Reflexión

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-Tranquila-decía Nanaba mientras acariciaba la espalda de Hanji.

-Es que...no puedo...-Hanji hablaba entre lágrimas-...no me responde el teléfono...no habla conmigo...ni siquiera me ve a la cara...-se aferró más a Nanaba-...hice pedazos mi matrimonio...

-Si sigues pensando así, en verdad lo destruirás...

-...-Hanji solo continuo llorando.

-Solo te quedaras con su recuerdo.

-Yo no sé qué está pasando...será que acaso encontró...

-No lo digas. No de chiste lo digas. Entiendo que estén en momento difícil, pero estoy segura que Levi te ama.

-Pero...me es inevitable pensar en eso...cada vez que me acero se aleja...es como si rechazará mi presencia.

-Escucha, de seguro la rutina y sus diferencias los alejaron. Pero estoy segura que si lo intentan hablar pueden arreglar sus problemas.

-Ya descarte eso hace tiempo.

-¿No han pensado en ir a terapia?

-Eso está más descartado. Levi es de los que odia contarles nuestra intimidad a completos extraños.

-Ya veo.

En ese momento, la puerta de la oficina se abrió, dejando ver a un hombre alto, de piel morena, cabello castaño y ojos de color esmeralda.

-¡¿Qué creen que están haciendo?!-fue lo primero que dijo en cuanto vio la escena-¡Les pago para que trabajen, no para ponerse a entablar una charla amena de comadres!

Nanaba soltó a Hanji y camino alrededor del escritorio hasta quedar enfrente del hombre.

-Y tú aprende a tocar.

-No tengo porque hacerlo, este es mi hospital y puedo hacer lo que se me dé la gana. Y si quiero puedo despedirlas por usar esta oficina para desahogar sus melodramas.

Nanaba seguía con su expresión seria y se cruzó de brazos.

-Si, tal vez seas mi jefe. Pero eso no te da derecho a hablarnos así. Y en segunda, todavía no empieza nuestro turno. Así que, date media vuelta y lárgate de aquí. ¿Acaso no tienes trabajo?, Eren-pregunto alzando una ceja.

-Más les vale ninguna de las dos estar preñada.-señaló cada una- De lo contrario, se me largan de aquí.-Eren solo frunció el ceño y salió de la oficina, cerrando la puerta de un portazo.

-Atrévete a hacerlo y te demandado por machismo-le dijo Nanaba mientras salía.

-Maldita sea, ¿para qué contrato mujeres? Son solo unas histéricas que siempre buscan cualquier excusa para no trabajar.

De nuevo en la oficina.

-Juro que si no fuera mi jefe, lo...-Nanaba gruñía entre dientes mientras juntaba sus dos manos y hacia presión como si estrangulara a alguien.

-Déjalo, Nana-Hanji secaba sus lágrimas con un pañuelo- Tiene razón en algo, este es el trabajo. No podemos mezclar lo personal con lo profesional.

-La única razón por la que aún lo soportó, es porque no quiero dejarte sola-volvió a estar a un lado de Hanji- Te conozco, y sé que eres demasiado terca para renunciar.

-Me tomo mucho trabajo llegar hasta aquí como para renunciar. Además-volteo a verla-no le daré ese gusto.

-Ja, ja, ja-Nanaba rio un poco ante el comentario de Hanji-Muy cierto.

Hanji también rio un poco, pero luego regreso a su expresión de tristeza.

Nanaba solo suspiro, odiaba ver a su amiga así.

Antes de que pudiera decir algo, la puerta se volvió a abrir, dejando ver a una mujer de tez morena, baja estatura, cabello corto color rubio platinado, al igual que sus ojos, que estaban detrás de un par de lentes. Que vestía un uniforme blanco.

-Oye Hanji, necesito que revises estos...-se quedó muda al ver a la castaña.-No me digas-dijo a mala gana-¿Qué te hizo ahora el imbécil de tu marido?-pregunto mientras cerraba la puerta.

-¡Riko!-le llamo la atención Nanaba.

-¡¿Qué?! ¡¿Acaso me equivoco?!-se justificó-¡Nada más mira como esta!-señalo a Hanji-Ha estado así desde que le dijo sus verdades al enano ese.

-Ese es un asunto de pareja. Ni tu ni yo tenemos porque meternos-le hizo frente.

