Día 21: No voy a romperte. 🔞

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—Jeon, tienes visitas—Frunció el ceño mientras miraba al oficial Hwang que tenía sus manos en los bolsillos del pantalón de su uniforme. Se movía inquieto y Jeongguk sabía muy bien que era la abstinencia a la cocaína que le habían obligado a dejar.

— ¿Quién?—Fue lo único que preguntó mientras sus ojos seguían pegados en el oficial.

— ¿Tienes algo para mí? Si lo tienes te doy hasta su fecha de nacimiento—Dijo con esa sonrisa asquerosa que a Jeon tanto le molestaba.

—No tengo una mierda, Hwang—Soltó pasando por su lado y empujándolo.

El oficial apretó las esposas cuando se las colocó en las muñecas. Jeon sonrió porque su cerebro se encontraba tan quemado que no le permitió pensar si las había ajustado bien o no. Yoongi estaba del otro lado, despidiendo a Hwang con una mano y mirando con inquietud a Jeongguk quien frunció su ceño haciéndole una seña con la cabeza cuando este lo tomó del brazo, instandolo a que comenzara a caminar.

—Tienes dos visitas—Dijo. La voz saliéndole ronca y con un deje de miedo—. La primera es quien le provee a Jimin, alguien de tu mafia. Dijo que necesitaba hablar contigo urgentemente, no entendí bien lo que decía porque se oía muy nervioso y asustado—Jeongguk apretó la mandíbula mientras asentía con la cabeza.

— ¿Quién es la segunda visita, oficial Min?—Preguntó viendo el brillo de miedo en los ojos oscuros contrarios.

—Tu problema no es conmigo, así que recuérdalo... Nicolo Capello quiere hablar contigo, dijo que tiene información segura de alguien llamado Narae—Sus puños se apretaron, tanto que pudo sentir cuando los pulgares se le dislocaron, nuevamente. Le llevó unos minutos antes de volver a retomar la compostura y poner recta su espalda, comenzando a caminar.

Joshua estaba detrás del vidrio. Ojeroso, pálido y con los nervios jugando en su contra. Sus ojos se movían por el lugar, demostrándole a Jeon lo asustado que él se enconreaba. Joshua era hijo de una madre coreana y un padre americano, quienes habían encontrado el amor, pero las circunstancias los habían llevado a vivir en un lugar horrible y de mala muerte como muchos le conocían. Joshua no había tenido mucho amor por parte de sus padres, un tiempo después de que él había nacido ambos habían descubierto que no se amaban lo suficiente y cuando su padre volvió a Estados Unidos, su madre decidió aferrarse al alcohol. Josh comenzó a tener malas juntas desde que era muy joven, las drogas lo llevaron a tener momentos en donde se olvidaba de todo lo que había pasado desde su niñez y cuando cumplió catorce había decidido comenzar a traficar, al mismo tiempo en que había conocido a Jeon. El mayor se había convertido en un soporte para él porque lo había dejado entrar a su círculo de confianza, a su familia. Él traficaba para el gran Jeon, a quien toda la ciudad le temía y a quien siempre había visto con admiración.

— ¿Qué sucedió, Joshua?—No tenía miedo de hablar con él porque ya había conocido las peores facetas de Jeon.

Jeongguk sabía que él aún era joven y tenía mucho por delante. Namjoon había hablado mucho con él, tratando de hacer que se alejara de ese mundo y del lado de Jeon, el enfermero quería que optara por tomar otra vida y que estudiara algo que realmente le gustara, algo que amara y que lo hiciera decidir por fin irse del lado de todos ellos. Pero Josh había elegido y siempre supo que su lugar estaba al lado de este imponente hombre que lo miraba con el ceño fruncido, esperando por una respuesta a la pregunta que había formulado con anterioridad. Pero ahora se encontraba tan asustado de decir la verdad del por qué estaba ahí y por qué le había pedido con urgencia al oficial Min que la visita de ese día fuera él.

