Advertencia | Se tocan temas demasiados sensibles, los cuales pueden ser desagradables para algunas personas. Te pido discreción y si esto no te gusta, lo mejor va a ser que dejes de leer.

Jimin le quitó el envoltorio a la paleta de fresa mientras se sentaba en una de las mesas, frunciendo un poco el ceño cuando notó el movimiento de policías que había esa mañana en la prisión. Había querido hablar con Yoongi, pero desde que se había levantado es que no lo había visto y aunque había preguntado por ahí, solo le habían respondido con que el oficial Min ese día tenía una importante reunión con el director de la prisión porque al parecer un nuevo reo venía al lugar y necesitaban saber en qué pabellón sería puesto, ya que en ese, tenían varios lugares libres. Jimin lo sabía, que al lugar donde lo traerían sería a ese pabellón, era el que menos reos tenía y por lo que sabía, los otros estaban ya algo llenos, el movimiento de oficiales también le hizo darse cuenta de la situación; El nuevo reo había hecho algo muy jodido.

Taehyung dejó su libro sobre la mesa antes de sentarse a un lado de Jimin, quien lo miró con esa pequeña sonrisa en sus gruesos belfos, como si supiera algo que él no y no quisiera contarlo.

— ¿Qué sucede?—Preguntó el rubio arreglando las ondas que caían por su rostro. Le robó algunos dulces a Jimin y este le frunció el ceño, tratando de parecer enojado, pero la realidad es que era la cosita más tierna que Tae había visto en mucho tiempo.

—Hum verás, el movimiento de policías es jodido en cuanto llega un reo que ha hecho algo... ¿feo?—Su apariencia de cuando no sabía como expresar algo tenía a Taehyung embelesado. No podía ser que este muchacho, de su misma edad, pudiera causar tantas cosas y hacer tantas tiernas expresiones de las cuales nunca había visto en otra persona—. Puede ser por asesinato, abuso o un robo grande—Encogió sus hombros y Tae hizo una mueca.

Los policías comenzaron a dispersarse mientras estaban atentos a cualquier movimiento que los reos hicieran. Esa mañana entraron tres nuevos reclusos, los cuales dos se veían muy fuera de lugar, pero otro tenía una sonrisa altanera en sus labios y ambos muchachos lo notaron en el momento que los oficiales le sacaron las esposas. Se sentó en una mesa frente a ellos y mientras Tae enarcaba una de sus cejas, este muchacho que no se veía más mayor que ellos, lo miró fijamente.

— ¿Qué me miras, puta?—Preguntó y Taehyung quiso poner sus ojos en blanco, pero se resistió lo más que pudo para retener ese gesto—. ¿Quieres pelear o quieres mi verga?—El rubio terminó por desviar la mirada mientras hacía un ruido bajo con su boca, molesto de la reacción que ese imbécil había tenido porque simplemente había puesto sus ojos unos segundos en él.

— ¿A quién tenemos acá?—Preguntó Jeon detrás del nuevo recluso con voz ronca y petulante, había llegado al comedor hacía unos pocos minutos y con la intención de escuchar qué tenía él para decir se ubicó en sus espaldas—. ¿Es el niño de papi y mami con problemas de ira que asesinó a sus amigos? Sí, Lee, eres tú. Leí tu archivo y sé lo que has hecho, te diré las reglas y tú las respetaras—Dijo y su gran mano fue a la nuca de Lee antes de que con fuerza la empujara y aplastara su rostro en la mesa de acero—. ¿Ves al rubio precioso de allá? Es mi chico y no quiero que intentes sobrepasar ningún límite. Con Hada tampoco ¿bien? Si desobedeces algo, tus demonios internos no serán los únicos que te torturen—Dijo en el oído contrario. Lee tuvo escalofríos mientras trataba de zafarse del agarre que el mayor tenía sobre su nuca—. Soy Jeon, no es un gusto conocerte. Estás advertido y si llego a saber que has querido pasar un mínimo límite, me tendrás torturandote y haciéndote las peores cosas que te puedas imaginar—Con su dedo índice golpeteo fuertemente la sien derecha del muchacho que nuevamente, intentaba liberarse del agarre que tenía Jeon sobre su cuello, sus dedos clavándose en la piel haciendo una presión sumamente fuerte.

—Mierda, sueltame imbécil—Jeongguk sonrió y Tae se tomó la frente antes de negar con su cabeza, Jimin a su lado rió.

—Dejalo, el nuevo deberá aprender como todos lo han hecho. A Jeon le temen la gran mayoría de quienes están en este pabellón, nadie se mete con él y mucho menos se burla de sus advertencias, son cosas que no deja pasar. Si alguien se sobrepasa contigo, él no se detendrá hasta hacerlos sufrir de la peor de las formas y lo sabes.