-Por favor, no peleen-pidió Hanji.

-Hanji, te digo esto como tu amiga-hablo Riko-Lo mejor que puedes hacer es divorciarte.

-..-Hanji y Nanaba se quedaron sin habla ante eso.

-Ya fue suficiente-Nanaba se molestó ante eso-Nada más dices eso porque Levi nunca te agrado. Así que vete de aquí-señalo la puerta.

-Solo digo la verdad. Hay cosas más importantes en esta vida que casarse.

-¿Cómo cuáles?-Naba se volvió a cruzar de brazos-¿Llegar a fin de mes? Conseguirías eso si dejaras de gastarte todo tu sueldo el mismo día que te lo dan.

Ahora Riko era la molesta.

-Hablo la esposa del anormal ese-Riko le casi tiro los papeles a Nanaba.

-No metas a Mike en esto-Nanaba tomo los papeles.-No es mi culpa que no tengas pareja.

-Vete al demonio-dicho esto último, salió de la oficina.

Una vez solas, Nanaba solo suspiro cansada.

-No sé quién es peor. ¿Si el idiota de Eren o Riko?-camino hasta sentarse en la otra silla hasta quedar frente a frente con Hanji.

-Ahora por mi culpa te peleaste con ella-Hanji solo tenía apoyaba su cabeza en sus brazos.

-No, no fue tu culpa-Nanaba le extendió otro pañuelo-Riko siempre ha hablado de más. Lo más importante, ¿estás bien?

Hanji negó.

-La verdad no, no puedo concentrarme en nada. Me siento una inútil.

-No lo eres-Nanaba junto sus manos con las de Hanji-Solo estas con muchas cosas en la cabeza-Lo mejor es que descanses por hoy.

Hanji asintió.

Tenía que admitirlo. Había llegado a su límite ya no podía soportar actuar como si nada pasara.

Mientras eso pasaba en el hospital donde trabajaba. Levi se encontraba en su estudio de abogados, en su oficina, revisando varios papeles, o al menos eso parecía. Debido a que no podía concentrarse en nada por tener tantas cosas en la cabeza.

-Tsk. Esta mierda es inútil-dejo las papeles sobre la mesa y se froto las sienes con ambas manos-Necesito un café- presiono un botón de su teléfono para hablar con su secretaria pero esta no contestó, presiono otra vez y lo mismo, estuvo así como cinco veces hasta que se hartó. Decidió salir de su oficina para buscar el mismo su café- Más le vale a Petra tener una buena excusa para no estar en su puesto de trabajo- gruñía mientras se dirigía a la cafetería.
Justo cuando le faltaba doblar una esquina, escuchó cierto par de voces conocidas que, en su opinión, se les escuchaba de lo más empalagosos, tanto que podría provocarle diabetes con solo escuchar su plática.

-Ya en serio Auruo, tengo que llevarle este café al señor Ackerman.

-Vamos, no seas así, quédate un rato más conmigo.

-Hoy estás muy cariñoso.

-Es normal, quiero pasar todo el tiempo que sea posible al lado de la mujer más hermosa del mundo y que también es mi esposa.

-Ja, ja, ja-Petra sólo río ante el comentario-pasaremos todo el tiempo que quieras en casa, ahora suéltame.

-Solo si me respondes una pregunta

-¿Cual?

-¿Que te gustaría que fuera nuestro primer hijo? ¿Niño o niña?

-Auruo, ya te dije que no estoy embarazada.

-Igual quisiera que respondas.

-Bien. Sinceramente no me importa si es niño o niña, igual lo amaré.

-Tienen razón, pero si llegamos a tener una niña me gustaría que heredé tu belleza.

-Y yo, que saque esos ojos tan lindos que tienes.

Como si esas palabras fueran alguna clase de hechizo, Levi dejo de estar molesto para luego comenzar a recordar como él y Hanji también habían estado en esa situación.

Cuando tenían unos cuantos meses de casados.

Flash back.

Levi y Hanji aprovechaban su fin de semana para pasarla juntos, abrazados y sin otra cosa más que hacer que estar echados en su cama mirando la televisión, comiendo lo que habían pedido por delivery y disfrutando de la compañía del otro.

Miraban la típica película romántica que siempre terminaba con los protagonistas juntos y teniendo hijos.

-Oye enano-le llamo Hanji.

