El corredor (Min Yoongi)

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Que mejor manera de celebrar las 30k de este libro con un nuevo OS, dedicando a una preciosa lectora que llegó hacia mi por casualidad, pero es de las más constantes y las que se espera a que termine un Fic para devorarlo, debo decir que el tuyo sería el tercero, pero con la foto de Yoongi quedé en el suelo e inspirada, ALABADO SEA YOONGI CON RULITOS Y CABELLO LARGO

Azura este OS es para ti.



Azura

Tenía poco de haberme mudado, me habían ofrecido una comisión en las oficinas de marketing de Corea y terminé enamorada del lugar.

La ventaja de saber el idioma me ayudó mucho a adaptarme a la ciudad, y conseguir departamento no fue tan complicado incluso la zona donde está ubicado resultaba bastante agradable.

Me había propuesto a hacer ejercicio por las mañanas, nada muy complicado, salir a caminar un rato por el parque que estaba frente a mi casa, era la opción perfecta y la más factible para alguien que inicia una actividad.

Alabado sea el día que decidí hacer eso.

Gracias a ello pude ver al chico más atractivo que en mis veinte seis años hubiera visto. Su cabello totalmente negro, largo casi llegar hasta el hombro y ondulado, su piel blanca destacaba con el negro de su vestimenta, sus ojos de un negro profundo y aunque pequeños eran de un estilo felino algo particular.

Yo me encontraba estirando cuando llegó a mi lado atandose las agujetas.

Las mujeres que venían con sus tapetes para hacer Taichi se pararon a observarlo.

—Buenos días.

Su voz gruesa me distrajo un segundo.

—¿Eres nueva? No te había visto antes por aquí.

Solo pude mover la cabeza de manera afirmativa, mi boca estaba media abierta como una tonta.

—Bien, espero verte seguido por aquí — y fue entonces que sonrió quitándome cualquier tipo  estabilidad emocional que tenía.

Pero no me afectó, para nada, no es como si todos los días viniera al parque para verlo correr. Ver como su cabello se mueve en los trotes, como cuando termina el sudor hace que sus rulos se le peguen a la frente y al cuello.

Sin darme cuenta estaba parada admirándolo junto con las mujeres de taichi, en verdad que deberían de ponerle una multa por las camisas ajustadas que a veces lleva o como se le ve marcada la entre pierna con esos shorts, no me concentro y mi corazón se acelera más incluso más que cuando hago ejercicio.

Pero de un saludo simple, una sonrisa, y las miradas indiscretas que le dedicaba, jamás decía nada, fueron dos meses con esa rutina.

Estaba loca, no sabía ni su nombre.

Por si fuera poco me había enfermado está semana y no había asistido al parque, espera sentirme mejor para mañana para poder verlo.

—Si, ya tengo el modelo listo, ajam—iba a cruzar la calle cuando alguien choco contra mi— lo siento.

Hice una reverencia cómo disculpa, iba caminar de nuevo pero la voz me detuvo.

—¿Disculpa? —casi se me cae el teléfono cuando lo ví —¿eres la chica del parque no? La que corre junto conmigo.

Me hice para atrás y se me doblo el pie con el maldito tacón, me fui de lado y el me sostuvo de la cintura.

—Dios, que vergüenza —se pare y de nuevo me aleje un poco —si, si esa soy yo.

Sus ojos me observaron de arriba abajo, después volvió a sonreír de esa manera que me derrite.

—No te he visto en estos días.

—Es que estuve algo enferma.

—Ya veo, perdón mis modales —se pone la mano en el pecho —mi nombre es Min Yoongi, trabajo en la galería de arte que está en este edificio —señala hacia atrás.

Verlo vestido formal era aún más peligroso para mí corazón que verlo con su habitual ropa deportiva.

—Soy, Namikaze Azura, estoy en la oficina de marketing del edificio de enfrente.

—Vaya, el destino nos quiere ver tomando un café ¿Aceptas?

Tarde un segundo en contestar porque no quería verme tan obvia, pero es más que lógico que acepte la invitación.

Y fue una encantadora decisión, porque no solo es guapo, es listo, tiene un agradable tema de conversación. Me acompaño a mi departamento, dejándome con las ganas de besarlo, porque uno de mis estúpidos vecinos salió a tirar la basura.

Toda la noche soñé con él.

Está demás decir que a primera hora de la mañana ya estaba en el parque, “fingiendo” que me estiraba.

—Buenos días —su aliento a menta me pegó en el cuello y cada poro de mi piel se erizo — ¿Lista para iniciar la mañana?

—Un poco.

Empezó a estirarse también.

—Curiosamente, no pude sacarme de la cabeza ese beso que me debes de ayer —Me hice un poco loca ante lo que decía —asi que pensé en la ruta que tomaremos hoy para trotar.

—¿Tomaremos?

—Amenos que no quieras trotar conmigo.

Arqueo una ceja mirándome de reojo.

—¿Acaso hay una ruta del parque que yo no conozco?

En el área oeste, estaba todo muy solo, los pocos que pasaban por aquí eran corredores ya experimentados, yo no veía por aquí pues mi resistencia no era demasiada. Al menos eso creía.

—Si, sigues haciendo tanto ruido nos van a ver.

El bulto de entre sus pantalones era un engaño, el tamaño que sentía en mi interior era mucho más grueso y grande, trataba de callar mis gemidos pero me era imposible cuando me embestía de la manera tan agresiva por detrás.

—¿Debo callarte yo? ¿Uh?

Su mano presionaba mi vientre para hacerme sentir más adentro su hombría, sus labios dejaban marcas en mis hombros, después metió dos dedos a mi boca para presionar la lengua hacia abajo logrando que salivara de más y mis gemidos fueran ahora jadeos.

Mi vista estaba nublada, pues mis ojos casi estaban en blanco. La mano que tenía en mi vientre subió entre mis pechos, amasándolos mientras no dejaba de moverse, el palpitar de mi clítoris era algo irreal, tanto que si llegaba a rozarlo un poco más explotaría en un violento orgasmo.

—Solo un poco, resiste un poco más mi linda Azura.

Saco los dedos de mi boca dejando un hilo de saliva, para que su mano tomara mi cuello y me arqueara un poco para atrás, su boca estaba muy cerca de mi oído.

—Córrete para mí —susurro en una especie de gruñido haciendo que mis piernas temblaran al sentir su semen caliente en mi interior, al igual que mis piernas empaparse con mis propios fluidos.

—Yoongi…Yoongi —salió de mi para girarme y darme pequeños besos en la frente —¿Cómo se supone que trote después de esto?

—Puedes hacerlo en mi departamento —volvió a besarme —pero arriba de mi, créeme quemaras más calorías.

Ambos sonreímos y mis dedos de mezclaban en esos lindos rizos que me habían enloquecido desde el principio, sin duda mudarme a Corea fue la mejor decisión de mi vida.

AzuraNamikaze9 espero te gustará, mil gracias por el apoyo siempre TwT es un honor que sigas a esta seudo escritora.

AzuraNamikaze9 espero sea de tu agrado!!!

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