Bite (Jeon Jungkook)

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Se que saben que este compilado es +18 pero no está demás decirles que es ficción, sin mencionar que acontinuacion meteré fantasía, la Protagonista es joven y menor, recuerdo que es ficción, pero aún así no se planea romántizar ninguna acción descrita, tomenlo cómo lo que es solo un relato erótico más
Bien dicho esto aquí está mi jk vampiro...

Jungkook

En la actualidad los Humanos, los licanos, hechiceros, Vampiros y otro tipo de creaturas convivían de manera tranquila, entre tratados, negocios y maneras civilizadas de llevarse, no había una razón por la cual pelear entre nosotros.

Pero como en todo tipo de sociedades, siempre existe el lado oscuro e ilegal, donde lo mas bajo se reúne, pactos oscuros, el mercado negro de las razas. Un lugar que yo dominaba, organizaba las peleas clandestinas, y conseguía algunos elementos ilegales para hechiceros de la alta sociedad, si necesitabas algo y entrabas al mercado negro mi nombre debías mencionar.

Jeon Jungkook.

Soy un vampiro de los primeros que pisaron la tierra, de los hijos de Caín, los que podemos caminar por la luz del sol, que la sangre no es la razón de nuestra fuerza, es por ello que somos los mas temidos, la palabra inmortal fue creada debido a nosotros. A mi nunca me intereso formar parte del mundo como tal, me aburrían las jerarquías y después de vivir tanto como lo he hecho yo, llega un punto donde nada te satisface, ya lo has visto todo y no hay nada que te sorprenda.

Tal vez por eso opte adueñarme del mercado negro, para tener algo de emoción a la patética existencia que llevaba, alguna clase de emoción, que reemplazara el bombeo de un corazón como tal. Una de las pocas cosas que ayudaba a esto era el sexo, de los pocos placeres sensoriales que podía tener a mi antojo las veces que lo deseara. Todo tipo de mujeres, incluso hombres, de diferentes razas habían pasado por mi cama y habían pedido por mas.

Pero a pesar de todo, las pocas cosas que no tocaban mi cama, eran los humanos, son seres delicados, fácil de romper, además no suelo controlarme cuando tengo uno cerca y termino consumiéndolo de manera literal hasta agotar su vida. Prefería mantener mi distancia con esas creaturas.

—No me has pagado lo que me debes Grant, te di algunos meses con esto, y ya colmaste mi paciencia.

Dos de mis chicos golpeaban al licano sin piedad alguna, no me gustan los deudores, así que debo de darles una lección, aunque no me conviene muerto, puedo  que si lo mato lo deje como adorno para futuros deudores.

—Perdone, perdone señor Jeon, tengo la mitad del dinero solamente.

—¿Así? No lo veo.

—Ya..ya.. ya se lo traigo.

Intento levantarse, pero algo llamo mi atención, un aroma que reconocía a la perfección, entonces escuche un ruido, desde el fondo de la habitación, cuando camine directo hacia el lugar, el sucio licano me sujeto por la pierna.

—No, no..

No lo deje terminar cuando le di una bofetada que lo hizo estrellarse contra la otra pared, camine de nuevo hacia el ruido, que ahora podía escuchar muy claramente la respiración  a través de la puerta, esta era errática y rápida, tiene miedo.

¿Quién no lo tendría?

Casi arranque la puerta de ese sucio armario, la creatura se hizo lo mas atrás que la pared se lo permitió, parecía un ratón acorralado, era una humana una adolescente seguramente, su cabello era demasiado largo de un negro intenso que caía como cascadas por sus hombros cubriendo su pequeño cuerpo, su piel era morena clara, pero lo mas interesante eran sus ojos aterrados al punto del llanto, ya que uno era gris y el otro verde, sin duda era una creatura preciosa.

¿Qué hacia con una escoria como este sujeto?

Sus ojos se fueron al cuerpo del licano en el suelo.

—¡Papá!

La creatura corrió hacia el licano, pero no la deje llegar, la atrape por la cintura, intento soltarse pero es inútil, su fuerza es nula comparada con la mía.

—¡Papá! —sujete su rostro para girarlo hacia mi.

Por un segundo me miro, pero volvió a dirigir su mirada al cuerpo del licano.

—Él no es tu padre.

La acerque, pero la sujete por el cabello al bajarla para que no lo tocara, mire a mis subordinados y estos levantaron, de su boca broto un rio de sangre, es un asco.

—¿De quien es la niña Grant?

—Mi..mía.

—No me gustan las mentiras lo sabes —doble un poco la cabeza de la chiquilla y lamí su cuello —ella no huele para nada a perro, de hecho.

