GADREEL

Estaba reunido con los chicos en la mansión de los gemelos Griffin, ellos son los que tienen más dinero legal en el grupo, ya que su padre es un importante empresario de la industria hotelera de la cuidad y fuera de ella. Les relate mi encuentro con Gicko, para estar claros la situación está tensa, ya tenemos muchos problemas y este sería otro.

– Pero qué demonios Gadreel – espetó Aiden. Al parecer es el más alterado de nosotros

– Lo que faltaba, ahora un mafioso ruso quiere que le hagamos una broma muy pesada a un viejo amigo – dice Jackson con fastidió.

– Esto es grabe Gadreel, suficiente teníamos con lo que sucedió la semana pasada, esto nos pone en el ojo del águila – habla Jayden tirándose del cabello, esta frustrado y no lo culpo.

Yo solo los observo y los escucho, no he dicho ni una sola palabra después de contarles lo sucedido, claro está que no les dije nada sobre Adhara, no es el momento.

– ¡¿Y tú no piensas decir nada?! – me grita Aiden. Yo solo lo miro sin responderle – Nos metiste en este jodido problema y no vas a decir nada – bufó claramente cabreado por mi actitud relajada.

– Nos vamos, tenemos que resolver esto – fue lo que dije, tomando mis cosas y saliendo de la casa.

Detrás de mí solo venían Jackson y Aiden, así que por la mirada que les di, fue suficiente para que supieran lo que les iba a preguntar.

– No vendrá, dijo que averiguara algo que le pediste – me informo Aiden y yo solo asentí.

Mientras íbamos en mi auto ninguno dijo nada, estábamos tan absortos en nuestros pensamientos y eso le agregaba una pesadez al ambiente.

Estoy preocupado, pero no debo demostrarlo porque soy el jefe y si el jefe se muestra indefenso, demuestra que todo está jodido, y no estamos jodidos, solo tenemos que encontrar la solución.

Llegamos al barrio, debo hablar con todos mis chicos, plantearles lo que está sucediendo y resolverlo. Estacioné el auto en el garaje donde siempre lo guardo dejarlo aparcado en la cera puede que me traiga problemas   y ya estoy cansado de ellos.Vamos caminado por la calle principal para llegar a nuestra instalación  donde nos reunimos, cuando un Aiden exasperado me dice casi gritando:

– Esto es una mierda, ¿es que no piensas en las consecuencias?

Ya colmo mi paciencia, acaso no entiende que a esa gente no se le puede decir que no, que si lo hacemos  estamos muertos, no entiende que no hay otra solución, está actuando muy inmaduro y ya no aguanto.

– ¿Que otra elección tengo?, ¿qué otra elección tenemos? – le grito para ver si así escucha y entra en razón.

El me mira con los ojos muy abiertos, nunca le había gritado así, Aiden es amigo desde el último año de preparatoria, y por mi culpa está metido en esto, pero tiene que comprender que para mí la situación no es nada fácil.

– Se calman ya par de niñas quejosas, gritándose no van a solucionar nada, caminen y busquemos como resolverlo – nos dice Jack con fastidió, está preocupado de igual forma, agradezco que no ha perdido los estribos como Aiden e incluso yo.

Al llegar al edificio, algunos chicos están sentados a fuera, al vernos se colocan de pie inmediato y saludan con un jefe.
No me emociona serlo, pero por andar de niño rebelde con la excusa no tengo papá, volví mi vida un infierno, solo porque me parecía cool pertenecer a una mafia de chicos malos, que hace cosas ilegales y según un yo de 16 años sería más fácil ayudar a mamá con los gastos.

– Los quiero a todos en sótano, ¡ahora mismo! – les ordene.

En cuestión de minutos el sótano estaba lleno con todo mi personal, esperando que hablara.

– Como sabrán en esta vida lo único que nos rodea es el peligro –  empecé – hace una semana, tuvimos un encuentro con los chicos del norte en las carreras, y nos han sentenciado la guerra, como era de esperarse, los que estuvieron en el encuentro sabrán de que hablo, gracias a ese enfrentamiento nuestro intento por pasar desapercibidos fallo, por eso quiero que cada uno de ustedes se mantenga al tanto, ya no podemos estar relajados como antes, estamos en un guerra y ¿qué es lo que trae la guerra?  – pregunte.

