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Después de todo lo sucedido en la academia de danza de Jimin. Jungkook se lo llevó a su casa para sí atenderlo y que nadie chismoso publicara lo sucedido, así la reputación de Jimin no quedaría abajo o manchada por malos entendidos.

Llegando a la casa muchas de las empleadas se extrañaron al ver a su Jefe con el cuerpo del peli-rosa en sus brazos, pero luego de que miraron que venía herido lo ayudaron. El pequeño Soobin se fue con su padre detrás para ver que su profesor estuviera bien.

Jungkook lo dejó en su cama, le quitó los zapatos y lo cubrió con la manta, fue a su baño para buscar un botiquín de primeros auxilios. Jimin seguía dormido, así fue curando su herida de su labio y aplicó crema desinflamatoria en su pómulo que estaba rojo del golpe que recibió.

Ese maldito de Min se las pagaría muy caro, lo despedirá de eso no tenía la mínima duda que lo haría. Tenía sentido todo, pues ese maldito siempre se creía la gran cosa incluso escuchó como le decía a todos que sin él la empresa se vendría abajo, era solo un molesto empleado que tenía aires de grandeza. Sin embargo ahora todo se le acabó, pues tocó a Jimin y aunque mintió sobre cómo pasaron las cosas, estaba seguro de que si hubiera visto a Jimin con él se habría enamorado de él al instante de verlo tal como en el aeropuerto.

—Papi —Soobin llamó su atención.

—¿Qué pasa cariño?

—¿El profesor Jimin estará bien? —preguntó preocupado al contemplar a su profesor dormir en la cama de su padre.

El mayor levantó a su hijo y lo sentó en sus piernas dándole un besito en su frente.

—Él estará bien ¿Y sabes por qué? —El menor negó con la cabeza— Porque tú lo salvaste de ese hombre malo.

—¿Yo salvé a mi profesor? —dice sorprendido.

—Claro que sí, porque me fuiste a avisar de que alguien le estaba haciendo daño y fue muy valiente de tu parte —Soobin sonrió e infló su pecho orgulloso.

—¿Entonces soy un héroe? —manifiesta con entusiasmo y Jungkook se siente.

—Eres el superhéroe de tu profesor, Jimin.

Soobin se levanta de sus piernas de su papá.

—Voy a ponerme mi traje de superhéroe para cuando despierte mi profesor Jimin y me vea como uno.

Jungkook ríe.

—Claro, pero primero señorito se va a duchar y luego a cenar y cuando despierte te vistes de superhéroe.

—Claro que si papi —Soobin se fue corriendo para ducharse e ir a cenar, Jungkook solo ríe por lo imperativo que puede ser su hijo.

El pelinegro mira dormir tranquilamente al peli-rosa, mira su bonita cara golpeada y sus labios pomposos rotos. Aún así él se miraba totalmente lindo y tierno, no sabía que algún día le gustaría alguien, pero definitivamente empezaba a tener sentimientos fuertes por él en tampoco tiempo, eso lo asustaba un poco. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido del teléfono del peli-rosa, abrió la mochila de Jimin tomando el teléfono, miró que era su mejor amigo SeokJin.

—Minnie, hola. ¿Dónde estás? quedamos de ir juntos al centro comercial para tu cambio de ropa y no llegas ¿Jimin estás ahí?

Jungkook carraspea la garganta y habla.

—Lo siento soy Jungkook.

—¿Estás con Jimin? —pregunta.

—Bueno en realidad lo que pasa es que, Jimin está en mi casa es que pasó algo y lo traje aquí.

—¿Cómo que pasó algo? ¿qué sucedió?

Se escuchaba como Seokjin tomaba sus llaves y se escuchaba una puerta.

—Su ex novio fue a la academia de Jimin, entró y le reclamó sobre mi relación con él. La cosa se puso más tensa cuando el muy maldito le golpeó. Lo traje a mi casa, se desmayó.

