Día 36: Reaparición.

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Namjoon soltó un suspiro y negó con la cabeza mientras avanzaba más rápido por el pasillo extensamente blanco y molesto. Cada martes, cada día libre que tenía en la prisión, iba hacia el psiquiátrico en donde se encontraba Narae. Salía muy temprano en la mañana de su hogar y llegaba unos minutos antes de que el horario de visita comenzara. Hoy había llegado unos minutos tarde y la muchacha de cabello oscuro, piel blanca y sonrosados labios lo miraba asustada mientras se tiraba a sus brazos.

—Creí que no ibas a venir—Dijo ella con ese tono de voz chillón y aniñado.

—Pero aquí estoy—Murmuró separándose del abrazo apretado que le estaba brindando—. ¿Cómo estás?—Observó a las enfemeras rondar por el lugar y trató que la tensión en sus hombros se desvaneciera un poco.

—Estoy bien, ¿tú estás bien? No te ves bien. ¿Cómo está Jeonggukie? ¿Y su novio? ¿Puedo saber su nombre?—El enfermero hizo una mueca por las incontrolables preguntas que salían de la boca de la muchacha. Sus ojos de dragón viéndose algo cansados—. Lo siento, lo siento.

—Yo... estoy bien, eso creo. Tu hermano está, perfecto diría yo. Y su novio... no sé si realmente pueda llamarlo de esa manera, ¿puede que sea su amante? Probablemente. Tengo su permiso así que te diré como se llama y qué edad tiene. Su nombre es Taehyung y tiene 26 años.

— ¿Puedo saber más de él? Parece ser una buena persona y yo nunca he escuchado a Jeonggukie tan feliz como lo está ahora. Él siempre pareciera estar molesto con la vida en sí y no tiene que ser de esa forma, sé que muchas veces se siente culpable con lo que sucedió, pero no fue su culpa ni tampoco la mía. Papá tuvo mucho que ver en todo eso—Murmuró mientras desviaba sus ojos oscuros unos segundos.

—Sí, yo lo sé, Narae. Pero tu hermano no, hay veces en la que pareciera que no entiende que todo ese problema se inició por culpa de JeongSu. Aunque no te preocupes porque de a poco está entendiendo muchas cosas que antes no sabía ni qué eran—Narae asintió con una pequeña sonrisa bailando en sus sonrosados labios, jugó con sus manos un momento antes de morder su belfo inferior con fuerza—. ¿Hay algo que quieras decirme?

—Hum... no mucho. Hace unos que están dejándome salir al patio después de tanto tiempo y en la tarde mi psiquiatra dijo que según cómo me vea, puede darme un plan de salidas transitorias.

—Eso es muy bueno, Narae. Es bueno escuchar eso, una muy buena noticia. Jeongguk va a estar muy feliz de escucharlo.

—Nam...—Dijo, su tono de voz sonando algo preocupado— no me siento preparada para irme.

— ¿Lo hablaste con la doctora?—La muchacha negó con su cabeza.

—Iba a hablarlo con ella hoy en la tarde, decirle que no me siento preparada para dar ese paso y no porque tenga miedo a la interperie si no más bien... porque no hay nada para mí fuera de aquí.

— ¿Por qué dices eso? Está tu hermano afuera, aunque ahora esté en prisión. Estoy yo y los demás chicos, sabes que ha pesar de que Jeon no les ha permitido tener mucho contacto contigo, el poco que han tenido te han sabido querer como si fueras su hermanita—Narae rascó la parte trasera de su nuca mientras encogía sus hombros.

Ella estaba consciente de que había personas afuera que realmente la querían, pero dudaba mucho que se mereciera todo ese cariño luego de la clase de persona que había sido y la forma en la que se había comportado. Más sabía bien que ese había sido su molesto y pesado pasado del cual había hecho mucho para separarse. Ya no era esa Narae que le encantaba la atención de todo el mundo y la cual usaba sus manipulaciones para lograrlo. Ya no era esa Narae que le encantaba pelear con Jimin por su hermano, es más, le debía una gran disculpa al muchacho por comportarse de esa forma como si ella fuera la única que necesitaba de la atención contraria y él no. Ya no usaba sus manipulaciones para beneficio propio porque había aprendido lo mal que eso estaba y que las pocas cosas que su padre le había enseñado ninguna había sido buena.

—Y–Yo lo sé, pero voy a seguir tratando con eso. Voy a hablar con mi doctora acerca de eso y... no le digas nada a Jeongguk ¿bien? Quiero prepararme para decírselo por mí misma.