– Muerte – contestaron en unísono.

– Exacto, debemos estar más alertas, cualquier mínima  novedad me la hacen llegar. – dictamine – Durante el enfrentamiento perdimos a un compañero Henrry Vells, descanso a su alma y fuerza para su familia – digo mirando a Jhonny su hermano menor y el solo asiente – Tenemos que ser más precavidos, y no buscar más problemas, creo que con este ya es suficiente, no queremos perder más vidas, así que el próximo que vuelva a dárselas de gran hombre sin saber a qué se enfrenta yo mismo lo mataré, estoy cansado de sus mamadas y tener que arreglar sus putos problemas, aquí nadie arregla los míos, sean responsables de sus actos – dije con mucha molestia en mi voz y unos cuantos bajaron la cabeza.

》como jefe mi deber es protegerlos pero no me voy a hacer responsable si alguno de ustedes acaba muerto por no seguir mis órdenes, el me desobedezca que se atenga a las consecuencias, y eviten ir al norte sin mi consentimiento, sigan en lo suyo. – con eso culmine mi discurso, no quería contarles más.

El mayor de este grupo no pasa de 30 años y no todos comprenderán a lo que nos enfrentamos, mi deber era informales y eso hice, no tienen por qué saber los detalles.

Aiden me mira con preocupación y yo le hago seña para que me siga, al igual que a Jackson. Caminamos hacia lo que llamamos la sala de juntas. Allí es donde planeamos cada negocio, desde la distribución de cada gramo hasta el elaborado plan de cualquier cosa.

– ¿Que haremos con los del norte? – pregunta Jack apenas entramos.

– Negociar – es lo único que respondo.

Aiden ríe sarcásticamente y dice:

– Negociar obvio, puff como no se nos ocurrió antes – dice rodando los ojos – oh claro se nos olvida el pequeño detalle que matamos a 15 de sus hombres ¡por una estúpida pelea callejera! –  grita golpeando la mesa.

– Cálmate Aiden, deja de actuar como un puto niño por una vez en tu vida y deja de estar sacando en cara cosas que ya sabemos, espera que Gadreel nos explique que tiene en mente. – le regaño Jackson alzando la voz. Le lanzo una mala mirada y me sentó en la esquina como un niño regañado.

– Bien, habla Gab – dijo de brazos cruzados.

– Estuve pensando que primero hagamos el trabajo de Gicko que es menos arriesgado y más fácil de manejar – Aiden murmura un " claro" y voltea los ojos, mientras que yo le miro muy serio – luego hagamos negocios con los del norte, Naimer y yo nos conocemos desde hace mucho, encontraré la forma de llegar a un acuerdo sin tener que perder muchas vidas, esperemos que sea lo suficientemente maduro para entender que fue un mal entendido y no queremos problemas con ellos, ni con más nadie. – le conteste mientras me tiraba del cabello – Con la mercancía que se extravió buscaremos a los responsables y ya saben lo que pasa.

– Me parece bien, pero no nos has dicho con exactitud que quiere Gicko que hagamos – me recuerda Jack mientras esta de brazos cruzados recostado a la pared.

– Quiere que saboteemos  una inauguración y secuestremos a la hija de Pierce Buckley – dije como si fuera lo más simple del mundo mientras me sentaba en la silla giratoria, pero en realidad si lo es; los 5 años que llevo en este mundo y los casi 2 de jefe, he desarrollado habilidades que no sabía que poseía.

– Súper simple, puff que sencillo para nada complicado, mmm pero se nos olvida que Sr Buckley es uno de los millonarios reconocidos de esta ciudad y que seguro va a contratar hasta la CIA para el apreciado evento – hablo Aiden recordando lo que ya sabemos. Y yo ruedo mis ojos.

