CAPÍTULO 14 - ¿Esto es el cielo?

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NANAYA

Aun puedo escuchar todos los disparos que detonaron la semana pasada en el club, no sé qué ocurrió exactamente, baje del escenario y a los pocos segundos el caos se apodero del lugar, los guardias de Jerry nos sacaron rápidamente del establecimiento a todas las chicas, nos llevaron a una de sus propiedades en la ciudad, pasamos ahí la noche, no nos dieron explicación de lo sucedido, pero nos dijeron que el lugar estará cerrado por dos semanas para arreglar los daños.

En estos momentos me encuentro en la alfombra de mi cuarto pensando en lo riesgosa que es mi segunda vida, debería estar aterrada y reflexionando pero para ser sincera una sonrisa adorna mi cara, no sé por qué pero el peligro siempre me ha resultado tan atrayente, es como una energía magnética que me llama y me dice que la siga.

Mi abuela materna suele decirme que "la vida es muy corta para siempre sumergirnos en lo cotidiano, arriésgate, diviértete, busca aventuras, pero nunca olvides el preservativo" palabras muy sabias.

Me levanto de la alfombra para darme un baño, esta semana no pude ver  a Donna, Max y no sé nada de Lauren, Barbie nunca desaparece sin decirnos nada, el asunto con su padre debe ser muy serio. Al estar de vacaciones Nick decidió recompensar todos los fines de semanas que me debe con una semana en la casa de mis abuelos paternos en el campo.

Max me informo que por una página anunciaron que habría una carrera importante en el lugar donde habían arrestado anteriormente a Bakir, de quien tampoco se nada, parece que la tierra se los trago a ambos, Bakir puede seguir ahí.

«Pero porfa tierra, escupe a Lauren que la extraño»

Luego de vestirme, decidí colocarme un pantalón de cuero negro, con una  franela blanca con estampado, la cual anude dejando ver parte de mi abdomen, mis botas estilo militar, el ultimo toque fue mi chaqueta de cuero para el frio de la noche, ate mi cabello en una coleta alta.

Una notificación del grupo que creo Donna en whatsapp hace que la pantalla de mi teléfono se encienda.

El que tenga miedo a morir que no nazca.

DONNA: ¿ya están listos muñecos?

MAX: listo y armado (no estoy armado)

YO: ¿tú que crees?

MAX: Señorita, que guapa estas.

DONNA: Mamacita rica, tantas curvas y yo sin frenos.

Manejamos el español castellano, gracias a Dayana que nos ha enseñado desde que tengo uso de razón, Donna suele piropearnos  en ese idioma la mayoría de veces, y es muy gracioso.

Luego de media hora después vamos en el auto de Donna, ya que el auto de Max es más lujoso y no sabemos a qué nos enfrentaremos, la dirección de GPS nos guía hasta la limitación entre la ciudad del este y el norte.

La melodía de Umbrela de Rihanna comienza a sonar en el parlante de auto, compartimos mirada cómplices entre los tres. Comenzamos a cantarla a coro porque es nuestra canción.

When the sun shines, we'll shine together
Told you I'll be here forever –   Canta Max a todo pulmón.

Said I'll always be your friend
Took an oath, I'ma stick it out 'til the end  – continua Donna golpeando el volante al ritmo de la canción.

Now that it's raining more than ever
Know that we'll still have each other – le sigo fingiendo que mis manos son un micrófono.

You can stand under my umbrella
You can stand under my umbrella, ella, ella, eh, eh, eh  – cantamos los tres a unísono como locos desquiciados.

Nos adentramos a una carretera de tierra, que nos aleja de la autopista, a medida que vamos avanzando la maleza se hace presente a nuestro costados. Tres minutos más y el ambiente no cambia.

– ¿Estás seguro que es la dirección correcta? – pregunta Donna.

– Es lo que decía la página – contesta Max, revisa en su teléfono.

Apoyo mis codos en los cojines, quedando entre los dos, ya que Donna conduce y Max esta de copiloto.

– Chicos – ambos giran a mi dirección – por allá se ven luces – señalo hacia la izquierda del camino.