—Jeon Narae, terminó el horario de visita—La muchacha asintió con la cabeza a la enfermera que le hablaba y se abalanzó a abrazar a Namjoon quien correspondió el apretado abrazo que ella le estaba brindando.

—Comportarte ¿sí? Sé buena persona y mándale mis saludos a Jeonggukie, y también a su novio. Hum... ¿sigues hablando con Jimin?—Preguntó algo insegura mientras apoyaba su barbilla en el pecho de Nam.

—Jimin está junto a tu hermano—Narae abrió su boca y sus ojitos oscuros brillaron.

—Debo hablar con él, quiero disculparme por haber sido una total perra cuando salía con Ggukie—Los ojos de dragón del enfermero la observaron unos largos segundos, pero de igual forma asintió mientras aún desconfiaba aunque sabía que ella no hablaba con doble intención.

—Bien, yo le diré. Ve, te están esperando.

— ¿Puedes ir sola?—Le preguntó la enfermera, Narae asintió—. Señor Kim, necesito hablar con usted—Con un rastro de sospecha de sus ojos la hermana menor de su jefe se retiró del lugar en donde se llevaban a cabo las visitas en el psiquiátrico.

—Adiós, hermano mayor—Le saludó con la mano y Namjoon le correspondió.

— ¿Qué sucede?—Preguntó el muchacho mientras la seguía de cerca, suponía hasta la estación de enfermeras.

—Supongo que la paciente Jeon le ha mantenido al tanto de lo que sucede con su salud y la forma en la que está mejorando. La doctora An ha removido de a poco varios medicamentos que médicos anteriores le habían recetado y han empezado varias terapias para mejorar su salud mental. Hace algunas semanas que hemos probado que salga al patio, en el primer intento ha sufrido un ataque de ansiedad que pronto se convirtió en un ataque de pánico, pero no fue algo que no pudiéramos controlar. Los siguientes días que salió, a pesar de que la vimos algo reticente a que salir, lo ha logrado y ha mejorado mucho desde entonces. Hoy en su día de consulta con la doctora An, estaré informando este parte la próxima semana—Namjoon asintió con la cabeza viendo como la enfermera jugaba con sus manos—. Señor Kim usted sabe que hemos seguido cada regla que el tutor de Jeon Narae nos ha dejado, entonces creo que esto era necesario que se lo contáramos. Hace unos días vino un hombre, pidiendo ver a la paciente, pero como no era una persona que nosotros conociéramos no dejamos que pasara a verla—Los ojos de dragón de Namjoon la observaron con mucha frialdad, tanto, que hizo que se pusiera más nerviosa de lo que ya estaba.

— ¿Cómo lucía él? ¿Era extranjero?—Ella negó, tragando saliva porque el ambiente parecía hacerse frío y oscuro mientras él se erguia aún más en su gran altura.

—No, era coreano, alto y de cabello canoso. Llevaba puesto un caro traje a medida.

— ¿Viste alguna cicatriz en su rostro?

—Creo que tenía una en su frente y un llamativo lunar debajo de su boca. Insistió mucho en verla, pero no lo dejamos pasar. Se fue luego se unos largos diez minutos.

—Bien, gracias enfermera Iseul—Asintió en saludo y con la nuca helada salió del psiquiátrico con rumbo a un solo lugar.

Si esa persona que había venido a ver a Narae era quien creía, estaba seguro que para lo único que había vuelto era para desatar el mismo maldito infierno que era a cualquier lugar que iba.

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Cuando llegó a la prisión estaba agotado y su nuca dolía horriblemente por la presión que estaba sintiendo desde que había salido del psiquiátrico. No negaba que los escalofríos que sentía bajar por toda su columna vertebral le estaban poniendo más que nervioso. Se apresuró a llegar al lugar en donde estaba la enfermería mientras algunos oficiales le daban una mirada de confusión porque se suponía que ese era su día libre y no debía de estar rondando como si fuera un maldito maníaco.

— ¿No es tu día libre?—Preguntó Yoongi sabiendo que la respuesta sería más que obvia, pero cuando los ojos de dragón de Namjoon se pusieron sobre su persona supo que algo jodido había sucedido—. ¿Qué mierda?

— ¿Puede ir por Jeon, oficial Min? Necesito hablar de algo urgente con él.

—Las puertas están por cerrar—Dijo mientras observaba el reloj de su muñeca.

—Entre nosotros... ambos sabemos que usted sabe cómo abrir y cerrar las puertas sin ningún inconveniente así que si no quiere que Jeon le meta la maldita porra por el culo, será mejor que vaya en su búsqueda.

