran sexo con la gente del lugar, no podías solo ir y lanzar dinero para alguno de ellos, eso no era así, solo bailaban y era todo.

Seokjin pronto regresó a su último pedido, una pareja esperaba por ello mientras charlaban. Tomó sus vasos, les colocó hielo, luego agregó una buena cantidad de la bebida alcohólica que le habían pedido y para darle un toque visual colocó otra bebida color rosa haciendo que esta se mirara tan increíble y apetecible.

Entregó las bebidas y se acercó a Yoongi para avisarle que era hora de que se fuera de la barra.

Espera, mis amigos acaban de llegar, quiero presentártelos ¿Cuánto te queda? preguntó muy cerca de su rostro para que el otro escuchara.

Tengo una hora pero sabes que no tardo demasiado, es solo cambiarme por mi vestuario especial y es todo ¿Dónde están tus amigos, Yoongi?

El pálido asintió sonriente para buscar con la mirada a sus amigos. Por suerte estos se acercaban a la barra. Yoongi agitó su mano en el aire llamando la atención de los chicos y la de Seokjin.

Aquí vienen, te prometo que los amarás.

Estoy expectante a todo sonrió para el pálido.

Cinco chicos llegaron a la barra saludando a Yoongi de una manera amistosa y tierna. Seokjin todavía no los miraba, se sentía un poco penoso y no sabía la razón. Podía sentir una mirada fija en él pero trató de ignorarla, seguramente era de los amigos de Yoongi al notar que ellos dos eran amigos y compañeros de trabajo.

Mira Seokjin, ellos son mis amigos dijo sonriente.

Seokjin al fin elevó la vista encontrándose con aquella mirada fija de ojos grandes y brillosos. Después las demás miradas cayeron sobre él.

Chicos él es Seokjin, es mi amigo y también es el bailarín del que les hablé, les prometo que se llevarán un buen sabor de boca, Seokjin es increíble dijo.

Los otros chicos hicieron reverencia, Seokjin la imitó esperando a saber sus nombres.

Te los presento. Él es Namjoon, Jimin, Hoseok, Taehyung y Jungkook.

Seokjin los miró a cada uno en el orden que Yoongi los presentaba. Estos no parecían chicos malos, tal vez un poco imponentes pero no parecían de la clase de los que mataban gente por diversión. Sí, tal vez no los conocía por completo...

Yoon, sírvenos tu mejor bebida, por favor pidió uno de ellos con una gran sonrisa.

Yoongi asintió feliz para comenzar con lo antes pedido. Seokjin tenía que salir de ahí. El chico que ahora sabía su nombre, Jungkook, no apartaba la mirada de él y se sentía extraño. No extraño del tipo de incómodo o molesto, era diferente... Su mirada era muy intensa pero por alguna razón era cálida.

Estaba por irse cuando este lo detuvo.

Entonces te llamas Seokjin dijo muy cerca de la barra para que el otro escuchara.

Sí, es un gusto conocerte, Jungkook. Yoongi me habla mucho de ustedes sonrió para este.

Jungkook estaba por decir algo pero alguien lo interrumpió.

Jin el jefe quiere que vayas para arreglarte, Hwasa tomará tu lugar y ayudará a Yoongi en la barra —la chica dijo.

Entiendo, ahora mismo voy. Gracias Byul.

Ella le volvió a sonreír para alejarse. Seokjin regresó su mirada al chico para disculparse y retirarse de la barra.

Al llegar detrás del antro corrió por su vestimenta para colocársela y ahora arreglar su cabello de una forma más salvaje y sensual, también se resaltó sus facciones con un poco de maquillaje, eso no le llevó más de diez minutos.

Al mirarse al espejo sonrió feliz, eso lo hacía feliz. Se sentía libre cuando subía al escenario y la gente se volvía loca por su baile. Era maravilloso mirarlos a todos desde arriba mientras estos lo miraban con tal euforia y disfrutando del lugar.

