Iniciación.

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https://youtu.be/ydCiEp47fGw

[BGM: The Terminator (1984) — Terminator Arrival]

Ness Halken, el chico de la gorra roja y la mochila amarilla, podía lucir indefenso, carilindo y hasta adorable a cierto punto. Su rostro regordete de niño de 12 años, sus sutiles cejas, sus grandes y redondos ojos marrones junto a su pequeña y redondeada nariz le daban la apariencia estereotípica de un niño tierno y dulce, pero esa fachada se caía tan pronto como lo observabas, ya que de inmediato uno puede notar que allí dentro en realidad hay un monstruo de poder inconmensurable. Su "maestro", Ninten Dones, más que aquel que lo guía es alguien que contiene su mal genio, el cual no expresa a gritos ni a pataletas como cualquier niño, sino como lo haría una auténtica máquina de matar: exterminar.

Comparativamente, su nivel es tan alto que todos los demás, con pequeñas excepciones, no son más que hormigas, y quienes no lo son llegan nomás a ser ratones. Él era un gato del que todos huían y que solo los más poderosos, combinando fuerzas, podrían igualar. Aquello último no era un gran problema dado que, en una academia de Causas Perdidas, las ocasiones en donde los poderosos se unen son extremadamente raras, por no decir imposibles.

Para él, el monstruo, del jefe final de la academia, aquel llamado El Oscuro, todo lo que sucedía a su alrededor no eran más que minucias que poco le importaban. Por ello, cuando fue el primero en detectar la presencia de Boney cuando este se encontraba a diez metros a la redonda, lo único que hizo fue voltear, verlo con aquellos grandes ojos vacíos de emoción y regresar a su plato de filete con ensalada como si nada ocurriese.

Siendo alguien sumamente perceptivo, el "Chucho" pudo sentir esa mirada como si fuera una especie de gélida brisa que erizó todos los pelos de su cuerpo. Visto así, el novato detuvo su avance de golpe y comenzó a pensar.

—¿A qué mierda me mandaron a hacer estas pibas? —Susurró para sí mismo con frustración.

Boney perdió su entusiasmo tan pronto como lo ganó. Reaccionó a la situación tomándose del pecho totalmente acongojado, pero a la vez aliviado de que aquella bestia no sea su objetivo, sino aquel otro flaco adolescente de la gorra roja de revés blanco que tenía una pañoleta color crema atada en el cuello. Se escondió detrás de una columna a respirar del sobresalto que tuvo, mientras intentaba tomar coraje para cumplir con la prenda sin mayores inconvenientes.

Desvanecer música.

Por otra parte, en la mesa de Las Rosas, la conmoción por la prueba impuesta por Mimmie hacia el novato comenzó a pegar poco a poco. El ánimo de Nana y Alle se estaba apagando rápido, y la incomodidad de Kumatora al respecto de la decisión de sus compañeras se estaba transformando en una molestia.

—Yo no puedo creer —dijo la líder— que ustedes hagan pasar a ese pobre niño de cero a dos millones en menos de un segundo. No sé si El Oscuro reaccionará. Él es un monstruo impredecible, con tu perdón Tracy, ya que hablamos de tu hermano —Ante lo dicho, Tracy se sonrió y soltó una ligera carcajada, pero dejando a Kumatora continuar—. Tendría que suceder una catástrofe como para que a él le importe tomar acciones en contra del novato, pero a la vez también cabe la posibilidad que le caiga mal alguna actitud, movimiento o lo que sea y termine haciéndolo boleta.

—Sí, mi hermano esta manso... por ahora —musitó Tracy intentando calmar las caras largas de Nana y Alle—. Pero el "Shadow" sin ninguna duda lo va a pisotear de un modo en que no se lo imagina —Agregó, con un notable tono de preocupación. Luego, golpeó la mesa y se dirigió iracunda hacia las gemelas—: ¡Son unas pendejas de mierda ustedes! ¿Enviarlo a robar el teléfono de su hermano? ¡¿Qué quieren ganar con eso?!

—No sé... ¿Publicar los nudes de su ex? —Dijo Minnie con una total falta de empatía—. Qué se yo, nomás sé que va a ser divertido si al "oloroso pete" ese le sale bien la jugada.

—Y si no le sale —Señaló Mimmie con una sonrisa— disfrutaremos mucho viendo como nuestro hermano, el "Shadow", lo hace picadillo por creérselas demasiado.

Tracy reaccionó a dicha respuesta con un ceño fruncido. Su actitud llamó la atención de su colega, Nana, quien le habló por lo bajo con curiosidad.

—Vaya... —Dijo— no me imaginé que le agarraras cariño al chucho tan rápido.

—¿Cariño? —Musitó la "Botón de Oro" para luego soltar una ligera risilla— ¡No! Si el enano ese es tan hábil como ustedes dicen me sería útil para meterlo en Escargot Express. Pero si queda lisiado luego de la tremenda putiza que me veo venir que el "Shadow" le va a meter pues ni modo, un hombre menos para hacer crecer nuestro negocio, "Tulipán".

