Run Away

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Min Yoongi & Jeon Jungkook

Yoongi miró todo a su alrededor, se veía tan patético, eso pensaba. Desde hace mucho que no era feliz, sabía que tenía depresión, la última vez que acudió al hospital de salud mental le dijeron que tenía depresión leve pero que si no la trataba en ese momento esta podía abrazarlo por completo y era justo lo que había pasado.

Las razones todavía era inexplicables, tal vez todo se juntó con su ansiedad, su fobia social y más, pero sabía que todos los días despertaba triste, queriendo que algún día todo acabara y fuera feliz. Esa era su esperanza y aunque intentaba cambiar, nada resultaba y terminaba deprimiéndose un poco más.

Recién despertaba, sus ojos estaban hinchados y seguía llorando. Su nariz estaba rojita, incluso en sus sueños lloraba porque en estos era completamente feliz pero muy en el fondo sabía que solo era un sueño y por ello despertaba entre lágrimas.

En sus sueños tomaba un tren que lo llevaba a un lugar donde era feliz. "La isla mágica" como le llevaba, ahí habían criaturas maravillosas, existía la magia y siempre estaba acompañado de una persona que al despertar olvidaba su rostro pero que podía sentir su corazón cálido y feliz. Ojalá ese lugar existiera y no solo en sus sueños.

Su rutina fue la misma de siempre. Se quedó unos minutos sentado en su cama simplemente pensando en todo, intentando recordar sus sueños, después de eso se levantaba para caminar al baño y hacer todas sus necesidades como bañarse, lavar sus dientes, peinar su cabello, entre otras cosas. Al salir se cambiaba su pijama por ropa de día y salía de su habitación para desayunar y luego trabajar.

Al terminar el día regresaba a la cama y el ciclo se repetía. Siempre la misma rutina, siempre el mismo sentimiento de nostalgia y soledad, no había nada más en su vida.

Al entrar a la cama se cubrió de pies a cabeza con sus sábanas. La habitación estaba oscura y todo estaba en silencio. Las lágrimas bajaron lentamente por sus mejillas hasta perderse en la tela de su pijama.

Se sentía tan cansado y harto de sentirse de esa forma, solo quería ser feliz... Sus ojos estaban hinchados y después de algunas horas llorando se quedó completamente dormido.

Despierta Yoongi.

Escuchó una linda voz y a alguien tocando uno de sus hombros.

Vamos Gigi, tienes que despertar.

Nuevamente esa voz pero ahora escuchaba más sonidos.

Despierta Yoongi, no quiero contar elfos solo.

En ese momento sus ojos se abrieron. La luz cegadora lo hizo volver a cerrar sus ojos para lentamente abrirlos hasta que los tuvo completamente abiertos. Lo primero que observó era que estaba en movimiento, bueno, no él, el vagón del tren. Por las ventanas podía mirar mil cosas llenas de magia y luz. El vagón era moderno, con luces blancas brillantes y habían pasajeros pero estos no eran los típicos pasajeros.

Había un duende, habían mujeres con grandes gorros y escobas, también habían criaturas marinas, esto lo supo por las colas y porque en sus Cabezas llevaban un tipo de casco transparente pero lleno de agua, también habían hadas, eran pequeñas pero podían tomar el tamaño promedio de una persona común y eran extremadamente hermosas.

Otra vez te quedaste dormido en el tren, Yoon una linda risita lo hizo mirar al lugar junto a él.

Al hacerlo se encontró con un chico precioso, este parecía un humano común pero sus ojos brillaban como si una galaxia entera viviera en ellos, estos también cambiaban de colores.

¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? preguntó al chico.

Estamos por llegar a la isla mágica pero nuevamente te volviste a dormir y no soy bueno leyendo mentes pero puedo jurar que no recuerdas mi nombre rio divertido—. ¿Otra vez me olvidaste, Yoon? preguntó.

Yoongi aclaró su garganta un poco para después asentir tímido. No quería sonar grosero ni nada por el estilo pero no podía recordar nada sobre ese chico. Era cierto que lo sentía tan malditamente conocido pero no recordaba su nombre.

