15

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Unos minutos después, estábamos de camino al pueblo. Íbamos de la mano, no dejaría a A-Cheng ir solo si podía guiarlo.

Estaba feliz, pero esa felicidad cambió cuando llegamos al pueblo.

-Este lugar es un poco raro... Casi todos están reunidos en la posada...- dije al ver que algunos hombres miraban por la puerta.- No parece haber otro lugar para quedarnos...

.............

-Entonces acerquémonos... Aunque ese olor... A-Guāng, creo que eso no es una posada normal.- dije riendo suavemente por la extraordinaria inocencia de mi adorable compañera. - Aún así, si es el único lugar en el que podemos quedarnos, deberíamos intentar conseguir una habitación.

Caminé junto a ella, con cuidado debido a la multitud de gente, dejando que ella fuera mi guía. Me di cuenta de que podrían confundirla con alguna de las cortesanas del lugar o algo parecido, así que pensé algo lo más rápido que pude.

-A-Guāng, creo que, por el momento, hasta que podamos averiguar qué tipo de lugar es, será mejor que te escondas en mi túnica.

Aun faltaban unos pasos para llegar a la puerta, así que nadie la vería esconderse. Todos estaban haciendo demasiado ruido como para concentrarse en dos personas a unos metros de ellos.

..............

-Uhm... está bien, pero quiero tener un agujerito por donde mirar.- al verlo abrir su túnica, fui entre sus brazos y me escondí lo más posible.

Si él consideraba que era un lugar peligroso, no saldría de allí hasta que me avisara. De alguna forma, notaba que A-Cheng sabía a dónde íbamos.

-Listo, A-Cheng, ahora no puedo ser vista por nadie.- agradecía el ser tan delgada o no podría esconderme tan fácilmente.

.............

-Bien... Vamos a entrar, no dejaré que nadie te golpee o empuje, solo confía en mí.- le dije mientras reanuda a la marcha junto a ella.

No le había dicho nada de tener un agujerito por el que mirar, pero por el simple hecho de que no le di tal cosa. No quería que su tierna e inocente mente se viera corrompida por el ambiente de un burdel.

Entré, sabiendo por el ruido de los zancos de madera en el suelo que una de las cortesanas del lugar se acercaba. El olor a jazmín se hizo más fuerte y no tardé en saber por su voz que era una mujer con experiencia en la que era su labor.

............

Estaba un poco molesta, pues, a pesar de que le había pedido a A-Cheng que me dejara ver por dónde íbamos, no lo hizo.

Me sentía como él. Solo escuchando los ruidos de alrededor y sintiendo el movimiento de las tablas del suelo. No sabía siquiera cómo él lograba ubicarse entre tanta algarabía.

...........

La cortesana se detuvo frente a mí, esperaba al menos que pudiéramos conseguir una habitación sin tener que ser ese tipo de clientes.

-¿Un cultivador por estos lares? Es muy inusual, más aún uno ciego.- dijo una voz extremadamente cuidadosa en el tono para ser femenina y seductora.- ¿Puedo saber en qué puedo servirle? Podría hacerle pasar la mejor noche de su vida...

-Solo deseo una habitación si es tan amable, me han dicho que no hay posadas por aquí y que este era el único lugar en el que podía encontrar un sitio en el que dormir.- dije intentando ser lo más cortés que me fuera posible.

-Tenemos habitaciones libres, aunque son más baratas si pagas también por la compañía de una mujer.

-Solo la habitación, por favor.

-No seas tan aburrido, cualquiera de nosotras podría hacerte compañía esta noche... O más de una si es lo que buscas.- insistió la mujer.

¿Cómo hacerla entender que solo quería dormir en paz y que no estaba solo?

Sentí como A-Guāng se movía ligeramente incómoda, esperaba sinceramente que la cortesana no se hubiera dado cuenta de ella.

.............

Una voz femenina, no era de extrañarse, pero no me gustó que hiciera ese énfasis en que mi compañero fuera un cultivador ciego. Me quedé escuchando atentamente aun así. ¿La compañía de una mujer? ¡¿De qué rayos hablaba ella?! Ese aroma tan empalagosamente dulce en el ambiente y ese calor tan cargado, me hacían sentir incómoda.

Solo de escuchar el ofrecimiento de aquella mujer, mi sangre comenzó a hervir. ¿Qué se creía ella que podía hacerle a A-Cheng?

Me retorcí en el lugar a modo de queja. Quería que A-Cheng supiera que yo no quería que hablara más con esa extraña mujer.

.............

-Bueno, ya que solo quieres la habitación te cobraré como tal. Aún así, si en algún momento deseas pasar la mejor noche de tu vida, solo tienes que decirlo, estaré encantada de hacerte sentir bien.- dijo la mujer.

-Agradezco el ofrecimiento, pero aún así, solo deseo un lugar en el que dormir, no quiero nada más, mañana ya no estaré aquí.- dije algo más tajante y pagando por la habitación antes de que A-Guāng pudiera ser descubierta.

La mujer me dejó en paz por el momento, cosa que pareció complacer a mi compañera oculta bajo las telas de mi túnica.

Otra dama se acercó para guiarme hasta la habitación. No la dejé tocar mi mano para guiarme, pues le solté que podría seguir sus pasos sin problemas.

-Si necesita algo, toque esa pequeña campana, vendremos a asistirle en lo que necesite.- dijo la mujer en tono meloso, cosa que tampoco me hacía gracia.

-Está bien.- dije esperando a que se fuera.

Una vez así fue, sonreí y suspiré.

-A-Guāng, ya puedes salir.- dije apartando la tela para que pudiera ver la habitación que había conseguido para ambos.

............

Con gran furia, salí de debajo de la túnica de A-Cheng. No lo negaría, estaba hecha una fiera, pero no se lo demostraría a él.

Miré la habitación, nunca antes había visto un lugar tan colorido y bien arreglado. También tenía un olor muy dulce, casi desagradable. Tenía una cama muy grande y de sábanas rojas, muy raro para mí.

-Este lugar me resulta tan extraño...- tomé la mano de A-Cheng y lo guié hasta la cama.- Es una habitación demasiado adornada. Y ese incienso es demasiado fuerte y dulce. Creo que será muy caro.- me senté en la cama.- A-Cheng... ¿por qué esa mujer te habló de esa forma? Parecía... interesada en ti....

...............

-Este lugar, princesa mía, no es una posada normal, ya te lo dije antes de que entráramos.- le dije dejando que ella me guiara hasta la cama.- Apostaría los dedos de una mano a que las sábanas de la cama son rojas y satinadas, suaves... Y que los colores de esta habitación son muy vivos, tanto como los de un bosque. Este lugar es un burdel, y la mujer que nos atendió tanto al principio como la que nos ha guiado hasta aquí, ambas, son cortesanas, fulanas, prostitutas de profesión. No sé si me entiendes... - caí en la cuenta de que quizás ella no era consciente de lo que hacían esas mujeres para ganarse la vida, es posible que mi amada princesa nunca hubiera visto un lugar como aquel a pesar de haber viajado por muchos lugares contando cuentos.

Temía ser yo quien le contara que era ese lugar, pues a lo mejor en esa joven y tierna mente cabía una mala impresión de mí en otros tiempos.

............

¿Cómo era posible que A-Cheng supiera con tal exactitud los colores de las cosas en esa habitación? No pude siquiera afirmarle que tenía la razón, pero su sonrisa ante mi silencio me hizo saber que no le hacía falta que se lo dijera. Estaba seguro de ello.

-¡¿Un burdel?!- pegué el grito en el cielo casi.- Por Dios, dime qué esas chicas no te toquetearon ni te hicieron cosas raras. A-Cheng, ¿te hicieron algo?

Ahora lo entendía todo. Por eso todo el tiempo ofrecían el "servicio" de una mujer. Por eso A-Cheng no quería que yo viera el lugar ni que fuera descubierta por los de allí.

Me estaba protegiendo, pero, me era imposible controlarme. Sobre todo, al recordar aquella voz que se esforzaba por ser sensual para atraer a mi A-Cheng.

................

-Shh... Baja la voz princesa mía... Si esas mujeres se enteran que acompañándome hay una dama, no nos dejarán quedarnos aquí. Además, no tienes nada de lo que preocuparte, ninguna de esas mujeres tiene nada que me resulte atrayente. Más que nada, sé de lugares como este, porque más de una vez fui a uno para recoger a mi amigo, al mismo al que le regale mis ojos.- dije suspirando.- Y no, dulce reina, ninguna de ellas me tocó... Creo que fui bastante tajante con ellas como para que sepan que no deseo nada más que esta habitación que compartiré contigo.

Sonreí dulcemente. Esperando que ella me guiara hasta las sábanas, la cama la imaginaba grande, pero a ser posible intentaría dormir lo más cerca de ella que me fuera permitido.

...........

Estaba enojada, ese lugar no me gustaba para nada. A-Cheng estaba expuesto ahí a esas raras mujeres.

Ellas harían lo que fuera por sacarle dinero y no tendrían miramientos en aprovecharse de su ceguera para acercarse a él. Incluso estaban entusiasmadas porque él fuera un cultivador.

Cuando lo acerqué a la cama, puse la mano de A-Cheng sobre las mullidas sábanas.

-Solo espero que no entren en la habitación sin previo aviso. Tendría que esconderme como loca y... no quisiera saber ni la razón por la que quieran entrar.- hice un puchero.-

...............

-Tranquila, ninguna de ellas entraría sin tocar antes la puerta al menos, tampoco dejaré que me toquen o hagan algo.- dije divertido por la actitud de mi querida A-Guāng.- Después de todo, yo ya tengo una persona a la que amar... No me hace falta nada más.

Obviamente me refería a ella, ella que me daba luz, calor y compañía. A mí nunca me habían llamado la atención esas relaciones esporádicas, solo deseaba una duradera, con ella.

-Tampoco tendrás que esconderte, venga, será mejor que descansemos después de tan largo día.

Me metí en la cama, dejando un buen hueco para ella, esperando que se recostara a mi lado. Deseaba abrazarla toda la noche.

...........

Me acosté cerca de él, ocupando el hueco de la cama que me estaba guardando. Después de tanta molestia, solo quería ser estrechada entre sus brazos.

Me acurruqué a él sintiendo el calor de su cuerpo. Cerré los ojos apoyando mi cabeza en su brazo teniéndolo de almohada.

-A-Cheng... ¿irás a cazar esta noche...?- dije soltando un leve bostezo, pues ya los acontecimientos del día le estaban jugando una mala pasada a mis energías.

.............

Me giré sin mover el brazo que ella estaba usando de almohada, su suave cabello en contacto con mi brazo ya era toda una dulce agonía en mis sentidos, pero ahí no me quedaría.

Al girarme, pude abrazarla por la cintura, sin ir más allá de eso, pero al sentir su pequeño cuerpo entre mis manos, no solo pude imaginarme su cuerpo completo... lo que esas prendas escondían era todo un misterio para mí.

-No princesa mía, esta noche no.- susurre en voz baja y suave.- Esta noche no me moveré de tu lado, ya mañana habrá otra noche.

..........

-Eso...- sonreí por reflejo aún teniendo mis ojos cerrados.- Eso me hace muy feliz... No quiero que corras peligros innecesarios... Ahora perteneces a mi corazón, y siempre tienes que ser capaz de regresar a él cuando te vayas...

Abrí mis ojos y lo miré con el corazón acelerado. Era tan hermoso de cerca, la suave piel de su rostro se difuminaba en la oscuridad y aun así parecía brillar.

Me quedé así, mirándolo, disfrutando de su ser con mis ojos. No me importaba si me pasaba así toda la noche, era exquisito el solo hecho de verlo. Me sentía privilegiada de ser yo quien pudiera deleitarse de algo tan sublime.

...........

-Me alegra enormemente poder pertenecer a un lugar tan hermoso y cálido como tu corazón, princesa.- le dije estrechándola un poco más en mi cuerpo.- Puedo prometerte que siempre, siempre sabré volver a mi hogar, pues este estará siempre donde tú te encuentres. Ahora duerme, mi corazón seguirá siendo únicamente tuyo cuando mañana salga el sol.- besé su frente y luego sus labios muy tiernamente mientras sentía el calor que emanaba de su cuerpo.

Aquel dulce calor que llegaba hasta lo más profundo de mi ser, que me daba paz y me hacía saber que ella siempre estaría a mi lado.

............

Correspondí al beso que me dejó en los labios y vi que se acomodaba para dormir. Esperé unos minutos quieta, solo lo miraba sin moverme.

No sabía si estaba dormido, pero estaba quieto, eso sí. Me aventuré entonces a moverme y posicioné mi rostro frente al suyo. Miré unos segundos su venda y me acerqué a esta.

Posé con ligereza y suavidad, mis labios sobre esta. Aunque no llegara a ellos, besé sobre cada uno de sus ojos. Me sonrojé al pensar que lo hubiera sentido, por ello, me volví a acomodar en sus brazos hasta quedarme profundamente dormida.

..............

Sentí su contacto, mucho más de lo que mi orgullo llegaría a admitir. También mentiría si no dijera que su gesto me conmovió.

Aquel tan tierno contacto de sus labios con mis ojos, a pesar de que la venda estaba en medio, me provocó cierto escalofrío que apenas pude contenerlo para que ella no notara que seguía despierto.

Al sentir que se volvía a acurrucar en mí y que su respiración se calmaba, yo también me dormí tranquilo, aún abrazándola.

.........

Los toques en la puerta a la mañana siguiente, me despertaron estremeciéndome. Aún estaba entre los brazos de A-Cheng cuando desperté.

Di un salto de la cama por miedo a ser descubierta y que nos echaran del lugar.

-A-Cheng, atiende tú, yo me esconderé detrás de una cortina.- dije en susurro mientras iba a donde había dicho y procuraba estar bien oculta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro