Jeon Jungkook & Jung Hoseok

Hoseok y Jungkook eran los mejores bailarines de una de las más prestigiosas Academias de baile. Sus técnicas eran increíbles, cada uno tenía ese algo que te hacía mirarlos y no apartar la mirada, solo maravillándote con sus movimientos, pero cuando bailaban juntos era toda una obra de arte. Tenían tanta química, estaban perfectamente sincronizados, sin duda eran los mejores.

Parecían solo compañeros de baile pero la verdad era otra, eran más que compañeros de baile.

Jungkook fue el primero en separase del beso, rompiendo la pose final de la coreografía para ahora entrelazar sus manos con Hoseok y llevarlo hasta tomar un descanso.

Tenían una competencia y en la Academia les habían dejado un dúo así que practicaban horas y horas. Juntos era como les gustaba estar así que no había problema en eso.

—Me estás mal acostumbrando, bebé —dijo Hoseok con una sonrisa antes de tomar su botella de agua y dar un gran trago—. Me besas cuando terminamos de bailar, el día de la competencia te besare y tendremos serios problemas —rio un poco.

Jungkook paró de beber de su agua para lentamente acercarse y unir sus labios en un beso fogoso. Hoseok le respondió de la misma forma, sintiéndose tan enamorado de Jeon Jungkook.

—No me importaría que lo hicieras, amor —le contestó mirándolo directamente a los ojos, esos preciosos ojos alegres que le reflejaban todo el amor que sentía por él—. Seríamos libres al fin...

—Sabes que no puedo... No quiero que la sociedad se meta entre nosotros, no quiero que tus padres te den la espalda, no quiero que nos corran de la Academia y... No puedo terminar con Hye —suspiró pesado.

Sí, tal vez habían algunas cosas que no los dejaban vivir su amor, uno de ellos era Kim Hye, hija de la amiga de su madre. Desde que sus padres miraron a Hoseok a sus preciosos dieciocho años besarse con un chico, decidieron que lo mejor era "enderezar" a su hijo con una buena chica que estarían seguros que lo curaría. Así fue como por cinco años él aparentaba ser quien no era, besando y tomando la mano de otra persona que no era Jungkook, aquel chico precioso que conoció justo después de que comenzara su falsa relación con Hye. El que lo consoló y lo alentó a seguir adelante, su más fiel amigo y compañero de danza, ahora su novio a escondidas de todos, solo eran ellos dos y su pequeño mundo de danza.

—Hobi, amor, la sociedad se puede ir a la mierda, eso te lo dejé en claro desde el primer día que besé tus labios. Yo también viví reprimido pero ya no, ya no quiero vivir con miedo a lo que dirá la gente o mis padres, tenemos la edad suficiente para vivir nuestras propias vidas y ellos ya no pueden decidir por nosotros porque ya no les pertenecemos, ya no somos unos niños a los que pueden ordenar fácilmente. Amor, por favor, piensa en nosotros, en el futuro que tanto hemos soñado, tenemos el dinero suficiente para mandar a todos al carajo y vivir juntos como pareja, no separados y fingiendo que solo solos amigos. Y por Hye... Ella no es la que acelera tu corazón, ella no es la que despierta contigo desnudo a su lado después de una gran noche, ella no es la que besa tus labios con pasión y amor... Ella no es el amor de tu vida.

Hoseok soltó un sollozo antes de lanzarse a los fuertes brazos de Jungkook. El menor lo refugió en su pecho acariciando sus cabellos y dándole todo el amor que podía por medio de aquel abrazo, hasta que su pequeña burbuja se rompió.

La puerta del estudio de danza se abrió con un fuerte estruendo, de ahí apareció una refinada chica buscando a su presa. Hoseok y Jungkook se habían alejado como si sus pieles quemaran cuando era todo lo contrario.

Ella corrió hasta Hoseok ignorando por completo a Jungkook que la miraba con molestia y con su lengua empujando en su mejilla, dándole una mirada intimidante. Hoseok apartó sus lágrimas e intentó sonreírle.

—¿Qué te pasó, amor? —preguntó con aquella voz aguda e irritante.

—Estaba bailando pero cometí un error y caí, Jungkook me estaba ayudando a levantar para llevarme a sentar y que descanse un poco —mintió.

—¿Y por eso llorabas? —rio burlona—. Los hombres no lloran, eso es de mariquitas —volvió a reír.