Escuchó la puerta abrirse detrás de él, pronto se regresó a esta para mirar a su jefe sonriente.

¿Estás listo? Falta media hora para que salgas pero si quieres ir a casa temprano podemos adelantar tu acto.

¿Podemos hacerlo ahora? Sería increíble, me gustaría ir a casa temprano pues tengo que levantarme un poco antes ya que debo hacer las compras de casa rio divertido.

Entonces toma tu lugar, enseguida el escenario estará listo para ti. Ve a brillar Jinnie sonrió.

Seokjin le sonrió con alegría para hacer una reverencia y darse un último vistazo al espejo. El hombre se retiró dejándolo nuevamente solo.

Fue cuestión de algunos minutos para que fueran a avisarle que ya estaba todo listo y que lo esperaban en el escenario.

Al estar ahí subió sin ser notado. Las luces del escenario estaban apagadas y todo estaba listo para su gran inicio.

La música seguía alta pero de pronto se apagó al igual que todas la luces del lugar. Las voces de la gente se hicieron escuchar hasta que sin esperarlo todo el antro se iluminó con luces de colores neón y en el escenario apareció una sensual figura.

Los gritos se hicieron presentes, todos prestaron atención hasta que la música inició. Seokjin la reconocí al instante, era su canción favorita. Era la primera  vez que la presentaba en el antro pero eso no importaba, se iba a comer a todos en el lugar.

Los amigos de Yoongi prestaron atención al escuchar "Punk right now" la canción que Seokjin bailaría.

El ambiente se elevó cuando Seokjin comenzó a moverse por el escenario con sensualidad pero sin llegar a ser vulgar. Tenía la mirada de todos sobre él y eso le encantaba.

Elevó sus manos antes de bajar hasta quedar muy cerca del suelo donde se meneo con gracia. La canción estaba por llegar a la parte del coro, caminó hasta llegar al gran tubo de acero para subirse con total facilidad.

La música estalló en un ritmo exquisito, los gritos aumentaron y todos estaban maravillados. Se sujetó con fuerza antes de comenzar a girar y verse tan malditamente sensual.

La sonrisa no se borraba de su rostro, enamorando más de uno. Pronto subió más alto en el caño y miró a todos con sensualidad.

Su mirada choco con la más imponente de todas, Jungkook lo miraba fijamente casi sin parpadear. Seokjin le guiño sonriente antes de soltarse y quedar suspendido en el aire mientras bajaba lentamente. Los gritos de asombro y euforia golpearon sus oídos por encima de la música.

Se volvió a sujetar para girar y ahora terminar de bajar haciendo un Split en el suelo que ya se encontraba lleno de billetes.

La música terminó y pronto se puso de pie haciendo reverencia. Los billetes seguían cayendo al escenario mientras el staff entraba para recoger estos.

La música volvió a cambiar mientras Seokjin se retiraba del escenario.

¡Y Seokjin lo volvió a hacer! su jefe se acercó aplaudiendo tan feliz. Felicidades Seokjin, tu trabajo aquí está terminado por el día de hoy, puedes ir a casa o divertirte un poco más, noté que Yoongi trajo amigos y si quieres ir con ellos, adelante, la casa invita.

Seokjin le agradeció sonriente para hacer una reverencia. Uno de los chicos de staff llegó hasta él para entregarle la bolsa llena de billetes que había ganado ese día.

Pronto regresó detrás del antro para cambiarse por ropa normal y asegurar su dinero. Al regresar al antro las personas que lo reconocían lo felicitaban o lo invitaban a algún trago. Seokjin se negaba tímido hasta que logró llegar a la barra donde Yoongi se lanzó a sus brazos alegre.

¡Nuevamente lo hiciste de maravilla! dijo alegre.

Eres la estrella de este antro, Seokjin la chica sonrió para entregarle una bebida.

Muchas gracias Yoongi y Hwasa les sonrió antes de darle un trago a la bebida.

¡Seokjin! Eso fue fantástico, Gigi no mintió Hoseok comentó acercándose a este.