Soy Jungkook pero tu me dices Ggukie sonrió grande, mostrando sus dientes delanteros que llenaron de calidez el pecho de Yoongi.

Un gusto, Jungkook, yo soy... Eso ya lo sabes intentó sonreír pero para él era doloroso, parecía que todo estaba al revés con él, debería doler llorar y no reír pero así eran las cosas, llorar era su día a día y sonreír le causaba gran sufrimiento.

Claro que lo se, estoy demasiado feliz de vivir mil aventuras a tu lado, Gigi.

Otra vez estoy soñando ¿Verdad?

No Yoonie, esto no es un sueño. Siempre haces la misma pregunta pero no me molesta responderla cuantas veces sean necesarias, te lo aclararía todas las veces necesarias porque se trata de ti sonrió.

Jungkook, yo... Y no terminó de hablar, había sido interrumpido.

Jungkook tomó su mano para ayudarlo a levantar del asiento y acercarse a las ventanas del tren. Los ojos de Yoongi se abrieron grandes al mirar todo por fuera. No habían vías del tren, parecía estar flotando y por el escenario, este era magnífico. Habían tres lunas en el estrellado cielo, había un gran bosque lleno de cientos de lucecitas que flotaban de aquí para allá, también podía apreciar cada especie que hacían su vida como todos los días. Veía árboles gigantes levantar sus raíces y caminar por el lugar. En el cielo volaban lo que parecía aves fénix, también miró búhos y lechuzas. Habían chicos y chicas lanzando destellos desde lo que parecían varitas mágicas y cientos de cosas maravillosas.

El tren comenzó a ir lento cuando cruzaron un segundo puente. Los seres mágicos se pusieron de pie y en cuanto las puertas del tren se abrieron comenzaron a bajar con total tranquilidad y felicidad, todos parecían felices en el lugar. Sintió los dedos del chico junto a él entrelazarse con los suyos para ahora este tirar de su mano y juntos bajar del tren.

Plataforma nueve y tres cuartos... ¿Qué? preguntó desconcertado.

Siempre terminamos aquí, Gigi.

¿Estamos en el mundo de Harry Potter?

Harry Potter vive del otro lado del mundo y no, no estamos en su mundo, aquí es la estación donde el tren nos deja a todos los seres mágicos, después cada uno toma el camino a su propia isla.

¿Y nosotros?

Nosotros nos vamos a la isla mágica, el tren nos dejó aquí así que ya podemos seguir por nuestra cuenta sonrió.

¿Cómo haremos eso?

Jungkook lo miró sonriente y guiñando uno de sus ojos había atrapado algo en el aire. Una fina pieza blanca estaba entre sus manos, agitándola un poco pronto su vestimenta cambió a una más cómoda y suelta.

¿Cómo hiciste eso? preguntó con ojitos muy abiertos.

Todo aquí es mágico, Yoon. Tu también puedes hacerlo sonrió—. De hecho lo haces justo después de hacer la misma pregunta.

Yoongi elevó su mano atrapando una fina pieza idéntica a la de Jungkook. Sus ojos la admiraban con completa sorpresa y nostalgia, se sentía tan cálido con esta entre sus dedos.

Vamos ahora, Gigi.

Y agitándola aparecieron entre un gran bosque que les daba la bienvenida.

Los ojos de Yoongi se llenaron de lágrimas, el lugar lo llenaba de calidez y lo hacía tan feliz que incluso quería llorar por ello, hacía mucho tiempo que no se sentía así de vivo y feliz.

Poco a poco recordarán los buenos momentos de aquí pero ahora tengo que recordar algo muy importante... Hagamos un hechizo con tus lágrimas para que nunca vuelvas a llorar. Sería genial, no se porque no había pensado en eso antes rio risueño.

Yoongi lo miró con ojos brillosos para ahora tener nuevamente su mano entrelazada con la de Jungkook mientras este los dirigía a un lugar que poco a poco comenzaba a recordar.