—J–Jeon—Tartamudeo. El susodicho jugó con el piercing que tenía en su labio inferior mientras comenzaba a mover su pie contra el suelo. Se estaba molestando, lo supo cuando ese sentimiento oscuro se abría paso por su pecho y le hacía apretar los puños con fuerza—, hay un grupo que quiere desmantelarnos—Soltó un tiempo después, turbado por toda la situación.

— ¿Qué grupo, Joshua?—Y ese tono que él utilizaba era tan aterrador. Bajo, ronco y sumamente oscuro que lograba que cada terminación nerviosa de su cuerpo se pusiera en alerta.

—El... de los Capello, señor. Ayer en la noche su jefe vino a hablar conmigo y me dijo que conoce muchas formas para desmantelar el negocio. Quiere hacer un trato, si acepto él no me mandara a prisión. Pero sabe muy bien que soy fiel a usted y que nunca intentaría traicionarlo de esa forma, no pienso hacerlo en ningún momento. Solo quería venir a decirle esto.

— ¿Por qué estás tan asustado?

Jeon conoció el miedo cuando era niño más ahora no sabía cómo en realidad podía a llegar a ser. Él sabía a la perfección cómo reconocerlo en los demás, le era fácil decir cuando una persona estaba aterrada porque a pesar de que de adulto no volvió a saber lo que era, sus víctimas se lo mostraban siempre que él realizaba uno de sus más espantosos trabajos. Y en ese momento Josh estaba tan aterrado que había comenzado a temblar.

—No es eso. No estoy asustado.

Y mirando más de cerca Jeon pudo descifrar qué sucedía. Le dio una sola mirada antes de apretar la mandíbula. Joshua estaba sufriendo del síndrome de abstinencia a la heroína. Su poca experiencia en la carrera de medicina y haber tratado con adictos la mayor parte de su vida le hacía darse cuenta de la abstinencia que estos tenian con tan solo ver los signos que presentaban. Joshua había sido adicto a la cocaína desde que tenía quince años y después de un tiempo, y de pasar por varias sobredosis de las cuales se había salvado, alguien le había dado a probar la heroína y de ese lugar no había podido salir a pesar de que hubieron muchas veces en que lo intentó.

—Deberías—Dijo Jeon antes de levantarse de su lugar y mirarlo fijamente, haciéndole saber que no estaba bromeando ni nada por el estilo porque no sabía hacerlo—. Si no quieres que ese hijo de puta esté detrás de tu culo deberías tomar el consejo que Namjoon te dio hace un tiempo e irte de la ciudad. No me interesa si sigues a mi lado o no, tú sabes bien que no tienes que traicionarme porque te iré a buscar y te haré sufrir como esa vez que quisiste robarme ¿lo recuerdas?—Josh sonrió con sarcasmo y asintió mirando su mano izquierda en donde faltaban dos de sus dedos.

Sin decir nada más, Jeon se retiró de esa sala mirando a Yoongi a los ojos, intimidandolo con ese gesto porque bien sabía que adonde se dirigía en ese momento se encontraba una mierda de persona como Nicolo Capello, lo era.

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Nicolo sonrió con algo de burla por él estar detrás de un vidrio reforzado y libre, no como Jeon que se encontraba en ese lugar de mierda deseando por un día de libertad. El hombre entró al lugar siendo grande e impotente con la mirada oscura y el ceño fruncido, estaba enojado, su aura era asfixiante e incluso él estando del otro lado podía sentir como los escalofríos recorrían su cuerpo.

—Jeon... come stai?—El susodicho sonrió con sarcasmo mientras sentía la mirada azulada e insistente del hombre sobre él.

— ¿Vas a hablar en tu estúpido idioma? ¿Qué mierda quieres?—Su cabeza había comenzado a pensar mucho más mientras la oscuridad parecía consumir cada parte de su alma, su corazón, su cuerpo entero. Que este imbécil viniera a verlo sabiendo que los problemas entre ellos no tenían ni un ápice de intención en arreglarlos. Jeon lo escucharía, pero eso no significaba que dejaría su plan de ir tras él en cuanto saliera de ese lugar.