Los demás chicos se acercaban sonrientes y con la intención de felicitarlo. Estos lo felicitaron y charlaron un poco más pero alguien faltaba entre ellos.

Jungkook salió para contestar una llamada importante pero él también estaba muy maravillado dijo Jimin.

Me alegra saberlo, muchas gracias chicos.

Tengo una pregunta y no es con la intención de ofenderte... ¿Alguna vez te han pedido un baile privado? Namjoon preguntó.

Seokjin dio un trago más a su bebida para asentir.

No me ofende, de hecho todos me hacen la misma pregunta y sí, cada día vienen personas ofreciendo cantidades impensables de dinero para bailes privados, incluso para algo más que bailar pero todas son rechazadas, soy un bailarín, no soy un juguete sexual. Aquí nos protegen, nuestro jefe no es del tipo de enfermos que que aceptan cualquier pago sin importarle la integridad de sus empleados. Yoongi lo sabe, todos nosotros estamos protegidos ante cualquier situación y creo que eso es lo que más aprecio de trabajar aquí, tengo la seguridad de sentirme libre bailando sin ser acosado o sexualizado.

Eso es muy bueno, Seokjin.

Lo es sonrió una última vez para beber lo que quedaba de su bebida.

Pronto dejó el vaso en la barra para seguir charlando cuando sintió nuevamente aquella mirada intensa. Se regresó hasta encontrarse con este caminando hasta ellos. Su sonrisa era preciosa y coqueta.

Yoongi regresó a la barra con Hwasa, sus amigos pronto se alejaron para pedir sus próximas bebidas.

Hey, estuviste increíble ahí arriba escuchó su varonil voz muy cerca de su oído, estremeciendo su cuerpo por completo.

Gracias sonrió coqueto.

¿Qué quieres beber? Yo invito.

No te preocupes, puedo pagar por mi bebida.

Y no me queda duda de ello pero quiero hacerlo.

Bien, entonces tomaré lo mismo que tú.

Jungkook sonrió de lado, moviéndose un poco más cerca hasta acorralarlo entre la barra y sus fuertes brazos. Seokjin se quedó atrapado en ese lugar pero no se sentía fuera de lugar, al contrario, le gustaba.

Dame dos de las mejores bebidas que tengan, por favor —pidió a la chica que se encontraba menos ocupada.

Ella asintió curiosa y sonriente para pronto terminar su pedido anterior y ahora ponerse a hacer el de Jungkook.

Entonces... y no se alejó, seguía mirándolo de cerca, sonriendo coqueto y sensual. Todos los días bailas ¿No es así?

Sí, todos los días estoy aquí. Puedo faltar cuando quiera pero me gusta este lugar, me siento libre así que todos los días trabajo. Además no tengo nada más emocionante ahí afuera.

Entiendo...

Las bebidas fueron dejadas enfrente de estos. Jungkook le pasó la suya a Seokjin mirándolo atento hasta que este le dio el primer trago.

Vodka, era malditamente vodka. Las bebidas del bar eran deliciosas y las que contenían vodka eran mucho mejor pero el problema estaba en que la cantidad de alcohol era elevada, si tomaba más de dos estaría por los suelos, agregándole a eso que ya había bebido antes y que a pesar de ser un bartender y trabajar en un antro era malísimo con la resistencia al alcohol.

Jungkook y él pronto comenzaron a charlar entre coqueteos y miradas sensuales. Había algo en ese chico que era tan misterioso, tan potente y sensual que le agradaba, además de que era todo un adonis, nunca había conocido a un chico tan guapo e imponente como Jungkook.

Cuando lo notó estaba más suelto y alegre, un poco caliente y sudoroso pero estaba disfrutando del antro con Jungkook. Este apartó unos cabellos de su rostro, Seokjin se sonrojó y sonrió coqueto sin contar que ello sería tanta tentación para el otro que terminaría uniendo sus labios en un beso sensual y caliente.