—Sí, pero odio cuando se comporta como un idiota posesivo de esta forma—Jimin lo miró como si supiera tantas cosas antes de que una sonrisa burlona surcara sus gruesos belfos—. ¡No pongas esa cara! ¿quién no ama ser posesivo en la cama? Amo que me dominen, pero fuera de la cama no soy de nadie y me pertenezco a mí mismo. No soy una propiedad ni una cosa para que alguien venga y me diga que soy de él.

—Jeon es muy posesivo con lo que quiere y ya debes de saberlo a eso, pero creo que desde que tú has llegado él sabe cuándo comportarse como un simio posesivo y cuándo no. Claro que a todos nos gusta ser posesivos o sumisos, te contaré un secreto—Se acercó más a Tae y sonrió antes de tomar sus manos entre las suyas, mirarlo a los ojos y decir—: A Yoongi le encanta cuando lo domino estando en la cama y tomo el control de todo—El rubio cenizo se mordió el labio inferior con fuerza antes de encoger sus hombros y desviar su atención al ver que Jeon estaba cada vez más cerca de ellos. Le hizo una seña a Taehyung para que no dijera nada, sonriendo ambos cómplices de lo que sabían—. ¿Qué sucedió?—Preguntó cuando vio el ceño fruncido del mayor.

—Ingresaron cuatro, ellos tres y otro que está con el director Mang. Ya está marcado—Miró a Jimin que hizo una mueca sabiendo bien lo que eso significaba y era la peor mierda que podía suceder ahí dentro. Taehyung los miró sin entender la mayoría de cosas que sucedían dentro de la prisión—. No creo que quieras saber el por qué está marcado—El mayor fijó su mirada oscura en la contraria que, a pesar de que no decía nada, le pedía implícitamente que le contara qué sucedía y por qué el nuevo recluso estaba marcado—. Puedes entrar aquí por muchos motivos, pero cuando haces un robo grande los oficiales te marcan, diciéndoles a los demás reclusos el por qué estás aquí adentro; La mayor parte del tiempo cuando eso sucede, eres alguien importante dependiendo de cuál banco has sido capaz de robar, no aceptan a imbéciles que roban carteras o celulares, no eres importante. Pero... este reo, él está marcado porque abusó y asesinó a una niña de dos años—Taehyung tragó saliva, duro y fuerte, una pelota de golf poniéndose en su garganta y el asco que sintió por esta persona le hizo tener arcadas al punto de querer vomitar—. Los reos que se enteraron del por qué está marcado, están enojados y le harán sufrir lo mismo que esa niña sufrió. Mang no quería hacerlo, pero los oficiales ya lo marcaron. Le haré comer su propio pene—Murmuró lo último mientras apretaba los puños.

Por debajo de la mesa, Tae entrelazó sus dedos con los de Jeongguk quien lo miró unos segundos antes de curvar solo un poco, la esquina de sus labios. Y mientras ambos se metían en su mundo y Jimin parecía escupir estúpidos arcoiris por lo lindos que ellos eran, recordó lo que había estado ocultando hacía unas horas.

—Hum... he pedido que reduzcan mi sentencia—Soltó jugando con sus manos mientras sus ojos se movían por todos lados. Tae soltó un pequeño chillido de felicidad mientras que Jeon lo observó unos segundos antes de volver su atención al lindo chico que tenía a su lado.

— ¿Y cuándo te vas?—Tae le prestó toda la atención porque que Jimin por fin se fuera de ese lugar para comenzar una nueva vida, era lo mejor que podría haber escuchado, la mejor noticia recibida.

—En un mes, puede que antes. Dependiendo de lo que le digan los jueces al director Mang, pero me aseguró que en un mes estaba afuera.

— ¡Te felicito, Minie boo!—Dijo mientras lo abrazaba suave antes de dejar un sonoro beso en una de las mejillas. Jeon a su lado desvió su mirada antes de jugar con el piercing de su belfo inferior, sus ojos ahora clavados en Lee que seguía mirándolos con odio molesto.

Mientras Tae y Hada seguían habalndo en su mundo, Jeongguk en su cabeza estaba haciendo un plan, tan jodido al cual le tenía muy poca fe, pero de su lado tenía a la mejor persona en ser sumamente sigiloso para trabajar.

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Taehyung no dijo nada cuando Jeon salió de la celda sin decirle mucho y simplemente aclarando que estaría hablando de algunas cosas con Namjoon en la enfermería. El camino de Jeongguk se desvío a las duchas, mientras algunos oficiales lo saludaban con un gesto de su cabeza y veía el aglomeramiento que habían formado los reos.

—Aún no terminamos, Jeon—Dijo alguien con una sonrisa malvada en sus labios, él asintió y volvió a retomar su camino a la enfermería.