—Sé dónde está tu puta—Jeongguk endureció la mandíbula, un músculo saltando en su mejilla mientras sus puños volvían a apretarse, ya sin preocuparse realmente si sus pulgares se dislocaban o no—. ¿Creíste que ibas a esconderla por siempre como la pequeña princesa que crees que es? Me encantaría terminar lo que mi padre empezó con ella...—Jeon sonrió y sonó su cuello tratando de calmar la ira que parecía crecer cada vez más. Nicolo se mordió el labio inferior mientras veía la reacción que este hombre estaba teniendo con solamente mencionar a esta muchacha que él no conocía, pero sus hermanos sí—. Humm, Narae. ¿Chupara bien mi polla?

Jeon se quedó en silencio, las esposas cayendo al suelo, levantándose de golpe, la silla siendo arrastrada hacia atrás con un ruido molesto que alertó a Yoongi detrás de la puerta. El hombre, puso sus grandes manos en el pequeño espacio de madera que sobresalía del espacio que lo separaba de Nicolo. Apoyó su frente contra el vidrio mientras una risa salía desde lo profundo de su pecho, baja y ronca. El oficial Min intentó entrar, pero una sola seña del recluso le dio a entender que si daba un solo paso dentro él se encargaría de asesinarlo en cuestión de segundos. Sus ojos, maldición, sus ojos y la oscuridad de estos dejó sin habla a Nicolo, borrando la sonrisa que jugaba en sus labios antes de tragar con fuerza.

—Nicolo—Dijo con la voz ronca, apretando la madera con fuerza—, no te atrevas a intentar una mierda con Narae ¿me escuchaste? ¿Quieres que salga de aquí? ¿Me quieres afuera? ¿Quieres que vaya por ti de la forma en la que fui con tu padre? ¿Mhm?—Enarcó una ceja, la sonrisa tenebrosa tocando sus labios—. ¿Quieres que arranque tus dientes y corte tu lengua como lo hice con tu papi? ¿Te gustaría tener un tubo caliente dentro de tu boca, mientras disfruto del sonido que hacen tus mejillas al pegarse contra este? También puedo llegar a ti y cortar los ligamentos de detrás de tus rodillas para que no vuelvas a levantarte, puedo cortar tu asquerosa polla y dársela de comer a los cerdos. ¿Qué quieres de todo lo que hice con tu padre? Porque tengo muchas ideas pasando por aquí en este momento—Tocó con su dedo índice su sien mientras se removía inquieto en su lugar—. Has algo y voy a enterarme, Nicolo. Y no voy a descansar hasta tenerte en mis manos, de la misma forma en que tuve a tu padre. ¿Sabes lo divertido que fue que los cuervos comieran sus ojos? ¿La forma en la que él gritaba y me rogaba, llorando, que por favor lo asesinara de una vez? Piqué su corazón, tanto tiempo hasta que por fin se paró y murió como la puta rata que era. ¿Quieres eso, Nicolo? Porque con gusto lo haré.

Nicolo se quedó en silencio, el sudor frío cayendo por su columna vertebral. La garganta la sentía seca mientras su azulada mirada se cruzaba con la oscura contraria que parecía fluctuar con un suave fuego, no brillaba, pero parecía tener un destello rojo que le helaba los huesos. Le aterraba. Jeon le aterraba tanto que parecía estar a punto de ponerse a llorar en cualquier momento. Su padre estaría tan avergonzado de que él se sintiera intimidado con este hombre menor a él.

—Tómalo como una amenaza o como más quieras, pero si me llegan a decir que has intentado aunque sea una mínima cosa y voy a ir detrás de ti. Recuerda, Fabrizio perdió dedos importantes por querer tocar a mi chico.

