💍01

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Jimin despertó al lado de su amado como siempre cada mañana, se estiró como gatito y bostezo talló sus ojos y sonrió porque hoy era el cumpleaños número 28 de su prometido. Estaba planeando la mejor fiesta de todas para él.

Aunque a su prometido no le gustaban demasiado las fiestas, pero hoy se aguanta porque organizó la mejor de todas.

Jimin se levanta a tomar una ducha, a los 15 minutos sale, mira a su prometido dirigirse al baño a ducharse igual. Jimin viste con su ropa de baile, se maquilla un poco y baja a la cocina a hacer su licuado de proteínas.

Estaba demasiado contento este día, él es una persona feliz, pero su prometido era otra cosa.

—Buenos días, cariño —Le dice Jimin con dulcera.

—Que tienen de buenos —responde Yoongi con cara de pocos amigos y una actitud demasiado déspota— El día está horrible.

—Obvio que si son buenos amor, hoy es tu… —fue interrumpido por el mayor.

—Puedes callarte un momento Jimin, en serio como molestas.

Los ojitos de Jimin se cristalizaron, pero no lloró, tal vez su prometido pasó por una mala mañana, si eso era «trata de creerte lo tú» lo causó su mente.

Las palabras de su prometido le dolían demasiado, hace meses que lo trata de esta forma, pero como siempre Jimin haciéndose el sordo ante ello según él por “amor” o porque tal vez no fue su día. Justificaba cada mal trato que tenía con él, esto ya no era sano para su relación.

Ambos chicos salen del apartamento de Yoongi, cada quien se dirige a sus respectivos trabajos.

—Amor —habla Jimin llamando la atención de su prometido mientras caminaban por la calle.

—¿Qué pasa Jimin? —responde seco mirando su reloj.

—Bueno como hoy es tu día especial, planeaba que podríamos ir a un restaurante para planear la boda, sé que es pronto, pero nada mejor que planear lo que ambos queremos que llegue ¿Qué dices?— dijo bebiendo un poco de su malteada de proteínas.

Yoongi se para y mira a Jimin con algo de molestia.

—¿Qué pasa amor?, ¿Por qué me miras así?

—¿Hiciste planes para hacer planes Jimin?

—Oh, Lo siento lo hice de nuevo —muerde su labio algo avergonzado.

—Si, además hoy no quiero ir a cenar y hacer planes ni nada parecido, ahórrate toda esa mierda para después.

Jimin sintió otra punzada en su corazón, oír hablar así a su prometido le dolió y más si se trata de su boda.

—Mira ya voy tarde a la oficina y no quiero llegar tarde por tu culpa, nos vemos en la noche.

—Está bien cariño —Jimin abulta sus labios para que su prometido le diera un beso, pero solo recibió un beso en la frente.

—Adiós, cuídate.

Jimin mira a Yoongi cruzar la calle sin siquiera voltear a verlo, siempre se excusa que Yoongi era así los últimos meses por los nervios de casarse o que tenía mucho trabajo, pero solo Jimin era feliz así pues en fondo sabía que este ya no le quería.

En el fondo él lo sabe y le duele como el demonio.

Sube a su Uber y se marcha a su trabajo. Jimin da clases de danza contemporánea y le encantaba eso, amaba ser bailarín desde que era un niño. Entra a su edificio y ahí mira a sus pequeños estudiantes sentaditos esperando por él.

Dejó que el amargo momento de la mañana se le pasará con las personitas más lindas y adorables.

—Hola, mis amores ¿Ya están listos para hacer la nueva coreografía? Espero que vengan con muchas energías —dijo con ternura al ver a esos pequeños niños y niñas.

Todos gritaron un ¡Si! alzando sus manitas mientras todos estaban sentados poniendo atención.

—Bueno voy a cambiarme mientras hagan sus estiramientos para comenzar pronto ¿entendido pequeños ángeles?— todos se pararon a estirarse para calentar sus pequeños cuerpos.

Jimin se va al vestidor para cambiarse de ropa con unas mallas negras pegadas y una camisa blanca floja y sus zapatillas para bailar.

Cuando sale mira a una señora vieja sin un diente con un lunar en la cara, pero más bien era como una verruga, estaba algo obesa y llevaba puesto un uniforme parecía militar.

Jimin se acerca a la señora que daba miedo y pues por lo visto no fue al único que le dio ese presentimiento pues sus alumnos miraban con horror a la señora. Jimin no era de los que juzgaba la apariencia, pero si daba algo de miedo.