-¿Qué?-preguntó Levi mirando los créditos.

-He estado pensando.

-¿En qué?

-¿En cómo sería nuestro primer hijo?

-...-Levi dejo de mirar la televisión y miro a Hanji con una cara de asombro.

-Sé lo que piensas y la respuesta es no- Hanji solo sonreía ante la expresión de Levi-Ja, ja, ja. No estoy embarazada, pero, como estamos casados, algún día me gustaría estarlo. ¿Qué hay de ti?

-Seria lindo-Levi se tranquilizó y volvió a abrazar a Hanji por la cintura.

-¿Qué quisieras que fuera? ¿Niño o niña?

-Cualquier cosa esta bien, mientras sea nuestro.

-Tan directo como siempre -Hanji rodo lo ojos para luego reír.- Ja, ja, ja ¿Y a quien crees que se parecerá más? ¿A ti o a mí?

-Buena pregunta. No lo sé. ¿Qué tal si comenzamos a practicar hasta que salga un bebé?-comenzó a besarle el cuello.

-Ja, ja ,ja -Hanji solo reía ante las caricias-No es mala idea. Pero si es niño, quiero que se parezca a mí.

-¿Y si es niña?

-A ti. O mejor dicho a mi suegra.

-Probemos.-retiro los lentes de Hanji para luego ponerse encima de ella y comenzar a besarle en la mejilla, mientras ella solo reía a las caricias.


Final del flashback.

De forma inconsciente comenzó a caminar hasta que fue visto por Petra y Auruo, quienes se separaron al instante por el susto que se llevaron.

-¡Buenos días, señor Ackerman!-saludo Auruo.

-Lamento el retraso, señor Ackerman-le siguió Petra-Justo ahora estaba a punto de llevarle su café y....-dejo de hablar al ver que Levi alzo la mano.

-No, no es necesario.-Levi ni siquiera la miro, seguía con su vista adelante- Saldré a caminar, necesito un poco de aire-comenzó a caminar a la salida.

-Pero, ¿Qué hago con la cita que tiene en cinco minutos?-le pregunto Petra.

-Cancélala...cancela todo. -sin más abrió las puertas del edificio y se fue.

-Entonces... ¿tenemos el día libre?-pregunto Auruo al no entender a lo que pasaba.

Regresando con Levi.

Estaba caminando sin rumbo alguno, simplemente movía los pies y nada más.

Su mente estaba en otro sitio.

Para ser más específicos, pensado en todo lo que hizo los últimos tres meses.

Y en su mente nació la pregunta.

¿De verdad iba a mandar todo al diablo? ¿Iba a destruir todo lo que formo con Hanji por una pelea, que termino en que la traiciono teniendo sexo con otra mujer?

Porque entre Ymir y él no existía otra cosa más que placer sexual.

En cambio con Hanji, vivió tantas cosas que nunca terminaría de contarlas.

Y se volvió a preguntar

¿De verdad quería destruir todo eso por unos cuantos minutos de placer?

Si, discutieron, pero que pareja no discute. Por una discusión no iba a destruir su matrimonio.

Viéndolo bien, él se había encargado de mandar su matrimonio a la mierda los últimos cuatro meses. No solo acostándose con Ymir, sino que ignorando y distanciándose de Hanji

Tanto que ya parecían un par de extraños que vivían en la misma casa.

Se quedo estático al pensar en eso

El único responsable de que su matrimonio se esté yendo a la mierda era él.

Como se quedó estático en medio de la calle, fue inevitable que las demás personas se golpearan un poco con él, solo de esa forma salió de sus pensamiento. Sintiendo de paso el intenso frió que hacía, dándose cuenta que olvido su saco en la oficina y ahora pagaba las consecuencias de eso.

-Tsk-se reprendió a sí mismo, y decidió entrar a algún lugar antes de que muriera congelado. Ni siquiera se fijó el letrero, nada más entro. Y donde entro fue a una panadería, lo sabía por el olor a pan recién horneado que había en el lugar.

-¡Levi!-una voz le llamo, vio hacia la dirección de donde vino el saludo y miro a Historia, quien se acercó de forma rápida hasta quedar enfrente de él-¡Hola!-se acero más a él y le dio un beso en la mejilla.- ¿Cómo has estado?