Varios minutos después llegamos, pasamos por dos grandes portones que resguardan el lugar, Donna aparca el auto cerca de la salida por si tenemos que irnos rápido, ya saben por si llega la policía. Nos bajamos del auto, acomodo mi coleta, al igual que mi chaqueta, doy algunos pasos hasta quedar delante del auto, los chicos se ubican a mis costados.

– Esto es...  – habla Donna estupefacta por lo que nuestros ojos observan.

– Aterrador – termina Max.

– Impresionante – digo al mismo tiempo, con una sonrisa.

Hay demasiada gente en este lugar, chicas con short demasiado diminutos, algunas solo llevan puesto un sujetador en la parte superior, algunas están rapadas totalmente, otras en cambio solo tienes la mitad, llevan pircing, tatuajes, cabello de colores, se ven tan seguras de sí mismas, los chicos tienen apariencia ruda e intimidante, es realmente increíble.

– Me siento en un parque de diversiones – digo con fascinación – me encanta este lugar – aplaudo y doy pequeños brinquitos.

– Da miedo, pero a la vez es genial – dice Donna, con emoción.

«Creo que la locura se pega»

– Están dementes, este lugar es peligroso – expresa Max con pánico – no sé quién me va asaltar.

– Deja la discriminación Maxi – lo regaña la ojiazul – puede que sean buenas personas.

En ese momento un grupo de personas pasa frente a nosotros, nos miran mal y uno de los integrantes da un paso fuera del grupo y nos gruñe.

– O tal vez no – se arrepiente de inmediato.

– Acerquémonos – sugiero y empiezo a caminar.

A medida que vamos avanzando hacia el establecimiento en construcción miradas desaprobatorias, amenazantes, recelosas nos siguen, al igual que palabras obscenas por ambos géneros.

Donna viste un short corte alto con medias de red, una franela manga largas de color purpura y converse más arriba de los tobillos; Max viste un vaquero, con una playera azul marino con el estampado de la banda Queen, sus típicos tenis Vans negros.

Un grito agudo sale de mi garganta, alertando a mis amigos quienes giran sus cabezas en busca de la amenaza.

– Esto debe ser un sueño – aplaudo con emoción, caminando hacia la hilera de motocicletas aparcadas una alado de la otra – nunca había visto tanta belleza junta.

Las marcas más reconocidas del mundo de dos ruedas están frente a mí, desde Ducati, Harley
Davison, Yamaha, Suzuki, honda, BMW, entre otras. Diferentes modelos y colores, algunas personalizadas. Algunas no son de marcas reconocidas pero no dejan de ser impresionantes.

– Oh no – dice Max negando con la cabeza.

– Oh si – dice Donna y camina hasta mi lado.  – nunca había visto una de esas en persona– señala una Kawasaki modelo Z1000SX ABS tourer, una obra maestra.

– Siento que tengo la solución a todos mis problemas en frente – digo mirándolas con ilusión.

– No empieces Nayana – Max me toma del brazo apartándome de esas preciosuras.

– Ahora me siento como cuando iba a la juguetería y me decían que no me comprarían el juguete que elegí – me despido dramáticamente de las motocicletas con la mano, y le hago un puchero a Max. 

Seguimos recorriendo el lugar, soy muy liberales en este sitio, he visto como se pasan droga como si de un caramelo se tratara, fuman mariguana, se besan y manosean con morbo sin importar quien los esté observando, es realmente asqueroso.

Para entrar a lo que me imagino lo que será la pista de carreras, una aglomeración de gente obstaculiza la entrada, nos hacemos paso entre las personas, siento como alguien me aprieta una nalga, volteo rápidamente golpeando al responsable de dicho acto.

– A mí me respetas, imbécil – le escupo con rabia e indignación, levantando mi puño para darle otro.

Max coloca su brazo en mi abdomen impidiendo que ataque de nuevo al sujeto, una chica sale a socorrer al abusador, que tiene la nariz chorreando sangre.

– No sabes con quien te estas metiendo, zorra – amenaza la chica de cabello negro con flequillo.

– Tres palabras – Max me arrastra con el – ¡Me vale!

