Uppercut (Jeon Jungkook)

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Marisa

Siempre he pensado que las relaciones son algo complicadas, el tener que estar constantemente pensando en alguien, demostrar cariño y buscar afecto, es mucho trabajo, por eso siempre he preferido que las cosas se den de manera más natural, si llega una persona interesada en mi estará bien, si me interesa de vuelta aún mejor. Pero que puede saber una mocosa de 18 años sobre el amor.

Por otro lado mis hormonas me hablan de otro tipo de contacto en las relaciones, el contacto sexual, besar, morder, chupar, todas esas cosas que Lee uno en los libros y ve en las películas eróticas, pero mi cerebro hasta para eso resultó extraño, tenía más de cuatro meses saliendo con Lee Know, sus besos no me provocaban más allá de un pequeño cosquilleo, pero cuando me tocaba, nada se despertaba en mi, incluso comencé a pensar que era una persona asexual.

Hasta que un verano el morbo por fin apareció.

Mi padre ha Sido entrenador de boxeo desde que tengo uso de razón. Los gimnasios y cuadriláteros han Sido mi segundo hogar, yo salía de la escuela y venía directo al gimnasio de papá, rato después venía mi madre y me recogía aquí para ir a casa. Así que los boxeadores eran mi familia, siempre me mimaban mucho, incluso ayudarles en sus entrenamientos era parte de la rutina.

Crecí en este ambiente y eran bastante divertido, además de que estaba muy acostumbrada a ver los torsos músculos de los boxeadores sin que me causarían alguna reacción, siempre los vi solo como mis tíos.

Hace dos años mi padre inicio a entrenar a Jeon Jungkook, la joven promesa del boxeo, el en menos de un año logro colocarse en un puesto muy alto en su división, eran el único boxeador que ni las gracias me daba cuando le acercaba las toallas, o las bebidas ionizadas, todo una joyita. Solo decidí ignorarlo y continuar con mi vida normalmente.

Los veranos no salía del gimnasio, me gustaba estar ahí casi todo el tiempo, ayudaba en todo, aunque mi padre me dijo que no era necesario no podía evitar querer estar activa. Una de las noches después de una de las peleas, yo me puse a limpiar los casilleros, fui por toallas limpias y cuando volví escuché lo que hiso encender un botón en mi, algo que pareció hipnotizarme.

Los gemidos se escuchaban por todo el lugar, yo abrazaba las toallas mientras caminaba, trate de no hacer mucho ruido, asome mi cabeza para mirar con el rabillo del ojo, entonces tuve que contener cualquier sonido de mi boca, Jungkook tenia por el cuello a la enfermera del gimnasio, y con la otra mano le sostenía el muslo, esta tenia sus pecho expuestos balanceándose con las fuertes penetraciones que Jungkook le daba, ella solo gemía, la expresión de el era de dominación total, gruñía mientras seguía moviendo su pelvis en contra de ella, los músculos de su espalda se marcaban por el esfuerzo tan intenso que ejercía, quería salir de ahí pero mis pies no me obedecían, un cosquilleo recorrió mi vientre empapando mi ropa interior, mis ojos no despegaban la vista de los brazos tatuados y sudorosos de Jungkook, la manera en que ella lo veía perdida en su placer causaba envidia en una parte de mi, yo quiero experimentar algo así, quiero saber que se siente gritar el nombre de alguien, que alguien te cause la sensación que ver esto me esta provocando, mordí mi labio inferior, quería tocar la humedad entre mis piernas, pero tendría que soltar las toallas delatando mi presencia ahí.

Mire hacia atrás pensando que no podría ser la única mirando el espectáculo, sentía como que alguien mas observaba junto conmigo, una mirada además de la mía, pero no era nadie tras mío, mire de nuevo hacia el par que estaba aun en su faena, tuve que mover mi mano lento hasta alcanzar mi entrepierna para frotar aunque sea un poco y sentir esa pequeña electricidad. En eso note que el casillero de Jk estaba abierto y de ahí venia la mirada que sentía, el espejo que tenia dentro de el me reflejaba perfectamente, dentro de ese espejo los ojos grandes y excitados de el me había visto tocarme mientras lo veía teniendo sexo con la enfermera, solté las toalla asustada y mejor corrí.