—¡¿Qué?!, maldito como pudo hacerle eso a mi minnie —sonó alterado y preocupado— ¿Y él está bien, Jungkook?

—Si está dormido, se desmayó después de la huida de ese maldito, está en mi casa dormido aún.

—Bien, voy para tu casa, llegó en media hora.

Cuelga.

Jungkook se extraña ¿cómo sabe la ubicación de su casa? Dejó el teléfono a un lado y se levantó de la cama, se inclinó dejando un beso en su mejilla de Jimin.  Salió y se fue directo a la cocina donde su pequeño Soobin estaba comiendo, se sentó al frente de él y le sirvieron la comida.

Minutos después terminaron de cenar y Soobin fue a su habitación a hacer su tarea, el timbre sonó y unas de las empleadas abrió dejó entrar a SeokJin quién venía con otro chico el cual desconocía.

—Jungkook —Dice el castaño— ¿Dónde está Jimin?

—Él está en mi habitación, está bien, está dormido si quieres vamos para que no te preocupes más —ambos asintieron y se dirigieron a la habitación del mayor.

Al entrar Seokjin corrió hasta la cama miró al peli-rosa con su rostro rojo y su labio partido, sus lágrimas no tardaron en salir.

—¿Qué pasó exactamente? —preguntó el rubio a lado de Seokjin.

—Bueno yo fui a dejar a mi hijo a su clase de danza, mire a Jimin, no sabía que él era su profesor de danza y después cuando terminó de dar su clase mi hijo y yo lo invitamos por un helado, pero todo resultó mal —Tomó asiento en una silla a lado derecho de la cama donde está Jimin— Mi hijo Soobin se le olvidó algo en el salón y después llegó corriendo diciéndome que alguien golpeó a su profesor, fui rápido y cuando llegue… —Miró al peli-rosa y tomó su mano, siguió relatando— mire como ese maldito lo golpeó y quería forzarlo a cosas. —Se limitó a decir— El punto es que estaba enojado por nuestro matrimonio, fue su detonante para creer que Jimin lo engañaba conmigo antes de terminar su relación.

Tanto Seokjin y Taemin estaban con el ceño fruncido, estaban totalmente enojados por lo que escucharon por el pelinegro.

—No se conformó con humillarlo casi toda la vida, sino también llegar a golpearlo —declaró Jin acariciando el cabello rosa de Jimin.

—Maldito cara de gato, cuando lo vea en serio deseara no haber nacido nunca —Masculló el rubio.

—Min trabaja en mi empresa, créanme que lo despediré y no solo eso, pondré una denuncia en su contra por haber golpeado a Jimin. Hablaré con mi abogado sobre esto y ese poco hombre pagué las consecuencias.

Ambos chicos miran lo muy molesto que está el pelinegro, pero tenían razón, ese maldito cara de gato se las pagaría muy caro.

—Por ahora hay que dejarlo descansar —menciona Taemin.

—Jin, podrías traerle algo de su ropa, no quise quitarle la que tiene puesta por respeto y no quiero que malinterpreten eso ¿Podrías traerle ropa de cambio?

—Si claro, no te preocupes, yo iré por ropa —se levanta de la cama.

—No tardaré mucho, si Jiminie despierta dile que vendré rápidamente como pueda. —Jeon asintió.

—Yo iré contigo Jin, además pasaré por una malteada de fresa para él. —dice Taemin.

Jeon asintió. —De acuerdo vayan con cuidado.

Jin y Taemin salieron de la habitación de Jeon, Jungkook se quedó mirando al pelirosa hasta que este se removió un poco tratando de despertar, cuando lo hizo, lo primero que vieron los ojos de Jimin fue el guapo pelinegro frente a él. Los recuerdos de es tardé vinieron a su mente.

—Jungkook —trato de sentarse en la cama con ayuda de Jeon.