– Son solo dos – se burla y sonrió con malicia.

– ¡Verga, pero te la comiste! – le grito y  saco el dedo de medio.

Deja al sujeto botado y camina hacia nuestra dirección, Max apresura su paso entre la multitud, Donna abre sus azules de manera exagerada, acto seguido siento una mano impactar contra mi mejilla, cierro mis ojos y respiro profundo.

– Suéltame Max – digo cada palabra con una lentitud alarmante.

Su brazo afloja el agarre porque sabe que no tiene otra opción, si no quiere que terminar peor de lo que dejare a esa chica. Al abrir mis ojos una sonrisa burlona adorna su rostro, la cual disminuye cunado ve que Max aparta su brazo, la gente alrededor espera expectante mi reacción.

– Te arrepentirás de haberme  puesto una mano encima.

Camino hacia su dirección y alza el mentón como muestra que no tiene medio, flexiona sus piernas y levanta sus puños. Me detengo a dos pasos de su desagradable ser.

– Tranquila zorra, no te despeinare el moño – sonríe y me llama con su mano.

Las personas se hacen hacia los lados, dejándonos en una especie de círculo, comienza a abuchear, silbar y gritar, les gusta ver acción, que más entretenido que una pelea de mujeres. «La carrera puede esperar»

Al ver que no me muevo avanza rápidamente hacia mi dirección, lanzando un golpe a mi rostro, lo esquivo tomo su brazo y le clavo un rodillazo en el estómago, la lanzo hacia el público, quienes la devuelven y la recibo con un gancho izquierdo. Escupe sangre hacia la tierra, levanta el rostro me mira con ira y odio.

– Tranquila, no te voy a desfigurar la cara – imito la acción que hizo hace un rato.

– Maldita perra – se viene de nuevo hacia mí.

Comienza a lanzar golpes desesperada, algunos los esquivo otros los recibo con mis antebrazos, me hago aun lado y su puño golpea el aire, aprovecho la acción para darle con mi codo por la espalda haciendo que caiga de rodillas, la pateo en el hombro, queda acostada en la tierra, me coloco ahorcadas sobre ella y comienzo a propinarle golpes a diestra y siniestra, trata de defenderse arañando mis brazos, sujeto sus manos, las coloco a sus costados presionándolas con mis piernas para que no pueda moverlas.

– Nunca en tu miserable vida vuelvas a colocarme un dedo encima – le advierto, para luego darle una bofetada.

Me levanto, miro su rostro, tiene la boca partida al igual que el pómulo, el color carmesí empieza a caer en gotas sobre la tierra. Me mira con furia mientras me aparto. Levanta su tronco y recoge sus piernas, tiene raspones por haber caído bruscamente en la tierra.

– Échate alcohol para que no se te infecte – le sonrió de lado, mientras me sacudo las manos y el pantalón que se ensucio al estar a ahorcadas.

– ¡Eres una perra! – grita casi llorando.

– Ya me lo han dicho – le lanzo un beso, camino hacia los chicos.

Max tiene una cara de horror que debería fotografiarse y Donna una sonrisa que no le cabe en su lindo rostro.

– Eso fue... Wow – dice con una mezcla de emoción y miedo.

– Recuérdenme nunca hacerte enojar – dice Max aun en shock.

– Ay payaso – le golpeo el hombro, da un pequeño salto y suelto una leve risa.

– ¿Dónde fue que practicaste defensa personal? – pregunta Donna traqueando sus dedos mano por mano – creo que necesito unas clases de eso – lanza golpes al aire, niego con la cabeza.

Gracias al pequeño espectáculo que acabo de dar las personas se hacen a un lado permitiéndonos pasar, algunas me felicitan, dicen que estuvo genial, otras simplemente me chocan las cinco, se siente raro recibir esta atención.

– Ya te ganaste el respeto de las personas en este lugar.

– Es Nayana, Max – lo sujeta por el hombro – en el fondo sabíamos que esto ocurriría – el chico levanta su ceja – ok no, pero esta de puta madre.

– Miren el lado positivo – ambos voltean a mírame – ya no nos van a asaltar – sonrió de manera exagera ladeando mi cabeza.