Metí la mano bajo el delicado vestido que traía puesto, ella solo tembló ante mi tacto, entre sus piernas había un poco de sangre, el olor que me alerto era que su periodo había llegado.

—Es mía, su, su madre me la encargo desde pequeña.

—Tengo miedo papá.

Su tibio cuerpo empezó a ponerse frio, sus labios se volvieron azules y mi mano bajo su vestido se sintió congelarse.

—¿Una hibrido? Una Hibrido que huele a humana.

Tome su muñeca y mordí de manera profunda, su sangre era caliente, a comparada con el exterior de su cuerpo, además el sabor, no podía describir el sabor, es lo mas dulce que he probado, sentía como su corazón latía rápidamente luchando por tener la suficiente sangre para su cuerpo, mas de la que yo podía beber, es una delicia.

Me separe de su muñeca, y ella se desvaneció, aun tenia pulso, pero el terror la consumió, la tome entre mis brazos y mire su perfecto rostro.

—Tu deuda esta saldada Grant.

Salí con el cuerpo de la chica en brazos, lo deje en uno de los asientos, en verdad el morbo que ella me generaba no se podía describir, no dejaba de lamer mis labios tratando de buscar rastros de su sabor, podía mirar como su vena palpitaba en su cuello llamando mis instintos mas primitivos.

Al llegar a la casa, mande a que la bañaran y le dieran lo necesario para su precaria situación de humana, las mucamas me dijeron que no dejo de llorar en todo momento y que se quedo dormida sin comer después de explicarle donde estaba. Fui a verla a lo que seria su habitación, su pequeño pecho subía y bajaba con tranquilidad, la vena de su cuello volvía a llamarme, cerré los ojos podía escuchar el latido llamándome.

Pero debía darle tiempo de recuperarse, no podía beber de nuevo, al menos no hoy.

Al día siguiente durmió casi todo el día, se levanto solo ha lo básico, pero no comió nada, prefería volver a dormir, todo mi personal tenia prohibido entrar a su habitación sin mi autorización, solo dos de las mucamas tenían acceso aparte de mi, al que pusiera un pie en ese cuarto le arrancaría el cuello.

Me quede dormido en un pequeño sofá frente a su cama, así que en la madrugada que ella despertó fui el primero en abordarla. Se abrazaba las piernas mientras me veían con esos ojos preciosos bicolor, entre una mezcla de terror y enojo, escondió la mitad de su rostro entre sus rodillas y se había hecho hasta la cabecera de la cama, como si eso la fuera a salvar de mi.

—Hasta que despiertas.

—¿Dónde esta, donde esta mi papá?

—Vivo, si a eso te refieres.

Me incline un poco para mirarla mas atentamente, ella desvió su mirada de la mía, primero hacia la puerta del cuarto, después hacia la ventana, pero al darse cuenta que lo que pensaba era una tontería, apretó los brazos en sus rodillas.

—Quiero irme a casa —metió su rostro totalmente entre sus rodillas — quiero ver a mi papá.

—Eso ya no será posible y lo sabes —me levante del sofá para caminar hasta su cama — ¿Cuál es tu nombre?

—Ra...Raven.

—Interesante nombre, creo que te queda perfecto, pequeño cuervo mírame —levanto su mirada —¿Qué edad tienes?

—Dieciséis, en una semana cumpliré los diecisiete.

—¿Cómo es que ese bastardo te mantuvo oculta tanto tiempo?

Acaricie su cabello, ella se encogió mas en su lugar, mis colmillos dolían, verla tan vulnerable me hacia desear matarla aquí mismo. Levante su mentón ella me rehuía la mirada, al sentir mi rostro cerca del de ella cerro los ojos y volvían a correr las lagrimas por su tierno rostro.

Volví a sentir su piel helada, sus dedos estaban congelando la sabana que tocaba.

—Raven, te hare unas preguntas, si me contestas con la verdad puede que te deje ver a tu padre pronto, pero si siento que me estas mintiendo me encargare que ese sujeto no vuelva a ver la luz del día.

Asintió de manera exagerada mirándome a los ojos.

—¿Sabes que Grant no es tu verdadero padre? —moví la cabeza de manera afirmativa —¿Conoces a tu padre real?

—No, solo conozco a papá.

—Buena niña —acaricie su mejilla —tu madre, ¿Era alguna clase de hechicera o de alguna raza en especifico?

—No, ella era una humana.

Tome su mano helada entre la mía y uní nuestros dedos.

—¿Y esto? ¿Sabes porque es?

—Mi padre dijo que no debería contarlo.