Deje de ir al Gimnasio de papa por un tiempo, incluso me preguntaron si estaba enferma, pero la verdad es que no quería toparme con Jungkook, no después de eso, además de que tiene bastante tiempo visitándome en las noches a través de mis sueños, o reemplazando a mi novio en nuestros encuentros poco satisfactorios, a pesar de que en verdad Lee Know lo intentaba no provocaba esa chispa en mi, me gustaba mucho su compañía, pero su tacto no elevaba mi temperatura como el deseaba. Afortunadamente para mi Jk se fue a entrenar por unos meses al extranjero para subir de liga, así que volví a ir con regularidad al gimnasio, volvió todo a la normalidad.

Ahora mi cumpleaños había pasado hace poco, tenia algunos planes para salir con mis amigos y con Lee Know, así que solo me quedaría un momento con mi padre.

-Marisa niña, te vez muy bonita, ¿A dónde iras?

-Ahora que ya soy mayor de edad, planeo ir a conocer un bar no muy lejos de aquí, iré con mi novio y algunos amigos.

-Me alegra pequeña, pensé que ayudarías con el vendaje para el entrenamiento.

-Te puedo ayudar Jagger aun tengo algo de tiempo, iré por las cosas espérame en la banca.

-Gracias pequeña.

Fui a la bodega para recoger las vendas y la cinta adhesiva, me acomode el vestido para que al sentarme no se viera hasta mi apellido, cuando Salí de la bodega por ir mirando los números de las vendas me choque contra alguien.

-Perdona -me sobe el golpe -no te vi

-con lo pequeña que eres no me extraña

Abrí los ojos de par en par, aquí estaba Jungkook, vestido con una chaqueta de cuero sosteniendo un casco de motocicleta en la mano, esos vaqueros negros se le amoldaban a las piernas de una manera tan perfecta, ¿esperen me acaba de decir pequeña?

-Déjame informarte que mido 1.65 estoy por encima de la estatura promedio

-Sigues siendo pequeña.

-No es mucha la diferencia de estatura.

-Pero existe una diferencia y eso es lo que importa.

Bufe molesta, pero no quería iniciar una discusión aquí, así que mejor lo ignore y fui con Jagger a ponerle las vendas.

-Jagger ¿Sabes que hace Jk aquí? Se supone que volvería hasta el mes que entra

-Estará con las promociones de su próxima pelea, así que tu padre le mando a llamar

Continué poniendo el vendaje de Jagger de manera tranquila, le ayude a colocarse los guantes y se retiro a entrenar, yo comencé a guardar la cinta y recoger las basuras.

-Que bueno que estas aquí, ¿también puedes ayudarme con los vendajes? - Jk me miro sentándose en la banca.

-Debo irme ya no me da tiempo de prepararte las vendas

Camine pero el me detuvo de la muñeca.

-Traje las vendas, solo es cuestión de que las pongas.

Le quite las vendas de mala manera, el nunca pedía mi ayuda, ahora no sé que mosca le pico. Mientras colocaba el vendaje, las venas de sus manos me hicieron tragar saliva, creo que el pulso me fallaba, comencé a recordar por qué lo había estado evitando, mis ojos recorriendo la vena que llegaba hasta el primer tatuaje.

-Esta un poco apretada

No me había dado cuenta que estaba apretando demasiado el vendaje, lo tuve que quitar de nuevo.

-Es que de pie es más difícil hacerlo, siéntate -me jalo para que me sentará en la banca, tome una toalla para colocarla en las piernas y no se viera más allá, el vestido se subió arriba de los mismos y si respiraba más juro que se subiría hasta mi cadera, ya sentada me acomode mejor para ponerle la venda, nunca me tardo tanto pero el me pone muy nerviosa. Cuando iba a terminar la primera mano, siento que sus dedos rozan mi rodilla, después suben por debajo de la toalla.

-¿A dónde irás que estás vestida así? -quería apartar la mano, pero el calor de mi vientre no me dejaba hacerlo.