Seokjin enredó sus brazos en su nuca, profundizando el beso y Jungkook lo sujetaba firmemente de su cintura, dejándolo sin escapatoria. Junto a ellos escucharon a sus amigos alegrarse ante su beso, fue así como se alejaron.

Seokjin se escondió en el pecho contrario, tan avergonzado. Yoongi y todos en el antro le harían burla al día siguiente.

Amigos, vayan a otro lugar, aquí solo bebemos y bailamos, no nos comemos la boca entre nosotros Yoongi dijo burlón.

Seokjin sintió su rostro caliente así que sin pensarlo tanto tomó la mano de Jungkook para sacarlo del lugar.

Llegaron hasta la parte trasera del bar donde entraron y Seokjin tomó sus pertenencias, era hora de ir a casa.

Lamento lo que sucedió hace un momento, Yoongi es un burlón rio apenado. Muchas gracias por lo de ahora Jungkook y también por las bebidas pero es hora de ir a casa.

Vamos, te llevo, es muy tarde para que vayas solo y más con algunas copas de más.

Me duelen los pies así que vamos ¿Tienes auto o moto?

Auto dijo sonriente.

Bien, me subiré a tu auto, considérate el primer chico al que conocí en el antro y con el que iré a casa rio un poco, de verdad estaba tan alegre, la bebida lo ponía así

Jungkook le regaló una última sonrisa para salir del antro sin despedirse y dirigiéndose a su auto. Jodidamente era el auto más caro que Seokjin había visto en su vida ¿Acaso ese chico era un mafioso? Ajá, que gran imaginación la de Seokjin.

Ambos partieron del antro. La mano de Jungkook se posó en una de sus piernas y no sintió asco o repulsión, de hecho le gustó, quería más.

Su mano subió hasta tocar la mejilla de Jungkook donde acarició con manos calientes. Jungkook lo miró rápidamente notando la tensión sexual, entonces se puso en marcha hasta llegar a casa.

No tardaron demasiado. Cuando llegaron Seokjin ni siquiera pudo observar la mansión o al menos preocuparse por los guardias armados de la entrada. De solo salir del auto ya estaba siendo cargado por Jungkook.

Entraron a la mansión con rapidez, él colgando del fuerte hombro del pelinegro hasta que subieron las escaleras y entraron a otra habitación.

Seokjin fue dejado en la suave cama, sus miradas hambrientas se encontraron y sin pensarlo demasiado lo llamó a sus labios.

Jungkook se subió encima de él besándose con excitación. Las entrepiernas de ambos se rozaban sacando gemidos altos.

Seokjin logró sacarse su ropa y la de Jungkook, ambos estaban desnudos mirándose con deseo. Solo bastó de aquella mirada aprobadora para unirse.

Jungkook entró de imprevisto sacando un gemido agudo de Seokjin, sus paredes habían sido profanadas sin esperarlo, ajustándose al intruso.

Sus labios volvieron a unirse en un beso hambriento, Jungkook comenzó a embestir al ritmo duro que Seokjin pedía entre chillidos y gemidos.

Sus bocas se separaron, ahora los labios de Jungkook estaban en su cuello y en aquellos grandes y dulces hombros, bajando hasta sus pezones donde chupó y mordió ganándose gemidos altos.

Sus cuerpos estaban sudorosos y calientes, ambos gemían llenos de excitación, disfrutando el mejor sexo de sus vidas.

Seokjin se retorció en la cama, su parte baja cosquilleaba, estaba a punto de correrse y no solo él. Solo bastaron unas cuantas más embestidas para que Seokjin explotara en espasmos y gemidos dulces, mojando su abdomen con su propia esencia. Jungkook no tardó demasiado, dio tres últimas estocadas para correrse de la mejor forma. Seokjin chillo de placer al sentir la semilla caliente del contrario en su interior. Había sido el mejor sexo de todos.

Jungkook salió tiempo después dejándose caer a su lado donde repartió algunos besitos más hasta que ambos quedaron completamente dormidos.