Enfrente a ellos se alzaba un gran castillo y varias casas de madera. Todo se veía cálido y acogedor. El bosque tenía un tono diferente de verde, no era el típico verde pasto, era un verde más oscuro y tirando a azul, este parecía brillar y todo era precioso.

Esta es mi casa dijo Jungkook en cuanto pararon enfrente de una pequeña casa de madera.

Era tan pequeña y baja que Yoongi tuvo miedo ¿Cómo iban a entrar por ahí?

Ahora si se lo que estás pensando, tu mirada lo dice todo rio un poco—. Confía en mi, Gigi.

Su mirada era segura, sus ojos azules cambiaron a unos cálidos naranjas para sonreírle antes de hincarse y gatear hasta pasar por la pequeña puerta. Yoongi confió y después de asentir repitió el proceso del otro para entrar.

Sus ojos se abrieron maravillados al mirar el lugar por dentro. Era un espacio gigante, tenía tres diferentes puertas en la parte baja que supuso serían la cocina, algún baño y otra habitación, también habían unas escaleras que daban a un segundo piso.

Todo es mágico aquí, Yoon.

Yoongi asintió asombrado. Jungkook pronto entró por una de las puertas, Yoongi lo siguió minutos después.

Al entrar se encontró con el chico leyendo un viejo libro mientras cosas detrás de él flotaban en el aire para terminar en la mesa frente a él.

Ven, Gigi, tenemos que crear esta posición.

El menor dejó el libro para buscar entre todo el lugar alguno de los materiales que necesitaría.

¡No puede ser! No tengo esencia de bayas blancas.

¿Qué? No existen las bayas blancas, Gguk.

Jungkook lo miró sonriente al escuchar el apodo, al parecer Yoongi comenzaba a recordar.

Aquí todo es posible, Gigi le dijo dándole una mirada llena de amor.

Sí, tal vez Jungkook estaba un poquito enamorado de aquel pálido chico... Bueno, Jungkook estaba muy enamorado de Min Yoongi desde la primera vez que lo miró, ese día Yoongi estaba muy triste y Jungkook lo miró llorar, sonaba feo pero para el menor, Yoongi era extremadamente lindo y podía ver el dolor en su corazón y alma así que solo necesitó de pedir permiso a sus superiores para que Yoongi pudiera entrar al mundo mágico por medio de sus sueños para que piense que era justamente eso, un sueño.

¿Para qué las necesitas?

Te lo dije anteriormente, haremos una posición que estoy seguro te ayudará mucho.

No se Jungkook, no creo que... Bien, haremos lo que quieras pero después prométeme que iremos a ver las estrellas, se que te gusta tanto mirarlas.

Yoongi le sonrió un poco, de verdad estaba recordando. Su corazón se sentía muy cálido, parecía latir desenfrenado cuando Jungkook lo miraba fijamente a los ojos y sus almas conectaban. Ya comenzaba a recordar la felicidad de aquellos sueños y sobre todo el amor que sentía por el castañito de ojos galácticos y colores infinitos.

Jungkook pareció notar la mirada de Yoongi para ahora acercarse hasta entrelazar sus manos y aparecer en un bosque diferente.

Habían árboles completamente negros, incluso los arbustos estaban del mismo color. Era un negro completamente oscuro pero de ello resaltaban pequeñas bayas blancas. Sin duda un contraste interesante.

Bayas blancas sonrió el menor.

Pensé que no existían... dijo apenado.

En tu mundo existen pero son peligrosas así que nunca se te ocurra comer una baya blanca, por favor Gigi.

¿Y quieres hacer una posición para mi con bayas venenosas? sus ojitos estaban tan abiertos como podían mirando al menor.

Jungkook pronto cayó entre el pasto negro para reírse con ternura y felicidad. Yoongi lo miró asombrado pero entre más reía el menor, la risa comenzaba a crecer en él hasta reírse mucho junto al joven que seguía en el suelo riendo con tanta felicidad.

