💍03

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Los días pasaron rápido. Jimin trató de no pensar tanto en Yoongi, dejó que su mente y corazón lo olvidara de la mejor manera posible. No le dolió como creyó que tenía que dolerle, eso lo sorprendió bastante, sumando que pensó que Min Yoongi era el amor de su vida.

Y no es que no lo hubiese amado, pero si era sincero con el mismo, los años con lo mismo, las discusiones y los malos tratos de su parte no eran dignos de recordar. Al contrario le daban motivos para no querer ir a sus brazos otra vez cuando se lo crucé otra vez, si es que lo vuelve a ver.

Terminó de empacar sus cosas en la maleta, solo serían tres días de diversión, ya que tenía que volver a sus responsabilidades ¿Qué podría salir mal? Además su mejor amigo SeokJin estaría con él cuidándolo en todo momento, jamás había ido a las Vegas Nevada ni nada parecido, solo había visto algunos vídeos musicales sobre ello, lo típico de despedidas de soltería o viajes con amigos.

—¿Listo Jimin? —Le pregunta Seokjin muy emocionado entrando al cuarto de Jimin.

—Si ya estoy listo —cerró su pequeña maleta que estaba sobre la cama. Se sienta a un lado y pone ambos brazos recargados en la maleta apoyando su barbilla entre ella.

—Bien, la verdad es que estoy emocionado por el viaje, qué tal si conocemos a unos hombres guapísimos. ¿No crees que sería romántico? ¿O emocionante? —canturrea.

—No lo sé, no nos meteremos con los primeros hombres que se nos paren enfrente, eso sería peligroso e irresponsable de nuestra parte.

Jin rueda los ojos por lo aburrido que era su amigo

—Vamos Jimin, que mejor experiencia que encontrar un par de papacitos para follar duro contra el muro por una noche.— sonríe maliciosamente— Cuando volvamos, ellos a su vida y nosotros a la nuestra, borrón y cuenta nueva.

Jimin bufa por lo loco que era su mejor amigo

—Sí que miras muchas películas Jin.

—Claro que miré muchas en Netflix, pero no hay que exagerar para no terminar como las películas de ¿Qué pasó ayer? Capaz y nos pasa.—ríe.

Jimin dejó salir una carcajada, en serio amaba a su mejor amigo y no entendía por qué diablos no tenía a alguien a su lado.

—Sabes creo que tienes razón, hay que dejarnos llevar, ya no quiero ser el Jimin aburrido tampoco. Así que cuando lleguemos de las Vegas Nevada, me ayudaras a cambiar mi ropa por una más sexy y nueva ¿Qué dices?

Jin salta de la emoción, claro que ayudaría a su mejor amigo a cambiar su ropa, look, lo que haga falta

—Por supuesto, cuenta conmigo para eso y más.

—Bien, vamos a comer y después nos vamos directo al aeropuerto.

Jimin se para de la cama y se dirige a la cocina de Jin a comer algo rico antes de irse a su nueva aventura.


Jungkook abrazaba a su pequeño hijo prometiéndole que volvería pronto de su viaje, su angelito no dejaba de llorar entre sus brazos no quería dejarlo ir.

—Papi no me dejes solito por... por favor —frotaba su cabeza en negación en el pecho de su padre.

—Solo serán tres días Soobin, cuando vuelva te traeré un regalo muy bonito ¿si?, solo iré a hacer negocios, no es como que nunca la haya hecho amor, por favor no llores cariño. —Trato de consolar a su pequeño hijo, pero Soobin era demasiado sentimental— Te traeré algo de mi viaje como siempre suelo hacerlo.

Soobin sacó su cabeza del pecho de su padre y lo miró a los ojos

—Esta bien papi, pero promete que volverás pronto, no quería darme tanto tiempo con la bruja —El pequeño alza su dedo meñique para hacer una promesa de meñique con su padre.

Jungkook enlaza su meñique con el del más pequeño.

—Lo prometo de corazón, y no le digas bruja, aunque parezca, no puedes faltarle al respeto, como yo lo acabo de hacer. —Soobin ríe ya estaba un poco mejor.

Soobin no muy convencido asintió.

—Ok papi, pero por favor tráeme un muñeco de Star Wars, quiero a Madalorian y baby Yoda —junto a sus manitas mirando a su padre con cara de cachorro, él quería esas nuevas figuras después de ver la serie en Disney+.

Jungkook bufa y ríe al mismo tiempo, su hijo es super fan de Star Wars, le encantaban esas películas casi todo su cuarto había astronautas, fondo de tapiz de galaxias y en el techo había estrellas que brillaban cuando apagaba las luces.

Sacó algo de su padre Taehyung.

—Bien traeré a mandalorian y baby yoda —beso su frente—. Ya me tengo que ir cariño, nos vemos el lunes, pórtate bien amor.

—Si papi te amo mucho. —Le dio un abrazo cálido y muy lindo.

Jungkook no quería dejar así a su hijo, siempre era lo mismo cuando viajaba a negocios con su hermano, pero tenía que trabajar duro para darle todo a su pequeño hijo.

—Adiós Soobin y recuerda pórtate bien de acuerdo, tu tía Joy vendrá por ti el sábado para llevarte al parque de diversiones ¿Qué te parece? No estarás aquí solito con la Señorita Gurden.

