💍02

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La alarma suena exactamente a las siete de la mañana, para otro hermoso día para el Jeon Jungkook. Se levanta y toma una toalla para ducharse, 15 minutos después sale se seca el pelo lava sus dientes y se pone su ropa que consiste en un traje negro, camisa blanca y corbata roja con zapatos de charol negro.

Se dirige al cuarto de su pequeño hijo Soobin, quien consume mucho de su tiempo todos los días. Hace un par de semanas le contrató una institutriz con muy buena referencias y lo dejó a cargo de su pequeño hijo; pues se portaba muy mal, desobedece y hace muchos berrinches, por eso la contrató. Pero era por su bien, al menos eso creía él.

—Amor, mi niño ya es hora de ir al jardín de niños —movió su hijo pues este aún no quería levantarse.

—No quiero papi, tengo sueño —suscita adormilado.

—Si no te levantas no irás después a tus clases de danza —dice tiernamente acariciando su cabello— me lo pediste desde hace una semana porque es tu sueño ser un gran bailarín ¿lo recuerdas? ¿O no quieres ser el mejor?

El pequeño Soobin se levanta muy muy rápido y se pone de pie frente a su padre.

—Si quiero ser el mejor bailarín del mundo mundial papi —dice estirando sus bracitos a lo alto bostezando.

Jungkook le brillaban sus ojitos de lo tierno que es su hijo.

—Bien pues sí mi gran bailarín no se baña y se alista para sus clases, no tendrá su premio al llegar a casa.

—¿Premio papi?

—Si un premio amor. Ve rápido a bañarte ¿O quieres que vaya por la Señorita Gurden, para que te bañes?

—¡No papi no! Ella me da miedo, voy a bañarme.

Soobin corrió como alma que se lo lleva el diablo, a él no le gustaba esa mujer, parecía que salió de sus cuentos de fantasía que leía, esas brujas que comen niños.

Jungkook reía por lo rápido que su hijo se fue a bañar, nada más efectivo que chantajearlo con su Nana. Salió de la habitación, cuando cerró la puerta, el tremendo susto que se llevó al ver a la mujer parada enfrente de él.

—¡Ay Dios mío!, señorita Gurden, me dio un buen susto —dijo agarrándose el pecho.

—Lo siento señor Jeon, pero venía a despertar al pequeño Soobin —dice firmemente mirando a Jeon.

—Bien, yo ya lo hice así que solo deja que se cambie, no tardará —se acomoda su traje y voltea a ver a la mujer antes iré sé.

—Cuando termine sus clases llévalo a la academia de danza contemporánea, hoy dará inicio a ellas y sobre el pago mi secretaria ya lo hizo, no se preocupe por eso, solo vaya a recepción para los horarios, el chofer sabe la dirección del lugar.

—Si, Señor Jeon —hace un saludo militar y entra a la recámara de Soobin.

Jeon se queda mirándola extrañado por su saludo, esa señorita sí que era extraña, además de rostro poco agradable y terrorífico. Baja a la cocina a desayunar pues hoy tenía mucho que hacer en su trabajó, sus compromisos y el lidiar con sus padres sobre matrimonio, sin más almorzó y miró bajar a su hijo con su uniforme perfectamente arreglado.

—Papi ya estoy listo —dijo sentándose a la mesa para desayunar sus tostadas de mermelada con su malteada de fresa.

—Bien mi amor, come mucho para que tengas muchas fuerzas para que bailes increíble.

—Si papá —el pequeño comió todo rápidamente, al terminar se puso de pie para besar a su papá y darle su abrazo.

—Te quiero papi, ten un lindo día.

—También te quiero mi niño hermoso, y me cuentas cómo te fue en tu clase ¿De acuerdo?

—Si papi, lo haré —dijo retirándose para irse con su institutriz.

La felicidad de un hombre, era el fruto de su largo trabajo y recompensas, pero el de Jungkook es su amado hijo Soobin. Amaba demasiado a ese pequeño, siempre que le veía sonreír le recordaba a su difunto esposo Taehyung.

Ambos con su hermosa sonrisa cuadrada.

Al terminar su desayuno salió, fue a su auto para irse a la oficina, cuando llegó todos hicieron una reverencia ante él, entró a su oficina hacer su trabajo como siempre, estaba tan concentrado que ni cuenta se dio cuando su padre y madre entraron.

Y aquí vamos otra vez.

—Hola, hijo —dijo la bella mujer sentándose en el sofá que estaba en la oficina de Jungkook.

—Hola, mamá. Hola, papá —se levanta de su silla y se acerca a sus padres haciendo una reverencia ante ellos.

—Hijo —dice el mayor sentándose en el sofá junto a su esposa mientras abre el botón de su saco para acomodarse mejor.

—No es como que no me guste verlos, pero ¿Qué hacen aquí? —dice el castaño sentándose igual.

—Venimos con buenas noticias hijo —dice la mujer sonriendo.

—¿Qué buenas noticias? No comprendo.

—Bueno que tu madre ya arregló una cena para el sábado en la noche para la que te presentemos a tu futura esposa —dijo sin más

—¡¿Pero qué?! ¿Qué?

—No te parece grandioso hijo, al fin encontramos a la indicada y es una vieja amiga de la familia.

—No, claro que no me alegra, no tiene derecho arreglarme estas cosas, no pienso casarme con nadie ¿acaso no lo entienden? —musita con molestia.

