💍13

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—¿¡Qué!? —La expresión de Jimin valía la pena ver, porque Jin se estaba muriendo de risa.

—Que traje tus cosas para que ya no te molestes en ir a mi departamento. Además, le dije a Jeon y estuvo de acuerdo.

—Pero… —Jin lo interrumpe.

—Pero nada, no es que no te quiera tener en mi departamento aunque sabes que eres más que bienvenido, pero que mejor que te quedes aquí con tu esposo.

Esto tenía que ser una broma de su mejor amigo. O sea, no es que le moleste la idea de vivir con el pelinegro, eso pasaría mañana no hoy, aunque no hacía diferencia alguna solo por un día, es que necesitaba estar listo mentalmente para esto.

Definitivamente, su mejor amigo lo volvería loco.

—Por qué haces esas cosas, no quiero parecer desesperado. —refunfuño.

—¡Por dios! Jimin. Tú y él ya se acostaron, esa parte está cubierta. Por cierto te traje la cajita de pastillas anticonceptivas para que no tengas un minikook ahí adentro. Tómala ya —Le dió la caja de pastillas la cual Jimin se las arrebató.

—No creo que vaya a tener un bebé si eso les preocupa. No estoy en mi zona fértil.

—De todos modos es bueno prevenir.

El peli-rosa toma las pastillas.

—Bueno yo me tengo que retirar, toma tu malteada de fresa, mañana continuamos el chisme. —Taemin rio.

—Ve date una ducha y baja a cenar, nos vemos mañana —le dio un beso en su mejilla y tomó su bolso— Nos vemos mañana temprano para ir de compras, ya sabes por el favor que me pediste.

Jimin bufo, lo había olvidado por completo.

—Claro, pasa por mí a las diez y después nos vamos a desayunar.

—Adiós. Suerte con tu esposo. —lo dijo pícaramente, Jimin le aventó una almohada. Jin le sacó la lengua y cerró la puerta.

El peli-rosa tomó la cajita, ¿Un bebé de ellos? Por el momento aún no quiere cumplirle el deseó a Soobin, todo a su tiempo. Tomó la ropa que Jin le dejó y se fue al baño a darse una ducha, minutos después terminó se puso la ropa la cual era una pijama y tomó la pastilla.

Salió de la habitación y sé dirijo a la cocina donde el guapo pelinegro tomaba una Banana Milk. Jimin sonrió al ver cómo se devoraba la bebida.

—Hola —dijo entrando a la cocina y sentarse a su lado.

—Hola, ¿se fueron tus amigos ya? —Jimin asintió.

—Lamentó lo que hizo. —mencionó mirando al pelinegro a los ojos— Ya sabes, porque trajo mis cosas y todo eso —hizo una mueca.

—No importa Jimin, lo harías tarde o temprano. Porque no ahora. —dice restándole importancia.

—Gracias de nuevo, eres un gran hombre. —muerde su labio avergonzado.

—No hagas eso Jimin. —Pidió.

—¿Qué no hago? —lo miro confuso.

—Morder tu labio —susurro.

—¿Y que si lo hago? —reta el menor.

—Porque tengo unas inmensas ganas de comerte la boca.

El menor ríe y vuelve a morder su labio a lo que el pelinegro saltó prácticamente a lado de Jimin para tomar su cintura y besar esos dos cerezos que tiene el pelirosa por labios. Jungkook mordió y saboreó con su lengua los labios del Jimin, podría hacerse adicto a ellos.

—Amo tus labios. —le dijo al separarse un poco.

—Yo amo que te gusten, aunque estén lastimados.

—Lo siento, pero no puedo dejar de morderlos, son tan suaves y todos míos. —dijo dándole otro beso.

—Muy bien señor romántico déjeme cenar y más al rato puedes comerme la boca todo lo que quieras. —dice burlón con una ceja levantada.

El mayor refunfuñó pero terminó aceptando. Pero antes le dio otro beso, sonrojando a Jimin.

—Cena mientras yo iré a ducharme y esperar por ti.

—Muy bien. —acepto.

Jungkook se fue y Jimin se quedó solo en la cocina, una de las empleadas lo miró confusa, pero no dijo nada. Siguió comiendo su comida, al terminar se levantó tomó su plato sucio y fue a lavarlo.

—Yo puedo hacer eso, señor. —Dice la mujer.