-Oh. Hola Historia.-respondió en cuanto salió del trance-Estoy... bien. ¿Tu cómo has estado?

-Muy bien. Gracias por preguntar-sonrió-De hecho, acabo de comprar algo de pan, ¿me acompañas a comerlo con un café?

-Claro. No suena mal.

-Por cierto-miro más detalladamente como estaba vestido-¿no tienes frió?

-No, no mucho.

-Si claro-se sacó la bufanda blanca que tenía puesta-Toma-le extendió la bufanda.

-No gracias, en serio.

-Oye, estas más pálido de lo normal. Te enfermaras si no te abrigas.

-Está bien- se resignó Levi para luego tomar la bufanda y ponérsela en el cuello.

-Ahora sí. Vamos-Historia tomo la mano de Levi y lo hizo caminar para salir de la panadería.

Levi trataba de seguirle el paso a Historia, porque esta nunca le soltó la mano en todo el camino. Hasta que, minutos después, llegaron a una cafetería. A la cual, en cuanto pasaron la puerta, Historia soltó su mano.

-Disculpa la prisa, pero no quería que te enfermaras si estábamos mucho tiempo afuera-se excusó.

-No pasa nada.

-¿Qué quieres ordenar?

-Un café negro no estaría mal.

-De acuerdo. Yo iré por los pedidos, tú siéntate en algún sitio vacío-se dio media vuelta y camino hacia el mostrador.

Una vez solo, Levi se quedó pensando otra vez, pero ahora en Historia.

Se le notaba muy cambiada, no solo en imagen sino también en actitud.

¿En qué momento se había vuelto tan mandona y fuerte? sobretodo fuerte.

El agarre que le hizo no fue tan suave que digamos.

Si alguien la viera ahora, jamás pensaría que, hace algunos meses, era una chica tímida que se hacía más pequeña con los gritos del idiota de su ex-novio, y que siempre debía de ser empujada tomar decisiones por algún familiar o amigo.

Su mejor amiga, Ymir.

Perfecto, otra vez esa morena de piernas largas estaba en su mente.

Decidió sacudir sus pensamientos y buscar una mesa, por suerte la encontró antes de que Historia regresará.

-¡Ya estoy aquí!-Historia volvía con un vaso en cada mano. Los cuales coloco sobre la mesa.

-Gracias-justo en ese momento, Levi recordó que también olvido su billetera.

-Descuida. Yo invitó, después de todo te traje aquí.-Historia se dio cuenta de la mirada de Levi, para luego coger uno de los vasos en la mesa.-Agarra con confianza-abrió la bolsa de pan.

Levi tomo uno de los panes y probo un pedazo.

-¿Qué te parece?

-Es muy bueno -admitió.

-Sí, la chica que lo hace es una gran panadera... aunque es una bruja...-susurro lo último.

-¿Qué?

-¡Nada!-Historia tomo uno de los panes y comenzó a comer.

Por unos segundos hubo un silencio incomodo que Levi decidió romper.

-¿Y cómo has estado estos meses?, se te ve muy....

-¿Cambiada?, si lo sé-Historia le dio un largo sorbo a su café-Han pasado muchas cosas desde la última vez que nos vimos. La verdad, es muy larga de contar, y no me gustaría aburrirte con mis cosas.

-No hay problema. Después de todo, mi trabajo consiste en escuchar.

-Tienes razón.

-Excepto que ahora no estoy trabajando, simplemente me gustaría saber cómo te ha tratado la vida estos meses.

Historia suspiró apara después hablar.

-Para empezar, me mude, encontré un apartamento más cerca de la casa de mi tío Uri, aunque él quería que me mudara con él, pero la idea no me agradaba mucho. Lo bueno es que llegamos a un acuerdo, siempre iría con él si necesitara ayuda. Luego decidí usar una parte de mi indemnización para tomar terapia, para poder superar ese momento tan amargo y doloroso de mi vida. Aunque, para ser honesta, he tenido peores momentos, se podría decir que desde que era una niña. Cuando tenía 6 años mis padres me dejaron a mi suerte, literalmente. Mi madre era una de las empleadas que trabajaba en casa de mi padre, se embarazo de mí, a propósito, para asegurarse un futuro con mi padre o al menos tener parte de su fortuna. Sin embargo, el tiro le salió por la culata, mi padre se negó a reconocerme y la echo a la calle. Nací y crecí en la granja de mis abuelos, pero mi madre nunca me dio ni la más mínima muestra de afecto. La única vez que intente acercarme a ella me golpeo, tanto que me sangro la nariz. Siempre me pregunte, que hice para ser tan despreciada. Me hubiera gustado que me dijeran que mi simple existencia ya era un problema. Cuando cumplí los seis, mi madre ya no soportaba mi presencia, por eso me llevo donde mi padre, literalmente solo me lanzo a su puerta y se fue. Mi padre, como siempre, se negó a reconocerme como su hija, y me echo a la calle-dijo alzando los hombros.

