Si, Chef

Brenda

Esto no puede estar mas mal, hoy es un día fuerte en el restaurante y se me ocurre quedarme dormida, mierda van a matarme, sentía que los pulmones me reventarían, nunca había corrido tanto choque con algunas personas en el camino solo disculpándome de manera rápida para seguir con mi carrera.

Entre toda despeinada al restaurante el chef ya estaba enfrente dando la platica para el servicio de hoy, trate de esconderme entre los demás empleados, pero el me miro de manera inmediata y furiosa.

-Señorita Torres, es un honor que decidiera acompañarnos, ¿Cuál es su hora de entrada?

-Son solo 10 mi...

-¿Cuál es su hora de entrada?

-Entro a las Tres -maldito patán

-Y aun no tiene puesto su uniforme, sabe que el tiempo aquí es muy valioso, la siguiente vez que decida llegar tarde, mejor no se presente, váyase a cambiar que le digan los menús sus compañeros en media hora se abre al cliente.

Maldito viejo despiadado, en verdad quisiera agarrar a golpes su lindo y perfecto rostro, se cree mucho solo porque tiene el mejor restaurante de la ciudad, sin mencionar que es reconocido en decena de países como uno de los mejores Chefs, su arrogancia es tan grande como sus hombros, en verdad no se como lo tolero tanto a Kim Seokjin.

-¿Qué paso? Tu nunca llegas tarde - Hyunjin tan lindo como siempre - el chef no debió de regañarte por eso, en verdad fue muy injusto

-Sabes como es el, iré a cambiarme y me das los detalles del menú

-Te espero en la barra nos asignaron la misma área hoy.

Me metí a los vestidores de las chicas, tenia ya casi un año trabajando aquí, mientras me cambiaba note una pequeña cajita plateada con una notita, cuando la leí me di cuenta que el turno seria mas difícil de lo normal. Termine de cambiarme lo mas rápido que podía, como mesera mi uniforme debe ser impecable, sin una arruga siquiera, debo llevar el cabello recogido siempre, podíamos usar una falda negra o un pantalón azul marino, ya que el chaleco era rojo con la camisa de vestir blanca, me di un ultimo vistazo el desastre de mi cabello había quedado en orden y termine a tiempo antes del servicio y poder medio aprenderme los menús de hoy.

Me fui a la barra donde me esperaba Hyunjin, me dio su tableta para mostrarme los menús de manera rápida, el tenia algunos meses invitándome a salir pero siempre le decía que no tenia tiempo por la escuela y el trabajo, no es que no me parezca lindo, de hecho después del odioso Chef el es el mas atractivo del lugar, nuestras edades eran similares y congeniábamos bien, pero no quería iniciar algo que se que no tendría futuro, menos cuando estoy acostándome con Kim Seokjin.

-Gracias salvaste mi trasero

-No hay de que.

El restaurante estaba lleno como siempre se hacían reservaciones con un mes de anticipación para poder entrar aquí, la paga como mesera es bastante mejor que en otros lugares por eso no podía darme el lujo de perder este trabajo o mi colegiatura sufriría las consecuencias.

-Dos especiales del día

-¿Cómo vas con tus mesas? -Hyunjin nunca perdía oportunidad para hablar conmigo durante el turno

-Bien, me tocaron clientes tranquilos, además de que están complacidos con mi actitud servicial, sabes que soy un encanto.

Una punzada en mi vientre me ataco haciéndome doblar un poco, me sostuve de la barra de comidas, de nuevo otra punzada me ataco haciendo que me temblaran las piernas

-¿Estas bien Brenda?

-Si, si solo es un calambre

-Si tienen tiempo de estar coqueteando deberían de apurarse en sus mesas

-Esperamos a que salgan los pedidos Chef -mi compañero me gano la palabra -además Brenda no se ve muy bien

-Estoy bien -otra punzada mas -ah

Un gemido involuntario salió de mis labios, esperaba que lo tomaran como gemido de dolor, porque ahora mi cara estaba roja

-Salen los especiales

Tome los platos y me fui a repartirlos, les serví a los clientes con la mejor sonrisa que tenia retire las copas para traer los tragos que me pidieron casi llegar a la cocina me ataco otra punzada mas, pero haciéndome tambalear, tuve que sostenerme de la pared de la cocina o me hubiera caído al instante.

Tome unos segundos para tomar aire, alcance a una compañera.

-¿Puedes cubrir la mesa seis? Necesito ir al baño con urgencia, los tragos están listos en la barra

-Si, anda ve te cubro.

Apenas llegue al baño me recargue con la respiración agitada, sentía el rostro muy caliente, desabotone mi chaleco junto un par de botones de mi camisa, me acerque a los lavabos para lavarme la cara, en eso una punzada mas fuerte me ataco.

-¡Dios no! - mire a espaldas mías, agradecí que nadie estuviera en los cubículos - maldito Seokjin.

Mis jadeos iban en aumento, tenia que controlarme, escuche que abrieron la puerta del baño mire de reojo, solo vi su uniforme impoluto venir lento hacia mi.

-¿Qué haces aquí?