Jungkook estaba por decir algo pero la chica había tomado el rostro de Hoseok para unir sus labios. El menor apretó los puños, girando para no mirarlos, solo podía escuchar los sonidos de sus labios al chocar juntos.

Ella rio un poquito más antes de alejarse de los labios de Hoseok.

—Como sea, tu papá me dijo que viniera por ti porque tienes que acompañarme a comprar un vestido para la cena de hoy.

—No puedo ir, Hye, todavía tengo algunas horas de práctica con Jungkook, la competencia está cerca y ahora más que nunca debemos practicar todas las horas posibles.

—No me importa, Hoseok, además, esa tonta competencia no tiene importancia, si quieres el trofeo entonces la tendrás, le diré a papá que lo compre para ti y para Jungkook. Ahora vamos que tengo que ir al salón de belleza, solo me quitas tiempo valioso —rodo los ojos como cualquier hija de papi mal educada.

—Él te dijo que no, Hye y nadie quiere que compres el trofeo porque nosotros podemos ganarla sin jugar sucio —Jungkook intervino, estaba demasiado harto de esa mujer.

—Nadie te dio permiso de hablar —le dijo—. ¿Qué nadie le enseña modales a la gentuza?

Jungkook abrió la boca a punto de contestar pero Hoseok lo miró con ojos aguados y negando suplicante. Sus puños se apretaron y con toda la fuerza del mundo se quedó callado tragándose los mil insultos que iban dirigidos a ella.

Entonces Hoseok limpió sus lágrimas para caminar hasta su bolso.

—Hye espérame afuera, me cambiaré y voy —dijo sin mirarla.

Los tacones de ella saliendo fueron lo último que se escuchó dejando a ambos chicos en completo silencio.

—Jungkook...

—No, no ahora, por favor —pidió soltando un gran suspiro.

Hoseok se quedó callado para lentamente quitarse su ropa y cambiarse ahí mismo. Estaba tan perdido en sus pensamientos que no notó en que momento terminó de vestirse. Jungkook estaba lejos de él mirando a otro punto contrario, igual de afligido y dolido que Hoseok.

Lentamente caminó hasta el chico para abrazarlo de la espalda. Jungkook sollozo, bajando aquella barrera dura para mostrarse tan vulnerable ante su novio.

—Lo siento tanto... —susurró con dolor, desde su espalda.

Jungkook giró para tomar su rostro entre sus manos. Sus miradas aguadas se encontraron por algunos segundos antes de unir sus labios en un beso lleno de dolor pero sobre todo mucho amor.

—Algún día seremos libres, lo prometo —susurró en los labios contrarios.

Hoseok se alejó primero, saliendo del estudio de danza. Jungkook se dejó caer de rodillas al suelo para llorar.

De verdad le dolía, estaba enamorado pero no podía hablar sobre ello, Jungkook quisiera poder ir de la mano con Hoseok, besarlo en cualquier lugar y a cualquier hora sin importarle los demás o Hye. Dolía demasiado.

—¿Por que no podemos ser libres? —preguntó para él mismo, sintiendo las lágrimas mojar su rostro.

Hoseok llegó al auto sintiéndose sin vida, sintiéndose vacío sin Jungkook. Ella tiraba de su mano para dirigirlos a todas las tiendas o besando sus labios como si estuvieran completamente enamorados. Su felicidad parecía irse cuando estaba con ella, parecía más serio y callado cuando era todo lo contrario cuando estaba entre los brazos de Jungkook.

Su celular sonó sacándolo de sus pensamientos. Rápidamente contestó dirigiendo el celular a su oreja mientras intentaba identificar el lugar donde estaba.

(Al teléfono)

—¿Está Hye contigo?

—No, ella está en el probador.

Respondió al no encontrarla por toda la tienda y notar que estaba en el área de espera cerca de los probadores de ropa.

—Busquen el vestido perfecto para ella y llévala al salón de belleza, debe quedar divina. Hoy es un día importante, hijo.

—¿Celebramos algo?

Preguntó sin entender. Buscaba entre sus recuerdos las fechas importantes pero ninguna con la de ese día.

—Hijo, hoy es un día muy especial y me llena de orgullo que desposes a Hye.

Los ojos de Hoseok se abrieron grandes, atragantándose con su propia saliva y sintiendo su pecho ser aplastado, dejándolo sin aire por algunos segundos.