-...-Levi se quedó asombrado ante o que escucho, es cierto que Historia fue su cliente, pero nunca le había contado datos tan personales-... ¿Y cómo así encontraste a tu tío?

-Se podría decir que tuve la suerte de importarle a alguien además de mi tío. Mi hermana mayor, Frieda Reiss. Ella me consoló, me llevo a casa de nuestro tío y le contó lo que había pasado. Él no lucia sorprendido, ya que conocía a la perfección a mi padre. Era un hombre solitario, viudo y sin hijos; el que haya llegado a su vida fue como su luz de esperanza, o al menos así siempre me lo dice. Desde entonces viví con él, me dio su apellido, me crió como si fuera su hija y no me puedo quejar, es un hombre muy valioso.-cogió otro pan- El terapeuta cree que soporte tanto tiempo aquella relación tan toxica, porque no quería volver a estar sola, y eso es muy cierto, quería formar una familia como la que no pude tener, pero termine cegándome y pasando por alto todas las agresiones de Eren.

-Lo bueno es que lograste librarte de él- opino Levi.

-Sí, eso es lo bueno.-sonrió un poco- Aprendí que no necesito de alguien para sentirme amada, a la persona que siempre debo amar primero es a mí misma. De lo contrario, sino no me respeto, nadie lo hará. Fue por esa razón que decidí tomar clases de defensa personal, es mejor estar preparada, además de que todos me lo han recomendado. Incluso tú.

-Sí, eso fue mientras alistábamos todo para el juicio.

Rieron un poco.

-Lo último que hice fue donar un millón de dólares al orfanato. No necesito todo ese dinero, prefiero dárselo a quienes en verdad lo necesitan. Hubiera terminado en ese lugar de no se por Frieda. Pero igual no quiero que los niños de ahí sientan que no les importan a nadie, y saber que tengo los recursos para darles alegría me es muy útil.

-Se nota que has invertido muy bien ese dinero.

-Gracias. De ahí en adelante no ha habido nada nuevo. Bueno, he vuelto a tener contacto con Frieda, ahora hablamos diario. Ella ahora se hace cargo de las empresas de la familia, siempre bajo la vigilancia de nuestro tío Uri, quien es el dueño. Yo por mi parte, me he concentrado únicamente en mi carrera de bailarina de ballet. Se podría decir que he bailado hasta que me sangraran los pies, con tal de conseguir un baile perfecto. Pero valió la pena, porque conseguí los frutos de mis esfuerzos. Ahora soy la nueva Reina Cisne del próximo recital del Lago de los Cisnes que presentará el teatro de Nueva York.

-Oh, muchas felicidades. Te lo has conseguido con sangre y esfuerzo.

-Sí, sobretodo sangre.

Volvieron a reír.

-Ahora que recuerdo. Me dieron unos cuantas entradas en primera fila para la primera función. Ya le di una a mi tío, a Frieda, a Ymir...

Con solo mencionar ese nombre se olvidaba de todo menos de Hanji.

Se hundió tanto en sus pensamientos que salió de su trance en cuanto Historia le llamo y vio que le extendía dos entradas.

-Levi, ¿estás bien?-preguntó.

-Sí, lo siento. He estado con la cabeza revuelta estos días. ¿Qué decías?

-Descuida. Decía que me quedan esas dos entradas, ya no tengo a quien más invitar. Por eso te las regalo, por si quieres ir.

-Gracias- acepto las entradas- Aunque, para ser sincero, no soy muy fanático del teatro.

-Entiendo.

-Pero mi madre si lo es

-¿En serio?

-Sí, siempre miraba los recitales de ballet por televisión, los ama. De seguro que se alegrara de ver uno en primera fila.