– Espero que los sujetos  no sean vengativos y pinchen los neumáticos del auto – expresa Max pensativo, frunciendo el ceño.

Le iba de decir que no tenía por qué preocuparse, pero una mano se posa sobre mi hombro haciendo que me quede inmóvil, una colonia Masculina de exquisito olor se filtra por mis fosas nasales, y no puedo evitar inhalar, miro a Donna quien tiene la boca abierta, mientras que Max solo levanta sus cejas.

NAIMER

No recuerdo con exactitud el tiempo que tenía sin venir a este lugar, pero ha de ser mucho, el sitio está más grande y decente, no es una pista de carreras de Mónaco pero puedo decir que es la mejor de este estado en el sentido ilegal.

Bajo del auto, gente ya está ubicadas en las gradas que están alrededor de la pista, Gadreel y sus perros falderos se acercan hasta mi posición, usan las ridículas pañoletas de siempre, no le veo el caso ocultar una identidad que en el momento menos esperado se va a revelar, parece una mujer queriendo llamar la atención y hacer drama. Que estupidez.

– Naimer – saluda el rubio extendiendo la mano.

– Shaytan –correspondo con una sonrisa burlona.

– Está todo preparado – me informa Jackson – cuando desees damos inicio.

– Me gusta que están a mi disposición – palmeo su espalda. – buen chico.

– Ya sabes las reg... - habla Aiden pero lo corto en seco.

– No tienes que recordarme lo que yo impuse.

Se cruza de brazos y me mira con irritación, niñato. Miro a su hermano Jayden siempre ha sido cayado, pero dice mil palabras con la mirada y en estos momentos no le agrada mi presencia, me acerco hasta quedar frente y su mirada se oscurece y pupila dilata.

– Nekir, viejo amigo – estiro mi mano y se la coloco en el hombro – tanto tiempo sin verte, pero tú me ves muy seguido ¿no es así?

Este chico parece un virus, no deja mi sistema trabajar tranquilo, cada semana me llega el aviso que entro al sistema pero lo dejare jugar un rato, ve lo que quiero que vea, nada relevante.

– Naimer detente – me advierte Gadreel – deja el juego.

– ¿Cuál juego? –pregunto divertido – solo estoy saludando a mi viejo amigo – palmeo su hombro y lo siento tensarse – bien, no está feliz de verme – finjo una cara triste.

– La carrera se hará de la siguiente forma – Jackson siempre aliviando el ambiente – dos vueltas a la pista en motocicleta pasando por los obstáculos de esta, al cruzar la meta por segunda vez, salen los autos los cuales correrán solo por el pavimento. Una vuelta, un ganador. ¿entendido?

– Solo te falto explicarlo con una maqueta y palitos – me burlo, y me sonríe.

Es un tipo agradable, no busca problemas y sabe cómo evitarlos, esta cuando lo necesitas, sabe escuchar y es muy obediente, quisiera que trabajara para mí pero le es fiel a las nalgas de Bakir.

Llamo al chico que correrá en la motocicleta y saluda a todos con la mano, en señal de que será una carrera limpia, les pido a mis escoltas que revisen el auto y la motocicleta por precaución. 

– Mi copiloto será Nekir – habla Shaytan - ¿Quién será el tuyo? Para anotarlo en la planilla.

– Aún no he elegido.

Un alboroto se escucha afuera, gente gritando y silbando, los chicos se colocan alerta colocándose a mí alrededor.

– ¿Qué sucede? – pregunto con intriga.

– Al parecer es una pelea señor, dos chicas, por razón que desconocemos – me contesta Dalton, mi guardaespaldas desde que me meaba en la ropa.
Interesante.

Camino hacia la entrada a las gradas, las personas al verme me dejan pasar, Dalton y Benson se colocan a mis costados. La pelea al parecer ya termino porque una chica muy atractiva, demasiado. Le dice una oración y se retira, no tiene moretones, ni rasguños, ni sudor, ni indicios de que haya peleado y es asombroso porque la otra chica tiene la cara llena de sangre y aun no se levanta del suelo.