Una lágrima se escapó de los ojos de Yoongi, esta era llena de felicidad, incluso su color era dorado y brillaba increíble. Cuando lo notó, Jungkook estaba frente a él alcanzando aquella gota dorada en un frasquito.

Yoongi paró de reír para mirarlo asombrado. Jungkook le sonrió con orgullo para ahora acercarse y dejar un besito justo donde la lágrima había terminado su recorrido. El pálido se sonrojó levemente pero agradeció que el menor pronto se giró para ir por esas bayas blancas.

Aquí no son venenosas, que no te engañen su apariencia. Parecen muy venenosas, los arbustos son completamente negros pero mientras más temibles se vean, más dulces son sonrió llevando una de las bayas a su boca.

Yoongi lo miró comer la baya para pronto comenzar a recolectar varias de estas.

Al terminar sus manos fueron entrelazadas, nuevamente apareciendo en una pradera llena de flores fluorescentes con cientos de luciérnagas y millones y millones de estrellas en el hermoso firmamento.

Jungkook corrió hasta un buen lugar para acostarse. Yoongi lo siguió. Primero se sentó sintiendo la mirada del chico sobre él. Para ese momento todo había llegado para Yoongi, recordaba absolutamente todo lo que había pasado en ese lugar, incluso recordaba cada aventura con el castañito, su amor ahora era gigante, se sentía tan atraído y enamorado del joven.

Lentamente se recostó a su lado, Jungkook seguía mirándolo con admiración, como si él fuera la estrella más brillosa entre todas.

Ggukie, las estrellas están arriba susurró con mejillas rositas.

Ellas no se comparan contigo, tu eres más hermoso y brillante susurró.

Guardaron silencio por algunos minutos. Yoongi al fin sintió que la mirada del menor se alejaba de su persona para admirar las estrellas junto a él. Su pecho estaba tan cálido, se sentía lleno de paz y felicidad. Estaba distraído con ello que se sorprendió cuando sintió la mano de Jungkook entrelazarse con la suya.

Con una sonrisa en sus labios reforzó él agarre escuchando a Jungkook casi ronronear. Ambos se dispusieron a admirar las estrellas, estas estaban fijas en un solo lugar pero podían moverse hasta formar lo que quisieras. Ambos chicos reían felices al mirar la forma que estas tomaban. Primero fue un perrito, luego un gatito, hubo un auto, un balón, flores y muchas cosas más.

Las tres lunas estaban en su punto máximo, iluminándolos, sintiéndose abrazados por ellas.

En ese momento decidieron sentarse, sus manos seguía entrelazadas y las lunas enfrente de ellos parecían el escenario perfecto.

Yoongi miró al menor, este estaba tan sonriente, sus ojos eran de un bonito morado que lo miraban con intensidad y amor. Su corazón y alma le pidieron acercarse, besar aquella bonita obra de arte.

Jungkook le sonrió al notarlo, entonces todo se detuvo cuando los labios de Yoongi estuvieron sobre los suyos.

Las luciérnagas iluminaron el cielo, ambos chicos se besaban con tanto amor e inocencia, todo parecía sacado de un cuento de fantasía.

Sus besos eran suaves. Amor, el otro podía sentir todo el amor que se tenían.

Entonces se separaron para mirarse cómplices.

Al fin recordaste, Gigi susurró sobre sus labios.

Eres el amor de mi vida y también mi novio, no podría olvidarte por mucho tiempo, mi amor.

Había susurrando de igual forma para volver a los labios del menor. Jungkook le siguió el beso sintiéndose tan feliz por su chico.

Al abrir los ojos ya estaban de nuevo en casa. Yoongi lo miró lleno de amor para ahora ver al menor correr hasta su libro donde leyó y movió sus manos en el aire para que todo lo que necesitara volara hasta su mesa. Las cosas que ya tenía se elevaron en el aire hasta dirigirse al caldero que se había encendido.

Jungkook pronto comenzó con la posición, había mirada el reloj que reposaba en su mesita notando que era de madrugada, pronto el día llegaría y Yoongi despertaría.