Las punzadas se intensificaron, mire su mano con el pequeño control en ellas.

-¿Qué crees que hago aquí?, no puedo atender las mesas así - me tomo por el cuello

-Que mala mesera eres, deberías de poder con esto -apretó el botón de nuevo, gemí de nuevo mas fuerte - eres una irresponsable solo dilo

-Eres un animal enfermo

Me beso con brusquedad, no dejo de apretar el botón mientras lo hacia, yo me tuve que aferrar de sus hombros para no caer, mordió mi labio en un par de ocasiones y su lengua se movía de manera viperina dentro de mi boca en cada beso, me vuelve loca, lo detesto tanto.

-Que estes tan mojada por un estúpido juguete me causa conflicto, me excita verte, pero me molesta que disfrutes sin que sea mi verga la que este adentro tuyo.

-Tu me diste esta estúpida cosa, como castigo por llegar tarde y ahora te quejas, no estas bien de la cabeza Chef - esto lo descontrolo, se abrió paso rápidamente por mi ropa interior metiendo sus largos dedos en mi son habilidad removió la bala que el me había ordenado meterme para después sin piedad me penetrarme - ¡oh dios!

-Deja de coquetear con ese mesero de quinta, tu eres mía que no se te olvide

Me giro para que pudiera ver en el espejo como me tomaba desde atrás, su mano estaba en mi hombro para impulsarse mientras la otra me tenia tomada de la cintura, cada vez me penetraba mas duro, sus ojos llenos de lujuria me miraban por el espejo, era entre odio y deseo lo que yo le provocaba me lo había dicho en varias ocasiones, le molestaba que lo desafiara tanto, quería que fuera mas obediente tanto en el trabajo como en la cama, pero nuestros encuentros siempre eran así, violentos, salvajes y desafiantes por parte de ambos.

-Detente, me voy a correr -estaba muy sensible al estar siendo masturbada por la bala vibradora, y su miembro dentro de mi me había puesto demasiado mal

Tomo mi cola de caballo para jalar mi cabeza hacia atrás, me separo del lavabo para alcanzar mi clítoris y pellizcarlo sin dejarme de penetrar en esa posición, mis piernas al fin se rindieron, y mis paredes internar se contrajeron tan fuerte como si quisieran arrancar con furia el miembro enorme de Seokjin haciendo que este también terminara violentamente dentro de mi. Me volvió a girar tomándome del mentón para morder mi labio.

-Te quedaras para pagar tu tiempo muerto

-Pensé que ya había pagado el retraso de hoy

-Sabes que no es suficiente, ahora vuelve a coquetear con ese niño y tendré que ponerme mas firme contigo

Tome su miembro mojado de mi orgasmo y el suyo entre mis manos masturbándolo un poco.

-Quiero ver esto Chef -dije con socarronería

Se separo de mi, se acomodo su uniforme, además de esconder un poco su bulto que ya estaba duro por el tacto de mi mano, salió sin decirme nada mas, yo solo mire al techo del baño, nunca pusimos el seguro del baño, a veces nos arriesgamos mucho con este jueguito.

Todo lo que quedo del turno, no tuve tiempo ni de respirar, anduve de arriba para abajo con las ordenes, todos estábamos muy ocupados, mi pequeña travesura del baño me dio un poco mas de energías pero aún así Terminamos todos muy cansados y lo único que deseábamos era salir a tomar un trago.

-Solo me cambio y nos vamos -me metí a los vestidores, dándome un susto de muerte viendo a Seokjin parado en mi casillero -¿Eres alguna clase de asesino en serie o algo así?

-Te estoy esperando para irnos.

-No iré contigo, tengo planes

-Conmigo, llama a tus amigos y diles que te surgió algo, te espero en el auto no me hagas esperar.

Salió sin dejar que le contestará, maldito ególatra hijo de puta, tomé mi teléfono y les marque a los chicos diciendo que mi madre quiere que vaya a casa temprano, se que soy mayor de edad pero aún le tengo mucho miedo a mi madre y ellos lo saben. La realidad es que si tenía permiso de llegar tarde, pero eso ellos no lo sabían.

Salí por la parte de atrás, mire el lujoso auto negro del mejor Chef en cuanto subí encendió el auto.

-Todo esto sería más fácil sin dejaras de ser tan jodidamente rebelde Brenda.

-No soy de tu propiedad te lo he dicho Miles de veces, tu jueguito del macho dominante no va conmigo.

-Tienes tanto carácter querida, dices que no eres de mi propiedad sin embargo aquí estás.

¡Estúpidos 20 centímetros!

Llegamos a su casa, me baje algo molesta en verdad el es como un vicio, se que me hace mal, pero se siente jodidamente bien cuando estoy con él, no me arrepiento de mis pecados es más una relación carnal que sentimental no lo culpo el quiere una mujer dispuesta a complacerle siempre y yo pues soy un caso difícil.

Entre primero a su casa ya me sabía la clave de memoria el me hablaba mientras camina a tras mío, pero yo llegue directo al cuarto si mirarlo ni una sola vez.

-Brenda- me tomo del brazo - porque no puedes comportarte.

-Si quieres una mujer más simple búscala esa no soy yo.