—¿Hicimos un trato recuerdas?— apreté los dientes uniendo nuestras frentes —habla o matare a tu padre.

—No le haga daño, por favor.

—Contesta entonces.

Trato de controlar sus lagrimas pero el hipo ya había aparecido, ahora la incomodidad de mis colmillos estaba en mi entrepierna.

—Mi padre, mi padre me conto que mi mamá fue esclava de elfos de la noche, soy fruto de uno de los abusos, ella logro huir aun estando en cinta y mi padre la encontró —empezó a hacer nudos la sabana —cuando nací se dieron cuenta de lo que podía hacer, así que decidieron mantenerme escondida, hasta que mi madre falleció cuando yo tenia dos años —se tallo los ojos —desde entonces vivimos aquí en el este, yo no debo salir de la casa, nadie debía saber de mi existencia.

—¿Por qué querida?

—Por que usted domina este distrito, mi, mi..

—Tu sangre —acerque su muñeca a mi nariz —es la mas dulce droga que jamás he probado, es pura, estaba intacta, eres hija de un ser natural y de un humano, en este momento eres el objeto mas valioso del mercado Raven y eres mía.

Atrape sus labios en un furioso beso, mordiendo sus labios para abrir una herida dejándome saborear el dulce néctar de su sangre, al mismo tiempo que apagaba un poco mi lujuria por tener un cuerpo casto bajo mi poder, ella se quedaba estática no se movía ante mis actos.

Me separe y la contemple, el carmesí de su sangre adornaba sus labios como brillo labial, sus ojos  bicolor y asustados me escaneaban, además de que su cuerpo temblaba, pero no podía hacer mas allá aun, con su periodo en puerta me temo que no me controlare y terminare matándola, necesito tenerla conmigo lo mas que pueda, es un dulce raro que comeré despacio.

—Debes comer o volveré a tu habitación y no me detendré la siguiente vez, es mejor que te adaptes a tu vida actual, que no cambiara.

No me acerque a su cuarto durante una semana, me informaban que estaba comiendo un poco mas y se dedicaba solo a dibujar mientras miraba por la ventana, además de leer no hacia nada mas, no le tenia permitido salir de su habitación y ella lo acepto.

Tuve que salir a arreglar unos asuntos, mi sorpresa es que me entere que sabían de mi pequeño juguete en mi casa, sabia que habría curiosos, pues la sangre de un ser natural, como los son las ninfas y elfos es sumamente poderosa en todo, en los hechizos, en los pactos, incluso beberla para un vampiro puede ser beneficiosa, pero no tan buena como la humana, así que tener ambas en una sola persona, atraía la atención de muchos Vampiros.

Debía dejar en claro que es de mi propiedad, la marcaria esta noche.

Cuando llegue a casa, fui directamente a su habitación, ella estaba en un lienzo, haciendo trazos con un lápiz mientras mordía una manzana, cuando escucho la puerta abrirse miro en mi dirección se le cayo la manzana de la boca miro la luz que salía de la ventana y luego frunció el ceño.

—Es  un antiguo, tal como dijo mi padre.

—Te veo mas calmada, ¿Qué tanto te dijo tu padre sobre de mi?

—No mucho, solo me explico que usted no tenia debilidades, el sol no lo daña, la plata no lo lastima y puede consumir alimentos de manera común.

—¿Quieres matarme?

La arrincone contra la ventana, el ligero vestido de algodón amarillo que traía me dejaba ver por su escote hacia sus senos.

—Me seria imposible.

Hundí mis colmillos en su tierno cuello, solo se sostuvo de mis espalda apretando mi camisa fuertemente, sus gemidos de dolor eran delicados pero lo suficientemente fuertes para querer escuchar mas.

Al sentir que el aire de sus pulmones se acababa  me detuve, ella llevo la mano a la herida de mis colmillos, relamí la sangre de mi boca.

—Iras a mi habitación esta noche, debemos aprovechar la luna.

La tarde fue eterna para mi, estaba ansioso demasiado para mi gusto, esperaba contenerme lo suficiente, como dije los humanos son seres muy frágiles.

Casi a las once de la noche ella apareció en mi habitación, vestida solo con un camisón de seda blanco que contrastaba tan bien con su piel morena y su cabello negro, sus largas piernas relucían ante la luz de la luna, sus pequeños pechos se marcaban en la tela y la manera en que le cepillaron el cabello la hacia ver tan inocente. Entro de manera tímida como cordero al matadero.

Le extendí mi mano, ella la tomo aceptando su destino, respiro agitada un par de veces para aguantar sus nerviosismo, la puse de frente a la ventana, la marca en su cuello se había bajado bastante.

