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Desperté, la escuchaba respirar calmadamente, el ritmo de sus suspiros casi me hace dormir de nuevo, pero tenía que hacer algo que le indicara que ya estaba despierto.

-A-Guāng... ¿Tienes hambre?-me levanté un poco, con cuidado de que no se asustara con mi movimiento repentino.

-Te ayudaré a encender la fogata si lo necesitas.- me levanté y la ayudé, pues ni siquiera la había soltado de la mano en todo el tiempo hasta que ambos estuvimos levantados.

........

No me sorprendí por sus repentinas palabras, pues había comenzado a hablar con un volumen bajo y una suave voz. Sonreí por ver que había despertado, pero más aún, porque lo primero que dijera, fuera mi nombre.

-Un poco.- dije con el mismo tono y levedad.

Cuando se levantó y me ayudó a ponerme de pie, el sonrojo volvió a atacar mis mejillas por su caballerosidad.

-Sería muy útil. Podría darme tiempo de ir un momento al pueblo a comprar algo para que podamos comer. Es más barato comprar todo y cocinarlo después.- propuse, aunque también me daba algo de miedo que se pudiera quemar al encender el fuego.

........

-¿Quieres que te acompañe? Cuando volvamos podemos encender el fuego juntos y así ninguno de los dos estará solo.- era mi idea, así no tendríamos que separarnos y no me moriría de incertidumbre pensando que algo podía pasarle.

Puede que en mi condición no sea el más indicado para desconfiar o confiar en el mundo, pero sé muy bien hasta dónde llegan los sentimientos y energías nocivas para los humanos.

Quizás por eso no me llamaría desconfiado sino, más bien, precavido. Y ahora ella y solo ella era mi prioridad.

......

-Uh... ¡claro!- una sonrisa natural salió en mi rostro.- Podemos ir juntos y que me diga que más le gusta comer a A-Chen.- una leve risa salió de mí mirándolo de reojo.

Estaba muy contenta de que pidiera ir conmigo. Así estaría en su compañía y me aseguraba de que no le pasara nada mientras prendiera el fuego. ¿Qué tenía? Tal vez me preocupaba demasiado, pero quería pensar en una forma de hacer algo por él, sobre todo si se preocupaba tanto por mi seguridad.

.........

-Entonces, vamos... No perdamos tiempo... Confío en que me ayudarás a ubicarme entre el gentío.- dije sonriendole pues mis palabras, aunque para ella pudieran ser insignificantes, eran sinceras.

No es que necesitara ubicarme o que me fuera a perder, pero realmente me ayudaba escuchar sus leves y ligeros pasos entre la multitud.

Después de todo, lo que menos deseaba era perderla en algún momento, que alguien chocara con ella y le hiciera daño o que se encontrara con alguien que tuviera la intención de lastimarla. Los cadáveres feroces no son la única amenaza de este mundo.

.......

-Por supuesto, cuenta conmigo, A-Chen.- con gran entusiasmo, tomé su mano y tiré de él para que comenzara a caminar.

Tras un par de segundos, lo solté y seguí andando frente a él manteniéndome cerca para que no me perdiera. Estábamos próximos a entrar al pueblo y no quería que nos alejáramos mucho.

-A-Chen, ¿qué te gusta comer?- pregunté con una animada voz.

.........

Me dejé llevar por ella, parecía entusiasmada y llena de alegría, eso me hacía sonreír automáticamente, cada vez tenía menos dudas de que ella fuera todo lo que a mi me faltaba.

Sentí un ligero vacío en mi pecho cuando soltó mi mano pero aún así escuchaba sus pasos, sabía que ella estaba cerca, eso apaciguaba mi mente y corazón.

-No suelo tener preferencias con la comida, diría que mi dieta suele basarse en el arroz, pero cualquier cosa estará bien mientras la prepares tú. Seguro que eres capaz de hacer algo delicioso con lo que sea.- fui totalmente sincero con mis palabras.

........

-Entonces intentaré sorprenderte.- dije para luego entrar al pueblo.

El mercado estaba repleto de gente. Todos intentaban obtener los mejores productos en las compras mañaneras. Era mucha la cantidad de personas, tal era así, que al voltearme, noté que mi acompañante cultivador no me seguía como antes. Por ello, regresé y retomé el contacto con su mano.

.................

-Confío en que lo harás, A-Guāng.- le dije mientras me concentraba en seguir sus pasos.

Las personas gritando y peleándose por los productos del mercado matutino me distraían. Solo lograba escuchar sus pasos a intervalos intermitentes así que no podía seguirla del todo.

Me detenía para poder concentrarme más hasta que sentí su mano. En ese momento, la paz volvió a mi mente, la sensación de haberla perdido por un momento me había angustiado mucho, pero solo sentirla junto a mí fue suficiente para que todo en mi interior volviera a un estado de tranquilidad.

-Qué suerte que estés tan atenta... Pensé que te había perdido, habría sido mi fin. - le sonreí dulcemente.

.........

Lo miré sorprendida por lo que me había dicho. Tragué en seco y miré al suelo sonrojada.

-No sería capaz de dejarte atrás, menos aún si no te es posible seguirme como normalmente.- lo miré, esa cálida sonrisa le dio la bienvenida a mis ojos e hizo acelerar el palpitar de mi pecho.- A-Chen... uh... ven por aquí... compremos algunas verduras...- me costó hablar.

Estaba yendo de la mano con él. No era como si tuviéramos algo, solo estaba guiándolo por no poder ver, pero... aún así mi pecho sentía un agradable cosquilleo y mis mejillas estaban calientes.

............

-Cuanto me alegra que así sea... Lamento darte tantos problemas como que tengas que guiarme de esta forma.- enrede mis dedos en los de ella para que nada ni nadie me pudiera separar de mí tan ansiada compañera.- Compremos lo que sea necesario, esta vez pagaré yo, guarda tu dinero por el momento... Utilízalo solo cuando sea estrictamente necesario y para tu beneficio.

Llegamos a un puesto con un olor muy rural, vegetales, olía el boniato, la cebolleta, algunas hierbas también.

-¿Qué tienes pensado comprar, A-Guāng? - pregunté dulcemente, confiando completamente en su criterio.

.........

-A-Chen no me da ningún problema. Estoy feliz de ser útil.- no comenté nada sobre lo último que me dijo, pero no estaba de acuerdo con eso de que fuera él quien pagara.

Cuando nos acercamos al puesto de verduras, seleccioné las de mejor calidad que encontré.

-He tomado unos rábanos, también cebolletas. Y... unos puerros. ¿Se te ocurre algo más que deba comprar, A-Chen?- dije convencida de que estaba haciendo una buena compra.

.......

-Mmm... ¿Qué tal un boniato...? ¿O dos...? Dicen que esta zona es conocida por sus dulces boniatos... Podríamos guardarlos para otro momento si no los consumimos ahora.- dije en modo pensativo, los olía así que sabía que estaban allí, ahora sí, no sabía exactamente su ubicación.- Si te gustan, los compraremos...

Caí en la posibilidad de que a ella no le gustaran, a mi no me disgustaban, pues su sabor y textura eran agradables al paladar normalmente. También llegué a pensar que si a ella no le gustaban yo también podría dejar de comerlos, tampoco es que me fuera a morir por no probarlos.

Además, lo que quería era que ella tuviera una alimentación variada y saludable... Me preocupaba más por su salud que por la mía propia.

Para mí... La vida de esa dulce chica era mil y un veces más valiosa que la mía. Viviría para mantenerla a salvo hasta que el último suspiró de mi alma saliera de mis labios.

.......

-¡Me gustan los boniatos! Pero...- miré alrededor, pero no los veía.- ¿Dónde...?

Pregunté al vendedor, este parecía que los tenía escondidos, pero al mencionarle que sabía que tenía, me los ofreció con disimulo.

Teniendo las verduras que compraría, pedí el dinero a mi acompañante, ya que él no me iba a dejar pagar. Luego de dar el dinero, volví a tomarlo de la mano y regresé por un camino más tranquilo, para que no nos molestara tanto la gente.