—¿Estás mejor Jimin? ¿Te sigue doliendo algo? —preguntó preocupado el mayor.

Jimin negó con la cabeza.

—Estoy bien, bueno aún me duele la mejilla, pero estoy bien.

—Jimin tenemos que denunciar a ese maldito por lo que te hizo, no quiero que vuelva a tocarte de nuevo.

—Lo sé, sin embargo tengo algo de miedo —le dio una mirada triste.

—No tienes por qué tener miedo Jimin —tomó asiento al lado de él y tomó su mano para besar sus gorditos dedos— Yo cuidare de ti, de eso no te preocupes cariño, no quiero que nada malo te vuelva a pasar.

Jimin se conmovió por las dulces palabras de Jungkook, su corazón golpeaba con fuerza su pobre pecho, no podía dejar de sentir estos sentimientos por él, por más que quisiera reprimirlos. Jungkook era todo un caballero de armadura, era un príncipe como los que siempre leía en sus cuentos cuando era pequeño, él lo tenía todo y Jimin estaba feliz por eso, qué hora lo quiera proteger de su ex le hacía sentir cálido y protegido como si con esas palabras no bastarán ya para caer rendido ante sus pies.

—Te lo agradezco mucho Jungkook, me cuidas mucho y yo solo soy un desastre andante. Debes pensar que soy un patético hombre que se enamoró de un idiota como lo es Yoongi, y creerme que lo soy, porque sufrí mucho a su lado y ahora con todo lo que pasó debes de sentir pena por mí. —El menor bajo su cabeza y una lágrima traicionera salió.

Jungkook no creía eso de él, pero verlo así le rompió el corazón, así que levantó su mentón para que esté lo mirara.

—No creo eso de ti Jimin, si me confundió mucho que tú siendo alguien tan lindo y amoroso, estuvieses saliendo con alguien como Min ¡Por dios!, ni siquiera me imagino lo has pasado a lado de ese hombre; si se le puede decir hombre —acarició su mejilla con su pulgar para quitar sus lágrimas— Es un tipo odioso y déspota, se piensa la gran cosas y nunca en mi vida imaginé que alguien como él tuviera un ángel como tú.

Una sonrisa ladina apareció en el rostro de Jimin.

—Muchos me decían lo mismo, sabes, siempre hubo muchos chicos que me invitaban a salir, pero yo siempre los rechazaba porque yo quería a Yoongi, ni siquiera sé por qué seguí con él después de sus malos tratos.

—Es porque es un gran idiota que no supo apreciar lo que tenía, y ahora que estás conmigo tratando de iniciar algo nuevo en mi vida y con la de mi hijo, no pretendo dejarte ir tan fácil Park Jimin.

—¿Qué no era Jeon Jimin? —Arquea una ceja, sacándole una sonrisa al pelinegro.

—Es verdad, nos casamos y ahora eres Jeon Jimin —dice con una gran sonrisa.

—Exactamente, nos casamos muy ebrios y ahora estoy aquí con mi corazón todo loco por ti en tampoco tiempo ¿Es eso es posible?

—Yo creo que sí, Jimin —acercó su rostro pegando sus frentes mientras se miraban a los ojos— Porque yo estoy igual que tú. —Susurro, lo cual ambos sonrieron.

Dejaron de mirarse para sí darse un beso suave que sacó suspiros en ambos, Jimin llevó sus manos a su cuello y Jungkook tomó su pequeña cintura para profundizar más el beso, chasquidos se oían en aquella habitación donde solo ellos estaban en su mundo, pero alguien los interrumpió, unos pequeños pasitos se escucharon por el corredor abriendo la puerta de la habitación así apartando a ambos de su beso.

Jimin miró al pequeño Soobin con un traje de superhéroe venir corriendo hasta la cama, colocó sus manitas en su cadera e infló su pecho tipo pose de Superman

—¡Yo soy el superhéroe de mi profesor Jimin! —dice imitando una voz gruesa.