Al día siguiente Seokjin despertó desnudo y con dolor de cabeza. Junto a él dormía Jungkook. Pronto se levantó para tomar su ropa e irse del lugar.

Ahora podía mirar todo, al salir de la gran habitación se encontró con un gran lugar, todo era hermoso y habían mujeres y hombres limpiando la casa. Ellas lo miraban sonriente y haciendo reverencia. Cuando salió lo recibieron unos guardias que gracias al cielo no miró lo blindados y llenos de armas que estaban. Logró salir de la propiedad para pedir un taxi y llegar a casa. No tenía idea que se había acostado con uno de los jefes de la mafia coreana.

Así fue como después de eso llegó a casa, se dio un baño y durmió correctamente hasta olvidarse de todo. Ese día no fue al trabajo, tenía un poco de resaca y le dolía él cuerpo, al parecer Jungkook y él habían disfrutado mucho.

Por la tarde antes de que sea hora de abrir el bar recibió muchos mensajes de Yoongi, ya tenía algunos del día anterior y ahora se sumaban con los que le preguntaba si estaba bien y si seguía con Jungkook. Seokjin contestó diciéndole que estaba en casa y que faltaría al trabajo pues quería descansar. Yoongi no insinuó nada y lo dejó dormir.

Las consecuencias de aquel día llegaron semanas después. Se cumplía exactamente un mes, la semana pasada había comenzado a sentirse más cansado, le dolían los pies a la hora de atender la barra junto a Yoongi y cuando se encontraba girando en el gran tubo de acero su estómago se revolvía y tenía que acabar cuanto antes el show.

A Jungkook no lo volvió a ver pero a los demás chicos sí, ellos le dijeron que Jungkook preguntaba por él y también se disculpaba por no buscarlo ya que desde desde el día siguiente que se acostaron tuvo que viajar a Busan por un asunto importante.

Seokjin es tu turno, ve ahí y comete a todos como siempre dijo sonriente.

El jefe lo dejó pasar. Seokjin sonrió antes de subir al escenario. La música comenzó y como todos los días empezó a bailar.

Al subir a lo más alto miró a todos en el lugar, su vista chocó con una que ya conocía muy bien. Jungkook estaba ahí mirándolo fijamente, sonriendo alegre.

Seokjin solo podía pensar en una cosa «Mírame, ¿Qué vas a hacer? Mírame» Quería que su mirada sea la única en él. Así que giró en el caño con total gracia y sensualidad sin apartar la mirada del otro. Eran una completa batalla de miradas, ninguno cedería, ni Seokjin que tenía tantas ganas de vomitar.

Pero algo hizo "clic" en su cabeza y el miedo recorrió su cuerpo. Se estremeció y bajó cuanto antes, estaba mareado, sus pies se movieron hasta que estuvo muy cerca de la orilla del escenario. Si caía no le dolería tanto pero hubiera preferido eso.

Un hombre lo sujetó de su tobillo, Seokjin lo reconoció, era uno de los tantos que habían ofrecido millones por un baile privado y algo más. Podía sentir el miedo y la bilis en su garganta.

Pronto chillo con miedo buscando a los guardias o a alguien que lo ayudara. El hombre logró llevarlo cada vez más a la orilla hasta que lo bajó del escenario. Su mano sujetó su brazo con fuerza y sin cuidado, sacando un grito de dolor de los labios de Seokjin.

Todos los que estaban cerca miraban la situación pero no hacían nada por ayudarlo.

¡Suéltame! gritaba pero era imposible ser escuchado, la música seguía alta.

Al fin eres mío y lo mejor de todo es que será gratis rio. Yo le ofreció a tu jefe una muy buena cantidad pero veo que gané el día de hoy, te llevaré conmigo totalmente gratis y no sabes cuanto lo disfrutaremos.

¡Ayuda!

Gritó desesperado, incluso luchaba contra las ganas de vomitar, solo quería zafarse de su agarre y escapar.