La respuesta oportunista de Tracy molestó a Nana. No le decepcionó, dado que sabía que el sitio en donde estaba no había ninguna persona buena o que siquiera se preocupe por el prójimo a menos que este le sea de utilidad, pero sí se sintió fastidiada dado que su amigo no era una cosa, era un «alguien» y como todo aquel que es «alguien» debía ser respetado.

De todas maneras, aunque el gesto le fastidió, la jovencita de la roja bandana comenzó a hacer trabajar su cerebro viendo cómo podía ayudar a Boney si es que el mismo fracasaba, por lo que estaba contando con que su colega le pudiera prestar su celular para contactar a un viejo conocido con quien ya no se hablaba y a quien odiaba hasta la médula. Por eso, la puja dentro de su mente se jugaba entre su repulsión a la idea de tratar con ese pendejo de mierda y su deseo de querer ver a su amigo a salvo.

Mientras, Tony se quedó pillado unos momentos pensando al respecto de la prenda impuesta hacia el novato y su viabilidad. Esto le generó una duda...

—Oigan chicas —Dijo el varón del grupo—, ¿En serio creen que ese adorable narigón con olor a perro va a tener las agallas de siquiera acercarse a la mesa de Los Oscuros?

—¿Por qué lo dices, "Ladybug"? —Preguntó Minnie.

—Porque ese chiquitín —Prosiguió Tony— tal vez haya llegado recién, pero no parecía tener un pelo de tonto. Puede que al final sea listo y diga "mi vida vale más que una prenda de mierda" y se dé al piro. ¿No sería más prudente mantenerlo a la vista para ver si de verdad la cumple?

—Si quieres desperdiciar tu tiempo haciéndolo, hazlo —Respondió Mimmie con apatía—. Yo nomás quiero voltear cuando se vengan los pinches chingadazos.

—Bueno, voy —Dijo el "Ladybug" mientras se ponía de pie—. Así tengo asientos de primera fila para ver cuando la cague. ¿Me acompañas, "Dahlia"?

—Sí que sí, "Ladybug" —Respondió Pippi alegremente—. Será divertido.

—¡Sí! ¡Gracias, Dahlia! —Aplaudió ligeramente Tony—. Violeta, ¿Si nos disculpas?

—Adelante... —Musitó la líder del grupo, dejando que sus dos miembros vayan a supervisar.

Nana, al ver que sus compañeros se retiraron, comenzó a preocuparse. No confiaba nada en ellos y sabían que si intervenían sería para peor. Por eso, su dilema interno se resolvió tan pronto como notó el riesgo, pidiéndole de un codazo y con un gesto el teléfono a Tracy.

https://youtu.be/9XU4AK4NZ2Q

[BGM: MOTHER 3 — Somewhere, Someday]

Entretanto, detrás de aquella columna al sur de donde Los Oscuros se reunían, Boney esperaba pacientemente un momento en el cual pueda pasar desapercibido. Aunque si bien se sentía observado por aquel de la mochila amarilla, tomó coraje y de un rápido sprint se metió bajo la mesa de su objetivo. Allí, en aquel sitio ocupado por el grupo de cuatro chicos y una chica, las charlas eran joviales y ligeras. Solo el de la mochila estaba callado y el narigón carapálida que estaba aparentemente distraído pinchando la mesa con un tenedor de plástico, mientras que el gorra roja, el oriental y la chica conversaban.

La chica de cabello castaño y ondulado era especialmente la que parloteaba hasta por los codos, molestando al de la gorra roja, el objetivo de Boney, con cómo la había cagado con una tal «Ana» al dejarse llevar por la «puta esa». El de la gorra roja estaba atendiendo a la conversación mientras usaba su teléfono bajo la mesa, al parecer chateando con alguien, interrumpiéndose de a ratos para replicar dichas acusaciones. Aunque era chisme del bueno, la verdad es que al Chucho poco le importaba, centrándose más en su misión. Él no se podía acercar demasiado debido a que el tipo no paraba de usar el celular. Si el sujeto seguía mirando hacia su falda en cualquier momento podría detectarlo a él.

Desde fuera, Tony y Pippi entraron en escena, asomándose desde la columna en la que Boney se había escondido previamente y comenzaron a vigiliar. La paciencia del novato y su atención a todo lo que le rodeaba eran notables incluso desde esa distancia: con una mirada alerta y el cuerpo retraído como si se estuviera preparado para dar un salto o una larga zancada para huir si la situación lo amerita.

—Vaya, pues el novato no se ve tan mal —Opinó Tony—. O sea, apuesto lo que sea a que El Oscuro ya lo notó, pero le chupa un huevo.

—¿Y eso qué te dice, Ladybug? —Preguntó Pippi.