-Entonces será un placer para mí que este presenté. Espero poder reconocerla entre todos la multitud.

-No te será difícil, somos muy parecidos en rasgos.

-Gracias por el dato.

En ese momento se escuchó la canción Impossible de James Arthur. 

Historia saco su teléfono de su bolso.

-Lo siento, fue muy entretenida esta charla. Aunque mayormente hablé yo. Pero me están llamando del trabajo. Comenzó a guardar sus cosas- El director adelanto el ensayo, estamos a pocos días del estreno.- se puso de pie.  

-Descuida, lo entiendo- Levi también se puso de pie y se quitó la bufanda- Gracias por esto, pero estaré bien y tú la necesitas más.

-Está bien- Historia se colocó su bufanda.

Ambos salieron de la cafetería.

-Gracias por el café y la charla.

-Gracias a ti por escuchar. Adiós.-le dio un beso en la mejilla y se fue.

Una vez solo, Levi comenzó a reflexionar ante lo que le contó Historia.

A pesar de su haber tenido una infancia difícil, hubieron personas que si la quisieron y ayudaron, incluso cuando estaba en aquella relación toxica. Ahora era una versión nueva y mejorada de ella misma.

En si no eran tan diferentes, él también tuvo una infancia difícil pero lo supero porque tenía personas que lo querían, principalmente su madre, el resto de su familia, sus amigos, y, por ultimo pero no menos importante, Hanji.

Ella siempre le apoyo en aquellos momentos difíciles, donde sentía que era un fracaso por no haber ganado un caso, y él también la consolaba en aquellas ocasiones donde no podía salvar a un paciente. Ambos se apoyaban en sus momentos más difíciles, incluso si no hablaban el solo estar abrazados, el uno al otro, los hacía sentir calmados, ya que se sentían que no estaban solos.

Ahora que se estaba dando cuenta, todos estos meses Hanji habrá tenido que cargar con la idea de que se hayan distanciado fuera solamente culpa suya. Lo cual no era cierto, él también tenía la culpa, por no haber querido escucharla después.

De seguro se sentirá abandona, abrazándose a sí misma para soportar la fría soledad.

Esperen... ¿frió?

De nuevo se dio cuenta que se había quedado estático en medio de la calle, como si el clima tan helado no fuera suficiente, estaba siendo empujado por los que caminaban por ahí.

Se cubrió más con la chaqueta de su traje y decidió volver a su despachó lo más rápido posible, de lo contrario si pescaría un resfriado.

Al llegar, lo primero que hizo fue pedirle a Petra un té negro, porque aún sentía frió, además de que subió la calefacción de la oficina.

-Aquí está su té negro, señor Ackerman-Petra dejaba la taza sobre la mesa.

-Gracias, Petra-Levi tomo la taza y le dio un pequeño sorbo.

-Disculpe, ¿no cree que hace un poco de calor aquí?-Petra estaba algo sofocada.

-No, más bien lo siento frió. Puedes retirarte.

-Con permiso-dio media vuelta y se fue.

Ya con el cuerpo un poco más caliente, continuo pensando. Ya no quería lastimar a Hanji, no se lo merecía. Quería arreglar las cosas pero no sabía por dónde empezar.

Lo principal sería dejar de ir a ese bar, así ya no vería a Ymir, y ya no tendría que invitarse excusas.

Perfecto, ya había empezado, ahora tenía de continuar.

Lo siguiente seria arreglar las cosas entre ellos, tal vez, solo tal vez, consideraría la idea de ir a terapia. Pero, para ser honestos no le agradaba esa idea, no se sentía cómodo contándole su vida privada a un extraño, pero luego recordó a Historia y lo bien que estaba luego de eso.

Así que, aunque no estuviera del todo de acuerdo, iría a terapia con Hanji para arreglar su relación. Claro que si ella estaba de acuerdo, de seguro que lo estaría.

De ahí, disculparse. Y sí, eso incluía contarle todo lo malo que hizo, es decir contarle lo sucedido con Ymir los últimos tres meses.

Sabía que ese sería el paso más difícil de todos, pero no quería seguir mintiéndole y ni ocultándole cosas a Hanji, quería ser del todo honesto con ella. Decirle que a pesar de que en ese momento sus palabras le hicieron daño, él le hizo más daño con sus actos y con sus evasivas.

Suspiro al pensar en todo eso, le esperaba un largo camino.