—No te preocupes, lo lavó rápido y lo dejó donde estaba.

La mujer asintió sin estar muy segura. Después se dirigió a la habitación de Jungkook, aunque antes miró la puerta de la habitación de Soobin. La abrió con cuidado adentrándose a ella. Todo era temática de astronautas, espacio y todos esos planetas. Al parecer Jungkook no mentía con respecto cuando le menciono que le gustaba mucho todo lo que tenga que ver con el espacio.

Miró el pequeño cuerpecito de Soobin dormido, se miraba tan tierno. Miró una foto curiosa sobre su mesita de noche, efectivamente era la de su difunto padre. Era realmente guapo, no le molestaba que Soobin la tuviese, después de todo era su padre. Dejó la foto y abrigo muy bien a Soobin, le dio un pequeño beso y se retiró sin hacer mucho ruido. Al salir miró al guapo pelinegro frente a él lo que le causó un gran susto al peli-rosa.

—¡Por dios, Jeon!. —tocó su pecho— Me asustaste.

—¿Qué hacías ahí dentro? —pregunta.

—Fui a darle un besito de buenas noches a Soobin.

—¿Siempre eres así de cariñoso?

—Sí, amo a los niños y Soobin se llevó mi corazón con él desde el primer día en que entró en mi academia.

—¿Y yo qué?

El peli-rosa soltó una risita.

—¿Jeon Jungkook estás celoso de tu hijo?

—No ¿pero quiero saber si yo también me robe tu corazón? —tomó a Jimin y lo cargó estilo princesa hasta la habitación, Jimin se agarró fuerte de su cuello, lo poco celoso que era Jungkook le causaba ternura.

Lo dejó acostado en la cama para sí acostarse juntos, lo abrazó y le dio suaves caricias a su cintura mientras se miraban a los ojos.

—Sí, definitivamente robaste mi corazón.

—Me alegro de que sea de esta manera. —beso sus labios— porque tú también me robaste el mío.

—Vas a hacer que mi corazón explote —susurra Jimin con un leve sonrojo en sus mejillas.

—Y tú harás que explote el mío Jeon Jimin.

Ambos comparten una gran sonrisa para besarse segundos después.

Minutos después de mimos y besos ambos quedan completamente dormidos, abrazados en aquella gran cama, mañana le esperaba mucho por hacer y mucho que enfrentar.

Unos saltitos en la cama se hicieron presentes haciendo que ambos se despertaran. Abrieron los ojos mirando al lindo Soobin saltando él la cama para que ambos se despertaran.

—¡Arriba, papis, arriba!. —Seguía saltando.

Jimin se incorporó y se sentó en la cama tallando sus ojos para ver mejor.

—Soobin eres un traviesillo ven acá. —Jimin lo tomó y lo acostó en medio de la cama donde Jungkook está riendo.

—Ya es hora de ir a la escuela papi Kook, quiero que me lleve papi Jimin.

Jimin abrió los ojos de sorpresa por cómo lo llamó, eso no se lo esperaba para nada, o sea, él sí quería que Soobin le llamara papá, pero no lo es pero tan pronto.

—¿Cómo me llamaste pequeño?

—Papi Jimin ¿No te gusta?. —puso carita triste y Jimin beso su frente rápidamente.

—Claro que si me gusta, que pregunta es esa. —Soobin sonrió y beso a su papi Jimin y luego a su papi Kook.

—¿Me llevarás a la escuela, papi Jimin?

El peli-rosa miró a Jungkook y este asintió en acuerdo.

—¡Claro que sí!, yo te llevaré a la escuela.

—¡Si!, todos me tendrán envidia porque tengo un papi muy lindo. —Jungkook frunció el ceño. Aquí venían sus celos.

—¿Oye pequeña sabandija y yo que? —Soobin besa a su papá para luego tomar con sus pequeñas manitas la cara de su papá.

—Tú también eres guapo, papi Kook.

— Eres un celoso Jeon. —Le reclama Jimin.

—Sí y mucho. Así que Soobin, si papi Jimin te lleva al jardín de niños, cuida que nadie lo mire porque es mío ¿De acuerdo? —Soobin asintió muchas veces.

—Lo prometo.

—Bien ahora ve a cambiarte antes que la señorita Gurden venga por ti.

Soobin lo mira aterrado y se baja rápido de la cama y corre a su habitación.