—A que el enano ese hace un buen trabajo viéndose insignificante —Aclaró el "Ladybug"—. O por lo menos lo suficientemente insignificante como para que al Oscuro le importe poco que esté allí abajo. Aunque puede también que sea idiota y no se dé cuenta de que está cerca de tamaño monstruo guapote pero aterrador a la vez.

—Hmm... entonces puede ser que le esté yendo bien... —Musitó la muchacha con un tono de total desinterés. Sin embargo, su expresión cambió a una de malévola satisfacción y dijo—: ¿Qué tal si lo saboteamos?

—Jeje... pues no estaría mal, Dahlia. ¡Será divertido! —Respondió Tony, para que acto seguido ambos se acerquen entre risas hasta la mesa de los Oscuros.

Desvanecer música.

Bajo la mesa, Boney estaba concentrado. Aún no podía evitar sentirse observado, su mirada lo llevaba varias veces hacia el regazo de aquel de la mochila que le había echado la vista antes. Sin embargo, la sensación era como de intimidación o presión más que de peligro, como que lo tenían vigilado pero no amenazado. Dicha sensación gradualmente le iba haciendo ganar confianza y concentrarse cada vez más en su robo, dando por sentado el hecho de que al menos uno de ellos sabía que estaba allí debajo sin que esto le detenga.

Con el paso de solo unos instantes, la conversación entre los adolescentes, la chica del grupo, el de la gorra y el oriental que estuvo en el cuarto de Kumatora, se había vuelto una discusión. El de la gorra estaba siendo acusado de pajero, que estaba con «la rubia» nomás porque estaba buena y no porque en verdad la amase. Esto hizo que aquel se pusiera de nervios y al concentrarse en rebatir dicha afirmación, finalmente soltó el teléfono y lo dejó a su diestra en el banco, momento que inmediatamente aprovechó Boney para hacerse con él y guardárselo en el bolsillo.

https://youtu.be/QrOrPv8pE9s

[BGM: The Terminator (1984) — Fuck You Asshole]

Con su tarea ya hecha, el Chucho se estaba preparando para irse, pero el chasquido de unos dedos lo detuvo... era el de la mochila quien, con su muñeca sobre su rodilla, le hizo una seña con sus dedos índice y mayor, apuntándose a sí mismo para luego señalar a Boney, lo que le dio a entender al último que, en efecto, ya lo tenía visto. Como si se tratara de un montón de hormigas recorriendo su cuerpo desde la espalda hasta las extremidades, todos y cada uno de sus pelos se empezaron a erizar nuevamente. Notando eso, el niño miró sus manos y se dio cuenta de que las mismas ahora temblaban. Volteando una vez más al regazo del de la mochila, este reafirmó su amenaza negándole con el dedo.

El novato dudó de si salir o no de debajo de la mesa, la advertencia estaba más que clara. Meditó y comenzó a valorar más su seguridad que la oportunidad de pertenecer a una pandilla. «¿Y si dropeo esta?», se preguntó, «a lo mejor Fuel habría hecho ya una Delincuencia Organizada nueva o algo. Creo... creo que esto ya no se va a poder...»

Aceptando la derrota, Boney se sacó el teléfono del bolsillo y la sensación de peligro disminuyó. No sabía cómo, pero aquel sujeto parecía ya tener conocimiento de lo que había decidido y se relajó. ¿Será que podía leer su mente o algo? El "Chucho" no lo sabía pero tampoco le importaba. Estaba por devolver el teléfono así que cualquier cosa que pasara en el momento le daba puto igual.

No obstante, algo comenzó a pasar por fuera que se presentó como una oportunidad de oro. Tony y Pippi se acercaron a la mesa y estaban a punto de irrumpir en la conversación de los adolescentes. Eso hizo que el recién llegado, en lugar de abandonar, aguardara y analizara la situación. Quizás había alguna alternativa.

Los dos miembros de Las Rosas se presentaron ante la mesa de Los Oscuros con una mirada de confianza y satisfacción. Ellos ignoraban lo que había pasado entre Boney y Ness, así que su intervención, que buscaba hacer que el prospecto fracasase, ya no tenía sentido en realidad. Más bien, lo que ellos esperaban era que Ninten le diera al novato una tunda más que verlo fracasar. Por eso habían llegado para, de la manera más obvia posible, hacerle al gorra roja saber que el niño sucio y oloriento ese estaba allí debajo.

Al llegar, al par de "Rosas" ni los junaron. Todos siguieron cada uno con sus asuntos y no fue sino hasta que se rompió el hielo cuando finalmente los adolescentes interrumpieron su conversación para fijar su atención en los recién llegados.

—¿Qué pasa, "Shadow"? ¿Todavía llorando a la "Banana"? —Preguntó Pippi una vez que ella llegó junto a Tony, atrayendo la mirada de Ninten, el de la gorra roja.

—¿De qué hablas, calcetas largas? —Dijo el aludido— ¡Tú no sabes nada!

—Bueno —Respondió la "Dahlia"—, ya todo el mundo sabe que quisiste hacerlo con mi actual capitana estando ya de novio con "Banana", así que verte decir que no eres pajero después de eso como que me es muy gracioso.