—Hola, señora ¿Se le ofrece algo?

La mujer lo barre de arriba abajo.

—¿Usted es el profesor Park Jimin verdad?

—Si ¿por qué lo pregunta? ¿Qué se le ofrece?

—El niño Jeon Soobin está inscrito aquí, hoy es su primer día por lo que lo traje. Espero que no sea demasiado tarde para sus clases.

—Claro que no, de hecho en unos meses haremos una presentación de baile y apenas daremos inicio a ella, no es demasiado tarde para inscribirlo, el pago de las clases lo tiene en la recepción y le darán más informe sobre los horarios.

—Si ya fui a recepción me dieron la información necesaria, aquí lo tiene para que le enseñe lo mejor que pueda usted.

—Muy Bien ¿y dónde está el niño?

—Voy por él, enseguida vuelvo profesor.

La mujer se marcha rumbo a la salida del salón para ir por el pequeño niño.

El pobre niño que cuida esta institutriz, debe causarle pesadillas al pobre.

La mujer no era coreana sino Británica, pues su acento era muy raro para los oídos de Jimin.

La institutriz llega con un adorable niño, tenía las mejillas rojas su pelo negro y unos hermosos ojitos que derretían a cualquiera.

—Profesor Park, le presentó a Jeon Soobin, su nuevo alumno.

El pequeño hace una reverencia ante el mayor.

—H- hola Profesor Park, me llamo Jeon Soobin, mucho gusto en conocerle—musito muy tiernamente.

—Hola Soobin, mucho gusto. Solo dime Jimin y no profesor —le acaricia el pelo, el pequeño le sonríe tímido.

—Nada de Jimin —refutó la institutriz— yo lo educo para que respete a sus mayores, nada de primeros nombres profesor Park.

Jimin miró a la mujer y asintió, ¿Qué diablos le pasa? es un niño.

—Bien Soobin, vamos a presentarte a tus nuevos amigos y compañeros —Soobin asiente emocionado.

—Daré comienzo a la clase Señora… —fue corregido por la Institutriz.

—Señorita, Soy señorita y mi nombre es Angélica Petunia Gurten —dice la mujer algo indignada.

—Bien señorita Gurten, ya puede irse. Venga a la hora de salida, ya que empezaré la clase.

—Bien. Jeon Soobin, pórtate bien.

La mujer da la vuelta caminando como si fuera marchando algún desfile y todos los niños suspiran de alivio de ver a la mujer irse de ahí.

Esto fue lo más extraño que ha vivido Jimin.

—Bueno pequeño Soobin bienvenido a mi academia de baile de danza contemporánea, ya entre nosotros solo dime profe Jimin, de acuerdo.

—Pero la Señorita Gurden me regañara.

—Ella no lo sabrá ¿de acuerdo? ella no estará aquí para oírte y si te regaña yo la pongo en su lugar.

Soobin se sintió feliz y se va con su profe Jimin a donde están los demás niños.

—Bien niños, cuiden de él, ya saben que es nuevo y no es fácil estar en un lugar donde nadie te conoce así que no hagan que Soobin se sienta incómodo ¿de acuerdo niños?

—Si profesor Jimin — dicen todos en un unísono.

—Bien, Soobin hoy aprenderás lo que con amor y dedicación se puede hacer con el baile, si esto es tu pasión verás que será más fácil para ti aprender cada unos de los movimientos.

—Si profe Jimin —le dio una hermosa sonrisita de conejo.

Jimin empezó su clase y comenzó hacer unos movimientos para que los pequeños lo siguieran, miró con atención a Soobin y este le sorprendió lo muy bien que aprendía rápido.

Jimin les puso hacer saltos para luego bajar al piso y subir de nuevo y los niños lo hicieron bien a la primera, de verdad Jimin amaba a los niños. Siempre quiso embarazarse, pero su prometido le decía que un “mocoso” como él decía, no estaba en sus planes tenerlo y por lo que miraba Jimin no creía poder tenerlos nunca.

Con unos últimos pasos terminaron las clases, Soobin hizo unos amigos muy rápido y por lo que miraba Jimin, un admirador también pues el pequeño Yeonjun no dejaba de mirar al pequeño Soobin desde que este se presentó con los demás niños. Se le hacía muy tierno como Yeonjun le regalaba una cajita de jugo de fresa para que Soobin no tuviera sed, en serio amaba a sus niños.