—No le levantes la voz a tu madre, está hecho, no está a discusión —habló el hombre con firmeza— Esto lo hacemos para que al fin le des una madre a Soobin, al fin alguien digna, no como ese…

Su esposa lo codea.

Jeon se levantó pasándose las manos por la rostro con mucho enojo, y es obvio que explotaría pues sus padres desde que murió su esposo, no dejaban de presionarlo con que debería de darle una madre a Soobin, pero él no quería nadie y menos alguien que sus padres le escogieran, así que sin más les respondió.

—No voy a dejar que me hagan esto y háganle como quieran, pero no iré a una cena con esa familia y menos conocer a esa mujer, no me voy a casar con nadie si no les parece.

—¿Si no nos parece que? —se paró el hombre quedando frente a frente con Jungkook.

Jeon suspira hondo y dice:

—Si no les parece quítame tu empresa y todo, porque sé que me vas a manipular con eso papá. Prefiero quedarme con lo que mi esposo me dejó y darle una vida lejos a mi hijo de ustedes, porque no me voy a dejar mangonear por ustedes y no está a discusión.

Jungkook estaba tan enojado por lo que sus padres querían hacerle, claro que cumpliría su palabra pues su esposo le dejó un museo de fotografía el cual es uno de los más reconocidos de Corea y Estados Unidos. Con eso tenía asegurado un buen futuro para los dos, lejos de sus padres, pues estos no querían a su pequeño por ser hijo de un hombre que empezó como fotógrafo en la calle, pues para ellos Soobin era un bastardo que no merecía llevar la sangre Jeon.

En el pasado quería que se comprometiera con la hija de los Kang, ya que esta venía de una buena familia y alto prestigio.
Pero Jungkook estaba más que enamorado de su novio Kim Taehyung y aún más cuando se enteró de que el castaño esperaba un hermoso bebé.

—No puedo creer que a pesar de tanto tiempo sigas con estas estupideces de querernos llevar la contraria.

—Es que no es eso padre, insisten tanto que me case con alguien que no conozco, alguien que puede hacerle daño a mi hijo si no lo quiere ¿No piensan en eso? ¡Pues claro no! A mi hijo no les importa a ustedes, solo quieren hacer negocio con una boda.

Los señores Jeon se quedan callados, saben que es verdad lo que su hijo les ha dicho.

—Por favor, váyanse.

—Bien, nos vamos, pero si no traes un novio o novia para el día lunes, cenarás con los Kang y no estará a discusión esta vez y te prometo que aunque seas mi hijo, te quitaré todo y lo mismo es para tu hermano Namjoon, los dos ya son mayores aun así ninguno busca a nadie. Espero que haya quedado claro.

El señor Jeon salió junto a su esposa muy molesta, Jungkook estaba que echaba humo por las orejas, en serio sus padres quieren obligarlo a casarse con esa mujer.

Jungkook estaba tan centrado en sus pensamientos cuando vio entrar a su hermano mayor, Jeon Namjoon. Que tenía una carita de pocos amigos igual que él.

—¿Te vinieron a decir la misma mierda que a mi verdad? —dijo Nam sentándose en el sofá junto a su hermano.

—Si, quieren que me case con la hija de los Kang.

—A mí con el hijo de los Wang —ríe levemente

—No entiendo qué les pasa con eso del matrimonio. Tengo 29 años y aún nos tratan como unos niños —dijo con molestia echando su espalda para atrás en el sofá.

—Lo sé, pero ellos solo miran el dinero y nada más. Cuando les dijiste de mi cuñado Taehyung pegaron el grito en cielo porque no lo querían por ser "pobre"

—Ellos nunca miraron que mi Tae, era una gran persona pues nunca se fijó en mí por mi dinero, es más te acuerdas cuando me tiró encima un Té helado por decirle que sus fotografías eran feas —ríe ante el recuerdo y Nam le sigue después.

Pues Kim Taehyung siempre lo rechazaba porque este le parecía un engreído niño rico y el día que Taehyung le tiró el Té helado, este le dijo que sus fotos eran feas y que nadie se las compraría haciendo lo enojar aún más aventando todo el líquido en su traje Gucci. Taehyung rio hasta que le dolió el estómago al igual que su hermano Namjoon.

—Si lo recuerdo, me dolió mucho el estómago por tanto reír al ver tu cara —Se ríe Namjoon.

—Pero ahora quieren que encuentre un novio o novia antes del lunes, si no me harán casar con Seulgi.

—Y a mí con Doyun.

—Bueno como sea Kook, el jueves viajamos a la hermosa ciudad de Nevada —Comenta Namjoon sonriendo de oreja a oreja.

—¿A Nevada?

—Ajam, a las hermosas las Vegas. Que tal si cuando terminemos todos los asuntos vamos a divertirnos un poco que mucha falta nos hace.

—No suena mal, hace mucho que no salgo a divertirme contigo.

—Bien no se diga más, nos vamos a Nevada, a las hermosas Las Vegas.

—Le dejaré indicaciones a la institutriz de Soobin mientras no esté estos días.

—Esa mujer me da miedo Kook —se encoge de hombros abrazándose así mismo con escalofríos solo de imaginarla —No sé cómo mi sobrino no tiene pesadillas con esa mujer.

—Es la mejor que conseguí Nam.

—Pero da miedo.

Jungkook ríe por los gestos que hacía su hermano, era lunes, pero el jueves se iría a Estado de Nevada para los asuntos que tienen que arreglar y después a divertirse.

Hace años que no lo hacía por cuidar a su hijo, una noche no sería mala idea ¿verdad?


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