«Ya sé quién será mi copiloto»

La veo alegarse de la multitud junto a dos chicos, la sigo, tengo que conocer a la chica y convencerla de ser mi copiloto. Se detiene a hablar, dándome la espalda, camino quedando detrás de ella, es media cabeza más baja que yo, aun no me nota pero sus compañeros tienen cara de asombro, no sé si es por mi físico o porque tengo guardaespaldas, coloco mi mano en su hombro y da un pequeño salto.

– Buenas noches – saludo, se gira a darme la cara y abre sus ojos – señorita le tengo una propuesta.

– No sé si esto es el cielo pero estoy viendo ángeles – expresa la chica de cabello ondulado y ojos que parecen ser azules, bonita pero no mi tipo.

– Si es unirse a una pandilla de criminales, la respuesta es no – habla el sujeto que las acompaña cruzándose de brazos, lo miro de pies a cabeza, es atlético pero tiene ese toque que identifica que no pertenece a este mundo.

– No estás en el cielo linda, podría decirse que en el infierno – le giño el ojo y suspira – en dado caso que así fuera la decisión la toma la señorita aquí presente no usted, caballero – esta vez me dirijo al sujeto.

Dirijo mi vista a la bella dama a mi lado, quien me mira de pies a cabeza inexpresiva, cruza sus brazos en su pecho haciendo que estos resalten, está bien dotada, buenas curvas, me gusta.

– ¿De qué trata? – pregunta después de varios segundos de estar mirándome.

– ¿quieres participar conmigo en la carrera? – me mira con el ceño fruncido.

– No – contesta de nuevo el sujeto y volteo mis ojos – No hará tal cosa.

– ¡Si! – grita la amiga – claro que lo hará. – le sonrió. Me comienza a agradar la chica.

– ¿Cuál carrera? – pregunta la chica junto a mí, su rostro sigue inexpresivo pero su mirada muestra emoción.

– Esa carrera – señalo el gran cartel que hay en la entrada a las gradas. Mira a sus amigos y luego a mí.

– Espero seas buen corredor – quita mi mano de su hombro – perder no es lo mío.

– Pude ver eso – digo, recordando la pelea de hace un rato – ¿vamos? – coloco mi mano en su espalda para guiarla.

– Nay – dice con noto autoritario el chico – no lo hagas.

– Estaré bien Max – lo tranquiliza – nos vemos en un rato.

Comienzo a caminar llevándola conmigo, volteo a verlos, advierto al chico con la mirada y le guiño el ojo a la chica, llevo mí vista al frente, Dalton nos hace espacio entre la aglomeración, en cuestión de nada ya estamos dentro de la pista donde se encuentran Shaytan y sus chicos.

– ¿Es tu novio? – pregunto.

– No, es mi hermano – contesta cortante, quita mi mano de su espalda – se caminar, simplemente puedo seguirte.

Ignoro su comentario y apresuro el paso, no me gustan los dramas femeninos, si puede caminar sola, que camine, pero a mi ritmo. Se detiene y luego camina rápido hasta posarse a mi lado.

– Chassi – llamo al moreno por su apodo – ya tengo copiloto.

– ¿Copiloto? –pregunta la chica confundida.

– Si linda, ¿pensabas que ibas a conducir? – pregunto con diversión, su expresión seria cambia a una de molestia.

– Me larg... – la frase queda en el aire cuando los chicos voltean.

Los cuatro quedan de piedra, Jackson y Aiden elevan sus cejas en asombro, Gadreel y Jayden fruncen el ceño. La siento tensarse y toma mi brazo, apretándolo, la tomo de la cintura porque esta tan pálida que creo que se desmayara.

– ¿Te encuentras bien? – le pregunto en el oído y asiente.

Aiden codea al moreno para que reaccione, este se acerca con la tabla.

– ¿Nombre? – pide colocando su voz más gruesa. «qué raro»

La chica me mira como preguntándome que decir.

– Puedes dar un apodo, si no quieres decir el verdadero – le digo y parece estar en una especie de shock porque no reacciona – Wildflower – contesto por ella.