—Ja... ja... —Rió Ninten con ligereza—. Ahora dime, pecosa, ¿Mis hermanas te mandaron para darme patadas por lo que pasó hace ya más de dos meses o es la otra despechada tratando de ver si puede andar conmigo? Lo primero no me extrañaría, pero lo segundo sí que me decepcionaría.

—¿Y 'pa qué lo dices tarado? —Dijo la adolescente de cabello castaño— ¿Para que justamente diga que es lo segundo o qué?

—Sí, Vicky —Dijo el oriental luego de una risa—. Este siempre se hunde solo. En lo único en que el Shadow no falla es en fallar.

El narigón de piel pálida se sonrió y luego de soltar una carcajada contenida, comunicó algo a señas que ni Tony ni Pippi fueron capaces de entender, pero los demás sí.

—¡Jaja! ¡Exacto, Mick! —Respondió la tal "Vicky" ante las señas del narigón—. Ninten nunca dejará de ser el Míster Fail.

—¡Cállense! —Gruñó Ninten iracundo—. Miren, si vienen de parte de mis hermanas, terminen con lo suyo y se van. Y si vienen de parte de Kumatora pues díganle a mi nombre que estoy muy decepcionado. Venir hasta aquí para reírse de mí es algo que no voy a tolerar ni de chiste.

—Kumatora es una cagona —Dijo Tony mientras se cruzaba de brazos—. La tibia esa no nos envió, fuimos nosotros mismos. Ella está desperdiciándote, chico buenorro. Yo que Violeta te habría andado encima como moscas a la carne pero la muy tibia prefirió dar un paso atrás. Con lo bueno que estás, amigo, siento que es un desperdicio que andes soltero.

—Pues vete a tu puta mierda, zorra asquerosa —Respondió el gorra roja con rabia—. Yo no le voy para tu lado y si Kumatora tomó esa decisión es porque es una chica que vale la pena. Así que si me harías el favor de irte, dejarle un saludo a ella y que espero que esté bien, además de unos cuantos escupitajos e insultos para las dos malnacidas de mis hermanas, me harías un gran favor.

—Pues eso no va a pasar —Interrumpió Pippi, poniendo su mano en la mesa entre el oriental y la chica adolescente que se encontraban justo frente a Ninten y Ness— ¿Y sabes por qué?

—¿Por qué? —Replicó el gorra roja sin inmutarse.

—Porque si te vienes con amenazas —Dijo la "Dahlia"—, te vas a ligar una de mi parte que te va a doler hasta en los huesos.

—Pues me gustaría verte intentarlo... —Sonrió el "Shadow", mientras se acomodaba su gorra roja con la visera al frente como una falta de respeto.

—Bueno, Shadow —Interrumpió Tony a los dos rivales—, si apenas te puedes dar cuenta de que allí abajo te están tratando de robar el celular, menos vas a tener la inteligencia para dar buena pelea contra nuestra guardaespaldas estrella.

—¡Jaja! ¡Sí! —Rió Pippi de manera burlona, retirándose junto a su compañero—. El muy tarado no se da cuenta de que hay un pibe bajo la mesa como hace más de cinco minutos.

—¡¿Cómo que un pibe bajo la mesa?! —Clamó enfadado el adolescente, inmediatamente dirigiendo su mirada a su regazo, para luego comenzar a buscar bajo la mesa a ver si había alguien. Sin embargo, no había nada. 

Tony y Pippi, que habían llegado confiados, comenzaron a perder el ánimo cuando vieron al "Shadow" tardarse en encontrar al novato. Con la sonrisa de sus agresores ya borrada, el gorra roja alza la mirada hacia ellos y les reclama con fuerza.

—¡Aquí no hay nada, idiotas! ¡Su amenaza fue tonta! —Renegó Ninten luego de que dicha acusación no llevara a nada.

—Hmm... no sé, Shadow —Dijo el oriental, analizando la situación— ¿Aún tienes tu teléfono?

—Yo sí... —Murmuró el gorra roja, pero al palparse las piernas se dio cuenta—. No lo tengo...  —Musitó, y luego golpeó la mesa furioso— ¡Mierda! ¡No está! ¡¿Quién fue?! ¡¿Dónde está?!

Los demás, con la excepción de Ness quien seguía almorzando tranquilamente, miraron a su alrededor intentando encontrar a alguien cerca, pero no vieron nada. Sin otra alternativa, Ninten recurrió a su apuesta segura.

https://youtu.be/GbrP0q5FceA

[BGM: The Matrix (1999) — In Custody]

Oscuro... —Dijo el "Shadow"— ¿Dónde está el teléfono?

Sin siquiera levantar su mirada, El Oscuro simplemente señaló hacia Pippi e inmediatamente volvió a lo suyo. Ninten interpretó el mensaje de inmediato.

—Tú lo tienes... —Dijo, mirando a Pippi con unos ojos desafiantes.