Esperó unos largos minutos antes de ver a su jefe quejarse por lo bajo, tan solo observar su rostro le decía que él había estado durmiendo porque seguramente, y esto lo deducía por las cientos de marcas que recorrían su cuello y pecho, había estado bastante ocupado con Taehyung. Jeongguk se sentó en el frente mientras él refregaba sus manos entre sí, demasiado nervioso de decir lo que estaba pensando.

—Hoy fui a ver a Narae—Empezó y Jeon asintió con su cabeza como si eso no fuera algo que ya sabía a la perfección—, ella está bien. La enfermera me dio su parte médico y dijo que hace unas semanas han estado dejándola salir al patio, al principio fue difícil, pero supo sobrellevarlo. En la tarde tenía una nueva consulta con la doctora, iba a hablar con ella de algunas cosas que estaban molestandole—El hombre frente a él asintió con la cabeza e hizo una seña con su mano para que siguiera hablando—. Hay algo que me dijo la enfermera antes de irme... alguien quiso visitar a Narae, un hombre alto de cabello canoso. Ella dice que vestía un traje caro.

— ¿Qué mierda estás queriéndome decir?—Preguntó demasiado agresivo y alterado para su gusto. Apretó el borde del escritorio del enfermero y lo miró con esos oscuros y sin vida, tan distintos a los de su hermana menor. Los de Jeon eran mucho más apagados, mucho más agresivos y es que nadie más que Namjoon sabía todo lo que él había visto, todo lo que había vivido—. Namjoon, dilo, ahora.

—Le pregunté si vio alguna cicatriz en su rostro y dijo que tenía una en su frente—Y cuando Namjoon terminó de pronunciar esas palabras Jeongguk creyó que caería al suelo, un molesto mareo hizo que toda la habitación diera vueltas y la boca de su estómago doliera, las náuseas rasguñaron su garganta queriendo subir hasta la cima para expulsar todo lo que había ingerido. El enfermero fue a su encuentro cuando vio como el menor se tambaleó hacia los costados buscando algo de lo que agarrarse—. No te alteres, no te alteres, por favor—Pidió en un ruego mientras lo ayudaba a sentarse tratando que el gigante y macizo cuerpo no se le resbalara de las manos—. Jeongguk no seas imbécil por favor. No sabemos nada aún, eso es solo algo que la enfermera me dijo.

El muchacho se movió por la enfermería mientras cargaba un vaso con agua y tomaba el tensiometro haciendo una seña para que el menor colocara su brazo izquierdo sobre la mesa del escritorio. Tomó su presión mientras veía como la mirada del otro se perdía unos momentos. Respiró hondo cuando notó que, simplemente su presión había bajado mucho y que eso era lo que parecía haberlo alterado. Namjoon lo miró unos minutos antes de hacerle una seña para que tomara el vaso con agua, dándole luego algunas cosas para que su presión subiera solo un poco y se estabilizara.

— ¿Había algo más que haya llamado su atención?—Preguntó un tiempo después en donde se mantuvo en silencio y sin observar a su mano derecha. Él sabía bien que este era otro problema, uno muchísimo más grande que los italianos o la gran mayoría de enemigos que Jeon tenía—. Necesito confirmar algo, Namjoon—Su voz algo inestable hizo que el enfermero soltara un suspiro, se sentía extraño, tal vez algo dudoso o incluso decepcionado.

—Ella dijo...—Mierda no podía recordar si ella había dicho algo más que había llamado su atención, su mente completamente en blanco por el miedo a que Jeongguk perdiera los estribos por lo que estaba informándole—. ¡Sí, mierda! Ya lo recuerdo. Ella dijo que tenía un llamativo lunar debajo de su boca—Jeon mordió su labio inferior mientras que con su dedo índice tanteaba su rostro.

El dolor de cabeza se intensificaba con cada segundo que pasaba, con cada pensamiento invasivo que llegaba y le hacía creer que todo parecía complicarse con cada cosa que él arreglaba. Pero trató de tranquilizarse porque bien sabía que comportándose de esa forma no lograría una mierda. Cruzó sus brazos sobre su pecho mientras echaba la cabeza hacia atrás, la nuca le pesaba y parecía no poder mantenerse derecho. Namjoon parecía muy nervioso, Jeon notó la forma en las que sus manos temblaban y el como parecía no podía quedarse quieto, moviéndose por toda la enfermería mientras acomodaban cosas que ya estaban en sus lugares.