Me jalo hasta su cuerpo apresándome por la cintura.

-Si deseara otra mujer ya la hubiera conseguido, lamentablemente la que me gusta eres tú, la que me prende eres tú, tú maldito cuerpo - me aprieta la cintura - tu rostro, toda tu, solo tu carácter arruina lo perfecta que serías

-Tu no tienes el carácter más lindo que conozco, un por favor o un gracias nunca están de más.

Bajo su mano hasta mi entrepierna y apretó.

-Pues deberías de decirle a tu coño que no se moje cuando soy borde contigo, porque tú boca puede pedir una cosa, pero este no miente -me arrojo a la cama y se quitó la corbata -desnúdate ya regreso.

Salió de la habitación, patalee un par de veces en modo de berrinche, pero se que es inútil resistirme, más por la estúpida humedad en mi ropa interior que no deja de delatarme, me pare frente a un enorme espejo en su habitación y me fui quitando prenda por prenda, me mire un poco totalmente desnuda, mi cuerpo me gustaba mucho, tiene las proporciones adecuadas y estoy segura de que puedo volver loco a cualquier hombre que me lo proponga, o a cualquier chef hijo de puta que me contrate.

-En verdad que eres divina -mire el reflejo de Seokjin que me analizaba desde el marco de la puerta, traía un carrito como de los Room service, siguió mi mirada y una sonrisa se le dibujo -sube a la cama

Aunque lo mire con los ojos entrecerrados subí sin rechistar, me acomode en la cabecera el se sacó dos esposas para atarme a la cama, no quería moverme me encantaba esto.

-Te cubriré los ojos

-Es injusto

Pellizco mis labios

-Cállate, no mereces ver nada, hoy has Sido particularmente rebelde.

Tapo mis ojos, escuché el ruido de su ropa al caer el piso, exijo que me quiten esto, uno de los beneficios de acostarme con el, es poder ver su cuerpo hecho a mano, su abdomen marcado de manera sutil, su piel blanca marcando la V que da a su entrepierna, su trasero que se marca taaaaan bien en sus pantalones, mi clítoris palpitaba de solo pensar que estaba así en este momento, desnudo frente a mi.

Un olor captó mi atención, un olor que hacía que mi boca se aguara, el chocolate.

-Hoy cene de manera deliciosa, cada platillo que probé fue gratificante, pero me faltó un postre, algo dulce, y tú piel me recordó que me encanta el chocolate.

Sus pasos se escucharon más cerca de la cama, junto con algunos ruidos metálicos, odiaba no poder ver nada, en eso sentí algo caliente que cubría en medio de mis pechos, caliente pero tolerable, aún así ardía al contacto.

-aah -gemí - ¿Qué haces?

-Pruebo mi postre.

Sentí su lengua recorrer por dónde el líquido caliente había pasado, me retorcí al sentirlo, succionó cada rastro de chocolate. Ahora paso el líquido a mis pezones, el placer tortuoso palpitaba en mi entre pierna, que empezó a ser atendida por las manos adiestradas del Chef.

Su lengua rodeaba mis pezones con habilidad, sus dedos jugaban en mi interior, yo ya estaba perdiendo el control de mis gemidos.

-Chef- trague al hablar -por favor no haga esto más.

-Me gusta oírte suplicando.

-Púdrete.

Mi entrepierna sintió el líquido caliente caer en ella, sus manos fueron colocadas en ambos lados de mis muslos, tomándome de estos para jalarme hacia su boca, su lengua sabía perfecto que rincones tocar y sus dientes mordía mi clítoris en cada oportunidad, el calor que invadía todo mi cuerpo me consumía demasiado rápido tan rápido que explote en su boca, mi gemido fue más un grito de placer, se separó de mi y sentí cuando quitó la venda de mis ojos, su sonrisa de satisfacción me molestaba, el sabe lo que me provoca y lo disfruta el malnacido.

-Es momento de tomar mi premio por un arduo día de trabajo

-Suéltame las manos.

-No.

Abrió mis piernas hundiendo todo su miembro duro de un golpe, no sabía cómo describir la sensación, me tomo por las caderas para iniciar los movimientos salvajes que mis pechos resentían balanceándose con violencia.

-Brenda adoro todo tu cuerpo que de retuerce al follarte, tus gemidos me ponen cada vez más duro.

Dudo que eso sea posible

Me desató solo para girarme y montarme en cuatro, me azotó el trasero en cada oportunidad y los sonidos morbosos de mi humedad exagerada era lo único que acompañaba nuestros jadeos. Me cambio de posición tumbando me ahora en la cama para apretar mi cuello. Eso solo indicaba que estaba apunto de correrse, su agarre nunca era demasiado, solo lo necesario para que mi cordura se largara a la mierda mientras me follaba.

Sentí cuando me lleno, el quitó una mano de mi cuello para apretar mi clítoris causándome el orgasmo más violento de mi corta vida.

Si por eso sigo teniendo esta relación tan tóxica con el.....

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El primer Oneshot dedicado a mi brenditachokolatoza con todo mi cariño
¿Quien será el siguiente?

Besitos sucios nenas