El tipo tiró de su brazo para escabullirse entra la multitud y llevarlo a la fuerza pero algo sucedió.

Tres fuertes disparos se escucharon en el lugar. Los gritos fueron altos, la música dejó de sonar y todos comenzaron a correr para salir.

El sujeto volvió a tirar de él para escapar pero alguien se lo impidió. Jungkook estaba enfrente de él apuntándole con una pistola. El hombre se congeló en su lugar, Seokjin chillo de miedo ante toda la situación, por lo que estuvo por pasar con aquel sujeto, por aquello que corría por su cabeza al notar algo muy importante y por la imponente y fría mirada de Jungkook en el tipo, apuntándolo sin temor y con la clara intensión de vaciar su cartucho de balas en el hombre que lo seguía sujetando con fuerza.

Lo último que miró antes de desmallarse fue a los demás chicos llegar con pistolas y también notó a Jungkook y al hombre discutiendo. Él ya no escuchaba nada solo aquel fuerte sonido que retumbó en sus oídos y todo se volvió negro.

✧・゚: *✧・゚:*

Cuando abrió los ojos unas ganas inmensas de vomitar llegaron a él ante el fuerte aroma a medicinas. Alguien lo sujetó de su brazo y lo ayudó a sentarse para pasarle un cubo de basura donde devolvió todo lo que no había sacado las últimas semanas.

Se dejó caer de nuevo a la camilla con ojos cerrados y lágrimas corriendo por sus mejillas. Su cuerpo temblaba, todo había regresado a él. Después que Jungkook discutiera con el tipo y este no cediera para soltarlo, Jungkook le había disparado. Por suerte antes de caer al perder la consciencia había sido atrapado por Yoongi quien había llegado corriendo sin importarle la bala que ahora estaba en la frente del hombre, sin importarle que sus amigos seguían apuntando con sus pistolas. ¿Pero quienes eran ellos?

Su mirada se regresó a la persona que seguía sujetándolo con cuidado, su agarre era firme pero suave, tan delicado. Y al mirar todo, notó que esa persona no era la única en la habitación, todos estaban ahí.

Su mirada se encontró con la de Jungkook que lo seguía sujetando pero pronto rompió el contacto visual al mirar a Yoongi acercarse con rapidez.

El agarre de Jungkook se rompió cuando Yoongi lo abrazó con fuerza y Seokjin se permitió llorar por todo el miedo que seguía en su ser.

Llora Seokjin, suéltalo todo, le puede hacer daño susurró.

Nosotros saldremos escuchó la voz de Hoseok y después la puerta se abrió para que estos salieran.

¿Qué pasó? ¿Todo lo que recuerdo es real? preguntó en el pecho de Yoongi.

Lo es... Yo... También tengo miedo, Seokjin susurró el final, sabía que Jungkook seguía en la habitación.

¿Quiénes son ellos? ¿Por que están armados?

Tampoco lo se...

Lentamente se alejaron, su mirada cayó en Jungkook. Su camisa blanca estaba manchada con algunas salpicaduras de sangre, también estaba subida un poco y él parecía no notarlo pero ahí estaba su arma acompañándolo.

Yoongi por favor déjame hablar con Seokjin pidió con voz grave.

No, vete de aquí ahora mismo.

No lo haré y tu sabes porque.

Escuchó a Yoongi maldecir, pronto sus manos frías y temblorosas sujetaron las de Seokjin. Sus miradas se encontraron y muy asustado se marchó de la habitación.

Ambos se quedaron completamente solos. Jungkook se aproximó, Seokjin sintió su estómago revuelto.

Te diré todo lo que quieras saber pero luego me escucharas, al parecer no soy el único que guarda secretos.

¿Quién eres? fue lo primero que preguntó con voz débil.

Jungkook suspiro un poco antes de hablar.

Jeon Jungkook, líder de la mafia coreana junto con Namjoon, Hoseok, Taehyung y Jimin. Nosotros pertenecemos al clan "Bangtan" y eso es lo principal.