—¿Desposar? Padre, yo no desposare a Hye.

—Lo harás, Hoseok y lo harás hoy en la cena. Tu traje ya está listo, el anillo lo compró el señor Kim y se lo darás después de cenar.

—No quiero, padre.

—Creo que se te olvida que no te estoy preguntando, eso pasará Hoseok, ya está decidido. Tu madre y yo ya estamos solicitando el salón de fiestas. De solo aceptar, Hye mirará los vestidos y se cesarán cuanto antes.

—Tienes todo planeado.

Dijo con ironía, queriendo llorar y gritar de todo el enfado que tenía en él.

—Así es, Hoseok, somos personas inteligentes. En cuanto estén casados la embarazaras en la luna de miel y todos felices.

—¡No quiero un hijo, no quiero casarme, ustedes no pueden hacerme esto!

—Ya lo hicimos, hijo.

Y sin más terminó la llamada.

Hye había salido del probador vistiendo un vestido corto color rojo vino. Era sin dudas muy precioso pero no sentía nada al mirarla, no sentía amor, ni siquiera le gustaba y ella era preciosa, a pesar de ser una mimada era muy hermosa, pero no había nada para Hoseok, a él no le atraían las chicas.

—¿Te gusta, amor? —preguntó sonriente.

Hoseok asintió sin importancia, si abría la boca terminaría gritando cuanto odiaba su vida y no quería eso.

Las próximas horas fue Hye gastando dinero en ropa y en belleza. Al notarlo ya era de noche y en algunas horas debía asistir a esa horrible cena.

Al llegar a casa entró sin prender las luces, caminando directo a su habitación. Al entrar la luz de noche junto a su cama se encendió, ahí estaba Jungkook mirándolo.

Rápidamente corrió hasta este para lanzarse a sus brazos y llorar en ellos. Jungkook lo abrazó fuertemente, besando sus cabellos y dándole tanto amor que necesitaba, pero no era suficiente.

—Jungkook —lo llamó—. Hazme el amor.

Y con una sonrisa triste se dirigió a sus labios para besarlo. Sus labios se encontraron con amor y cariño hasta que sus pieles se calentaron y el beso se tornó apasionado. Pequeños gemidos se escapaban de la boca contraria a medida que sus cuerpos se rozaban y se tocaban.

La ropa desapareció dejándolos completamente desnudos, mirándose con deseo y amor. Hoseok estaba sobre las fuertes piernas de Jungkook mientras compartían un beso dulce y caliente.

Jungkook lo tomó de sus muslos para acostarlo en la cama y subirse sobre este. Sus miradas conectaron, sus sonrisas eran grandes. Con un asentimiento por parte de Hoseok, Jungkook se había enterrado lento, llenando de amor al otro, dejando millones de besitos en su rostro.

Hicieron el amor hasta acabar juntos, jurándose amor eterno y siendo completamente felices donde nadie más los miraba, solo ellos dos.

Ninguno se quería separar del otro pero Hoseok tenía que asistir a aquella cena mientras Jungkook lo esperaba en casa.

Llegó a casa de sus padres vistiendo unos pantalones cortos y una camisa verde limón, además de que sus cabellos estaban sin arreglar, no le importaba que aquella cena sea para desposar a Hye, claramente no estaba de acuerdo en eso.

Su madre lo recibió en la entrada y al mirarlo casi soltó un grito se horror. Pronto lo llevó hasta su habitación donde le sacó su camisa con la intención de colocarle el traje presentable, pero ante sus ojos aparecieron marcas rojas en el cuello, pecho y torso de su hijo. Obviamente eran recientes y Hye y Hoseok estaban juntos hace poco tiempo así que sonrió emociona, sin saber que aquellas marcas eran marcas de amor que Jungkook había hecho para Hoseok.

Lo dejó colocarse los pantalones y después lo sentó en la cama para arreglar sus cabellos mientras Hoseok ignoraba todo, de verdad que no era importante lo que sucedía a su alrededor, mucho menos la intención de aquella cena.

Al terminar bajaron a la sala donde los señores Kim habían llegado. Hye corrió a su encuentro, besando sus labios sin recibir respuesta de Hoseok.

—Vayamos a cenar —pidió el señor Jung.