Las mamás llegaron por sus hijos y la bruja vino por Soobin, las madres se quedaron congeladas de lo diferente que era y el miedo que daba, a Jimin se le hizo gracioso todo eso.

Jimin va a vestidores y toma sus cosas para irse, hoy le haría su fiesta sorpresa para su prometido. Estaba muy emocionado por eso, así que tomó su Uber y dio marcha al departamento para encontrarse con SeokJin, su mejor amigo.

Cuando llegó se puso a colgar los globos con la pancarta con la frase «Feliz cumpleaños amor». Jin colocó los bocadillos y las personas llegaron pues apagarían las luces para gritarle sorpresa cuándo este entrará.

—Jin está todo listo ¿cómo me veo?—dice Jimin mostrando su atuendo.

—Muy sexy Jimin, es obvio que tiene suerte de tenerte.

Pues si Jimin era muy hermoso y sexy, cualquier hombre quisiera tenerlo. Jimin tenía puesto una camisa negra en V y unos pantalones azules con sus botines para combinar.

La palabra hermoso no le llenaba, él era más que eso.

—Gracias Jin y también por ayudarme a hacer esto.

—No es nada y más le vale al maldito cara de gato estreñido que le guste todo lo que hiciste, lo planeaste por semanas.

—Oye… —le regaña Jimin— no le digas tan feo.

—Como sea Jimin —Jin rodó los ojos.

Se escuchó unos pasos cerca de la puerta y todos se escondieron mientras que Jimin apagaba las luces del apartamento, cuando abren la puerta Jimin se arregla su ropa y corre a recibir a su prometido en la entrada.

—Hola, amor bienvenid… —no terminó de decir pues Yoongi lo interrumpió.

—Jimin tenemos que hablar y déjame…

—Primero vamos adentro amor y después me dices lo que quieras —toma su mano para llevarlo a la sala.

—No, esto es más importante Jimin escúchame —dijo resistiendo al jalón de brazo donde lo quería llevar Jimin.

Jimin se detiene.

—Si es importante me lo dirás después ok.

—Lo que te quiero decir también es importante.

—Después me dices ahora hay que entrar y…

Yoongi suspira, pero él en serio perdió la paciencia ante la terquedad de su prometido.

—¡JIMIN ESCÚCHAME! —grita haciendo detener su forcejeo, Jimin se quedó paralizado ante el fuerte grito— Ya no soporto esto, ya no te quiero, ya deje de amarte y créeme que estamos a tiempo de terminar todo esto. Créeme que del sexo no me quejo amo como me haces sentir, pero esto se está jodiendo y ya no me quiero casar contigo, se acabó— dijo sin más y entró hasta la sala como si nada.

Prendió la luz y miró a todos sus amigos salir, todos en un susurro le dijeron “feliz cumpleaños”, mirando la escena que presenciaron.

Todos miran a Jimin con algunas lágrimas, esto se volvió demasiado incómodo, una fiesta que pretendía ser algo divertido terminó en pelea y rompimiento. Todos sin decir nada más, salieron uno por uno hasta dejar a la “pareja” a solas.

Vaya fiesta de mierda.

—Feliz cumpleaños maldito cara de gato —dijo un Jin muy enojado.

Yoongi sé sintió la peor mierda del mundo y volvió a ver a Jimin.

—Jimin lo siento no sabía qué estaban ahí.

—S- Se suponía que era una sorpresa por tu cumpleaños, pero veo que todo se fue a la mierda —lo dijo tartamudeando con sus lágrimas saliendo de sus bonitos ojos azules.

—Jimin lo siento enserio, pero estoy harto de ti, ya no quiero estar contigo y tener una vida monótona contigo, eres aburrido, ya no eres el mismo del que me enamoré hace años, así que bueno puedes tomar tus cosas e irte, puesto que este es mi departamento.

¡¿Era enserio?! Ni un poquito de tacto en sus palabras.

—¿De verdad no me amas más? —preguntó con un poco de esperanza. Yoongi negó— Bien, supongo que nada valió tanto esfuerzo —fue lo único que dijo Jimin— Jinnie ayúdame a empacar ¿si?

—Claro que si mochi — miro a Yoongi con una mira de “Te mataré maldito"

Yoongi miró al rubio ir a la habitación por sus cosas, suspiró y miró el pastel en la mesita en medio de la sala, pero con una sonrisa pues ya no tenía obstáculo para estar con su amante.

Se deshizo de una carga en sus hombros, porque eso fue Jimin para él estos años, sólo una carga que no amaba más.