Namjoon ya estaba dentro cuando llegó, mirando algunas cosas en una carpeta mientras murmuraba insultos por lo bajo, molesto por ser quien tenía que hacer el inventario de ese mes. Dejó todo a un lado cuando Jeongguk se sentó frente a él, siento tan cauteloso como sabía serlo mientras de vez en cuando miraba al fiscal Choi de reojo asegurándose que no estaba tratando de escuchar nada de lo que ellos hablaban.

— ¿Tienes todo preparado?—Preguntó el menor mientras sus ojos iban al enfermero que cruzó sus brazos sobre su pecho.

— ¿Estás seguro que quieres que haga esto?—Jeon asintió con la cabeza—. ¿No será la misma mierda, Jeongguk?—El susodicho enarcó una ceja mientras negaba con su cabeza—. Estas queriendo que me deshaga del nuevo jefe de los Capello, como tú hiciste hace un tiempo atrás. ¿Qué nos asegura que luego de esto, cuando asuma alguien más el poder de la mafia, no volverá a molestar?

—Porque así como nos deshicimos del padre y dos de sus hijos, podemos enfrentarnos a quien sea y recuerda que nunca estamos solos porque todos esos para los que alguna vez trabajé, nos siguen debiendo muchos favores que aún no cobré—Encogió sus hombros y Nam asintió, estando de acuerdo con él—. Tú eres el más apto para hacerlo, tú sabrás quien será el mejor para ayudarte de afuera. Eres sigiloso, eres bueno con los cuchillos y también sabes en donde pegar en el punto justo para desmayarlos, no puedo pedir más, Namjoon.

El enfermero hizo una mueca con sus labios a pesar que se sentía sumamente alagado por lo que su jefe decía. Pero de igual forma había otra cosa más que le estaba molestando además de deshacerse de Nicolo.

—Escuché de los oficiales que han entrado cuatro nuevos reclusos y uno de ellos está marcado—Jeon asintió—. ¿Qué sucederá?

—Le harán pasar por lo mismo, pero tendrá que soportarlo cincuenta veces y luego entraré yo. Haré que se coma su propio pene, luego de haberme divertido un poco. Hum... ¿Qué puedo hacer? ¿Le arranco los dedos o sus dientes? También puedo cortarle la arteria femoral y ver cómo se desangra frente a mí, o también puedo picar su corazón. ¿Tienes algo bueno aquí que me puedas dar?

—No—Dijo mientras acompaña esa negación con un movimiento de cabeza.

U

n golpeteo en la puerta de la enfermería llamó la atención de ambos e incluso la del fiscal Choi que se encontraba hasta el fondo. Un oficial ingresó y le hizo una seña a Jeon que se levantó de su lugar mientras sonreía a gusto. Salió de la enfermería y caminó hasta las duchas en donde algunos reclusos iban saliendo del lugar, sonrisas satisfechas en sus rostros mientrss hablaban de como el nuevo había llorado y rogado porque pararan de una vez. Yoongi con una mueca miró a Jeongguk antes de dejar algunas cosas que sabía él utilizaría.

—Por favor, no más—Lloró el recluso nuevo estando en el suelo en posición fetal, sus pantalones abajo mientras perdía algo de sangre. Jeon sonrió.

— ¿Por qué? ¿Crees qué mereces seguir vivieno luego de lo que has hecho?—Preguntó poniéndose de cuclillas a su lado—. Le arruinaste la vida a una inocente, no creo que merezcas más que esto. Así como ella sufrió, tu dolor será diez veces peor ¿sí? ¿Qué tan mal tienes que estar de la cabeza? ¿Y qué tan hijo de puta tienes que ser para reírte en la cara de los padres cuando te dieron la sentencia? Vamos, contéstame—Dijo mientras lo pateaba en su pierna izquierda haciendo que grité mientras sus manos temblaban de dolor—. Estoy molesto por creerte una gran persona cuando no fuiste más que un demente, un hijo de puta que acabo con la vida de una niña que tenía toda una vida por delante, ¿sabes quién te marcó? ¡¿Lo sabes?!—El fuego refulgio en sus ojos oscuros mientras el recluso lo miraba unos segundos antes de que lágrimas gruesas cayeran por sus mejillas—. No voy a compadecerme de ti, ni ahora ni cuando estés gritando porque te asesine. ¿Te gustó que más de cincuenta reclusos te follaran? Seguramente te desgarraron y nada me da más placer que verte sufrir, hijo de puta.

Lo dio vuelta en un brusco movimiento mientras el otro lloraba por el dolor que le causaba siquiera levantar su brazo. Jeon apretó su rostro mirando sus dientes con máximo entrenamiento antes de tomar una pinza y arrancar un diente frontal de un solo tirón, sonriendo con placer y burla cuando el reo lloró con fuerza, queriendo alejarse de él. Jeongguk fue brusco mientras le abría la boca e iba arrancando varios dientes a la vez, haciendo que los escupiera cuando se lo pedía.

