Bajé la mirada, Orión tenía razón. Si daba un paso en falso podría separarme de todo aquel a quien quería y Duncan sería severamente castigado como mi mentor. Estaba en la cuerda floja.

-Está bien... no lo haré... pero si Dudú quiere enfrentarlos... estaré con él. Está haciendo mucho por mí y quiero pagarlo de algún modo... pero lo voy a defender otra vez si lo necesita... Ponerlo de esta forma no es bueno para él... tengo... tengo miedo... que pase otra vez... y no estar lista como pasó la primera vez...

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- Bell, escucha con atención lo que voy a decirte.- dijo serio pero suave a su vez.- Duncan haría lo que fuera por ti, y me alegra enormemente saber que, aunque no recuerdes todo lo que habéis pasado juntos, quieras defenderlo y estar a tu lado. Jamás lo he visto tan feliz como cuando está contigo, y quiero que sepas, que si necesitas mi ayuda en cualquier momento, solo tienes que pedirlo, pues como su hermano, estoy en deuda contigo. Pero... Si te pones en peligro y caes, él caerá contigo sin dudarlo, sin temor y de cabeza. Por eso mismo, te ruego que seas prudente. Defiéndelo todo lo que puedas, pero guarda tu poder y mantente bajo tu límite... Porque te aseguro que no hay nada peor que no poder volver atrás.

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-No pasará, Orión. No volveré a usar mis poderes hasta que los médicos digan que mi nivel está nuevamente en lo seguro. Y... si los medicamentos funcionan, entonces estaré bien mientras los siga tomando. Pero... Dudú... debería tener otra motivación en la vida para seguir adelante si yo cayera... Me sentiría muy culpable si pasara algún día que... No, no pasaría... no voy a permitir eso...

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- Ninguno de nosotros dejará que te pase algo, estaremos atentos por ti, así que no te preocupes por nada.- dijo Orión sonriendo.- Después de todo, si Dios quiere... Algún día serás mi cuñada. Descansa en la cama un rato, Duncan está en su propia cabeza para relajarse... Es algo así como su método de defensa, el problema es cuando no puede salir él solo, pero por lo que veo estará bien en un rato. Seguramente esté pensando en ti para calmarse.- Soltó en una leve risa.- Es más predecible de lo que parece.

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-C-calla...- dije cubriendo mi cara a la par que me ponía roja.- M-me quedaré aquí con él hasta que despierte, pero... ¿me permites que use tu cama...? Creo que... es un poco incómodo para mí dormirme junto a él de esa forma... No... no le tengo tanta confianza...

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- Pues bien solías dormir con él... Por culpa de eso acabé durmiendo un par de veces en tu habitación con Alice.- dijo el albino riendo con más ganas.- Usa mi cama si quieres, yo buscaré otro lugar en el que descansar... Espero que Alice no me chamusque el trasero.

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-Puedes ir a mi habitación y usarla si quieres. Dudo que Alice quiera hacerte daño, te quiere demasiado. O quizás, tanto como tú a ella.- dije riendo levemente aunque todavía conservaba mi sonrojo.- Gracias por apoyarme, Orión, procuraré cuidar de Dudú. ¿Cuidas de los demás por mí?

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- Por supuesto... Aunque muchos ya pueden cuidarse por sí solos. Rose y los demás ya han firmado para tomar la medicina, así que pronto podrán salir del ala C sin preocuparse por nada más que estudiar.- soltó Orión sonriendo.- Y lo de Alice... Shhh... Pronto será su cumpleaños, y creo que debo pedirte disculpas, porque el mejor regalo va a ser el mío.

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-Será siempre el mejor para ella. Estoy segura.- dije sonriendo y regalándole un guiño antes de que se fuera.

Luego me acomodé en su cama, mirando todo el tiempo a Duncan mientras abrazaba la almohada. Se veía tan lindo durmiendo. Era muy diferente a verlo cuando estaba hablando conmigo aunque en ambos momentos tuviera sus ojos cerrados. Yo cerré los míos por unos minutos, no mucho tiempo, pues sentí el sonido de la voz de Duncan. Solo que no sabía si estaba soñando o despertando.

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- ¿Belly? Belly... Bell.- la llamé tocando muy suavemente su hombro, estaba fría, seguro que por haber dormido sin ningún abrigo o manta.- Bell, despierta, te estás congelando... Tienes que abrigarte.

Realmente bella en sus sonidos al dormir, llevaba ya un rato admirándola sin hacer ni el más mínimo ruido, aplacando incluso el sonido de mi respiración para poder escucharla mejor.

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-Estoy bien, Dudú... calma...- me incorporé lentamente frotando mis ojos.- ¿Estás bien...? ¿Te sientes mejor?

En cuanto me puse de pie, mi propio cabello me rodeó como un abrigo natural y comenzó a frotar mi piel para darme calor.

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- Estoy mucho mejor, gracias por quedarte a mi lado todo este rato... Debe haber sido aburrido quedarte conmigo mientras duermo.- dije acariciando su mejilla.- Ya es algo tarde... Pero creo que si vamos ahora, aún podemos conseguir algo de comer... O podemos ir a un sitio que creo que te gustará.

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-Nos saltamos el almuerzo, debes tener hambre.- dije tomando su mano entre mis cabellos.- Vamos a donde quieras. Uhm... ¿puedes verme bien? Creo que estar así cubierta puede hacerte sentir algo confuso... es como un mecanismo de defensa propia contra el frío.

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- Es algo más complicado, pero puedo saber la silueta aproximada así que no te preocupes.- dije sonriendo.- Dame un segundo.

Me moví un poco, estirando mi mano hacia una de las sillas en las que Orión y yo solíamos sentarnos a estudiar. Agarré una chaqueta y se la tendí a mi bien amada Belly.

- No es mucho, pero te protegerá del frío para que no tengas que ir cubierta por tu cabello... Solo si la quieres, no es ninguna obligación.

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-Está bien, prefiero que seas capaz de percibirme lo mejor posible. Siento que estoy siendo algo... injusta contigo si no me puedes ver....

Tomé la chaqueta y retiré mi cabello para ponérmela. Estaba algo fría, el clima había cambiado nuevamente. Pero no se tardaría en calentar ya cuando la tuve puesta.

-Listo, yo estaré bien, pero... ¿qué hay de ti? Tampoco quiero que tengas un resfriado por mi culpa.- recogí un poco las mangas de la chaqueta, puesto que me quedaba algo grande.