-Voy a cele...celebrar mi cumpleaños-

Su mano fue a la piel interna de mis muslos, mi respiración se hiso errática, no sabía si respirar o tragar saliva, cuando subió más hacia mi entrepierna le detuve la mano, el me miró directo a los ojos.

-Te estoy deseando feliz cumpleaños es todo Marisa

-Si mi padre te ve tocándome, te cortará las manos.

-¿Me detengo entonces?

No conteste solo solté su mano, si quería detenerlo, pero mi libido ya estaba muy alto, quería averiguar que planeaba hacerme.

-Sigue fingiendo que me pones la venda, y no vayas a hacer mucho ruido, o estaremos en problemas.

Con el rubor en mis mejillas y un ligero temblor volví a acomodarle la venda, sus dedos se deslizaron por mi ropa interior para hacerla a un lado, con el dedo índice tocó de arriba abajo mis labios exteriores.

-Vaya, si estás ya húmeda, hay una pregunta que quería hacerte desde ese día-Metió la punta de su dedo, y se me escapó un gemido, el sonrió -¿Te puso caliente, verme follarme a la enfermera?

Lo intente mirar mal, pero metió a un más su dedo, yo agache la cabeza para controlarme antes de que empezará a gemir más.

-Marisa, contéstame

Movió, su dedo lento girando su mano para que su palma frotara mi clítoris mientras metía y sacaba un dedo, cuando apenas me está a acostumbrando a la intrusión de uno, metió el según dedo.

-Si no me contestas me detendré.

Sostuve su mano cuando intento apartarla de mi intimidad, lo mire directo a los ojos y conteste con la sinceridad que la excitación me dio.

-Sentí un poco de envidia, quería saber que estaba sintiendo ella.

Sus dedos se movieron más rápido, los abrió y cerro un poco, encaje mis uñas en su brazo.

-Parece ser que ese novio tuyo, jamás ha tocado aquí.

Metió un poco más brusco los dedos, y yo ya había soltado la venda, me acercó más a él, para hablarme en el oído.

-Marisa, eres un fruto prohibido que muero por probar desde hace tiempo.

-¡Marisa, tus amigos llegaron por ti!

Lo empuje y me acomode el vestido

-¿Marisa?

-Ya voy papá

Se asomo

-¿Qué haces?

-Le ayudaba a Jk con su vendas, ¿Puedes terminar?

-si mi niña tu vete

Salí con la cara roja, no podía dejar de respirar agitado, y la verdad no disfrute la noche de amigos, todo el tiempo tuve la sensación de las manos de Jungkook bajo mi vestido.

Los días pasaron y lo estuve evitando todo el tiempo, el me miraba solamente a lo lejos pero no hacía nada por acercarse. Me sentía un poco aliviada, mis sueños húmedos cada día eran más intensos y mi cordura ya era muy poca.

-¿Qué tienes mi niña? Te he notado algo decaída.

-Nada, solo que me he sentido algo aburrida, creo que debería de entrenar de nuevo para matar el rato.

-Pues empieza hoy tus cosas están en mi oficina.

Me fui a cambiar mi padre me ayudó a ponerme los guantes y estuve un rato en la pera, la verdad si era una manera de quitarme todo está ansiedad que sentía al tener a Jk tan cerca.

-Voy a entregar unas facturas mi niña, y luego nos vamos.

-Esta bien papá, mientras me doy una ducha.

Me quite los guantes, tome un poco de agua y me fui directo a las duchas, me sentía ya más tranquila ya faltaba poco por terminar el verano y volvería a las clases, mi mente ya se ocuparía un poco más y todo esto mejoraría.

Escuché un ruido en los casilleros, creo que mi padre había vuelto muy rápido.

-¡Estoy en la ducha papá, ya salgo!

No obtuve respuesta lo cual se me hizo algo entraño, Salí del agua cerrando la llave, escuché unos pasos que se acercaban, entonces Jk apareció con una toalla enredada en su cintura solamente, hice lo posible por cubrirme el cuerpo.

-¿Qué...que.. haces aquí?

-Ya me iba pero escuche las duchas, pensé que eran alguno de los chicos, pero ¿Cuál fue mi sorpresa?