Yoongi también miró el reloj, había recordado todo y eso también quería decir que recordaba que el tiempo se les agotaba para estar juntos.

Una hora después la posición estuvo lista. Jungkook se acercó al pálido para entrelazar una de sus manos y colocar el frasco frente a él. El contenido era dorado con destellos plateados.

Bébelo, te prometo que todo lo que te atormenta desaparecerá, serás feliz Gigi, toda lo que te hace feliz estará presente en tu vida sonrió lleno de amor.

Yoongi asintió antes de acercarse y dejar un besito en los labios contrarios. Tomó la posición de las manos ajenas para beberlo de un trago. El sabor no era especialmente delicioso, de hecho no sabía a nada pero su interior se sentía diferente.

Es hora de tomar el tren.

Yoongi asintió para el menor. Sus manos se volvieron a entrelazar para aparecer en la plataforma nueve y tres cuartos. El tren estaba frente a ellos, ambos lo abordaron para tomar lugar sin soltar sus manos.

El recorrido fue un poco largo pero entretenido, juntos contaron elfos y hadas que volaban por el camino, también rieron y se besaron, todo parecía tan correcto. El sueño se comenzaba a apoderar de Yoongi, incluso de Jungkook pero seguían despiertos y felices. Entonces llegaron al primer gran túnel que dividía el mundo humano del mundo mágico, hace unos minutos atrás habían dejado el que los llevaba directo al mundo mágico.

Cuando crucemos este túnel seremos felices, lo prometo mi amor susurró Jungkook en sus labios.

Los ojos de Yoongi se habían cerrado por completo. Su alarma sonó, despertándolo al instante. Al abrir sus ojos se encontró con el frío techo de su habitación, había vuelto a la realidad.

Por alguna extraña razón las lágrimas no bajaron por sus mejillas, se sentía feliz por el sueño que acababa de tener, entonces recordó las palabras de Jungkook.

«Serás feliz Gigi, todo lo que te hace feliz estará presente en tu vida.»

Y lo que más le sorprendió fue que recordaba a la perfección a Jungkook, podía sentir sus labios cosquillosos y todo parecía tan malditamente real.

Soltó una risita de felicidad. La cama se movió a su lado y ahora sintió un brazo rodear su cintura. Con ojos muy abiertos giró para mirar quien era esa persona.

Entonces sus ojos se llenaron de lágrimas pero no de tristeza, sino de felicidad pura. Jungkook estaba a su lado durmiendo completamente tranquilo.

Sus sollozos lo hicieron despertar, sus ojitos de diferentes colores ahora eran unos bonitos castaños pero sin borrar el brillo que emanaban. Jungkook parecía sorprendido al notar el lugar donde se encontraban pero pronto se subió al regazo del pálido para reír feliz y llenar de besitos su rostro.

Los ojitos del menor estaban aguados con lágrimas, mirándolo sonriente y lleno de amor.

"Todo lo que te hace feliz estará presente en tu vida" soltó alegre y con lágrimas de felicidad pura bajando por sus mejillas—. Yo te hago feliz.

Yoongi asintió sonriente. Jungkook volvió a reír un poco antes de buscar los labios contrarios.

Ese día comprendieron que les habían dado el permiso de estar juntos, Yoongi no volvió a ser infeliz, era todo lo contrario. Jungkook tenía tanto amor para Yoongi y no solo sería por algunas horas como en la isla mágica, su amor y felicidad sería para toda la vida.

¡Hola!

¿Qué tal?

¿Qué les pareció?

Me encantó escribir este os, me hubiera gustado poder escribir mucho más como en una fic pero esto es un one shot así que tenía que hacerlo lo más corto y directo posible ❤

Hice algunas referencias a Harry Potter como lo de la casa pequeña que al entrar era muy grande, también por las varitas y los chicos lanzando hechizos del principio jaksja ❤

Espero les guste mucho 💜

Voten y comenten 🥺❤

Nos leemos en el próximo os 💜

¡Adiós!

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