¿Acaso piensa que hoy el día de recordarle a la gente lo obvio? , dios me estresa.

– ¿Sabes a quienes se lo estás diciendo? – le contesta Jackson una sonrisa pícara – A los putos amos de las estrategias y planificación, pareciera que fuera primera vez Aiden, esto me esta emocionando – canturrio con brillo en los ojos.

Jackson se ríe y deja su lado preocupación, Aiden lo acompaña, los observo con diversión y confusión. ¿Cómo es que pasamos de estar botando chispas y gritarnos, a reír despreocupados?, Ironías de la vida pero así somos nosotros.

– No tienes remedio – le digo al castaño por su repentino cambio de actitud.

– ¿Acaso estoy enfermo para necesitarlo? – pregunta.

– Sí que lo estas, bro – le digo. Hace una mueca de ofendido pero luego encoge los hombros y lo acepta.

– Bueno, bueno, muchas risas, vamos por Jayden y unos tragos, esto hay que  celebrarlo – grita alzando los brazos.

– ¿para ti cualquier cosa es motivo para emborracharse no? –  le pregunto

– ¿Acaso para ti no? – giro mi cabeza en negación – pero que aburrido eres hermano – agrega riendo.

– bueno, ¿nos vamos? – dice Jackson desde la puerta.

Nos encontrábamos los cuatro en nuestro club de siempre, el cual es de mi propiedad, es el más visitado en la cuidad, el lugar es muy bonito y moderno, además sirven buenos tragos y de la música no me quejo.

Aiden y Jackson se fueron a buscar las bebidas, mientras nosotros nos dirigimos al área VIP, lo que agradecí porqué Jayden me debe decir si encontró algo sobre las chicas.

– ¿y bien? – pregunte mientras me inclinaba y colocaba mis codos en la mesa y entrelazaba mis dedos. Él sabe perfectamente que le  pregunto.

– no tengo muchos resultados pero al menos tengo un nombre – respondió insatisfecho de su trabajo – estas chicas sí que les gusta la privacidad.

– y ¿el nombre le pertenece a? – inquirí con emoción, estas chicas tienen algo que aún no descifro pero me atraen muchísimo.

Jayden se me queda viendo sin hablar con una expresión de algo parecido a una mezcla de asombro con diversión.

– ¿qué pasa? – pregunto.

– No te veía así desde... – dice y mi expresión cambia por completo a una seria – lo siento bro, pero es cierto.

– ¿Me vas a decir o no? – le recordé volviendo a mi posición de antes.

– ¿de quién preferirías que fuera? – pregunta, ya se me está acabando la poca paciencia que he guardado este día.

– No tengo preferencias, habla ya de una puta vez que no estoy para tus jueguitos – le dije con cansancio.

– Ok, primero te mostraré una foto y me dirás si es ella porque con los datos que me diste y sin verlas, se me hace difícil – yo solo asiento y continua – bien, esta foto la vi en Instagram y con tu descripción  de cabello castaño, piel trigueña, ojos marrones claros, nariz pequeña, labios gruesos, bonita figura, piernas gruesas, y mirada de pocos amigos, fue la que más se acercó.

Me pasa su celular y veo la foto de una chica apoyada en una baranda con una especie de arte a su espalda, me quedo observando la imagen, sale muy bonita, con su rostro serio, sin medir un susurro de " Señorita desagrado" sale de mis labios.

– Si es ella, tu cara y el señorita desagrado lo confirma – dice – cualquiera que escuche tu descripción, pensara que eres un enfermo, pero como soy yo te entiendo.

– ¿cuál es su nombre? – pregunto sin dejar de mirar la foto e ignorando su comentario.

– tu chica misteriosa, que no cae a tus encantos se llama... – dice agregando suspenso, que si sigue así se va a ganar es un golpe gratis.

– ¡Llegaron las bebidas! – Grita con alegría Aiden.

– debe ser una jodida broma – digo con frustración, Jayden se ríe más fuerte.

– ¿Que es tan gracioso para que el muerto andante de mi hermano se ría de esta manera? –  me pregunta mientras toman asiento.