Pronto caminaron al comedor donde tomaron lugar y cenaron entre pláticas de los mayores o Hye contando sobre todos los Won que gastó en un día. Hoseok seguía pensando en Jungkook, en sus cuerpos chocando y sus pieles danzando al mismo ritmo, en sus besos adictivos y en sus manos que encajaban a la perfección, incluso pensaba en la coreografía, esta trataba sobre unos chicos que no podían estar juntos a pesar de que se amaban, era irónico pues literalmente la canción que bailarían era un relato de su historia de amor.

—...Hoseok —dijo el hombre.

Al escuchar su nombre borró su sonrisa y los miró a todos.

—Tu padre dijo que tienes algo que decirnos —la señora Kim habló, mirando a su mejor amiga con complicidad.

—La verdad es que no tengo nada por decir —dijo simple y sin importancia.

—Buena broma, Hoseok —su padre fingió reír—. Hye, Hoseok quiere darte algo, está en el bolsillo de su pantalón.

Ella lanzó sus cubiertos en la mesa para pronto atacar los bolsillo de Hoseok en busca de aquello que había dicho el señor Jung. Hoseok simplemente no se movió, en sus bolsillos no había nada.

Ella sintió algo en el bolsillo derecho así que lo sacó encontrándose con una cajita roja. Su sonrisa se hizo grande y pronto lo abrió ante la atenta mirada de todos y un Hoseok sin entender como aquello había llegado ahí, comprendiendo que era obra de su madre.

Hye abrió la cajita soltando un chillido de emoción mientras sacaba el anillo de diamantes para ahora lanzarse a los brazos de Hoseok.

—¡Acepto! —gritó.

Y todo pareció frenarse para Hoseok. Los cuatro mayores festejaban y se abrazaban. Hye miraba fijamente la gran roca en sus dedos, sacándole mil fotos mientras Hoseok se sentía morir cada vez más. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pensó en Jungkook y en todo lo que habían sufrido, su corazón se rompió un poco más, sintiendo como su pecho y garganta quemaban ante el grito que quería escapar de lo más profundo de su ser.

Y se quedó en la misma posición mirándolos a todos festejar mientras él moría lentamente hasta que todos desaparecieron y solo era él mirando a la nada con ojos aguados.

—Ve a dormir, Hoseok, es tarde. Prepárate que mañana comenzamos con la decoración de la boda.

Y rápidamente se levantó de su silla para correr fuera de casa, sin importarle nada, corriendo hasta Jungkook, que seguramente ya se había quedado dormido mientras lo esperaba.

Al llegar a casa colocó la contraseña en la puerta para entrar. Jungkook ya dormía en su habitación así que solo entró para abrazarlo fuertemente y llorar hasta que se quedó dormido.

Al día siguiente despertó por los besitos en su rostro y las leves caricias en sus cabellos. Su nariz se llenó del suave aroma de su chico, sonrió tan feliz. Abrió sus ojos encontrándose con un Jungkook mirándolo sonriente, con su torso al descubierto y él durmiendo en su pecho.

—Buenos días, amor —le dijo.

Hoseok se acercó hasta besar sus labios.

—Ayer me quedé dormido, lo siento —rio un poco—. Al parecer estabas cansado, dormiste con este traje ridículamente caro, seguro tus padres se infartan al ver que lo arruinaste —bromeó.

Hoseok rio un poco, notando que sí, se había quedado vestido como había llegado. Con mucho pesar se bajó del pecho de Jungkook para sacarse aquel traje y quedar solo en bóxers. Jungkook lo miraba desde la cama, maravillado con el precioso cuerpo de su chico.

—¿Desayunamos y después vamos a la Academia? Debemos reponer las horas que nos quitó la bruja.

—Eso haremos, amor —sonrió.

Quería olvidar por un memento que lo habían comprometido sin su consentimiento.

—Pero hoy no quiero ir a la Academia, solo vayamos para avisar que practicaremos en otro lugar.

—¿A dónde quieres ir, mi amor?

—Vayamos a tu casa, podemos ensayar en tu estudio.

—Bien, entonces ahí iremos, mi vida.

Hoseok le sonrió grande, lanzando el traje a la basura mientras caminaba al baño dándole una mirada cómplice a Jungkook. Este no tardó tanto en entender para pronto salir de la cama y seguirlo al baño donde se darían una ducha juntos y harían el amor nuevamente.