A Soobin le brillaron los ojitos del gusto, amaba que su tía Joy viniera por él, pues lo llevaba a lugares muy divertidos. Joy es la hermana de su difunto esposo, ella es muy amable.

—¡Si papi! amo a la tía Joy siempre ha sido muy buena conmigo.

—Lo sé, por eso el sábado vendrá por ti. Portate bien con ella.

Jungkook abrazó a su pequeño y se paró de su cama para ir por su maleta y arreglarla para irse. Minutos después Namjoon pasó por él, el pequeño Soobin corrió hacia su tío Nam y también le dio un abrazo para despedirlo. Los hermanos toman sus cosas y entran al auto para ir al aeropuerto rumbo a las Vegas Nevada.

Jungkook miraba por la ventanilla del auto, pensando en qué hacer para que sus padres dejen de meterse en su vida con ese tema de querer casarse con alguien que no ama. En serio aunque su difunto esposo ya no estuviera en su vida, siempre sería él y eso nunca cambiaría, pero tampoco se limitaba a que algún día encontraría a alguien que lo amase junto a su hijo.

Había tenido citas con chicos, pero cuando el pelinegro nombraba a su hijo, estos no lo llamaban más y cuando aceptaban a su hijo, le hacían mala cara al pequeño, y eso no lo soportaba. En serio esperaba un milagro para encontrar a ese alguien, pero parece que la vida no lo quería ver feliz y enamorado O eso creía él.

Llegando al aeropuerto ambos hermanos bajan del auto arrastrando sus maletas, no pasaron desapercibidos por algunas fans de los hermanos Jeon. Fotografiaron a los dos y otras suspiraban por ellos, Jungkook solo reía por las chiquillas pubertas calenturientas, su hermano hacía lo mismo.

Jimin llegó al aeropuerto con Jin, miraron a las chicas que gritaban y suspiraban por algo que miraron, más bien a alguien, podría ser algún famoso.

—¿Será una celebridad? —preguntó Jin curioso.

Jimin se encoge de hombros.

—Tal vez sí.

Jin mira su reloj y se da cuenta de que ya van tarde para su vuelo.

—Jimin vamos nos quedan 10 minutos para entrar al avión ¡corre! No fue buena idea parar por unos tacos.

Ambos corrían como locos por todo el aeropuerto, Jimin arrastraba su pequeña maleta como podía, pero llegaron al fin al cabo.

Ya entrando al avión ambos chicos toman su asiento correspondiente, Jimin miraba por la pequeña ventanilla pensando que todo esto era una locura, pero por primera vez quería hacer algo realmente fuera de su monotonía. Aún le dolía un poco lo de Yoongi, aunque no como él pensó que le dolería, de ahora en adelante ya no sería el perfeccionista Park Jimin, solo sería Jimin un chico alegre y divertido como lo fue algún día.

Los cuatro miraban por las ventanillas, cuatro personas con mundos diferentes que se encontrarán pronto y porque una aventura es más divertida si huele a peligro o en este caso borrachera.


Horas después llegan a su destino, Jimin miraba admiraba el lugar por la ventana las hermosas luces de la ciudad. Jin tenía razón, es todo una locura aquí, nada que ver con Seúl.

—Jinnie, vamos, despierta —Jimin sacudió a su amigo para que se despertase.

—¿Qué? ¿Ya llegamos? —bostezo soñoliento.

—Date prisa la mayoría de las personas ya baja de aquí, vamos mueve tu culo.

—Bien, pero ya no me empujes, enano nalgón.

Jimin le da un zape y Jin se queja, pero así bajan del avión rumbo al hotel donde se hospedaran. Caminaron saliendo del aeropuerto, Jimin por andar mirando a un tipo muy colorido lleno de lentejuelas, no se fijó que alguien venía también en su dirección, chocando con él.

—Lo siento mucho, no me fije que estaba ahí —escuchó una voz gruesa disculparse.

Jimin quería gritarle al maldito, pero en cuanto lo mira a la cara, queda perplejo al ver lo guapo que es.

—Está bien no te preocupes, yo tampoco mire por dónde iba —Logró decir con nerviosismo.

El guapo pelinegro le sonrió.

—Lo siento de igual manera —El pelinegro miraba fijamente al bonito rubio frente a él, casi no podía articular palabra— Bueno me tengo que ir mi taxi ya llegó y otra vez discúlpame.

Toma su maleta retirándose del lugar, dejando a Jimin babeando.

—Adiós —Susurró, pero el pelinegro ya se había ido.

—¿Adiós? ¿A quién diablos le dices adiós Jimin? —dice Jin llegando a su lado.

Sale de sus pensamientos Jimin.

—Olvídalo ya estoy loco —dice mirando a su mejor amigo meter las maletas a la porta equipaje del taxi.

—Como sea, mueve tu trasero para irnos al hotel, estoy cansado y mañana tendremos la mejor noche de nuestras vidas. —Chillo Jin emocionado.

Jimin subió sin decir nada, la verdad al ver a ese hermoso hombre le desconectó el cerebro, bueno tal vez era lógico, ya que durante su adolescencia siempre estuvo con Yoongi, no miró a otros hombres aparte de él.

Minutos después llegan al hotel y bajan del taxi, toman sus maletas y se paran justo enfrente el bonito edificio, ambos chicos se miran sonriendo y volviendo su mirada al Hotel.

Que empiece la fiesta y el amor.

Subiré los demás al rato porque ya casi no tengo pila.

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