Pero si de esa forma lograba arreglar su matrimonio, lo haría, aunque ahora le llego un gran temor.

Que Hanji lo deje al contarle lo que hizo.

Sin embargo, no podía justificarse ante eso. Estaría en todo su derecho de hacerlo, y él debía de aceptarlo.

Aún con el miedo y sus inseguridades. Ya lo tenía decidido y no iba a dar marcha atrás, no después de reflexionar en todo el dolor que le había causado esos últimos meses.

Pero eso sí, iría de poco a poco.

Porque no quería soltarle nada de golpe, eso sería lo peor que podría hacer.

Como iba a regresar a casa temprano, Hanji estaría ahí esperándolo, por lo que pensó en llevarle un detalle.

Comenzó a pensar en que hasta que le llego una idea.

Flores.

Hace tiempo que ya no le llevaba flores, lo bueno era que conocía una de muy buena calidad.

Por lo que volvió presionar el botón del teléfono de su escritorio.

-Petra.

-¿Qué desea?, señor Ackernan.

-Quiero que hagas un pedido a la florería María.

-En seguida llamo, señor. ¿Qué es lo que desea ordenar?

Horas después, cuando ya había oscurecido.

Levi conducía de regreso a su casa, esta vez no era la madruga, recién iban a ser las once.

Cuando estaciono, salió del auto llevando en una mano un gran ramo de rosas roja.

Al entrar a la casa espero que Hanji estuviera sentada en el sillón, pero cuando su vista se dirigió a ese punto se dio cuenta que no estaba. Se asombró un poco ente eso, ya que se había vuelto una rutina que le esperara sentada en aquel lugar. Dejo las llaves del auto a un lado de la mesa y se puso a buscar en todas las habitaciones para saber si había algún resto de ella. Pero nada, ni siquiera en su estudio.

Por lo que decidió buscar en el último lugar que faltaba, su habitación. Y en efecto, estaba ahí.

Se encontraba durmiendo plácidamente en su lado de la cama, pero cuando se acercó más se dio cuenta que estuvo llorando, porque sus ojos se veían húmedos e hinchados. Además de que había tomado pastillas para dormir.

Eso lo hirió mucho, por su culpa Hanij estaba llorando y no de felicidad, precisamente. Esta tan deprimida que había llegado al extremo de tomar medicina para dormir, lo cual nunca había hecho antes.

Dejo las flores e la mesita de noche, y se cambió su ropa por su pijama.

Cuando ya estuvo listo. Entro a su lado de la cama, y movió a Hanji, con delicadeza, para atraerla hacia su pecho. Y la abrazó.

-Lo siento-susurró para después besar su frente y comenzar a dormir.


Esta vez iba a ser las cosas, bien. No quería perderla. La amaba demasiado como para pensar en eso. Era la mujer con la que decidió pasar toda su vida. Por eso solo merecía alegría en su vida y no sufrimiento.

Final del tercer capítulo.

Hola

¿Cómo han estado?

Hace tiempo me vienen pidiendo mucho este fic.

Lo admito, lo tenía algo descuidado.

La razón, el tema del adulterio es un tema aún más difícil de lo que pensé.

Pero hago lo que puedo, porque tampoco quiero escribir cualquier cosa.

De verdad no puedo creer lo aceptado y pedido que ha sido este fic.

Sacando mis cálculos.

MI éxito fue con mi primer fic, El Hilo Rojo del Destino, el segundo éxito, que creo que lo destrono, fue Perfume: la historia de un amor. Y ahora quien lo saco del pedestal fue este fic, Aduterer.

Esos son mis tres mejores fics, o al menos eso creo porque yo siempre me guío de los comentarios

XD

En fin.

Como siempre perdonen las faltas ortográficas.

Si les gusto, voten y comente

Y antes de irme.

Quiero que me respondan una pregunta

¿De dónde vienen sus Nick names de wattpad?

Porque detrás de un nombre siempre hay una historia, como el mío.

Si responden en el próximo capítulo les cuento de donde salió mi Nick name.

¿Algo más para decir?

Si, sé que yo cree a este Levi, pero eso no evita que lo odie y quiera tirarle piedras por su actitud de los primeros dos episodios.

Ahora sí.

Es todo.

Nos vemos en este o algún otro fic.

Hasta otra.

Bye.

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