Así fue como hicieron lo planeado, quitándose de la Academia hasta llegar al hogar de Jungkook. Entre besos y abrazos lograron practicar hasta que fueron interrumpidos por el celular de Hoseok que no paraba de sonar. Este no contestó, sabía quienes eran así que apagó su celular y siguieron practicando.

Sus padres y Hye fueron por él a la Academia pero les avisaron que no había asistido ya que estaba teniendo una práctica privada en otro lugar debido a que eran los últimos días antes de la gran competencia.

Solo así pudo evitar a sus padres y a Hye por los días restantes hasta que la competencia llegó.

Jungkook ya sabía del compromiso de Hoseok, este intentaba estar normal pero cuando Jungkook no lo miraba sufría solo, así que cuando lo encontró llorando mientras abrazaba sus sábanas le pidió saber lo que ocurría. Hoseok le contó entre lágrimas todo lo que había pasado y lo sofocado que se sentía. Jungkook también lloró pero no dejaría que obligarán a su chico a casarse con alguien quien no amaba.

Iban a ser libres en cualquier momento.

Jungkook y Hoseok se encontraban en el lugar de la competencia, los asientos ya estaban llenos por toda la gente que había ido para apoyar a sus bailarines. Los padres de Hoseok estaban ahí, incluso Hye que presumía "disimuladamente" su compromiso con uno de los mejores bailarines que ahí se presentaría.

Hoseok estiraba en su camerino junto con Jungkook, también repasaban la coreografía, ambos eran muy profesionales cuando se trataba del baile. Terminaron su pequeña práctica con la pose final, entonces Jungkook dejó un piquito en los labios contrarios.

El mayor rio alegre, dirigiéndose a quitar la canción que se reproducía en su pequeña bocina, ya era hora de que salieran al escenario.

Pronto llegaron a tomar lugar, la categoría de dúos estaba por comenzar y ellos serían los primeros. El presentador nombró a los siguientes, escuchando al público emocionarse.

Hoseok y Jungkook salieron al escenario con firmeza. Presentarían un baile lírico moderno que iba con "Secret Love Song" una canción con la que se identificaban.

Entonces la canción comenzó, ambos chicos comenzaron a bailar.

El baile estaba lleno de sentimiento. Entre sus movimientos limpios eran como dos chicos alejándose pero volvían a regresar una y otra vez. La canción seguía avanzando, ambos dando todo de ellos hasta que llegaron al coro donde estaban bailando muy cerca.

—¿Por qué no puedes abrazarme en la calle? —preguntó Hoseok en un susurro para Jungkook, ambos siguiendo la coreografía mientras se miraban a los ojos.

Una lágrima corrió por uno de los ojos de Jungkook. Hoseok tenía los ojos aguados, ambos sintiendo la canción y sincronizando sus movimientos a la perfección.

—¿Por qué no puedo besarte en la pista de baile? —Jungkook cantó ahora pero siendo una pregunta para Hoseok.

Jungkook lo tomó de su cintura, atrapándolo mientras Hoseok daba un giro y el menor lo abrazaba por la espada.

—Desearía que pudiera ser así —cantó Hoseok, sus lágrimas brotando de sus ojos.

—Y nadie sabe que estoy enamorado del novio de alguien más —susurró Jungkook muy cerca del oído de Hoseok.

Ahora ambos se alejaron, moviéndose por separado, preparándose para el gran final.

—No quiero escondernos, Jungkook —dijo al mismo tiempo que la canción, regresando a sus brazos para mirarse directamente a los ojos mientras danzaban lento, con sus manos en sus rostros.

—Digámosle al mundo sobre el amor que estamos creando —le contestó con una leve sonrisa y con lágrimas en su rostro.

El último coro de la canción llegó, sus miradas se encontraron.

—¿Por qué no puedo decir que estoy enamorado? Quiero gritarlo a los cuatro vientos —su corazón se aceleró, el final estaba muy cerca.

Hoseok dio un pequeño salto, siendo atrapado por Jungkook en el aire. El mayor lo miraba desde arriba mientras Jungkook daba un giro delicado, bajándolo despacio hasta que sus frentes chocaron con delicadeza.

La canción comenzó a bajar hasta que terminó y ellos terminaron de bailar en una pose donde Jungkook lo abrazaba por la cintura y sus frentes seguían unidas, con la respiración entrecortada y sus lágrimas mojando sus mejillas.

Entonces Hoseok pensó que esa era su última oportunidad, iba a luchar por Jungkook, iba a luchar por el amor de su vida.