Jimin va al cuarto que compartía con Yoongi y empaca todo, llama a su amigo Taemin para que lleve sus cosas al departamento de Jin, ya con todo empacado, Jimin va directo hacía Yoongi y le da una buena bofetada y se marcha de ahí con su corazón hecho pedazos.

Estaba mal, pero no destrozado porque en el fondo ya sabía que Yoongi ya no lo amaba del todo y él lo notaba, aun así insistió en seguir con esa relación. Le dolió. Fue la forma en la que lo dejó, o sea, no podría haberlo dicho unos días atrás, así se ahorraría la vergüenza y humillación que pasó hoy en frente de sus amigos ¡por dios! Esto tenía que ser una jodida broma.

El rubio se encontraba en un bar con sus dos amigos tomando, Jimin miraba su anillo de compromiso y se lo quitaba, quería aventarlo por ahí para no verlo jamás y que no le recordara su miseria de amor.

Años en una relación que él creía perfecta y vaya que no lo era, todo era una mierda.

—Jimin, vamos no te pongas así, en el fondo sabíamos que Yoongi era un idiota —dijo Jin tomando las manos de Jimin.

—Lo sé, pero —suspira hondo— no sabía que Yoongi me odiaba, bueno de hecho si lo noté, creí que lo cambiaría si era más amoroso con él.

—Es un estúpido Jimin, no te merece, nunca te mereció a decir verdad —dijo Taemin muy molesto también.

—Él se pierde de estar con alguien tan lindo como tú —le anima Seokjin— Hay más hombres allá fuera como para que te deprimas por ése cara de gato estreñido.

—No es fácil. Muchos años de relación para que me corriera cómo perro. Tengo 28 años Jin, quién se quiere fijar en alguien a mi edad.

—Por dios, suenas como si fuéramos unos viejos de asiló —Comenta indignado Taemin.

Seokjin entorna los ojos en blanco. Era muy doloroso para el verlo así y miren que ese estúpido gato ya le ha hecho llorar más de una vez, tenía que sacarlo de esa tristeza con algo que pueda distraerlo. Ya no quería verlo en un mar de lágrimas por culpa de don mandarinas.

Pensó un poco y cuando la idea le llegó a la mente chasqueó los dedos.

—Porque en vez de lamentarte vamos a divertirnos a un lugar donde seamos alguien diferente y puedas divertirte sin que nadie te conozca o juzgue. —dice Jin con una sonrisa de oreja a oreja.

—No Jin, no quiero hacer nada, además tengo clases que dar y sabes que amo mi trabajo.

—Das clases de lunes a jueves, nos iríamos ese mismo jueves en la noche para tomar un vuelo a la ciudad del pecado. —terminó de decir muy emocionado.

—¿La ciudad del pecado? —dijeron al mismo tiempo Jimin y Taemin.

—Si a las mismísimas ¡VEGAS!—grito haciendo que los demás del bar volteen a verlos.

—Shh… Cállate Jin por dios, y qué rayos ¿Las vegas? sabes que odio las fiestas y esas cosas.

—Exactamente porque las odias hay que ir y que te diviertas como nunca lo has hecho.

—Tiene razón Jin, Jimin —interfiere Taemin— ya hace falta divertirte como nunca, siempre estabas en ese departamento solo y esperando a Yoongi para solo aburrirte más.

—No lo sé chicos.

—Vamos Jimin será divertido —insisto Jin.

El rubio se mordió los labios pensativo, la idea era una locura. Pero la verdad es que era cierto que no tomaba riesgos o salía con frecuencia, siempre encerrado y aburrido.

Hacer algo diferente no lo matara, quien sabe, a lo mejor valdrá la pena vivir una experiencia sin planear.

—¿Iras también Taemin?

—No, yo si les fallo chicos, me iré con mi novio Minho a conocer a sus padres este fin de semana, vayan ustedes, diviértete Jimin que la vida solo es una y está para disfrutarla.

Taemin tenía razón, la vida solo es una para disfrutarla, un viaje a las Vegas no le caería mal, hace años que no se divertía. Las palabras de Yoongi sobre que era aburrido y monótono tenían razón, por qué no romper sus propias reglas y mandar todo al carajo.

—Está bien Jin ¡VAMOS A LAS VEGAS!— ahora grita Jimin y todos los vuelven a verlo.

—Bien dicho Jimin, nos vamos el jueves a la ciudad del pecado.

Jimin quería salir de la monotonía. Las vegas no estarían mal, ¿Que podría salir mal en la ciudad del pecado?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro