Desayuné con emoción, pues hacía tiempo que deseaba tener una comida como esa. Me alegraba que A-Chen hubiera pedido lo mismo, así no me sentía tan rara. Cuando terminé, me puse en pie y fui sobre A-Chen para abrazarlo por la espalda y sobre los hombros.

-He terminado mi desayuno, A-Chen. Estoy lista para salir.- dije con emoción.

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- Yo también he terminado.- dije riéndome.- Me gusta saber que estás emocionada... Vamos, será mejor que aprovechemos el tiempo o se acabará haciendo de noche antes de que volvamos.

Me levanté llevando a A-Guang conmigo. Pues al no soltarse prácticamente la levanté en el aire. Algo que me hico reír incluso más aún.

- ¿Quieres que te cargue a mi espalda hasta que lleguemos al camino? Sería divertido.

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-Jijiji, si no soy muy pesada para ti, me es divertido.- respondí aferrándome con más comodidad a él.

Se veía muy diferente desde su altura. Era muy diferente a la perspectiva de mi altura tan baja.

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- Eres tan ligera como una suave pluma.- dije sonriendo y llevándola a mi espalda por las callejuelas del pueblo.- ¿Voy bien por aquí mi pequeña vigía? No quisiera tropezar teniéndote a mi espalda, podrías hacerte daño por culpa de mi extenuante torpeza.

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-Vas bien, A-Chen... ¡Oh! Un poco más a la derecha... Si, sigue adelante... vas por buen camino...

Se veía muy diferente el lugar y me parecía divertido que A-Chen se aventurara a ir conmigo cargada en su espalda por todo el pueblo. Sobre todo porque los lugareños nos miraban de forma extraña. Es decir, ¿a quién se le ocurriría guiar a un ciego estando cargada en su espalda?

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- ¿Qué te parecen las vistas, princesa? ¿Estás cómoda ahí arriba? - dije algo travieso mientras seguía sus indicaciones.

La verdad es que en ese instante fui mucho más consciente de lo delgada y pequeña que era mi bella y hermosa luz... Pero tampoco me importaba mientras supiera que ella estaba bien. La amaría fuera como fuese mientras su corazón e ideas fueran las mismas.

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-Es muy diferente a lo que estoy acostumbrada, pero se ve muy bien todo desde aquí.- comenté riendo mientras admiraba todo alrededor, hasta que llegamos a la escalera de la montaña.- ¡A-Chen, detente! Bájame, es mejor que te guíe bien en la subida, no quiero que te pase nada...

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- Vaya... ¿Ya llegamos? Pensaba que tardaríamos un poco más en venir hasta aquí.- dije riendome antes de bajarla al suelo con mucho cuidado.- Cuento con tu experta guía, mi hermoso lucero del alba.

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-Es una subida bastante larga...- comenté mientras me ponía frente a él y comenzaba a subir al tomarlo de la mano.- ¿Me cuentas un poco de cómo es? Me gustaría saber qué me encontraré allí arriba.- pregunté con gran emoción.

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- Una explanada grande y varias escalonadas con muchos edificios, esculturas y un buen lugar de entrenamiento en el que pasé horas y horas puliendo todas las habilidades que aprendía con el paso del tiempo. Los edificios son imponentes y a la vez austeros y limpios en su estructura, parecen casi demasiado sencillos, pero es parte de su encanto.- le expliqué mientras seguía su guía.

Íbamos algo más despacio por culpa de los escalones, los cuales no eran demasiado regulares en longitud ni altura... Lo que me dificultaba mucho la tarea de subirlos. Si no fuera por mi hermosa princesa me tomaría días llegar solo a la cima.

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-Se escucha grandioso. Suena como un lugar de gran prestigio... bueno, está bajo el poder de la gran maestra Baoshan Sanren, así debe ser.

El camino resultó ser más complicado de lo que pensé. Los escalones eran complicados de subir para A-Chen debido a su irregularidad. Estaba agradecida porque me hubiera bajado de sus hombros antes de comenzar el camino de la montaña o ya habría tenido algún accidente.

-A-Chen... aférrate más a mí... el camino está un poco destruido al frente...- me parecía extraño eso si se trataba de un lugar tan frecuentado y famoso.

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- Lo era, al menos cuando estábamos allí siempre fue un lugar al que la gente sabía que podía recurrir, nos dedicábamos a ayudar a cualquiera que tuviera problemas. Estábamos al servicio de la gente.- expliqué con orgullo por mi educación.

Cuando A-Guang me avisó, así lo hice... Por suerte justo a tiempo puesto que enseguida noté que el suelo estaba mucho más irregular de lo que ya era.

- Al parecer el tiempo ha hecho mella en el camino.

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-Es... un poco extraño, A-Chen... es muy diferente a como estaba el comienzo del camino...- comenté con confusión mientras un presentimiento bastante incómodo se apoderaba de mí.- Parece que ya falta poco... Unos arbustos no me dejan ver, pero no parece haber más escaleras detrás de ellos...

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- No debería haber arbustos tapando la entrada... Algo no debe ir bien.- dije frunciendo el cejo ante algo así.- El camino siempre ha estado despejado para que la gente no tenga problemas o dudas al entrar... ¿Qué habrá pasado?

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-Subamos un poco más. A lo mejor solo es parte de algún adorno que han querido hacer con esos arbustos y no lo distingo desde aquí...

Continué subiendo esperando que los ánimos de A-Chen no decayeran, pero el paisaje estaba convirtiéndose en algo que dejaba mucho que desear. Casi parecía deprimente.

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- Aún así me parece muy raro... Baoshan no haría algo así como tapar la entrada de la sede del clan... Es posible que... Bueno... Esperamos a llegar arriba antes de sacar conclusiones.- dije intentando ser lo más optimista posible.

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Avancé un poco más hasta que llegamos a los arbustos que nos cortaban el paso. No había forma de atravesarlos, hasta que se me ocurrió una idea.

-A-Chen... ¿crees que puedas cortar un poco los arbustos con tu espada para que podamos pasar?- pregunté apretando su mano ligeramente y haciendo lo posible porque mi tono lo animara.

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- Claro... Seguro que puedo hacer algo, aunque tendrás que indicarme por donde cortar exactamente o guiar mi mano.- dije con calma mientras soltaba su mano y desenvainaba mi espada con el mayor de los cuidados en caso de que ella andara demasiado cerca del filo.- Bien...¿Dónde están esos arbustos?