El estadio olímpico de Seúl estaba completamente lleno de personas que gritaban por su ídolo. Las luces del escenario resplandecían con el nombre “Kim Taehyung” en la parte de atrás en en las pantallas a los lados de este.

Los gritos se escuchaban fuertemente y los músicos estaba listos para comenzar a tocar. La estrella estaba justo detrás del escenario con la guitarra roja en mano.

Habían pasado ya tres meses desde que aquel artículo que le salvó la vida había sido publicado, y en cuanto este gran concierto se anunció, las entradas se acabaron en cuestión de minutos.

El azabache miraba a los ojos a su precioso novio, el cual arreglaba su cabello con amor y permanecía en silencio.

—¡Taehyung! —se escuchó una voz algo aguda gritar, los dos chicos enamorados voltearon en la dirección del sonido y se encontraron con un chico de ojos grandes corriendo hacia ellos.

—¡Jungkook! —saludó el rubio cuando vio a su mejor amigo acercarse. Sin embargo, cuando el periodista llegó hasta ellos, se lanzó a los brazos del cantante y lo miró a los ojos.

—Taehyung, lamento haber escrito ese artículo hace unos meses. Sin duda, no tenía idea de lo que estaba escribiendo, y ahora me doy cuenta de que eres la estrella de rock más deslumbrante del mundo. —se separó y miró a Jimin —. No había tenido la oportunidad de pedir disculpas, lo lamento.

—Está bien, Jungkook. Eso ya quedó en el pasado. —dijo el azabache que afinaba su guitarra antes de subir al escenario.

—Así es, Jungkook. Todo está bien aquí, después de todo, echa un vistazo a la cantidad de gente qué hay allá afuera. —aseguró el rubio y sonrió.

—Ahora, si me disculpan, tengo un concierto que dar. —anunció el azabache antes de tomar a su novio por la cintura y besarlo apasionadamente. Después de separarse, miró al otro periodista y le guiñó el ojo.

Salió al escenario con las luces apagadas y cuando estuvo en el centro, el baterista contó el tiempo con sus baquetas y cuando el espectáculo de luces comenzó, la batería se unió con la guitarra y los teclados.

La gente gritaba al ver a su ídolo, Kim Taehyung, sobre el escenario.

“This ain’t a song for a broken hearted”

En ese momento, la gente reconoció la canción y comenzó a cantar junto con su artista, el cual miraba a todo su público mostrándole respeto y admiración.

El sonido de la batería y los bajos lo hacía sentir completamente vivo.

“And I ain’t gonna be just a face un the crowd,
You’re gonna hear my voice when I shout it out loud...
It’s my life!”

Por un lado de escenario, Jeon y Park observaban como el artista cantaba con todo su corazón y tocaba la guitarra con extrema facilidad. Gritaban y cantaban junto con él mientras saltaban en su lugar, completamente capturados por el espíritu del rock.

“And its now or never,
Ain’t gonna live for ever;
I just wanna live while I’m alive”

El ave fénix se presentó una vez más en el verdadero escenario en el que Taehyung se encontraba haciendo lo que más le gustaba, cantaba junto a más de sesenta mil personas que compartían su inmenso amor por la música.

Entre el público, se encontraban Yoongi y su pareja HoSeok, quienes cantaba a todo pulmón mientras sostenían su mano con el símbolo del diablo en ella. Incluso el mismísimo Kim Namjoon estaba entre el público cantando junto a la estrella más dedicada de todo Corea.

Mientras tanto, Kim Seokjin y Choi SooBin estaban detrás de escenario atendiendo llamadas, aceptando entrevistas y reprogramando presentaciones. Todos los estadios y clubes deseaban que este cantante se presentara en sus escenarios. Kim era el mayor exponente de rock de la época.

Era hipnotizante la manera en la que Kim modificaba su voz para llevar a notas altas y después raspaba su garganta para darle mucho más dinamismo a su canción.

El escenario echaba fuego literalmente, los músicos tocaban con toda la pasión que tenían en sus cuerpos y la energía en aquel estadio era demasiada.

Ya no era necesario salir al escenario drogado, Taehyung por fin podía disfrutar completamente lo que era subirse al escenario y tocar las notas que hacían que su corazón se acelerara y lograr sumergirse en el puro placer de escuchar a la gente disfrutando de su música.

Se sentía completamente vivo, sentía que valía la pena vivir por estas emociones que lo hacían recobrar miles de años de su existencia. La energía compartida por el público era demasiada, Kim jamás se iba a cansar de cantar para su público y los dioses del rock.

Su cabello completamente empapado en sudor al igual que su cuerpo, sus ojos cerrados, disfrutando de cada nota que tocaba con la guitarra, sus dedos deslizándose hábilmente por las seis cuerdas.

Por fin se sentía casi completo, sólo que le faltaba algo, y era su amor en escenario, así que volteó hacia atrás y miró al hermoso rubio que disfrutaba de la música con sus ojitos entrecerrados y una hermosa sonrisa adorable en su rostro.

Sonrió antes de caminar hacia él y tomarlo de la mano para llevarlo al centro del escenario. Toda la gente gritó, no sabían por qué el cantante había llevado a ese chico, pero esperaban que fuera una sorpresa. Por otro lado, Jimin se sentía completamente aterrado por estar ahí.

Miró a su novio con los ojos bien abiertos y antes de que saliera corriendo, Kim le sostuvo la mano y tomó el micrófono.

—Quiero agradecer a este precioso chico de aquí, porque sin él, esto no habría sido posible. Sin él, yo no estaría completo. —habló en el micrófono mientras miraba a los bellísimos y curiosos ojos de Jimin.

Toda la gente gritó en respuesta y un poderoso sonrojo se apropió del chico rubio, desde sus mejillas hasta sus orejas.

Sin duda, ese era el inicio de muchos más conciertos. Y Jimin sabía que su novio pertenecía al escenario, sabía que ahí era feliz.

Era muy arriesgado hacerlo, pero a Taehyung no le importó y pensó que esa era la mejor manera de salir del closet y de alentar a todas las personas a que lo hicieran sin preocuparse de lo que los demás pensaban. Al final, eran personas, y se podían enamorar del chico al que ni bien conocían por cinco minutos, y ya los estaba insultado y gritando.

Tomó la cintura del otro chico con posesión y cuando el solo de guitarra comenzó a sonar por las bocinas, besó los dulces labios de su chico. El periodista se sentía completamente enamorado del cantante.

En este mundo, no importaba tu preferencia sexual, tampoco tú género o edad. Ellos estaban ahí por la música, no por saber a quién se follaba Taehyung en las noches.

La gente reaccionó de la mejor manera posible, algunos se enternecieron y otros sólo siguieron disfrutando de las frecuencias placenteras que llegaban a sus oídos e inundaban sus cerebros.

“It’s my life!”

Entonces, bajo los reflectores y con la guitarra de por medio, Jimin miró a los ojos a aquel cantante que solía estar destrozado, se llenó de alegría al ver que en sus ojos, ya no había dolor ni sufrimiento. Era como el ave fénix, había renacido de sus cenizas y por fin logró cumplir su sueño.

Había dos lugares a los que Taehyung pertenecía, al escenario y al corazón del periodista.

━ Fin ━