—Raven ¿Sabes que quiere decir el sello?

—Que...que me convertiré en su concubina.

Mis ojos brillaron ante las palabras, era la primera vez que tomaría a alguien para esa tarea, pero en verdad quiero conservar a la creatura, la gire para besarla, torpemente empezó a mover los labios, parecía aceptar su destino pero sus lagrimas demostraban lo contrario, mis manos tocaban su cuerpo sin delicadeza, pellizcaban la piel, arrancando gemidos.

Mis colmillos como mi erección crecieron, la lleve hasta mi cama frente a esta había un enorme espejo, el cual mande a colocar para la ocasión, yo no me vería pero ella si...

Descubrí mi torso y solo deje mi ropa interior, senté a Raven de espaldas hacia mi con sus piernas abiertas, la sujete de la cintura y empecé a hablarle al oído.

—Pocas de las cosas que tenemos a nuestro favor los vampiros, es que podemos hacer que nuestra presa se sienta cómoda ante la muerte, tienes una suerte que eso no pasara hoy, pero usaremos esa habilidad para que tu primera vez sea un poco menos traumática de lo que en realidad podría ser.

Ella sujeto mi nuca sintiendo que se resbalaría hacia enfrente, con mis garras corte los tirantes de su camisón dejando expuestos sus perfectos y pequeños senos, ella observo su imagen en esta posición, yo estaba tras de ella pero solo me sentía, no podía verme como tal. Sus ojos miraron su propia anatomía y su ojo verde cambio a gris haciendo que  su lado natural emergiera, pude oler como se humedecía su entre pierna.

Tome su cadera  ya la empecé a friccionar contra de mi, ella se seguía meciendo de manera voluntaria.

—Mira lo hermosa que eres Raven, mira como tus pezones se endurecen ante la sensación de mi miembro en tu hendidura, ¿Puedes sentir el deseo creciendo en tu interior?

Termine de rasgar su camisón, en el proceso se hicieron pequeños cortes en su piel manchando la poca tela que cubría su piel de sangre, mis ojos se tornaron rojos al oler esa droga tan dulce, lamí la sangre de mis dedos aprovechando para llenarlos de saliva y volver para atender su hendidura.

Ella no despegaba la vista de su cuerpo, por eso al primer tacto en su vulva caliente solo se retorció un poco al principio hasta que volvió a acostumbrarse al tacto, metí mi primer dedo abriendo un poco su carne, no apartaba la vista de su entrepierna.

Al notarla lo suficientemente húmeda, viendo mis dedos salir empapados de su interior,  la levante un poco para bajar mi ropa interior, metiendo la punta para empezar a bajarla.

—Aaah.

Sus manos trataban de aferrarse de algo, se estiraron para sujetarse de mi cuello sobre sus hombros, esto daba una posición tan jodidamente caliente, sus piernas abiertas, sus brazos hacia arriba y su vagina abriéndose por mi duro miembro.

Un hilo de sangre se mezclo con sus fluidos cubriendo mi falo, ella mordía sus labios, se aferraba mas fuerte, gimiendo y casi gritando por el dolor, pero poco a poco, este fue disminuyendo, su rostro de molestia cambio a uno de placer, sus ojos seguían viéndose entonces se sonrió, esto detono mi lujuria, el saber que disfrutaba mirar su reflejo lleno de placer, no pudo con mi cordura.

La gire y acosté levantando su pierna aun mas metiendo toda mi longitud sin piedad, mis manos se marcarían en su tobillo de tan fuerte que la apretaba, me presento su cuello de forma sumisa, así que sin pensarlo mucho la mordí mientras seguía penetrándola, tomando algo de su sangre en mi boca para morder mi labio y así besarla haciendo que bebiera de nuestra sangre combinada.

Jalo de mi cabello para no separarnos, su lengua se movía al fin dentro de mi boca, así como yo seguía bombeando en su interior, arqueo su espalda un minuto después y lleno mi falo con su orgasmo, para posteriormente correrme fuera en su vientre.

Seguí mordiendo su cuerpo dejando mas marcas posesivas sobre ella, dejando el claro que ahora me pertenecía.

—Te voy a follar hasta que la luna se oculte.

La gire sobre la cama y me volví a hundir en ella, sujetando su cabeza contra el colchón haciéndola gemir de nuevo, sus manos ahora arrugaban las sabanas, en su espalda se formaba la marca del concubinato, una marca que la acompañaría hasta el día de su muerte...

Bien puedo volver a mi cueva ya quite de mi sistema escribir de Jk vampiro, aunque el OS fue largo y se presta para más....

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