– Es que... Gad... – dice mientras ríe.

– No veo el chiste por ningún lado, payaso – le dijo empezando a cabrearme.

– Bueno lo que pasa es que Gad me pidió que consiguiera el nombre de su chica misteriosa – dice Jayden con poca risa y unos "Uhh" salieron de las bocas de Jackson y Aiden, y yo los mire con cansancio.

– Ella ahora es la dueña de tus masturbaciones – dice Jackson uniéndose a las risas de Jayden y como si le costara, Aiden también se unió.

– Que les den – conteste mientras les sacaba el dedo.

– No lo niegas cochinon – sigue con su estúpido chiste Jackson, y respiro hondo para no explotar y golpear a uno de ellos.

– ¿Me vas a decir el puto nombre? – le digo a Jayden apretando los dientes.

– Gad relájate no es para que te molestes – dice Aiden todavía riendo y me toca el hombro como señal para que me calme.

– No me relajo, solo quiero saber el nombre  ustedes todo el tiempo están con sus mamadas, acabando con la poca paciencia que me queda – dije casi explotando, todo lo que está pasando me tienen un poco alterado.

Los tres me dan miradas de asombro, compasión y un poco de burla, ellos me conocen lo suficientemente bien para saber que no estoy para chistes, aunque los hagan con intención de animarme.

– Está bien, la chica se llama Nayana Wood y estudia Economía en la misma Universidad que ustedes – dijo señalando a Jackson y a mí –como te dije antes es muy reservada y me está costando sacar su información, tiene un sistema que protege todas sus cuentas, es muy bueno.

Nayana, repetí en mi mente, no es un nombre común, no lo había escuchado antes, no me había cruzado con alguien como ella antes, pensé, ignorando el resto de sus palabras.

– Que interesante chica – dice Aiden.

– Si, lo es – dije aun pensado en su nombre.

– Ya tienes un nombre y un lugar donde buscarla ¿ahora qué vas hacer? – Pregunta Jackson sacándome de mis pensamientos.

– Encontrarla – dije como si fuera lo más obvio.

– Y después que la encuentres ¿qué va a pasar? – el que pregunta ahora es Jayden.

– ¿Cuál es su interés por saber mis planes? si ya saben  lo que va a pasar – les conteste.

– Por tu interés hacia ella y lo delicado que te colocas con el tema, pareciera que tus planes fueran más allá que simple sexo de una noche – aclara Jayden. Lo miro fijamente analizando sus palabras.

– ¿Y desde cuando Gadreel Gavin Bakir se preocupa e invierte su tiempo tratando de averiguar a una chica, cuando tiene muchas para elegir? – interviene de nuevo Jackson.

– Desde que una no hace más que ignorarme, tratarme de la patada, y darme a entender que soy lo que  menos quiere ver en su día, me estresa no tener lo que quiero – les respondí siendo lo más sinceró posible y se notó lo frustrado que me tiene.

– Vaya – fue lo único de dijo Aiden, los otros dos no hablaron.

Me rio amargamente, no me gusta esto, no me gusta estar así.

– Los deje sin habla, nada de chistes, nada de cometarios absurdos, eso es nuevo – digo mirando a los tres chicos pensativos frente de mi mientras tomo mi bebida de un solo trago.

Los tres se miran dándome a entender que algo no está bien, pero luego Jackson dice:

– Brindemos para que esta chica se interesé en este caballero – y alzan sus copas.

– Chicos no tengo con que brindar – les digo mostrándole mi baso vacío.

– Eso se resuelve rápido – dice Aiden levantando su brazo para llamar a una mesera que nos atiende.

Pasaron 3 minutos como mucho cuando regreso con una botella de Vodka, hicimos el respectivo brindis y así le dimos comienzo a otra noche  donde me tocara llevar a tres borrachos a sus casas.

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N/A

Ya sabe su nombre, ¿cual serán las estrategias de Gab para acercarse a Nayana?

¿por qué los muchachos se habrán quedado serios?

No olviden votar y comentar la historia, me anima a seguir escribiendo. :)