-A-Chen... ¿Cómo has sabido que ese vendedor tenía boniatos, si los tenía escondidos?- pregunté al estar caminando ambos por la tranquila calle.

.......

Agradecí la elección de camino de A-Guāng, pues pasar de nuevo ante el gentío habría sido un pequeño fastidio. Aún así, no me hacía gracia por el hecho de que, a lo mejor, ella consideraba soltar mi mano.

-Por el olor... Sabía de los boniatos, la cebolleta y los puerros... incluso de los rábanos.- dije tranquilamente con una muy leve sonrisa en mis labios.- La vista es uno de los sentidos más importantes... Pero cuando esta falla, los demás pueden darte pistas de lo que no esta al alcance de los ojos.

No pretendía darle lecciones y mucho menos quedar como alguien arrogante ante ella, pero aún así me sentí en el deber de decirle eso.

-Gracias a mis oídos soy capaz de distinguir tus pasos de los del resto de la gente, gracias a mis manos distingo tu piel de la de cualquier otro o distinguir la madera seca de la que no prendra fuego. Y el olfato me permite distinguir un pescado fresco del que es mejor no comer.

.........

Lo miraba con atención mientras me explicaba aquello. Me resultaba sorprendente, pero eso me daba mucha más confianza. Si tan bien podía utilizar sus sentidos para valerse, poco podía hacer yo por él. Y menos en ese momento, que ya la gente no molestaba.

Por eso, solo solté su mano con una sonrisa triste y retomé mi posición frente a él.

-Eso es muy interesante... Seguro por eso te va tan bien en las cacerías...- hice todo mi esfuerzo por sonar con un tono animado, pero ni yo misma me convencía de ello.

..........

Notar como soltaba mi mano, seguramente mi explicación le había entristecido, yo había hecho que me soltara. Pasó lo que no quería que ocurriera, la acababa de alejar de mí.

-Ya, bueno... Son cosas que ocurren cuando pierdes uno de los sentidos... Solo agudizas un poco los demás procurando poder sobrevivir... Pero aún pudiendo seguirte.- tomé su mano nuevamente.- Prefiero caminar así contigo... Si llega a aglomerarse la gente podría perderte de nuevo. No quiero eso...

Ignoré el deje apagado de su voz... No quería que se sintiera triste por no sentir cuán útil es ella para mí. La necesitaba tanto que el solo hecho de que me soltara la mano me dolía... En el pecho.

.......

Me sonrojé muchísimo al notar que volvía a tomar mi mano, siquiera sabía cómo me había logrado ubicar de esa manera como para poder tomarla de una forma tan certera. Aún así, no era como si yo quisiera soltarlo precisamente, sólo que sus comentarios me habían hecho sentir como que no me necesitaba.

-No te preocupes, siempre que nos separemos, te prometo que voy a poder encontrarte, así sea del otro lado del mundo.- mi respuesta hacia su petición hizo que me sonrojara aún más.

Continué caminando de su mano hasta que volvimos a salir del pueblo  y llegamos al templo. Mientras ubicaba los vegetales en un lugar limpio y sobre paja, observe que la fogata había sido apagada de una forma poco ortodoxa. Inferir que había sido el la noche anterior.

-A-Chen, ¿sabes de algún río cerca? Sería bueno poder lavar las verduras antes de cocinarlas.- me dispuse a encender la fogata.

..........

-Lo mismo te digo... No pienso separarme de ti, dejarte sola ahora o en cualquier otro momento es y sería un sacrilegio para mí.- quizás estaba obsesionándome con ella, quizás no debería apegarme tanto, pero la necesitaba conmigo, con urgencia.

Llegamos al templo, seguía siendo una buena hora para desayunar y el paseo me había abierto el apetito, para cuando A-Guāng preguntó por el río, sonreí dulcemente.

-Anoche pasé cerca de uno... Puedo llevarte hasta él, recuerdo bien el camino.- esperé su dulce respuesta, rezando desde cada rincón de mi mente a que fuera un sí.

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