Día 15

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— Te aviso que llegaré en la madrugada, no me esperes despierto — salía del baño de la habitación arreglando un poco su cabello.


— ¿A dónde iras? ¿No cenaremos juntos? — me levante del borde de la cama intentando detenerlo.

Iré de fiesta, Mark me invitó, te hable de él, ¿no lo recuerdas? — baje mi mirada, recientemente había hablado mucho de ese tal Mark... — En cuanto a la cena, no me dio tiempo de preparar nada, pero en la alacena encontrarás ramen, sabes cocinarlo ¿cierto?

—Bueno yo quería cenar contigo — lo tome de la cintura atrayéndolo hacia mí.

—Será después, ahora tengo que irme — giró su rostro hacía un lado cuando intente besarle... Tomó su abrigo negro y salió de la habitación.

Quise llamar a Jin cientos de veces, quería explicarle, intentar arreglar mi error, pero no encontraba la manera indicada para hacerlo. Jackson me había dejado vivir en su departamento, solo es temporal, me dijo que tenía que conseguir un departamento en seguida.

Desayunábamos, comíamos y cenábamos ramen... Soy un maldito bastardo, todos los días de mi vida odie la cotidianidad de Jin, siempre el mismo desayuno... Odiaba tanto que al cocinar tarareara esa horrenda canción. Sin embargo es ahora que me doy cuenta cuanto se esforzaba por siempre despertar primero para preparar mi desayuno, me voy dando cuenta cuanto se esmeraba para preparar la cena. No importaba que yo llegara tarde por esas dichosas reuniones de negocios él siempre me esperaba despierto, yo llegaba fastidiado y cuando quería darme un beso en los labios, lo evadía, ya me había llenado de los besos y el aroma de otro hombre, así que subía a la habitación sin darme cuenta que el no cenó por esperarme.

11:18 pm era la hora que marcaba mi celular. Deslicé mi pulgar por la pantalla desbloqueándolo, seleccioné el icono de la cámara, mire las fotos que tenía junto con Jackson... Fui yo quien lo quiso así, fui yo quien lo ha arruinado todo ¿podría alguien ayudarme a arreglar todo?

Entonces miré de nuevo nuestras fotos, tu siempre a mi lado con esa hermosa sonrisa que paralizaba mi mundo. Varios vídeos que tomamos juntos, tu dulce manía de lanzarme besos mientras yo estaba detrás de la cámara.

 No puedo olvidarte, me haces falta, te necesito, no puedo hacerlo solo. Sé que me voy dando cuenta demasiado tarde, no quiero saber que sucederá al terminar este corto plazo de veintiocho días.

Dejé el móvil en la cama, moría de hambre, bajé a la cocina para preparar ramen. Sin embargo el último sobre lo había preparado esta mañana, la alacena estaba vacía. Tendría que salir a cenar fuera.

La noche era tranquila, el viento era reconfortante, salir a caminar un poco siempre me servía de ayuda para poner en orden mis pensamientos. Todo estaba perfecto hasta que me encontré fuera de un bar, miré a través del cristal y ahí se encontraba Jackson, estaba muy bien acompañado, abrazaba y besaba a ese hombre. La frustración se mezcló con la ira del momento haciéndome entrar al lugar.

—Jackson, ¿Qué tal la estás pasando? 


— ¿Nam? ¿Qué haces aquí? —Se apartó rápidamente de él. 


—Solo me doy cuenta de cuan estúpido fui.

— ¿Quién es él? — rodeó su cadera pegándolo a su cuerpo.

—Mark, ahora no es el momento para discutir eso.

—Disfruta la noche Jackson — giré sobre mis pies.

— ¡Espera! — me detuve en seco sin mirarle — ¿Te importaría no dormir esta noche en mi departamento?

Apreté mi mandíbula, ¿es así como se siente una traición?

Caminé hasta el bar más cercano, solo quería olvidar todo.

—Dame una botella de lo que sea — le hable al bartender.

3:00am y aun me encuentro en este lugar, personas llegan y se van, todas tiene un motivo distinto para estar aquí.

— ¿Amigo te molestaría dejar de golpear tus dedos contra la barra? Me duele la cabeza.

—Lo siento, es que en verdad estoy nervioso. Esta noche le propondré matrimonio a alguien.


— ¿Cuál es tu nombre? 


—Park Jimin.

— ¿Ya lo has pensado bien? El matrimonio no es fácil. No permitas que la cotidianidad les consuma — sonreí llevando la copa a mis labios.


— ¿Qué ?

—Escucha, debes valorar sin importar qué, todos los detalles. No te dejes engañar por la belleza de alguien más — no sabía si mis palabras tenían sentido o coherencia.

—Lo estoy haciendo desde ahora.

—Eso creí yo, no sé en qué momento me dejé llevar por las caricias de alguien más. Le dejé de amar... No, aún lo amo y no estoy listo para estar solo por mi cuenta.

— ¿Usted le ha fallado?

Le fallé y no sabes cuan arrepentido estoy. Sé que no merezco su perdón, ni si quiera merezco intentar excusarme... Ya es demasiado tarde.

— ¿Cuál es el nombre de su esposa? — sonreí de lado.

—Jin, ese es el nombre de mi esposo... su nombre está grabado en mi garganta, no puedo olvidarle.

— ¿Por qué no solo le busca? Si usted le ama de esa manera, quizás el sienta aún lo mismo.

—Si tu pareja saliera con alguien más, ¿le perdonarías?

—Bueno, el amor convierte a las personas en estúpidas sin cerebro — sonrió— Cuando amas a alguien no eres consciente de nada, entregas todo sin esperar de vuelta lo mismo, no eres consciente de sus errores, es perfecto ante tus ojos. El amar a alguien es sinónimo de sufrimiento, pero sin embargo, vale la pena correr el riesgo. Puede que Jin le perdone, puede que no, quizás le siga amando, o tal vez se dio cuenta de ese pequeño encantamiento.

—Soy un cobarde...—las lágrimas cayeron en cascada.

—No pierde nada intentándolo — colocó su brazo en mi hombro —. Mire, es él...— su nerviosismo aumento.

—Jimin... sé que he tardado, lo siento — su pálida piel se tornó roja cuando estuvo frente a él.

Entonces recordé ese día... Yo estaba igual de ansioso que Jimin, y Jin igual de sonrojado que aquel chico. Sonreí instantáneamente cuando los vi besarse, sus brazos se enredaban entre sí, buscando el mayor contacto posible, aquellas manos acariciaban con fervor la espalda ajena, se amaban, lo podía sentir.

—Él es Yoongi.


—Mucho gusto, mi nombre es Namjoon —miré a ambos.

—Solo arriesgue todo una última vez... — me dedicó una sonrisa para después marcharse tomando la mano de Yoongi.

Tomé un último trago para después pagar la cuenta e irme. Mis torpes pasos me llevaron a la casa de Jin, mi corazón estaba acelerado mis lágrimas resbalaban.

— ¿Namjoon? — llevó sus manos hasta su cabeza, sus ojos estaban entrecerrados, él era único.

Jin...



★28 Días★  

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