—¡¿Qué?! —Clamó la niña, incrédula— ¡¿Qué mierda dices, Ness?! ¡Yo no lo tengo!

—Tus bolsillos —Insistió Ninten, fiero y frío, con énfasis en sus palabras—. Muestra... tus bolsillos.

Nerviosa y ya dudando de sí misma, Pippi comenzó a palpar sus pantalones del uniforme reglamentario. Sin que le tome mucho, se dio cuenta de inmediato que en su bolsillo derecho tenía un bulto. Metió su mano y de él sacó el celular de Ninten. Boquiabierta y temblorosa, quedó paralizada sin saber qué responderle al adolescente que tenía frente suyo clavándole los ojos como espadas. Tony, dándose cuenta de lo que sucedió, se dio una palmada en la frente, suspiró y susurró «Pendejo de mierda» con impotencia.

—¿No que no lo tenías? —Dijo el Shadow, mientras cerraba sus puños.

—Ninten... ¡No es lo que tú crees! —Intentó atajarse la niña mientras retrocedía.

—¡No trates de hacerte la tonta! —Gruñó Ninten al arrancar con telequinésis el celular de la mano de Pippi, para luego guardárselo en el bolsillo trasero derecho de su pantalón al ponerse de pie— ¡Más evidencia para saber que me estaban jugando una broma no necesito! Actitudes así merecen un correctivo.

—¿Un correctivo? —Preguntó Pippi, inclinando su cabeza con seriedad— ¿Sin pruebas?

—La palabra del Oscuro es la única prueba que necesito —Reafirmó el gorra roja, mientras se estiraba y tronaba los brazos y hombros.

https://youtu.be/VBCDiYFMD8s

[BGM: Propellerheads — Spybreak!]

Sabiendo que no iba a poder evitar el enfrentamiento mano a mano, Pippi se armó de valor y plantó en pose de lucha. No iba a dar marcha atrás.

—Si quieres darme un correctivo por un crimen que no cometí —Dijo ella— ¡Aquí te espero!

—Jejeje... —Rió Ninten con satisfacción—. ¿Sabes? Estoy acostumbrado a que huyan... ¡Pero es más divertido cuando no lo hacen!

Ni bien terminó de decir eso, el de la gorra roja saltó desde los bancos hasta detrás de Pippi con agilidad y rapidez. Se preparó para descargarle una patada, pero la niña fue muy rápida y lo tomó del pie tan pronto intentó ser pateada. Después, ella desde el pié le agarró la pierna al adolescente y, como si se tratara de un muñeco de trapo, comenzó a arrojarlo y martillarlo contra el suelo varias veces al estilo Hulk.

Tony retrocedió, y los que se encontraban en la mesa, exceptuando a Ness, miraban el enfrentamiento con atención. Y Boney, que estaba escondido bajo otra mesa, veía impresionado el nivel de ambos dos, sintiéndose varios escalones abajo tal y como su corazonada le estaba picando. Él tenía un plan, pero requería de que alguno de los dos se distraiga y quede quieto o de que el gorra roja, específicamente, sea arrojado contra algo. Lo bueno es que aparentemente la niña pelirroja tenía la fuerza suficiente, y de sobra, para ser capaz de hacer eso último y más.

Pippi siguió golpeando a Ninten contra el suelo al menos un par de veces más hasta que este comenzó a responder. Estirando su mano y apuntando hacia el brazo de su oponente, el de la gorra roja consiguió hacer que la niña sintiera una punzada en todo el cuerpo e inmediatamente causó que sus fuerzas mermasen. Notando lo que su oponente estaba haciendo, la "Dahlia" dejó de golpearlo y en su lugar lo arrojó por los aires y, al verlo caer sobre ella, se preparó y disparó un gancho en la espalda del adolescente que lo sacó a volar varios metros hacia arriba y solo unos pocos más lejos.

Midiendo la trayectoria parabólica de su objetivo a ojo, Boney se echó a correr a una velocidad inusitada y persiguió a Ninten por los aires lo más rápido que pudo. El golpeado inició su descenso luego de haber volado como unos ocho metros por sobre el suelo y estaba por caer en un sitio en donde varios estudiantes estaban reunidos de pie sin una mesa. Lógicamente aquellos se apartaron descubriendo solo al Chucho quien se quedó allí de pie para atajar el aterrizaje del adolescente volador.

Inesperadamente, cuando ya estaba cerca de caer, Ninten estiró sus brazos en una posición amplia y su momentum se detuvo en seco, quedando suspendido y quieto en el aire unos segundos antes de dejarse caer nuevamente pero de manera controlada. De todas maneras, el aterrizaje lo hizo sobre Boney quien, fingiendo disculparse, se aparta de él tan pronto como este comienza a levantarse.