Flor salvaje, es un apodo que le queda a la perfección, es bella y delicada como una flor,  pero tiene esa aura salvaje y actitud empoderada que la hace tan atractiva a cualquier vista.

– Ya podemos comenzar – me dirijo a Bakir que no se ha movido de su sitio.

– Bien – contesta y se encamina a su auto.

Algo pasa aquí, no me voy a quedar con esa duda, Wildflower cada vez es más interesante, estos tienen historia y no me molestara joderle la vida a Bakir un rato, a fin de cuentas el me la jodio a mí, permanente.

La guío hasta mi auto, un Porsche 718 Cayman GT4, le abro la puerta del conductor, toma asiento y pasa sus manos por el rostro, doy la vuelta tomando el asiento de conductor, tomo la botella de agua que reposa en el posavasos.

– Bebe agua, parece que has visto un fantasma – la toma con la mano un poco temblorosa – ¿los conoces?

– No – contesta con rapidez, frunzo en ceño – bueno si, pero no directamente.

– ¿Por qué actuaste de esa manera si no los conoces? – inquiero levantando una ceja.

– No tengo buenas referencias de los que usan esa pañoleta – juega con la rosca de la tapa de la botella.

– No tendrás buena referencia de ninguna de las personas de este lugar – le hago saber lo obvio, enciendo el motor del auto – estas un sitio ilegal.

No contesta, se queda pensativa mirando hacia el frente, una chica se posa en el medio de la pista, le pido a Wildflower colocarse el cinturón, le entrego un casco que tenía en el asiento trasero, se lo coloca y hago el mismo procedimiento.

Las motos salen cuanto la chica deja caer el pañuelo y espero impaciente que sea mi turno de correr, la chica a mi lado ha dejado los nervios y se concentró en la emoción del momento, sigue con la mirada las motocicletas, la mirada le brilla, tiene una sonrisa en el rostro y se ve mucho más bonita de lo que ya es.

– ¡Ahí vienen! – exclama eufórica, hago sonar el motor, pisando el acelerador, mi chico pasa por un costado entregándome la valla - ¡Arrancha de una puta vez! – grita golpeando la guantera.

Coloco en marcha el auto haciendo rugir por la pista los 400 caballos de fuerza, tomo las curvas con velocidad, haciendo que las llantas chillen y nuestros cuerpos se inclinen hacia los lados, veo el BMW M2 competition Gris pisarme los talones. «Ni lo sueñes Bakir»

Veo la meta cerca, me coloco a pensar en la situación, si Gadreel gana no habrá guerra, si pierde puede que la haya.

¿Quiero una guerra en estos momentos?

«Mmm, la dejo para después, en estos momentos quiero conocer a la chica a mi lado.»

Bajo la velocidad drásticamente y veo pasar el auto gris por mi costado, cruza la meta, hace chillar las llantas al frenar, Bakir baja del auto y me mira confundo. Al pasar por su lado le hago un saludo militar y salgo de la pista.

– ¿Por qué lo dejaste ganar? – pregunta Wildflower  en vos baja, irritada y confundida.

Se quita el casco y hago lo mismo, sin perder la vista del camino arenoso.

– Por motivos que no entenderás – le contesto en un tono serio. – avísale a tus amigos que no te devuelves con ellos.

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BUENAS BUENAS MIS PRECIOS@S.

ESTOY SUPER AGRADECIDA CON TODOS USTEDES POR EL GRAN APOYO QUE LE BRINDAN A LA HISTORIA, EN TAN SOLO 2 MESES HA ALCANZADO LAS 32K EN VISTA :0 ESTOY MUY SORPRENDIDA, GRACIAS POR ELLO.

BUENO, BUENO, LA COSA SE PUSO BUENA.

¿QUE OPINAN DE NAIMER? 👀

CAPITULO DEDICADO A RaulCorderoSoler POR SER FIEL SEGUIDOR DE LA HISTORIA, SER EL PRIMER CHICO EN MANIFESTARSE Y APOYAR DESDE LOS PRIMEROS DÍAS DE PUBLICADA, GRACIAS LINDO♡

LOS QUIERO MUCHO, CUIDENSE Y NO OLVIDEN VOTAR❤

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