—Hasta yo correría por mi vida si esa "Señorita" me fuera a cambiar. —dice Jimin burlón.

—Si da bastante miedo ¿En serio llevarás a Soobin al jardín de niños? —pregunta Jungkook.

—Sí claro. Además, tengo clases hasta la tarde y puedo pasar por él e irnos juntos a las clases de danza.

Jeon besa sus labios. A este punto Jimin sentía que estaba viviendo en un gran sueño, estar así en la cama, con su esposo atractivo y un hijo hermoso que le quiere demasiado ¿Quién no quiere esa suerte?

—¿No te incomoda el que te llame Papi?, ¿no es muy pronto?

—Claro que no, pero sí me sorprendió pues no creí que me lo dijera tan rápido.

—Él es un niño muy cariñoso y supongo que ya te quiere mucho, por eso te lo dice.

—Y me gusta Jungkook. —Acaricia su mejilla mirando esos bonitos ojos negros— Ahora vamos a levantarnos, le mandaré un mensaje a Jin diciéndole que lo miró en el centro comercial mientras dejó a Soobin en el jardín de niños. —Jimin se levantó de la cama.

—Está bien, tengo trabajo toda la tarde, tengo que despedir a Min también. Espero que no se le haya ocurrido ir a la oficina como si nada pasara porque te lo aseguro que lo sacaré a patadas yo mismo. —Jeon se levantó y tomó una toalla para ducharse.

—Dale una muy dura por mí.

—Lo haré. Y con respeto a la denuncia ¿Quieres hacerlo? —le pregunta.

—Si considero que es lo mejor. Además, no quiero que vuelva a pasar —Jimin toma otra toalla.

—Bien. —Besa su frente— ¿Nos bañamos? —pregunta pícaro y Jimin asiente.

—Pero nada de ya sabes, el pequeño nos espera para irnos juntos a almorzar. —dice Jimin moviendo sus caderas sensualmente y voltea a mirar al pelinegro que babea por él— Que esperas Jeon, tal vez en la noche podríamos ya sabes. —Jimin mordió sus labios sabiendo que lo iba a provocar.

Jungkook sonríe negando con la cabeza y le dio una fuerte nalgada a Jimin sacándole un chillido.

—Vamos a bañarnos rápido.

Jimin rio, sin embargo tampoco protestó.

Minutos después ambos bajaron cambiados y perfumados, las mucamas se quedaron mirando mucho al peli-rosa que venía con su jefe, al parecer Jungkook sintió la incomodidad de Jimin al ver como sus sirvientes lo miraban. Carraspeó llamando la atención.

—Para no hacerles la historia larga, él es Park Jimin, bueno... Jeon Jimin, mi esposo. —Corrigió— Él también será parte de esta casa de ahora en adelante, no quiero cuchicheos o que hablen mal de él porque él también tendrá el derecho de despedirlos. —Les deja claro.

Todos hicieron una reverencia ante el peli-rosa y este le sonrió al pelinegro. Le gustó que me le diera autoridad, porque desde ayer notaba que lo miraban raro.

—Vamos a desayunar cariño. —beso su mano.

Jimin no dijo nada más y lo siguió a la cocina, tomaron asiento mientras la mujer del servicio le sirve la comida. Pasos se escucharon y rápidamente Soobin entró con su uniforme puesto y la señorita Gurden detrás de él.

—¡Papis! Ya estoy listo para ir al Jardín de niños. —dice entusiasmado.

Jimin lo sentó en la mesa junto a él y una empleada le dejó su comida.

—Hay que almorzar primero. —Soobin asintió y empezaron a almorzar.

Cuando terminaron, ambos se levantaron dispuestos a irse, pero la voz de dos personas desconocidas se hicieron presentes.

—Señor sus padres están aquí. —menciona la mujer con el rostro preocupado.

—¡Mierda!, no quería lidiar con ellos tan temprano. —Fórmula disgustado.

—Por tu expresión siento que no saldrá nada bueno de esto ¿Verdad? —pregunta Jimin.

—Sí.

Soobin se escondió detrás de Jimin, no le gustaba para nada sus abuelos paternos, ellos siempre le susurraban cosas muy feas diciéndole que era hijo de un vil mugroso de clase baja y siempre lo regañaban. Jimin notó su miedo y lo alzó para protegerlo. Rápidamente, Soobin escondió su rostro en el cuello del peli-rosa, Jungkook miró aquel acto sabía que su hijo no quería ver a sus abuelos y lo entendía pues él tampoco los quería ver.

