Solo una vez (Min Yoongi)

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Yoongi.

Está herida.

Tiene miedo.

La chica frente a mi sostenía un cuchillo entre sus manos, temblaba pero no dejaba de amenazarme con él, seguía desnuda y sus costado sangraba con una gran herida.

—¡No te acerques!

Debía ser cuidadoso, ella morirá si la dejo así, baje mi mochila y levanté las manos.

—Solo déjame revisar tu herida.

—¡No!

Pero su debilidad acabo por desmayarla, su cuerpo hizo un ruido muy ligero al caer, se notaba que no estaba en la mejor condición, aunque nadie lo está en realidad, su mal estado era más complicado de lo que pensaba.

—¿A dónde la llevas? —Jimin me vio cargándola —va ser una carga, déjala ahí, si el destino quiere ella sobrevivirá.

—El destino puede comerme la polla, la voy a llevar con nosotros.

—Eres un grano en el culo —se acomodó la mochila —pero te advierto que yo no te ayudare.

Hace más o menos dos años que se había terminado la guerra contra Corea del norte, no podemos decir que hubo un ganador, porque no era así, ambos países estaban en la ruina, todo era deplorable, los que habíamos sobrevivido, lo seguíamos haciendo, las campañas mundiales para ayudar al país no eran suficiente. La humanidad se había perdido totalmente, en realidad no sabía cómo es que yo había logrado seguir.

Un grupo de personas empezamos a crear una pequeña comunidad, una especie de colonia, donde logramos tener de nuevo un poco de estabilidad, pudimos tener electricidad, agua potable, incluso calefactores y un comedor comunitario para que todos tuviéramos algo de alimentación adecuada.

Llegue más que cansado, primero deje a la chica en mi habitación, pase a dejar los suministros que conseguimos a la bodega para regresar a curar a la chica desnuda en mi cama. Tenía muchos rasguños entre las piernas, sus heridas algunas eran viejas, otras recientes, con un trapo limpio trate de dejarla lo más limpia que pude, le administre algunos analgésicos porque es seguro que su cuerpo debe doler como el infierno, tenía las ojeras marcadas además de los pómulos hundidos en clara señal de desnutrición.

Como era de suponerse cuando reacciono, fue bastante hostil, pero solo la deje en mi habitación, una de las chicas iba y le dejaba comida, después la dejaba sola, como yo era uno de los exploradores y médicos del lugar me dejaban tener un baño propio, así que ella podría disfrutar de privacidad. Ya cuando la chica que llevaba la comida me dijo que se notaba más tranquila decidí entrar a hablar con ella.

—¡Tu!

Fue lo primero que dijo al verme, se subió a la cama y se arrincono en una orilla tratando de alejarse de mí.

—Tranquila, solo quiero hablar contigo —tome una de las sillas de mi cuarto —me sentare por acá, no me acercare lo prometo.

—¿Qué...que quieres hablar?

—Necesito tus datos, si es que los tienes para llenar una hoja de registro, si tienes familiares sabrán que estas aquí —se relajó un poco más, la ropa le quedaba algo holgada pero su apariencia era mil veces mejor de cuando llego.

—No..no tengo a nadie.

—¿Segura? Con la guerra pasaron muchas cosas, puede que este alguien por ahí buscándote.

Se abrazó de las rodillas negando.

—Mi madre me vendió por comida hace un par de años, pero solo la engañaron y asesinaron ahí mismo, desde entonces vivía donde me encontraste.

—¿Tienes un nombre?

—Monserrat, es todo lo que recuerdo.

Anote todo en mi cuaderno, para pasarlo más tarde a donde teníamos la base de datos, ella se quedó en silencio observándome, se acercó un poco a la orilla.

—¿Cómo...como..como pagare todo lo que están haciendo?

—Con trabajo, se te asignara alguna labor en la colonia, pero creo que iras a ayudar en la cocina mientras se te asigna algo más, tu habitación estará lista en un par de días, yo saldré de nuevo, así que te quedaras aquí por lo pronto —me levante de la silla y ella se volvió a hacer a la orilla —disfruta del baño mientras puedas, porque ya en tu habitación, usaras el comunitario.

—Hizo demasiado por mí.

—Jamás dejaría a nadie que necesite mi ayuda.

El deje de nuevo en mi habitación, para salir a exploración de nuevo, esta vez iríamos más lejos, necesitábamos conseguir algunos suministros para los cultivos que se estaban haciendo, ya habían hecho una manera de riego para ellos, pero nos faltaban algunas cosas.

Regresamos una semana después exhaustos, me dolían hasta las uñas, pero había valido la pena, conseguimos todo, y ahora podríamos tener mejor alimento. Cuando entré a mi habitación, la chica ya no estaba y todo estaba en orden, me di un largo baño para acostarme a dormir, no quería comer solo quería descansar.

—Señor —sentí que me movieron de la cama —señor Min.

Sentí que tocarían mi rostro así que por instinto tomé la muñeca de la persona sentándome de golpe.

—Me lastima.

La solté casi de inmediato, era la chica que había salvado.