El adolescente, enojado, vio al niño y le dijo que se quite de encima, pero sintiendo que Pippi había brincado, le da un empujón al novato y lo aparta lejos. Hecho eso, inmediatamente él rueda a un lado justo un momento antes de que la niña pelirroja aterrice en un gran pisotón que no solo hizo que el suelo temblara, sino que las baldosas en el sitio del impacto se quebraran. Habiendo visto eso, Boney simplemente dijo «Nop», y se fue del sitio corriendo a gatas.

Ninten se puso de pie luego de la rodada, pero al hacerlo lo primero que hizo fue recibir un puñetazo en el rostro por parte de Pippi quien, con una velocidad impresionante, pegó una única zancada con la que se proyectó directo a su oponente antes de descargar el golpe. El de la gorra roja voló varios metros, aterrizando ahora sobre una mesa de la cual todos los residentes se apartaron lejos. Es entonces cuando, viéndose acorralado y cerca de la pared, el "Shadow" se vio forzado a cambiar de estrategia.

Pippi se preparó para descargar otro golpe dando nuevamente una zancada hacia su oponente, pero Ninten se concentró y, haciendo sus ojos brillar con un blanco resplandor, se mantuvo en su lugar firme. Sorprendentemente, el golpe que le dio la niña solo lo derribó en lugar de sacarlo volando, haciendo que en cambio última fuese la que voló al rebotar como canica por los aires luego del impacto.

La "Dahlia" aterrizó de pié tras el rebote, y no lo pensó dos veces para ahora proyectarse pero descargando una patada. El resultado fue el mismo: Ninten se mantuvo en su sitio, resistió el impacto ahora mucho más fuerte, y Pippi volvió a rebotar pero esta vez estrellándose contra la pared.

Cuando notó a su oponente aturdida en el suelo, Ninten aprovechó el tiempo para concentrarse de nuevo juntando sus manos. Súbitamente, sus músculos crecieron transformando su esbelta apariencia a la de un completo mastodonte, de extremidades gruesas y un torso notablemente marcado.

Con su fuerza aumentada, ahora el gorra roja se dirigió directo a la niña a iniciar su contraataque, tomándola de un brazo y arrojándola contra la pared repetidas veces como a una marioneta. Sin embargo, en uno de los impactos, Pippi respondió pisando la cara de su agresor, empujándose y liberándose del agarre, para rodar en el suelo luego de ser soltada. Intentó responder con un gancho alto, pero cuando trató de dar el puñetazo su nudillo rebotó al impactar como le venía sucediendo con sus otros ataques. Aquello hizo que ella lo entendiera todo y, con horror, comience a retroceder impotente. Trató de huir, pero Ninten se interpuso y en respuesta descargó numerosos golpes al rostro de su víctima, a quien le practicó el 1-2 hasta derribarla de un gancho izquierdo luego de 3 repeticiones.

Al tener a la niña ya a punto y tendida en el suelo, Ninten se le echa encima y continúa descargando brutales golpes en su rostro. Pippi logró retener algunos de ellos, pero cuando atajaba un nudillo el otro llegaba para acertarle desde el otro lado. Poco a poco, su increíble resistencia comenzaba a ser diezmada por el implacable miembro de Los Oscuros.

Con una Pippi al borde del knockout, Ninten la agarró del cabello y le alzó la cabeza, teniéndola frente a frente mientras le apuntaba con su puño recargado para darle el último toque que le quedaba.

—¡¿No que me ibas a hacer doler hasta los huesos?! ¡¿Eh?! —Rugió Ninten como un desquiciado mientras sujetaba a su víctima.

—Te dolió, ¿No? —Preguntó Pippi, mostrándole una sonrisa.

—Me dolió mucho... —Masculló el gorra roja entre dientes, preparándose para dar el golpe final.

La batalla parecía estar ya dada. Pippi había mostrado su valía, pero por algo enfrentar a un Oscuro era algo estúpido, y Ninten lo acababa de confirmar. El "Shadow" ya iba a descargar el tiro de gracia [Alto a la música], pero una sensación extraña le detuvo. Soltó a la niña, se palpó el pecho diciéndose a sí mismo «¡El Reflejo!». Preocupado, volteó viendo por sobre su hombro derecho y miró hacia ambos lados buscando algo. El impacto de un disparo de plasma en el pecho que lo sacó volando contra la pared fue lo que recibió.

Un guardia Puercareto, que se había tardado en reaccionar a la espera de que uno acabe con el otro, intervino en lo que parecía que iba a ser una masacre. Se colocó entre Pippi y Ninten preparándose para dispararle al gorra roja. Aquel último, sin embargo, se incorporó de inmediato de un puñetazo al suelo y, de a pequeños brincos, comenzó a rodear al guardia haciéndole señas para que dispare con su carabina de plasma. El sujeto se dejó provocar fácilmente. 

Con el arma ajustada para aturdir, el Puercareto abrió fuego repetidas veces hacia el "Shadow" pero no acertó ni un tiro. Con movimientos extremadamente rápidos que eran claramente supersonicos por el sonido vibratorio que emitían, el adolescente evadió todos los disparos de la carabina, los cuales pasaron de largo impactando varias mesas y algunos estudiantes a los cuales noqueó de un solo golpe. El guardia no se detuvo hasta que oyó la voz de un superior el cual le dio la orden de alto al fuego.