Fue lo último que dijo antes de salir furioso del lugar, chocando el hombro de Yoongi en el camino logrando que este se quejara por la brusquedad, pero tampoco dijo mucho más porque temía por su vida, su integridad física y no estaba dispuesto a enfrentar a ese tipo, a ese diablo que parecía dispuesto a todo.

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Las escenas a continuación son +18 si no son de tu agrado te pido amablemente que dejes de leer.

Jeongguk estaba tan molesto mientras caminaba de nuevo a su celda, apretando los puños a sus costandos mientras se clavaba las uñas en su palma tratando de que eso lo trajera nuevamente a la realidad. Jugaba con el piercing de su labio inferior, mordiendolo con sus dientes la barra de metal, estirandolo hasta sentir el dolor, hasta poder estabilizarse un poco.

Sus pasos se detuvieron frente a la ventana que dejaba ver hacia adentro. Taehyung estaba ahí, sin la parte superior del uniforme mirando probablemente la herida que tenía en su abdomen. Sus ojos se pasearon por la curva de su cintura para luego posarse en sus botones oscuros, uno decorado con una barra plateada, mordió su belfo. Él podía, implícitamente, calmar todo el tumulto de emociones negativas que sentía muy arraigadas en su pecho, molestandole e incitandolo a querer realizar tantas cosas malas. Se sintió duro con tan solo esa imagen, la ropa interior se apretó demás haciéndolo hacer una mueca porque no quería entrar a ese lugar, no quería hacer algo que podría lastimar a ese bello ser de piel dorada que parecía tener brillos bajo la tenue luz de la celda.

Se giró sobre sus talones y salió de ahí.

Namjoon notó el rostro de Jeon y la seña que le hizo para que saliera de la enfermería y lo dejara solo. El fiscal Choi no se econtraba y él solo dio un pequeño asentimiento antes de retirarse a, seguramente, tratar de entablar una conversación ambigua con algún policía que se encontrara lo suficientemente aburrido para hablar con él.

Fue directamente al baño cuando se aseguró de echar seguro a la puerta de entrada. Encendió la ducha y se quitó la ropa.

Estaba duro, con solo observar a Taehyung de esa manera. Suspiró cuando tomó su pene entre su mano derecha, escupiendo y con su dedo pulgar deslizando la saliva desde su glande a todo el largo de su falo, acariciando la punta roja antes de dar una jalada brusca que lo hizo sisear entre dientes. Se metió bajo el agua tibia y se acarició, cerrando sus ojos mientras imagenes de Tae venían a su mente con un molesto toberllino de fogosidad que se expandió desde su vientre bajo hasta sus bolas. Se masturbó lento, suave, antes de jalar fuertemente y gemir en alto.

Mhm—Soltó lamiéndose los labios rojos e hinchados por haberlos estado mordisqueando.

Se imaginó a Taehyung gimiendo en su oreja mientras se empujaba dentro de él, gritándole por más y rasguñando la carne de su espalda. Él quería poner sus manos en esa perfecta y gruesa carne de sus muslos, apretarlos fuertemente para luego esparcir besos y mordidas, quería tanto marcar esa parte de su cuerpo. Lo quería de rodillas, montandolo, gritando su nombre. Lo quería tanto y de tantas formas posibles que lo estaba volviendo loco.

Gimió, alto y fuerte.

Quiso gemir su nombre, pero se abstuvo. Lo quería en cuatro con su torso apoyado en el suelo y su culo levantado para él mostrando esa preciosa entrada que se contraía con cada nalgada que él le daba, quería ver esa carne redonda y suave marcada por sus manos, roja e inflamada por él. Se lo haría duro como le gustaba, luego lento e intercalaria hasta volverlo un manojo de gemidos, hasta verlo perlado en sudor con sus ojos poniéndose en blanco, seguramente pararía y saldría de él para simplemente torturarlo y ver por él mismo como Taehyung movía sus caderas por sí solo anhelando la unión tan deliciosa y el como sus pieles chocaban cada vez que entraba profundo.