—La enfermera dijo que insistió mucho en verla, pero ellos estaban siguiendo las reglas que su tutor les había dejado y no lo dejaron pasar—Los ojos de dragón de Namjoon lo miraron unos segundos, ambos sabiendo que quien era el tutor de Narae era nada más ni nada menos que Jeongguk—. Mira, sé lo que estás pensando, pero estoy seguro que no es él ¿bien?

— ¿Has pensado en la misma persona? Solo hay una respuesta, Namjoon. ¿Y sabes cuál es? Que ese hijo de puta ha vuelto para torturarnos de nuevo.

—Vamos a pensarlo con la cabeza fría. Puedo ir con alguno de los chicos y pedir que me dejen ver las grabaciones de ese día para comprobar si es él o no. También le pedí a dos de los mejores hombres que tenemos que se queden por el perímetro del psiquiátrico, no vamos a permitir de ninguna manera que vea a Narae.

—Bien, hazlo. Si es él, tendré que irme antes de aquí, no puedo dejar que se pasee por toda la ciudad o el país—Murmuró buscando en sus bolsillos el paquete de cigarros que esa tarde había conseguido. Tomó uno y lo encendió, expulsando el humo un tiempo después sintiendo como su cuerpo se relajaba y el como la presión en sus hombros parecía desvanecerse—. ¿Narae sabe sobre esto?

—No me dijo nada, supongo que no se lo han comentado.

Jeongguk miró el techo mientras expulsaba el humo vagamente, sus ojos oscuros puestos en la supeficie blanca, sus oídos captando sonidos alrededor. Era de noche por lo tanto la prisión estaba algo silenciosa, se escuchaban a algunos reos pelear con quienes estaban a su lado, a los policías riendo en la oficina que tenían para ellos y también pudo captar la respiración de Namjoon. Volvió sus ojos al mayor y negó con su cabeza, su mano derecha se encontraba tan alterado como él, pero sabía que era algo más. Porque Nam estaba aterrado con lo que podía pasar y en como el infierno parecía haberse abierto para que el diablo deambulara nuevamente por las calles de Busan, seduciendo a las personas con su falsa linda actitud y esa sonrisa de comercial que sorprendía a muchos por lo blanca que era, si alguien lo veía caminar por las atestadas calles del centro no dudaba que cualquier se voltearia a mirarlo dos e incluso tres veces porque era apuesto y llamaba la atención. Más toda esa apariencia y toda esa falsedad se iba a la basura cuando su verdadera actitud salía a relucir, siendo el hijo de puta que siempre había sido y la forma en la que les hacía saber a todos como habían sido seducidos para beneficio propio.

Jeon no dudaba que en algún momento tendría que enfrentarlo más no quería irse de ese lugar. No quería dejar a Taehyung solo aunque sabía que habían muchas personas que podrían ayudarlo y protegerlo, él no confiaba, la prisión estaba llena de personas traicioneras, de viles víboras que estaban dispuestas a atacar en cuanto vieran un solo hueco que les hiciera saber que podían aprovecharse de la situación. Si fuera por él, se lo llevaría, pero bien sabía que no quería volverlo un fugitivo de la ley y mucho menos colocar una mancha más en su archivo, por esa razón él se quedaba hasta que cumpliera con su sentencia; Jeongguk ya no importaba, su historial y manos estaban más que manchadas, si él se iba de la prisión realmente no importaba volverse un fugitivo y que con cada falsa pista que dejara la policía se exasperara y aumentara el valor de su cabeza. Más también sabía y tenía entendido a la perfección que si esa persona se enteraba que él tenía a alguien importante a su lado no dudaría en hacer lo que fuera para lastimar a Jeongguk porque aunque él se hubiera separado hace tiempo parecía ser que querer hacerlo sufrir era en lo único que pensaba.

Esa noche mientras Jeongguk se terminaba un paquete de veinte y comía un plato de ramyeon junto a su mano derecha, ambos hicieron dos distintos planes. Uno por si las cosas se complicaban y Jeon debía salir antes de la prisión, y el otro, para más adelante, para el momento en que su chico por fin fuera libre y se fuera junto a él porque no tenía pensado dejarlo solo en ningún momento, no cuando sabía cuanto se había inmiscuido en su vida y que los de afuera sabían cuan importante era.

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Holis. No sé por qué, pero cuando se acercan los parciales mi cabeza se le ocurre tener muchas ideas seguidas y me es imposible no escribirlas.

¿Quién será la persona que apareció? Quisiera leer lo que piensan ustedes.

Narae masita, ¿sí o no?

Espero que el cap sea de su agrado y probablemente el otro sea de Seokjin¿? No sé bien todavía.

Muchas gracias siempre por el apoyo que me brindan♡

Cuídense♡

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