Jungkook se había contenido y no lo había besado pero Hoseok lo necesitaba tanto. Su rostro se movió hasta que sus labios se encontraron con los de Jungkook. La multitud festejó su baile y aquel beso que para ellos fue el final de la coreografía pero para Jungkook y Hoseok era su libertad.

Las luces bajaron, ellos siguieron besándose, sonriendo felices por lo que habían hecho.

Al romper el beso corrieron fuera del escenario hasta llegar a su camerino donde se abrazaron y festejaron felices.

La puerta se abrió minutos después, ahí aparecieron los padres de Hoseok y Hye. Estos estaban enfados, mirando a los chicos que seguían abrazados y festejando por todo lo que había pasado.

—¡¿Qué fue eso, Hoseok?! —preguntó el hombre en un grito molesto.

Jungkook lo escondió detrás de su cuerpo inconsciente, él se haría responsable de lo que sea que pasara.

—Eso fue un gran final, no estaba planeado pero pasó y me encantó —dijo feliz.

—¿Cómo te puede encantar besar a otro hombre? ¡Eso es asqueroso! —gritó Hye.

—Asqueroso es besar a alguien que no amo, besar a alguien que no me gusta y que nunca me gustará porque me gustan los hombres y porque yo no te elegí, fui obligado y no tuve elección pero ahora quiero ponerle punto final a todo. No me quiero casar contigo, yo no planeé pedirte matrimonio, esos fueron tus padres y los míos, nunca preguntaron si quería, solo me obligaron pero estoy cansado, no quiero seguir con esto, quiero ser libre con mi verdadero novio y la persona a la que amo —soltó al fin todo lo que quería decir.

Todos habían guardado silencio. Hye se había largado haciendo un gran berrinche, su padre lo miraba tan enfadado y su madre parecía no tener las palabras para decir algo.

—¡Desde hoy no eres mi hijo, olvídate de nosotros! —gritó el hombre.

—Disculpen, ¿Quiénes son ustedes? Mi novio y yo queremos descansar mientras esperamos que la competencia termine —dijo burlón.

El hombre soltó una maldición y salió del lugar seguido de su esposa. Hoseok se lanzó a los brazos de Jungkook, este besó sus cabellos con amor pero tan preocupado por lo que había pasado.

—Amor... Ellos dijeron que...

—Estoy bien, bebé —sonrió grande —. Nunca antes me había sentido tan vivo y feliz como hoy.

Y sin más se lanzó a sus labios para besarlo con amor y felicidad. Ambos estaban alegres, al fin eran libres.

Así fue como pasaron la competencia, entre besos y abrazos hasta que llamaron a todos los competidores para anunciar a los ganadores. El presentador dio a los ganadores de los solos, los grupos, los tríos y ahora daría los dúos, los premios más esperados.

Empezaron con el tercer lugar, luego el segundo y finalmente el primero.

—El primer lugar en la categoría de dúos tenemos a "Secret Love Song" de Jung Hoseok y Jeon Jungkook.

La gente se emocionó y ellos fueron por su premio con sus manos entrelazadas.

—La gente se quedó impactada por lo ocurrido y quieren saber si ustedes en verdad son pareja o si el beso que vimos fue parte de la coreografía.

Y Hoseok los miró a todos con valentía y felicidad antes de tomar el micrófono.

—No fue parte de la coreografía, Jungkook es mi novio y lo amo demasiado.

El lugar volvió a estallar en gritos. Jungkook lo tomó de su cintura para acercarlo a su cuerpo y besar sus labios con felicidad.

Así fue como le mostraron al mundo lo felices y enamorados que estaban. Ya nada ni nadie los separaría nunca.

¡Hola!

¿Qué les pareció?

Desde que me salió está canción tenía muchas ganas de escribirlo, ya tenía una idea de lo que iba la canción así que pensé en mil futuras historias pero esta fue la que me gustó más y al escribirla y detallarla creo que de todas mis ideas esta fue la mejor así que estoy muy feliz con el resultado 🥺❤

Espero que les guste mucho 🥺

Los papás de Hoseok eran homófobos y ni que decir de Hye

Creo que nunca había escrito a Hobi y Koo como pareja pero me gustó

Como dato, eran versátiles en mi cabeza pero Hobi quería sentir el amor de JK así que ya entienden 😉

Nos leemos en el próximo one shot 💜

¡Adiós!