La mujer abre la puerta y rápidamente los señores Jeon entran a la casa. Enseguida miran a la peli-rosa cargando al pequeño Soobin y parecía que no le dio gracia verlos así.

—¿Cuánto le pagaste a este para que fingiera ser tu esposo? —barre a Jimin de arriba abajo la señora Jeon.

—¿Disculpe? —lo mira indignado Jimin.

—Madre no le pagué nada a nadie para que fingiera ser mi esposo. —Interviene Jungkook.

—Hijo déjate de juegos estúpidos. Ambos sabemos que este solo está aquí porque no quieres estar con Kang Seulgi. Así que saca a este de mi casa.

Jungkook ya estaba irritado al ver como le faltaban al respeto a su esposo y enfrente de su hijo.

—En primer lugar, está no es tu casa, es mía. Segundo no les permito que falten al respeto a mi esposo. Les pido de manera amable que te retiren de mi casa si solo vinieron a discutir.

Soobin se asustó un poco por lo cual Jimin besó su frente y fue a dejarlo en su habitación, le dijo a la institutriz que no dejará que escuchara. Estaba enojado y le diría unas cuantas cosas a los padres de su esposo. La institutriz le puso unos vídeos en su televisión a Soobin para que se entretuviera. Jimin bajó y se puso a lado de Jungkook entrelazo sus manos.

—Mire señora. Sé que es la madre de mi esposo, pero tampoco le voy a permitir que grite en nuestra casa y mucho menos con Soobin presente. —Jimin estaba molesto por la iniciativa de actitud que tuvieron sus suegros.

—¿Tu casa? —La mujer empezó a reír.

—Es correcto, es su casa porqué Jimin es mi esposo y también el padrastro de Soobin. Por favor váyanse y que les quede claro una cosa. —Señaló— No me voy a casar con esa mujer porque quieren hacer más dinero a costa mía. Jamás les importa mi felicidad o la de Namjoon, únicamente quieren hacer crecer más su fortuna. Reitero, váyanse por favor.

Los señores Jeon se miraban indignados, pero tenían otro plan en mente.

—Si no acabas con esta farsa para mañana no vuelvas más a la empresa. Desde ahora no pisarás la empresa ni tú ni tu hermano. Ya basta de estás cosas de estar con hombres, parece que no pueden estar con una mujer como todos los demás.

Escupió con veneno el señor Jeon.

Jimin no sabía que decir, no sabía que llegaría a ese extremo. Jungkook tensó la mandíbula y miró el rostro del peli-rosa que claramente estaba preocupado. Acuno con manos el rostro del peli rosa dándole un suave beso en sus labios, Jimin le correspondió de inmediato se separaron del beso y volteó a ver sus padres.

Este era el apoyo que necesitaban ambos.

—Quédate con tu empresa porque no renunciaré a Jimin solo por no cumplir con sus amenazas. Al fin encontré una persona que me hace sentir bien, que me quiere y adora a mi hijo. Si no quieres que pise más tu empresa, no lo haré. Desde hoy dejó de ser parte de la empresa de los Jeon. Por favor, váyanse de mi casa y no vuelvan más.

Los señores Jeon no pensaron en que su hijo renunciara de verdad, su otro hijo Namjoon hizo lo mismo.

—Bien, si esa es tu decisión nos vamos. —Tomó a su esposa y se marcharon de ahí.

Jimin dejó salir el aire retenido y lo miró preocupado.

— Jungkook no puedes hacer eso por mí no... —el mayor lo interrumpió.

—No te preocupes Jimin, ellos llevan amenazándome con eso desde que se enteraron de que me enamore de un... como ellos dicen, de alguien de clase baja, un hombre. No es la primera vez que lo hacen y hoy por fin me liberé de esa estúpida empresa.

—¿Y qué pasará con tu trabajo?

—Mi exesposo me dejó sus museos de fotografías: Uno está aquí en Seúl y el otro está en Estados Unidos. Créeme son muy populares y dejan mucho dinero —suspiro y beso la frente de su chico peli-rosa— Igual nunca quise estar encerrado dentro de una maldita oficina haciendo lo que no me gustaba.

—¿Y cuál es tu sueño? —pregunta Jimin.

Jungkook lo piensa.