—¡Espera, idiota! ¡Que te los va a esquivar todos! —Gruñó el capitán el cual, a diferencia de los guardias que llevaban un uniforme rosado, traía un traje azul y una pistola en vez de una carabina.

El guardia Puercareto, confundido, bajó el arma y miró al adolescente ileso frente a él.

—¿En serio esquivó todas? —Preguntó el guardia, solo para recibir una patada en la pierna de parte de su capitán.

—¡Lárgate, tarado! —Clamó el capitán, señalando sobre su hombro derecho y haciendo que el guardia se dé al piro avergonzado.

—¿Novato? —Preguntó Ninten, mientras se sonreía y jadeaba después de su alarde.

—Sí, como muchos estas últimas fechas —Se quejó el capitán, pero negó con su cabeza y regresó a su papel—. ¡Olvídalo, Dones! No te tengo que dar explicaciones de nada. ¡Te vienes con nosotros o la vas a pagar caro!

—¿Y quién me va a parar? ¿Tú? —Rió engreído el "Shadow".

—Si te das la vuelta te enteras —Respondió el Puercareto.

Algo agitado y transpirando, Ninten se dio la vuelta y se encontró con un grupo de ocho guardias apuntándole con sus carabinas. ¿Podría con ellos? Obviamente. Pero Pippi ya le había exigido más de lo que esperaba y tampoco quería tener más problemas que los que suele tener con los funcionarios de la academia. «De nuevo les salió bien la jugada a estos tipos», se dijo a sus adentros al notarse muy agotado aún cuando el enfrentamiento no había durado mucho.  Soltó un bufido y aceptó su derrota desinflando sus músculos, arrodillándose y colocando sus manos en la nuca.

De inmediato, el capitán Puercareto se acercó al estudiante y lo tomó de las manos, llevándolas a la espalda y le hizo una seña a uno de los guardias, susurrándole «las especiales». Aquel guardia se acercó sosteniendo una clase rara de esposas que agarraban brazo y antebrazo de manera extendida, inmovilizando a aquel que las llevase más que como lo harían unas esposas regulares. Algo nerviosos, de a tres se prepararon para esposar al estudiante y llevárselo consigo para enfrentar los cargos de haber iniciado una pelea en la plaza de comidas.

Ninten, con el rostro en el suelo y sujetado por varios, miró directamente a Pippi, quien se estaba incorporando y preparándose para aprovechar la confusión y huir, pero fue detenida por dos de los 8 guardias disponibles, puesta de cara al suelo y agarrada de los brazos para ser inmovilizada con la misma clase de esposas que su oponente.

—Esto fue estúpido —Musitó Ninten impotente luego de un suspiro, siendo alzado y llevado por los guardias fuera del sitio.

https://youtu.be/NqGB2EFmdBI

[BGM: MOTHER 3 — His Highness' Memory; 2S]

Con los alborotadores controlados, la plaza de comidas regresa relativamente a la normalidad. Trasladándonos de regreso a la mesa de Las Rosas, todas, con la salvedad de las gemelas, habían presenciado la pelea. En Kumatora se notó una mirada de preocupación.

—La puta madre... —Dijo la chica de la hoodie— otra vez ahí la Dahlia peleando con "Ninnie"... si sabe que nunca le va a ganar...

—Es la que se lleva por quererme sabotear —gruñó Boney enfadado, quien ya se encontraba sentado en la mesa compartiendo la bandeja de Kumatora— pero bueno, me vino bien ya que al final sí pude llevarme el celular.

—Sí, has hecho un gran trabajo, Raflesia —Dijo Mimmie quien, junto a su hermana, andaba revisando el teléfono de su hermano—. No cabe duda de que fuiste muy inteligente.

—Yo aún no entiendo cómo lo hiciste —Se preguntó Tracy, desconcertada—. ¿Esperaste a que Ninten, luego de recuperar su teléfono, se te cayera encima para que, en medio de todo el lío, lo recuperaras al manotearlo de su pantalón?

—Ajá... —Se sonrió Boney.

—Después de haber plantado el celular en el pantalón de Pippi para inculparla... —Insistió la del vestido rojo, haciendo que Nana a su diestra se riera.

—Sip —Asintió el "Chucho"—. Fue eso, básicamente. Quizás un poco rebuscado pero hey, cuando sucede gresca hay que aprovecharla. En especial estando lejos de ese monstruo... ¿E-en serio es tu hermano? O sea, tienen las mismas mejillas gorditas y nariz respingada pero...

—Sí, lo sé... —Musitó la niña, bajando su mirada—. Mi hermano no es lo que era desde que murió mamá. E-en realidad, ninguno de los dos lo volvió a ser ya que por algo es que también yo estoy aquí.

—¿Por estafadora? —Acotó Nana, quien se encontraba mirando hacia su regazo.