El mayor rie por lo ocurrente que es su pequeño hijo, este mira a Jimin sonreír tapando su boca con sus manos.

—Así es cariño, él te salvó de ese hombre que te hizo daño, él fue avisarme de que estabas en peligro. —Explica Jungkook.

—¿Así? —lo miró incrédulo y Soobin asintió confirmando lo declarado por su padre— Vaya tengo mi superhéroe justo frente a mí.

—Sí, soy tu superhéroe, yo salvé tu vida así que merezco un premio.

Jimin soltó una risita. Soobin si que era una cajita de sorpresas muy lindas.

—Muy bien, ¿Qué quiere mi superhéroe de recompensa?

Soobin se queda callado pensando en pedirle a su profesor, hasta que dice:

—Que te cases con mi papi Kook, y que tengan un bebé porque quiero un hermanito.

Jimin se atragantó con su saliva comenzó a toser y Jungkook abrió los ojos de par en par  al escuchar lo que su hijo le pidió.

—¿Si me lo van a cumplir papi? —dice emocionado.

Jungkook miró a Jimin y viceversa.

—Bueno hijo lo de casarnos ya lo hicimos. —Se le salió decir.

Soobin abrió su boquita de sorpresa y de repente frunció su ceño y se enojó, se cruzó de brazos muy adorable.

—¿Cómo que ya se casaron y no me invitaron? —sonó molesto.

—Lo que pasa es que… —Jungkook no sabía cómo decir aquello.

El peli-rosa miró al pequeño Soobin muy molesto y lo alzó sentándole en sus piernas.

—Lo que pasó fue que tu papi y yo queríamos darte la sorpresa, pero tu papi y yo planeábamos ir a cenar juntos, o sea los tres para darte la noticia, pero como ya lo sabes pues ya no hay cena.

El pequeño Soobin negó con su cabecita y rápido respondió.

—Yo si quiero la cena haré como no sé nada y también quiero que hagan una fiesta para que todos sepan que eres mi nuevo papi y quiero un hermanito.

Jungkook sonrió enternecido por lo que su hijo mencionaba.

—Lo del hermanito lo pensaremos bien, pero lo de la fiesta… —miró al peli-rosa.

Jimin lo entendió.

—Lo de la fiesta será un poco más adelante, porque yo aún no le he dicho a mis padres sobre esto.

—¿Tengo abuelitos nuevos? —menciona Soobin, a lo que Jimin asintió.

—Si, ellos están en busan, iremos a visitarlos el fin de semana para darles la noticia de que me case, además decirles que tienen un bonito nieto.

Soobin salta emocionado queriendo que sea fin de semana para ir a ver a sus nuevos abuelos.

—¡Si! Ya quiero conocerlos.

—Pues lo harás. Ahora es un poco tarde así que ya es hora de que te vayas a la cama. —Acaricia su cabello negro dejándole un peso en la mejilla— Ve a dormir pequeño.

Soobin se levantó y besó a su papá Kook, se fue corriendo a su habitación, dejando solos otra vez.

—¿Hablas en serio sobre lo de tus padres Jimin? —Pregunta un poco temeroso. Conocer a sus suegros era algo difícil, bueno aún más por cómo sucedieron las cosas.

—Tengo que decirles que me case, pero primero hablaré con ellos para no llegar de la nada y sorprenderlos a si como así. Estoy seguro de que a mí padre le dará un infarto.

—¿Crees que tus padres me aprueben? —pregunta dudoso.

—¿Por qué no te aceptarían, Jungkook?

—Porque tengo un hijo, ya sabes.

—Mis padres son buenas personas Jungkook, a ellos les hará ilusión que me haya casado con un buen hombre como tú, además ellos odiaban a Yoongi, no pienso que se lo tomen a mal, aún más si saben que tienen un nieto —Ríe ante el recuerdo de sus padres pidiéndole un nieto, pero no de Yoongi.

