Desde hace un tiempo JiSoo estaba recibiendo mensajes calientes de un desconocido o desconocida, ya que todavía la persona que le escribía no le dejó saber su sexo. De igual forma a ella no le importaba mucho eso, le gustaban los hombres y las mujeres por igual. La pelirroja lo supo desde siempre. En cuanto a las chicas, solo había estado con Mina y con Lisa. La tailandesa y ella habían estado juntas solo unas semanas, pero en ese tiempo JiSoo la pasó muy bien con ella.

La había conocido en un bar gay donde había ido con Jennie, a la pelicastaña la miró confundida cuando ella le dijo que quería acompañarla al lugar, pero dedujo que seguramente quería ir para aceptar por completo su bisexualidad, pero nunca pensó que solo quería ampliar sus propios horizontes.

Jennie la perdió minutos después de entrar. Ella hasta el día de hoy piensa que la pelirroja se fue del lugar apenas ella la dejó sola. Pero en realidad no fue así.

Jennie se había ido atrás de una chica teñida de azul, dejando a la, en ese entonces, pelinegra sola y ella no podía culparla. Jennie había ido hasta allí para eso, para follar y ella lo sabía.

Lalisa se le acercó, a los minutos de que Jennie la haya dejado, al principio de la noche se dedicaron a hablar, se cayeron bien al instante, hablaron como amigas hasta el momento en que, después de varios tragos, la noche se volvió un poco caliente.

Su relación no fue más allá de folladas casuales ya que ninguna sentía más que amistad y un poco de atracción hacia la otra. No había amor y tampoco se gustaban. Así que solo permanecieron como amigas, hasta incluso hicieron de cuenta que eso nunca sucedió.

JiSoo sintió su celular vibrar en su bolsillo y lo sacó de éste para poder ver el mensaje que le había llegado, pensando en que sería otro de los sexy mensajes que le mandaba ese desconocido.

La pelirroja estaba esperando a sus amigas en la cafetería en la que siempre se juntaban, ella siempre era la que llegaba primero a sus reuniones.

De: Lalisa

"¡Hey, JiSoo! ¿Me puedes ayudar con un problema?"

JiSoo frunció el ceño ante el mensaje, pero rápidamente contestó con un: "Si claro, Lis"

La mayor no se había percatado de que su amiga Mina estaba sentada a su lado leyendo los mensajes, inclinada en su dirección para hacerlo.

─ ¡Oh, Dios! ¿Con la palabra problema se refiere a que tiene una erección?

La pelirroja soltó un gritito muy agudo, cuando sintió la voz de su amiga venir de la nada, ¡Ni siquiera la había visto venir! Ésta rió ante la reacción de la mayor y como no contestó su pregunta, volvió a hablar, malpensando todo.

─ ¡No puedo creer que mis amigas sean unas vaginas alegres! ─ Exclamó la rubia en un tono bastante fuerte.

─ ¿Por qué? ¿JiSoo no era la más reservada de nosotras? ─ Preguntó una Jennie recién llegada y bastante sorprendida.

─ ¡No! ─ Le respondió efusivamente la japonesa ─ Le ayuda con sus problemas... ─ Guiñó varias veces uno de sus ojos, mirando en su dirección y sonriendo exageradamente. Mientras las mejillas de JiSoo se volvían rojas ─ A tu psicóloga.

Jennie estaba sonriendo divertida hacia su amiga hasta que mencionó aquello, ¿Acaso Lalisa estaba jugando con ambas? Porque si ese era lo que estaba haciendo la ojimiel, no se lo iba a permitir.

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holi, volví y trataré de traerles tres capítulos por no haber actualizado este fin<3