—Siempre soñé con hacer una empresa de videojuegos, siempre me encantaron ese tipo de cosas.

—¿Por qué no haces una pequeña empresa de videojuegos? Empieza desde cero y créeme que tendrás éxito, es más porque no le dices a tu hermano Namjoon, ambos están sin trabajo así que podrían crear su propia empresa.

—Lo pensaré. Por ahora hay que ir a dejar a Soobin al jardín de niños, ya que estoy sin trabajo ¿Te parece si lo llevamos juntos?

—Claro que sí.

Jungkook fue por Soobin y Jimin le mandó un mensaje a Jin diciéndole que lo vería más tarde, a lo que el castaño le dijo que sí porque Namjoon lo necesitaba. Puede ser por lo mismo que le pasó a Jungkook.

Escuchó los pasos en las escaleras y guardó su teléfono, Soobin estaba riendo junto a Jungkook. Soobin estiró sus bracitos para que Jimin lo cargara y salieron como la pequeña familia que eran.

—Escuchaste eso Sara, el señor Jeon renunció a su empresa por ese chico —menciona una de las empleadas.

—Sus padres ya lo tenían harto con lo mismo, así que era cuestión de tiempo para que explotara. —contesta la otra empleada.

—Igual se miran felices. Me alegro de que el señor Jeon se diera una oportunidad con ese chico, parece buena persona y además el pequeño Soobin lo quiere mucho.

—Si lo noté, que bueno yo también me alegro por él.

Ambas se fueron a hacer sus cosas con una gran sonrisa por lo feliz que era su jefe.


Llegaron al jardín de niños y miraron a muchas mamás dejar a sus hijos. Soobin miró a sus papis y les dio un beso a cada quien, mientras las miradas se colocaban en ellos.

—Papá me voy, mis amigos me esperan.

—Claro campeón, pórtate bien. —Soobin asintió.

—Adiós Soobin, te quiero. —Soobin le mando un beso volador y entró.

—Hay que irnos e ir a ver a mi hermano, por lo que entendí él también renunció a la empresa.

—¿Espera y el de que vivirá?

—Él tiene varios bares y hoteles, no te preocupes.

Jimin asintió y dieron marcha hacia el departamento de su hermano mayor.

Unas horas después llegaron al edificio entraron al ascensor y puso el piso donde hermano, llegaron y tocaron el timbre rápidamente abrió su mejor amigo Seokjin.

—Hola, adelante —se apartó mientras les daba paso.

—¿Dónde está mi hermano? —pregunta Jungkook.

—¡Aquí en el sofá!—grito el moreno levantando su mano.

La pareja se sienta y Jin se sentó al lado de Nam tomando su mano.

—No hay que alargar esto —Suspiro con pesadez— ¿También renunciaste? —Jungkook asintió— Demonios en serio que no se puede con ellos, a fuerza quieren manejar nuestras vidas.

—Lo sé, pero igual no dejaría que se salieran con la suya, no dejaría que me volvieran a interferir con mi vida privada.

—Estoy de acuerdo hermano, ¿pero ahora que harás? bueno yo tengo mis bares y hoteles, tú los museos de mí difunto cuñado ¿Pero no harás nada más? —pregunta.

—Jimin medio la idea de crear una pequeña empresa de videojuegos, sabes que siempre ame jugar así que no me sonó mala idea.

El moreno miró a su hermano y porque no hacer eso desde cero, claro que apoyaría a su hermano menor.

—Cuenta conmigo hermano, empezaremos de cero y le demostramos a nuestros "padres" que nunca necesitamos de ellos.

—Sabía que contaría contigo.

Ambos se paran y se abrazan, Jimin y Jin miraban la escena enternecidos. El teléfono de Namjoon suena y estos se separan. El moreno mira el mensaje y borra su sonrisa rápidamente.

—¿Qué pasa?

—¡Mierda Kook!

—¿Es algo malo?

Namjoon le enseña el teléfono a su hermano. Jungkook lo toma empieza a leer y mira a Jimin.

—¿Qué pasa es algo malo? —pregunta su esposo.

—Nuestros padres nombraron a los nuevos jefes de la empresa Jeon' Commpany —dice Jungkook.

—¿Y quiénes son? —cuestiona, Jin.

—Park chanyeol y… —traga saliva y dice:— Min Yoongi.

¿Esto era una broma?



No se olviden de darle estrellita y comentar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro