1: Se acabó, ¿no es así?

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-Transmisión entrante, mi Más Alto. Viene de... um...
-¡Solo escúpelo!
-Tierra.
Un fuerte gemido resonó por toda La Inmensa en la conocida coordenada. Si alguna vez quisieron evitar un planeta, fue la tierra. Ningún lugar en la galaxia sonaba más horrible para un Irken. Y no fue por el ambiente tóxico ni por el sol hirviente. Tampoco fue por la estupidez de sus habitantes; si no por el simple hecho de que el Irken más peligroso e insano que jamás haya existido pasó a vivir allí: Zim.
Los Más Altos bullían con gran desdén. El Mas Alto Rojo se quedó de pie con un profundo suspiro, dejando a su compañero, Púrpura, que caía inerte sobre su sofá personal, quejándose ruidosamente
-¡No es justo, Rojo! ¿Qué hicimos para merecer esto, eh? ¿Huh? Más importante aún, ¿qué hice yo?
Nadie se atrevió a hablar por temor a ser expulsado de la cámara de aire.
Rojo lo ignoró, mirando hacia la pantalla mientras esperaba sus órdenes. Quizás debería simplemente ignorarlo. Tal vez Zim finalmente se diese cuenta de que no lo querían y nunca volviera a llamar...
Y tal vez Púrpura haría un trabajo real por una vez…
Sí, claro.
-¿Le habría matado esperar otro mes? Me estaba acostumbrando a la tranquilidad- dijo en voz baja.-Es tu culpa, ya sabes- señaló Purpura, metiéndose un puñado grasiento de patatas en la boca- Sigues respondiendo. ¡Deja de anonadar al pequeño bicho raro!
-No te vi quejándote cuando se convirtió en un monstruo de carne- Replicó Rojo, haciendo que Púrpura levantase las manos en defensa, derramando fichas por todos lados.
-Bueno, disculpa si el sufrimiento de los demás me divierte.
-Solo soy Irken, Rojo- Él se burló, volviendo su atención a la pantalla principal.
Se produjo un silencio mientras luchaba mentalmente con sus instintos y su propia curiosidad. Tan molesto como era, de vez en cuando, Zim conseguía información interesante sobre la raza humana. Rojo todavía tenía dificultades para envolver su cerebro en el concepto de una criatura que era alta, pero tonta. Desafió a la lógica.
-Mira, Voel- el lekku de ojos rojos del Irken se crispó. Púrpura... Theron rara vez usaba su nombre real.-¿Por qué no le decimos? Cuanto antes lo superemos, antes podremos deshacernos del espeluznante pequeño gremlin.
-Theron, dudo que él siquiera escuche.
-Oh, será mejor que escuche. Porque me estoy enfermando de escuchar las palabras "MI MAS ALTO" saliendo de la boca de ese twerp.- Voel suspiró, asintiendo con resignación. Theron tenía razón. No podrían mantener esta farsa para siempre... Bueno, probablemente podrían, pero ¿por qué querrían? -Además, tú actúaste raro en las últimas llamadas. Ni siquiera te reíste cuando el hámster lo mordió. ¿Qué hay con eso?.
Voel ignoró las preguntas de su colega
-Lo que sea... Solo hazle un parche y terminemos con esto- ordenó.
Lo último que necesitaba era que Theron lo acosara con acusaciones infundadas.
Sí, ya no encontraba alegría en torturar al defecto insano, pero eso no significaba que lo odiara menos. Y eso solo fue probado por la profunda semilla de agravación que sintió en el momento en que la cara estúpidamente feliz de Zim se hizo presente en la pantalla principal.
Se preparó mentalmente para la proclamación adoradora de "MI MAS ALTO", que seguramente sería seguida por cualquier plan absurdo que hubiera ideado para destruir a los humanos.
Como si eso alguna vez sucediera.
Zim fue un desastre andante. Todos sus planes terminaron en fracaso y destrucción, generalmente diezmando literalmente todo menos el objetivo deseado. Zim era un peligro para cualquiera con quien se asociara. Pregúntenle a Skoodge.
Voel fue sacado de sus pensamientos cuando Theron habló, cortando las divagaciones del pequeño Irken.
-Es suficiente, Zim. No llamamos para escuchar la estúpidez que vas a explotar esta vez. Nosotros-
-Pero, les llamé yo- Corrigió Zim, claramente sin darse cuenta del flagrante insulto.
La mano de Voel hizo contacto con su frente, mientras la cara de Theron se agrió. Por mucho que el Más Alto vestido de púrpura adorase corregir los errores de los demás, apenas apreciaba cuando le hacían lo mismo.
-Yo... tú... ¡nnnGAAAH! ¡ROJO, USTED LE DICE...! ¡EM! ¡NO PUEDO HACER ESTO!
Theron chilló, se tiró de nuevo al sofá y abrió una nueva bolsa de papas fritas.
Voel negó con la cabeza con disgusto. Como siempre, le tocó a él hacer todo el trabajo.
-Caramba, gracias compañero-se enojó, solo recibiendo una ola.
-No hay problema, Rojo.
Regresó a la pantalla con el ceño fruncido mientras Zim miraba a Theron con cautelosa confusión.
-Ooookaaay, ¿qué se metió en su PAK?- Bromeó el falso invasor, apuntando una sonrisa a Voel como si fueran buenos amigos.
Demasiado familiar para su gusto. Había permitido que el defecto persiguiera estos delirios durante demasiado tiempo. En el pasado, El Más Alto hubiera disfrutado poniendolo en su lugar, ahora, sin embargo, simplemente deseaba terminar esta conversación.
Una sensación enfermiza y retorcida llenó su escandalosa expresión. Él lo ignoró.
-Defecto de Irken Zim, oficialmente te estamos desterrando al planeta conocido como la Tierra.-Hablaba solemnemente, sabiendo que no había manera de que el falso invasor pudiera torcer o ignorar sus palabras, sin importar cuán engañado estaba. Observó con expresión inexpresiva cómo la sonrisa de Zim caía, reemplazada por una ansiosa confusión.
-¿Q-qué?... b-pero, Mi Más Alto, yo- Voel presionó, ignorándolo.
-No se te permitirá salir del planeta antes mencionado. Si intentas hacerlo, serás inmediatamente desactivado. ¿Lo entiendes?
Zim movió la cabeza con negación violenta.
-¡N-NO! ¡NO ENTIENDO! ¿Q-QUÉ HA HECHO ZIM A-?
-Se te enviará un archivo con una lista de todos tus crímenes. Lo que hagas con este conocimiento depende de ti. Después de esto, tu computadora será cortada de todas las transmisiones fuera de la atmósfera de la Tierra. Eso es todo.
Terminó Voel, volteándose para señalar el final de la llamada. Zim, sin embargo no lo hizo.
-B-PERO, ¡¿¿QUÉ HAGO CON MI MISIÓN??!- Se aferró, como si fuera su último salvavidas, pero Voel no dudó en arrancárselo.
Se giró, finalmente rompiendo su máscara de indiferencia y dejando que su enojo se deslizara.
-¡Escúchame MUY cuidadosamente, ZIM! No hay misión. No se suponía que hubiera un planeta. ¡Fuiste enviado en medio de la nada para MORIR!
-¡SÍ!- Theron saltó del sofá con un grito de alegría, incitándolo.-¡Perecer! ¡FALLECER!
-¡DESAPARECER, Y NUNCA manchar el Imperio con tu presencia OTRA VEZ
-¡ESO ES, ROJO!
-La única razón por la que te hemos complacido hasta ahora es porque tu sufrimiento nos divirtió.
-Sí, nos divertimos fácilmente.-Theron se encogió de hombros.-Bueno, ya no nos estamos riendo. Creo que todos podemos estar de acuerdo en que estamos cansados ​​de ver cómo tus estúpidos planes explotan en tu cara.- Todos los demás Irkens en la sala murmuraron y asintieron con la cabeza.
-¡Afróntalo! ¡Eres un fracaso, no solo como un invasor, sino como un Irken! Por lo tanto, te estamos despojando de todo estado afiliado al Imperio y todas sus propiedades conquistadas. ¡Te quedarás en ese planeta Y NO SALDRÁS! ¡¿HA QUEDADO CLARO?!.- Toda la atención en la sala de control regresó a Zim, que se quedó congelado.
Su rostro estaba pálido, y sus implantes oculares se habían embotado con cada insulto que le habían lanzado. En parte, se preguntaban si su PAK había fallado y se había cerrado debido al descarado despido de sus líderes. Todos saltaron cuando finalmente habló.
-...Como desees...Mi Más Alto- Se dirigía a los dos, pero su mirada perturbadoramente vacía nunca se apartó de Voel.
Todos contuvieron la respiración cuando unas afiladas patas de metal con forma de araña salieron de su mochila, elevándose por encima del muerto que parecía Irken. Voel no pudo negarlo, se estremeció cuando las piernas bajaron, esperando que cortaran el pequeño y frágil cuerpo del defecto. Pero en su lugar, perforaron el tablero de control, enviando ondas de electricidad a través del metal hacia Zim. La pantalla se convirtió en estática, dejándoles con la imagen del cuerpo de Zim convulsionando violentamente, quemado en sus mentes. Todo estaba en silencio... Hasta que Theron habló.
-Bueno... se lo tomó bastante bien... ¿no crees?
Voel sacudió la cabeza con disgusto, mientras observaba cómo su compañero empujaba donas en su boca.
Al menos todo había terminado. Si eso lo había matado o no, ya no tenían que preocuparse de que Zim los molestara nunca más.
Voel se sentó, tomando una rosquilla para él.
Sí... de aquí en adelante, todo podría ser perfecto.
No más Zim.

NA: Realmente, ya hacía tiempo que había traducido y editado la historia, pero era tan largo el capítulo, que pensé que debía cortarlo para que no se hiciera tan pesado. Hasta que (finalmente) me di cuenta de que perdería todo el sentido de haber hecho eso. ¡Espero que les encante tanto como me encanto a mí!~ Recuerden que esta hermosidad no es mía, creditos a su autor en Tumblr #sin_for_the_win~♡

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