Me miró de arriba abajo, yo me pegue a la pared, yo quería verlo al rostro pero mis ojos se desviaban a el torso marcado y lleno de tatuajes de Jk, el lo noto y jalo el nudo de la toalla que tenía dejándome ver su miembro que comenzaba a elevarse poco a poco mostrando un tamaño que me daba algo de miedo.

-No está bien, debes de salir de aquí mi padre va a volver y nos meterás en problemas.

-Tu padre nos dará el tiempo suficiente -me aprisiona contra la pared, toma mi muñeca derecha y la lleva hasta el falo de su miembro, -me dijo que le marcarás cuando salieras, que el pasaba por ti.

Sus labios rosaron los míos, su mirada analizo mis reacciones, tenía algo de frío y mis labios temblaron un poco, subió sus manos para con sus nudillos acariciar mi rostro.

-¿Me dejaras portarme mal contigo? -dio un beso de pico -déjame ser el primero Marisa.

-¿Cómo... como.. sabes?

Me muestra la mano y mueve sus dedos.

-Aun tengo esa sensación Marisa -Lamio mi labio para después darme un beso más marcado -prometo no decepcionarte.

Ya para este momento no pensaba de manera racional, mi mano inicio el movimiento de arriba abajo sobre su miembro, el tomo esto como un si.

-Un poco más rápido querida...si...así

Su expresión se volvió más seria, al parecer mi mano le estaba dando la estimulación necesaria, ver cómo apretaba la mandíbula, estaba causando esa sensación de calor en mi de nuevo. Saber que también puedo causarle está reacción es fascinante.

Atacó mis labios, su mano recorrió mi abdomen hasta mi entrepierna, no tuvo que decirme nada yo abrí las piernas para darle más acceso. Mientras me besaba usaba sus dedos para masturbarme al igual que yo a él, solo que estaba perdiendo el dominio de mi mano porque el temblor en mis piernas inicio.

-Estas muy sensible Marisa, dime cuándo te esté follando ¿en quien pensarás?-Mordió mi cuello -en mi o en tu novio...

Solté su miembro, pero antes de moverme me besó otra vez, pero para levantarme, haciéndome sentir su erección en todo su esplendor.

-No dejes que tu moral te domine, si fuera algo sumamente serio, no me hubieras dejado masturbarte la primera vez.

-No es justo que con el no pueda sentir esto.

-Es porque yo soy el indicado Marisa.

Sentí que se alineó para entrar un poco, pero no se movió se puso a besar mi cuello para relajar el dolor que sentí cuando se abrió paso dentro mío.

-Te bajaré despacio, me dices si duele demasiado.

Solo asentí, el bajo mi cuerpo un poco, yo me aferre a su espalda pero no era tan doloroso como esperaba, mi mano alcanzo su nuca para poder acercarme a su oído.

-Mas rápido Jk.

Sin pensarlo dos veces me hizo subir y bajar más rápido, me apoyo contra la pared para bajar una pierna y levantar la otra, haciendo las penetraciones más profundas. El dolor se esfumó muy rápido ahora solo era placer, los dedos marcándose en mi piel, mis gemidos eran ahogados por sus besos, mis inhibiciones no existían en este momento, todo su cuerpo me provocaba y cada estocada me hacía gritar su nombre.

En un movimiento más llegué a mi límite, los espasmos se hicieron presentes, haciendo que el también se corrieran dentro de mi, con un gruñido tan sexy que me hacía querer más, continuar con esto aunque estuviera mal....

-nunca había durado tan poco, estás aún muy apretada y me daba miedo lastimarte.

-Quiero morirme.

-¿Te arrepientes?

Negué

-Quiero más

-Puedes hablarle a tu padre le inventas que vas a quedarte con alguna amiga y nos vamos a mi departamento.

Salimos de ahí para llegar a una farmacia y tener lo necesario para este error tan delicioso, mañana me encargaría de mi conciencia....

Para mí preciosa Marissa con todo mi kokorito nrdnbl espero te gustará
Nuestro jk con el delicioso de manera salvaje,
Ahora esperemos al siguiente chico....

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