La cabeza de Seokjin dio vueltas, claro que había escuchado de esa mafia. Nunca nadie había dado con ellos, las autoridades no podían contra estos y eran la mayor mafia en Asía, incluso más grande y poderosos que la mafia japonesa.

Ahora es mi turno... ¿Pensabas huir con mi heredero? su voz era ronca y dura.

Las ganas de vomitar volvieron y esta vez no pudo hacerlo en el contenedor de basura, había vomitando en el suelo.

Jungkook no dijo más, lentamente entró al baño de la habitación para sacar todo lo que necesitaría para limpiar y luego regresar para ayudar a Seokjin a llegar al baño donde lo ayudó a limpiarse y a lavar su boca. Cuando terminaron lo regresó a la camilla, Seokjin no se movía, estaba tan perdido en sus pensamientos.

Una de sus temblorosas manos bajó hasta su vientre donde sujetó la tela de la sábana, sus lágrimas bajaron rápido y Jungkook entendió que él también se había enterado del bebé. Entonces todo el recelo quedó atrás, él pensaba que Seokjin ya lo sabía y que después escaparía con el bebé pero nada de eso era así. Su mirada se suavizó y pronto lo abrazó.

Seokjin lloró en su pecho sin soltar su vientre. Lo que más temía estaba pasando.

Lo siento tanto Seokjin, todo ha sido un caos, no quería que supieras de esa forma quien soy pero ahora que lo sabes quiero protegerte, quiero cuidar de ti y de nuestro bebé.

Y todo pasó demasiado rápido para su gusto, cuando lo notó todas sus cosas estaban siendo llevadas a la mansión de Jungkook. Este se esforzaba todos los días para que Seokjin no le tuviera miedo. Sí, era el maldito jefe de la mafia pero no era tan malo, no lo sería con el chico que lo había vuelto loco desde la primera vez y mucho menos ahora que gestaba a su bebé.

Por suerte para Jungkook el miedo no duró mucho, le explicó todo lo que hacía y le prometió que él y su bebé nunca sabrían nada referente al trabajo. Ahora seguía la parte donde lo cortejaba, quería a Seokjin, fue amor a primera vista y no quería que este sufriera o se sintiera condenado por el bebé.

Durante los nueve meses le llevó rosas, le cantaba mientras sobaba su vientre y ambos dormían abrazados. Lo visitaba en su habitación y le mostraba que podía ser un buen padre y pareja. Seokjin cayó al octavo mes, Jungkook le había llamado la atención desde que lo conoció pero ahora estaba enamorado, comprendió que a pesar de ser un hombre peligroso fuera de casa, él era completamente diferente cuando estaba dentro o cuando se trataba de Seokjin o del bebé.

Cuando el pequeño nació fueron completamente felices, Seokjin renunció a su trabajo donde era un completo "Punk" como decían todos cuando se enteraban de su empleo y ahora disfrutaba de su chico y de su pequeño bebé.

Yoongi se enteró de sus verdaderas identidades y aunque tuvo miedo y no lo vieron durante cinco meses, al fin regresó para apoyar a su mejor amigo y permitirle a los otros que le explicaran correctamente la situación. Tampoco podía simplemente dejarlos, ellos lo ayudaron cuando más lo necesitó.

Ahora todo estaba bien y lo seguiría por mucho tiempo. Había dejado de ser un completo Punk para ser el padre más amoroso y feliz junto a su peligroso (solo en el trabajo) novio.

¡Hola!

¿Cómo están?

¿Qué les pareció?

Tenía escrito este os desde la semana pasada pero no sabía si publicarlo o cambiarle algunas cosas, al final decidí dejarlo como lo leyeron kaksja ❤

Espero que les guste mucho, es la primera vez que público algo sobre la temática de las mafias y todo eso jaksjaj

Nos leemos en el próximo one shot 💜

Voten y comenten mucho ❤

¡Adiós!

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