—Perdóname —se aleje un poco de ella —es una costumbre que nunca se me quitara.

—Es comprensible —se sobo la muñeca —la señora Han quiere que vaya a comer, dice que necesita recuperar energías, me mando porque aún tengo llave de su habitación —se quedó viendo mi torso desnudo y lleno de marcas —en realidad todos lo hemos pasado terrible ¿No es así?

—Demasiado ¿Te has adaptado?

—Sí, aquí nadie es como en el otro lugar, todos nos sentimos agradecidos por lo que ha hecho por nosotros, juntos con los otros exploradores.

—Me alegra saber que podemos tener algo de tranquilidad.

Vi que se mordió el labio, y jugo un poco con las mangas de su camisa larga.

—Quiero hacer algo por usted, pero ¿Podría?

—No es necesario.

—Solo déjeme hacerlo.

Solo asentí tallándome los ojos, salió primero que yo de la habitación, la noté en el comedor, se veía más relajada, sus pómulos tenían más vida y aunque se encorvaba aun para hablar con las demás personas, ya no era nada comparado de como la encontré, ya iba a cumplir casi el mes con nosotros y todos decían que era una buena chica.

Termine las actividades del día y volví a mi habitación, la noche había caído así que me alistaba para dormir, cuando escuche que tocaron la puerta, cuando fui abrir, ahí estaba de nuevo Monserrat, pero venía con solo un vestido ligero encima.

—¿Puedo pasar?

Asentí, ella entro y se quedó de pie mientras yo cerraba la puerta.

—Me dijo que dejaría que hiciera algo por usted —se empezó a quitar el vestido —la única manera que conozco para pagar un favor es esta.

—Por dios no —tome el vestido del suelo —no debes de hacer eso ya, aquí no es necesario, además te dije que jamás hubiera dejado a nadie herido, si estaba en mis manos salvarlo.

—Déjeme hacerlo, lo prometió.

—No pensé que te referías a esto, vístete niña, ve a descansar —se acercó para tomar el vestido de mis manos.

—¿Al menos un beso?

Agite mi cabello y puse mi mejilla, la chica se acercó y dejo un beso en la comisura de mis labios, trague saliva por la cercanía de su boca con la mía, tenía mucho sin tener contacto con nadie, jamás lo había necesitado, tenía otras cosas en la cabeza, pero Monse no me lo dejaba del todo fácil en este momento. Vio que no me moví, entonces rozo sus labios de nuevo con los míos, dejando un beso corto, después otro, y otro más...

Sin darme cuenta me encontraba besándola de manera más pasional, tomo mis manos y las coloco en su cintura. Mi lado racional estaba desapareciendo, más cuando caminamos hasta la cama sin dejar de besarnos, me quito la parte de debajo del pijama que tenía puesta para liberar la erección que ya poseía.

—Espera, Monse espera, esto no está bien.

—Yo quiero hacerlo, por el momento es todo lo que tengo que ofrecerle, y no he dejado de pensar que quiero hacerlo con usted.

—Es que entiende que ya no tienes que hacerlo, eso se acabó aquí.

—El que no entiende aquí es usted, no estoy vendiéndome, usted me atrae, necesito de esto más de lo que usted cree.

Llevo mi mano hasta su entrepierna, la cual estaba húmeda, me maree al deslizar un poco mis dedos, ella gimió cerca de mis labios.

—¿Solo una vez? —dije ya sin fuerza de voluntad.

—Solo esta, lo prometo —volví a besarla, ahora apretando su cuerpo contra mí.

Se acomodó alineando mi miembro en su húmeda entrada, la sensación era el cielo, había tenido sexo antes, pero ya hacía tiempo de ello, así que esto era el cielo, ella no dejaba de besarme, me veía a los ojos mientras su cuerpo de movía lento con nuestros jadeos.

Mis manos apretaron su espalda para hacerla moverse más rápido, se abrazó a mi cuello dejando su cabeza en mi hombro sus labios estaban cercas de mi oído.

—Señor Min —gimió un poco mas —Yoongi —sentía como llegaría al orgasmo —déjeme complacerlo siempre, déjeme estar con usted, me siento segura, me siento bien, y se siente delicioso.

Por el padre de la lujuria, escucharla así fue mi limite, tome sus caderas para que se moviera más rápido haciendo que los dos llegáramos al orgasmo casi de inmediato, pero aun no salía de ella cuando empezó a moverse tratando de reavivar mi miembro, el cual reacciono de manera instantánea.

La gire para acostarla en la cama, abriendo un poco sus piernas, volviendo a penetrarla con mayor rapidez.

—Solo sería una vez —dije entre jadeos y gruñidos.

—Solo hasta que estemos satisfechos...

Sería una noche larga.



Este One shot esta dedicada a una de mis lectoras mas constantes, me costo pensar en un escenario como el que me pidio pero por fin aqui esta, aun debo unos cuantos mas, pero todas las que se ganaron su OS lo tendran lo prometo, un besote para @KimLovely6 espero que te gustara bella, siempre te veo presente en cada historia y te lo agradezco mucho.

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