—¿Y cuándo vamos a ver a tus padres? —Cuestiona Jeon.

—El fin de semana, supongo que bastará para que los conozcas a ti y a Soobin. Yo hablaré con ellos y les explicaré la situación.

—¿Les dirás cómo nos conocimos?

Jimin lo pensó un momento, era obvio que sus padres probablemente se enojen con él por haberse casado con un extraño por andar borracho, así que no estaba seguro de mencionarle eso a sus padres.

—Pienso que es mejor decirles una mentirilla piadosa a mis padres sobre cómo nos conocimos.

El mayor negó con la cabeza riendo por su comentario.

—¿Crees que te maten si les dices la verdad?

Su burla.

—Claro me van a sermonear si les digo que me case con alguien a quien apenas conocí, me van a jalar las orejas y probablemente mamá me golpee con su chancla. —Escalofríos sintió Jimin al recordar que su mamá tenía buena puntería.

—Muy bien ¿Pero qué les diremos? —Jimin lo piensa y dice:

—Creo que les diré que yo termine con Yoongi hace mucho y que se me pasó decirles por qué te conocí, nos casamos porque tu madre te quería obligar a casarte con esa mujer y fue todo tan repentino que no nos dio tiempo de decirle a nadie sobre nuestro matrimonio.

—Buena historia, le podríamos decir que nos fuimos a las Vegas a casarnos por una fantasía mía de que nos casara Elvis Presley.

—Suena genial Jungkook. Todo saldrá bien, no te preocupes, mamá te amará y papá también, ellos son unos padres amorosos y solo querrán lo mejor para mí. —Dice seguro.

—Está bien, les diremos eso. —Sonrió— Por cierto… tu amigo Seokjin y creo que el otro se llama Taemin, vinieron hace rato, dijeron que vendrían con algo de ropa para ti, estaban furiosos cuando les dije lo sucedido.

—¿Les dijiste Jungkook?

—Bueno es que tu teléfono sonó, mire la pantalla y mire el nombre de Jinnie, supuse que era SeokJin. Le conté la situación y vinieron rápido, pero después se fueron por ropa y una malteada de fresa, o eso escuché.

—Está bien, por ahora en cuanto lleguen ¿Puedo darme una ducha en tu baño? ya estoy mejor.

—Claro puedes usar mi baño si quieres, mientras voy a ir abajo para prepararte algo de comer —dice levantándose de la cama.

—No tardes, es que tengo mucha hambre.

—Claro no tardaré. —Beso castamente sus labios y salió de la habitación dejando al peli-rosa solo.

Quitó las sábanas de su cuerpo y miró la hora. ¡Por dios!, ¿Cuánto durmió?, ya eran las 11 de la noche. Se levantó y miró su ropa un poco sucia, recordó lo que le quería hacer Yoongi y si no fuera por Jungkook y Soobin, tal vez estaría tirado en el piso de su vestidor sufriendo por sus heridas, nunca llegó a imaginar que la persona que en algún momento confió le haría esto, uno no termina de conocer a las personas con quienes estas.

Pero ahora todo era diferente con Jungkook en su vida, a pesar de no conocerlo tanto como lo hizo con Yoongi, no había dudas de su bondad en él, por cómo lo trataba y protegía.

Jimin salió de sus pensamientos por un fuerte abrazó que casi le sacó todo el aire, había llegado Seokjin.

—Ji-Jin me asfixias…

Jin lo soltó y ambos comenzaron a platicar sobre lo que pasó. Todo estaría bien mientras Jungkook estuviera para protegerlo. Cuando terminó de contarle, Seokjin sonrió maliciosamente.

—Taemin y yo trajimos todas tus cosas —Tocó los hombros del menor y dijo:— Para que ya puedan vivir juntos.

—¡¿Qué?!


Se pondré bueno el siguiente capítulo, pero lo subo en un rato más porque nadie ocupadita.

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