—Ah, ah, no te duermas—Dijo mientras daba golpes en su mejilla derecha para que abriera los hinchados ojos.

Lo siguiente que Jeon hizo y porque era algo que siempre hacía, fue tomar sus manos y arrancar sus uñas mientras pensaba lo que podía hacerle a continuación.

—La gente como tú, realmente no merece vivir—Soltó mientras tomaba un bisturí y sonreía, le bajó los pantalones por completo antes de ubicarse frente a su miembro—. Prometí que iba hacerte comer tu pene y es lo que pienso hacer. ¿Morirás? Tal vez, pero voy a hacer todo lo posible para que sobrevivas y sufras todo lo que te resta de vida, replanteandote la mierda que has hecho, haciéndote preguntar dos veces si ser un enfermo como tú fue bueno porque bien sabes que no lo fue y me das asco—Hizo un corte en su pierna derecha, asegurándose que no fuera demasiado profundo, pero sí lo suficientemente para que sangrara y el líquido caliente y color escarlata se chorreara—. Yo soy un hijo de puta y ya debes de saberlo a la perfección, pero nunca tuve la cabeza tan llena de mierda para hacer una cosa como tú has hecho. Los infantes no se tocan, imbécil.

Unos minutos después, cortó el pene del tipo haciendo los cortes justo donde sabía, escuchando los gritos, deleitándose con los lamentos que salían de su boca antes de colocar su miembro en esta, escuchando como comenzaba a ahogarse y sabiendo que no podía moverse por el dolor que sentía en todo su cuerpo mientras hacía un mínimo movimiento como era el de tratar de levantar uno de sus dedos magullados. Con una sonrisa de suficiencia, Jeon salió de las duchas observando como un grupo de oficiales ingresaban a las duchas unos segundos después, él se movió a la enfermería y tomó una ducha antes de mirar a Namjoon unos segundos.

—Tengo todo preparado, ¿quieres que lo haga mañana?

—Sí, deben de enterarse lo antes posible de todo esto. Con esto dejaran de molestarme. Soy Jeon el rey, nadie puede conmigo.

—Sabes que después de esto, podrás irte de la prisión porque nadie se atreverá a tocar a Taehyung—Murmuró sabiendo que la respuesta que obtendría sería la de que se quedaría ahí porque por más que no quisiera admitirlo, Jeon estaba sintiendo mucho más que solo una leve atracción por el rubio.

—Y bien sabes que mi respuesta es la de que no lo dejaré aquí, nunca sabes cuándo cualquier imbécil tendrá los huevos para hacerle daño con tal de querer saber algo de mí.

—Sabes que Tae no dirá nada.

—Así como sé que lo lastimaran por simplemente creer que él está mintiendo y que no quiere decir nada de mí o incluso de nosotros, aún cuando no sabe nada de nada.

—Lo sé, entonces has lo que quieras. Tú sabes por qué debes quedarte y cuánto es que lo quieres a Tae para hacer esta clase de cosas. Ya no puedes negarlo, Jeon. Él te gusta más que cualquier cosa y harías por él cosas que no harías por nadie más.

—Escucha, Namjoon... Sí, podré sentir por él cosas que con nadie más he sentido e incluso empecé a conocer sentimientos que ni sabía que podría tener por él, pero ambos sabemos que Taehyung no se quedará a mi lado una vez que salga de aquí. Él podrá prometer mucho, pero cuando conozca realmente lo que es mi vida, no dudará dos veces en correr.

—No lo creo de esa forma, creo que él en verdad te quiere. Y es la primera vez que una persona se interesa así en ti, más allá del dinero, más allá de los rumores, él parece realmente estar enganchado contigo simplemente estás negado a aceptarlo porque crees que no lo mereces.

Ninguno dijo nada por un buen tiempo y Jeon se retiró de la enfermería dejando a Namjoon hablando prácticamente solo y odiandolo cuando hacía eso, no admitir y simplemente escapar.

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Lamento la tardanza, pero tuve una semana bastante movida y no pude quedarme quieta para poder escrbir aunque fuera solo un poco.

Spoiler: el capítulo 33 va a cerrar por fin el arco de los italianos, pero como bien saben, hay cosas peores que ellos. Namjoon va a ser nuestro protagonista el capítulo que viene y por fin vamos a conocer un poco más de él. Puede que haya NamHope, pero no va a ser una relación bonita porque hay cosas que Nam tiene que dejar para no arrastrar a la ruina a quienes lo rodean.

Estamos a un poquito menos de la mitad de la historia y realmente aprecio todo el amor que le dan, cada comentario y voto. Muchas gracias por darle de su tiempo a 60DP♡

Espero el capítulo haya sido, dentro de todo, de su agrado.

Cuídense♡