—No tenías por qué decirlo, Tulipán —Renegó Tracy—. Y devuélveme el teléfono, que el desayuno se va a terminar y no quiero que se den cuenta de que tengo uno. 

—Ya va... —Murmuró la de la Bandana, sacando su mirada del regazo para dirigirla hacia Kumatora—. Violeta, ¿Boney es tu compañero de cuarto?

—Sí... —Respondió la pelirrosa.

—¿Y a cuál cuarto te habían movido?

—68A... ¿Por qué?

—Es por una cosa... —Murmuró vagamente Nana, mientras devolvía unos momentos su mirada al regazo para, tras un gesto, devolver el celular—. Ahí está. ¡Gracias!

—No, de nada —Dijo Tracy—. Menos mal que aún guardo el contacto de tu exnovio...

—¡Te dije que no es mi exnovio! ¡Es mi exjefe! —Renegó la del vestido rosa, dándole luego un puñetazo en el hombro a su compañera.

—Bueno, lo que sea. ¿Ya está?

—Sí, ya está.

Desvanecer música.

—Ehh... ¿Qué está pasando? —Preguntó Boney ante la situación, solo para que el sonido del timbre lo interrumpiera.

El momento había llegado. La hora del desayuno terminó y era hora de regresar cada uno a su cuarto. Los guardias se prepararon y, apuntando con sus carabinas, comenzaron a empujar y llevarse a los estudiantes fuera del sitio. Las Rosas no pegaron muchas vueltas y se prepararon para irse.

—Carajo, ya estamos —Murmuró Kumatora mientras se levantaba—. ¡Vamos, chicas! ¡Botón de Oro, Tulipán! Busquen a Ladybug, y tú... ¿Raflesia?

—Prefiero "Chucho" —Dijo el aludido.

 —¿Por qué "Chucho"?  —Preguntó la adolescente.

—Por eso de que me decían "perro callejero" en el barrio, jeje... —Rió el novato con energía.

—Bueno, Chucho entonces  —Se corrigió finalmente la líder—. Agarra tus restos y termina en el cuarto. No quiero estar aquí para cuando los carroñeros vengan por lo que los demás dejamos.

—Como sea, a lo mejor como después —Respondió Boney con desinterés, para sonreírse luego—. Lo que importa es que le cerré la boca a este par de arpías, ¿Verdad? —Rió algo nervioso, para que luego Mimmie y Minnie respondieran con graznidos como de zopilote enojado (?).

—Sí, al final callaste a estas arpías —Dijo Kumatora—. ¿Y qué dicen, "arpías"? ¿Les convenció el novato?

—Por más que me fastidie —Señaló Minnie, mientras Mimmie seguía con el teléfono de Ninten—, tengo que admitir, Raflesia, que has hecho un gran trabajo. Normalmente me gusta ver fiascos, como a todos, pero te fue bastante bien. Tuviste suerte de que Ladybug y Dahlia sean unos pedazos de mierda, así que todavía queda a deber si tu destreza va a depender siempre de la suerte.

—Bueno, haré lo mejor que pueda —Dijo el niño—. En tanto no me metan prendas que impliquen estar cerca del hermano de la Botón de Oro.

—Meh... descuida —Dijo la "Rosa Fresa"—. Nosotros tampoco queremos estar cerca de él. La otra vez, Mimmie y yo...

Justo cuando iba a relatar su anécdota, Minnie se interrumpió a si misma al ver a su hermana sobresaltarse. Aquella última miró sus manos confundida y echó su vista hacia su alrededor.

—¿Qué pasó? —Preguntó Minnie.

—¡El celular! —Clamó la gemela, sorprendida— ¡Me lo sacaron!

—¿Quién? —Murmuró "Rosa Fresa", inclinando su cabeza

—¡No sé! —Renegó Mimmie con frustración—. O sea, ya publiqué los nudes y eso, pero quería ver si encontraba algo más. Pero al parecer algún hijo de puta me vio y me arrancó el teléfono telequinéticamente... O-o como se diga. Se me zafó de mis manos y voló hacia arriba para luego volar lejos.

—Eso suena a telequinésis, "Rosa Uva" —Dijo la gemela—. ¿Pero de quién?

—Lo mismo me pregunto, hermana.

https://youtu.be/9YbQEEU2Boo

[BGM: The Terminator (1984) — Arm & Eye Surgery]

Desconcertadas, las gemelas, así como el resto de Las Rosas, se retiraron de la cafetería metiéndose en el montón de gente que se estaba acumulando en las salidas para ir cada una a su habitación.

Mientras tanto, al otro lado del tumulto de gente que se encuentra saliendo de la cafetería, Ness marchaba junto al resto de su equipo con un paso lento y una mirada al frente. Estaba caminando con sus brazos a los lados, pero tan pronto el celular de Ninten se acercó flotando hacia él, estiró su mano, lo tomó y guardó en uno de sus bolsillos. [Desvanecer música] La situación nunca escapó de su control.

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