Giró su muñeca suavemente y cerró fuertemente los ojos mordiendo su labio con fiereza sintiendo el sabor metálico característico de la sangre. Tomó sus bolas con la izquierda jugando con estas a medidas que su mano se movía de arriba hacia abajo con lentas rotaciones de muñeca. Delineó con sus pulgar sus propias gruesas venas, imaginando que era la lengua de Tae, paseándose por todo su falo.

Él quería tanto comerse su gordo culo. Morder sus nalgas, separandolas para posteriormente jugar con su lengua en su entrada, ingresando esta y sacándola, queriendo escuchar que Tae no quería su músculo si no su polla y él disfrutaría tanto haciéndolo lloriquear y rogar porque lo embista. Lo haría atragantarse con su polla, dejaría que lo tragara hasta la empuñadura con sus ojitos mieles llenándose de lágrimas al tener su gran tamaño dentro de su boca.

Ah. Mhm—La hermosa imagen de Tae, sobre sus rodillas esperando por su esencia con sus labios entreabiertos y la lengua afuera lo tenían en un hilo mientras sentía la contracción en sus bolas y el tirón en su bajo vientre—. T–Tae...—Dijo cuando se vino en largas tiras de semen, manchando la pared de azulejos que tenía la ducha.

Apoyó las manos contra los azulejos y luego la frente, sintiendo el contraste del frío con su cuerpo y rostro caliente. Su respiración agitada y pesada.

Él no se sentía él.

¿Masturbarse mientras pensaba de esa manera en alguien más? Nunca lo había hecho, incluso cuando era más joven no se había visto en la necesidad de hacerlo. Pero Taehyung... lo estaba volviendo tan loco, un demente de él, un adicto de ese cuerpo tan maravilloso que tenía. Quería embriagarse de él, de su personalidad, de sus caricias e incluso de sus besos. Quería más y más, sabiendo que nunca podría conformarse y él ese momento con la mirada pérdida, pero las pupilas dilatadas se dijo que sí, haría lo que fuera para conformar a Taehyung por ser... simplemente él.

Salió cambiado de la enfermería, gotas de agua cayendo de su cabello húmedo mientras tenía un lugar fijo al que ir.

No voy a romperte—Fue lo que dijo tomando de sorpresa y de sus mejillas a Tae que lo miró con el ceño fruncido sin entender su actitud. Pero aceptó gustoso el beso que le estaba brindando, de esos labios algo gruesos y color cereza que mantenía una lastimadura en casi la esquina de estos.

Lo abrazó con fuerza fundiéndose en el caliente pecho de Jeon, llenándose de su aroma porque últimamente le encantaba oler a él. Y lo aceptó, con todo y sus demonios, con esa actitud hosca que a veces parecía sacarlo de quicio, pero que podía convertise en este gran oso cálido que lo tenía en el cielo mientras lo besaba de esa manera. Tae lo aceptó y le dijo que no tenía pensado irse porque realmente decía la verdad.

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¿Últimamente están medio soft los capítulos? No sé, los siento de esa forma. No era tan +18 como pensé, pero no sé díganme ustedes qué les pareció.

Leo teorías acerca de la historia acá:

No tengo mucho para decir, stream PTD y espero que el capítulo sea de su agrado.

Hoy a la hora que me levante (son casi las 3 am en Argentina) me voy a poner a hacer un trabajo y ya que voy a estar con la PC, voy a estar realizando las dedicaciones atrasadas así que atentis a eso.

Si me desaparezco es porque voy a estar estudiando quedan alrededor de 2 semanas para mi primer parcial en la única materia que me dejan cursar y es presencial por lo cual tengo que ponerme las pilas con esto. Y también no sé si es mi medicación fallando o qué, pero últimamente me estoy sintiendo exhausta tanto física como mentalmente además de que el tiempo pareciera realmente no alcanzarme para nada. Espero solucionar este problema lo antes posible porque estoy harta de sentirme así.

Cuídense y descansen. Tomen mucha awita y les amo♡


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