IV

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✧「 Capítulo cuatro 」✧


— ϟ —

LAS SEMANAS PASARON Y PARA SER honestos todo seguía siendo raro, más que todo para Adds y Barry, quienes si bien hablaban, era de forma muy breve, y normalmente era por cosas del equipo. Ya que incluso cuando la pequeña Adara pedía verlos a ambos juntos, Adds siempre encontraba alguna excusa para no ir junto al castaño.

Aquel día, Adds caminaba tranquilamente por el CCPD y no pudo evitar ver el momento en que Joe y Cecile Horton hablaban. Espero a que la conversación terminara y con una sonrisa divertida se acercó hasta el detective quien aún observaba el lugar por dónde la fiscal se había marchado.

—He visto unas cuantas moscas por ahí, será mejor que cierres la boca si no quieres que entren y salgan por tu nariz —se burló.

—Ja Ja —le miró de malas formas— Muy graciosa, Adds.

La rubia rió.

—Así que la fiscal —Adds levantó y bajó sus cejas con sugerencia.

—¿Qué hay con ella?

—Oh, vamos —dió un golpe en el hombro del detective—. Te atrae.

—Claro que no —negó él, observando nuevamente la carpeta en sus manos.

—Amigo, intuyó cosas que usualmente son ciertas. Puedes intentar negarlo, pero ella —señaló el lugar por dónde la mujer había salido hacía solo unos minutos—, estaba coqueteando contigo.

—Estas viendo cosas donde no las hay, Addy.

—Claro, claro. Mi error —Adds alzó las manos en defensa.

Joe fijó su mirada tras ella, y en ese instante Adds sintió como alguien le tomaba las manos y le daba la vuelta.

—¡E.T! —saltó a sus brazos, abrazándolo—. Te extrañe estúpido.

—Yo también te extrañe, Adds —Ethan rió devolviéndole el abrazo.

—Espera —ella se separó de golpe—. Estoy enojada contigo —lo apuntó.

Ethan observó a Joe preguntando la razón de porque su amiga estaba enojada con él, pero como respuesta obtuvo un encogimiento de hombros.

—¿Por qué? —preguntó volviendo a concentrarse en Adds.

—Te fuiste y me dejaste solo una notita —se cruzó de brazos—. Eres un pésimo mejor amigo.

Y sin más comenzó a alejarse mostrándose totalmente indignada.

—Oye, ¿Estás bromeando no? —el británico la siguió por las escaleras.

—No —ella lo encaró—. Eras quien debía salvarme si Barry intentaba hablar conmigo—susurró—. Pero no estabas así que me vi obligada a hablar con él.

—¿Estas enojada porque no estuve ahí para evitar que hablarás con Allen? —Ethan retuvo una risa.

—Si —masculló.

Finalmente el británico soltó la carcajada que estaba reteniendo, haciendo que Adds le observara esta vez verdaderamente indignada.

—¡Ethan!

Barry a solo unos metros de distancia los observaba, sintiendo esa ya conocida molestia en el pecho. Él realmente creía que ya le había dado tiempo y espacio suficiente a Adds para pensar las cosas y que ya era momento de comenzar a recuperarla. No estaba dispuesto a dejar de luchar por ella.

—Chicos, hola —se acercó saludando a ambos.

Adds aprovechó ese momento para separarse de Ethan y enseñarle la lengua de forma totalmente madura.

—Allen —Ethan le sonrió—. ¿Te has comportado estás semanas que estuve fuera?

—Puff, yo siempre me comportó —aseguró—. ¿Qué tal todo por Star City?

—Bastante bien la verdad. Estuve unos días con Oliver y Felicity...

Adds les observó momentáneamente extrañada, pero no le tomó mucha importancia, ya que se concentró en huir sin que ninguno le viera. Lastima que chocar con un cuerpo le hiciera tropezar hasta atrás y resbalarse amenazando con estrellarse contra el suelo.

Pero Barry tomó esa como su oportunidad de tener un mayor acercamiento con Adds, así que la atrapo en sus brazos antes de que si quiera rozara el suelo.

—Hola —le sonrió nerviosa.

—Hola —Barry rió suavemente—. ¿Dónde ibas?

—¿Yo? —preguntó mientras se alejaba ligeramente.

—No la rubia tonta de allí —se burló Ethan.

—Tonta tú abuela —Adds frunció el ceño.

—Tinti ti ibiili —repitió el británico.

—Idiota —susurró.

—Ustedes son iguales a dos niños pequeños—ambos le observaron mal—¿A dónde decías que ibas? —retomó la pregunta.

—A ningún lugar en concreto —Adds se encogió de hombros—. Solo intento alejarme de ustedes —sonrió caminado de espaldas hasta las escaleras.

Ambos chicos se quedaron de pie, viendo como la meta-humana huía. Ethan miró a Barry señalando el lugar por donde había bajado Adds.

—¿Qué esperas para ir por ella, estúpido?

—¿Acabas de llamarme estúpido? —el velocista frunció el ceño—. Sabes que, olvídalo —negó.

Barry corrió escaleras abajo procurando no caerse, mientras buscaba con la mirada a ese menudo cuerpo perteneciente a su persona favorita. Su mirada no tardó en localizarla entrando en el ascensor. Corrió lo más rápido que pudo para llegar, viendo como las puertas se comenzaban a cerrar, y sin pensarlo dos veces se lanzó dentro rezando por no ser partido en dos.

Adds le miró sorprendida, viendo como él le daba una impecable sonrisa.

—¿¡Estas loco!? ¡Pudiste haberte lastimado! —chilló ella.

—Estoy bien —le aseguró.

—Dame paciencia, Thor —susurró cerrando los ojos por unos segundos.

Adds se recargó en una de las paredes del cubículo evitando a toda costa la mirada de Barry, pero aún así sentía la penetrante mirada de él sobre ella.

—Puedes dejar de mirarme —pidió removiéndose incómoda.

—Te ves muy hermosa hoy —halagó sin embargo.

Adds solo volvió a removerse incómoda, evitando a toda costa sonrojarse.

  Ya estúpida... se regañó a si misma.

—¿Dónde vas? —la pregunta de Barry le sacó de su regaño interno.

—Le prometí a Adara que iría a visitarla —murmuró.

—Te llevó —ofreció siguiéndola fuera del ascensor.

—No, gracias —le detuvo—. Me gusta caminar.

—Entonces te acompaño.

—Barry... —murmuró suspirando.

—¿Si?

—¿Qué haces? —le observó interrogante.

—Caminar —él sonrió con un deje de inocencia.

—No, ya sabes a lo que me refiero —Adds volteó la mirada hasta la calle.

—Solo trato de mejorar nuestra relación —
confesó tras soltar un suspiro.

—¿Sin segundas intenciones? —cuestionó luego de unos minutos caminando en silencio.

—No puedo prometer eso —negó Barry.

—Barry...

—Te dije que te daría tu tiempo, Adds. Han pasado semanas, y la verdad la extraña relación de te evado, pero también te hablo es de todo menos sana —movió sus manos nervioso—. Prometí que no me daría por vencido contigo, y no lo haré.

Siguieron caminando las cuadras correspondientes hasta que finalmente llegaron al edificio donde vivían Carol, Diana y la nueva integrante de la familia, Adara.

Adds no dijo palabra alguna en todos esos minutos caminando hasta que la puerta fue abierta dejando ver a una emocionada Adara.

—Hola, Ada —saludó Adds sonriéndole.

—Vinieron —chilló emocionada la menor tirando de las manos de ambos hasta el interior del hogar.

Ambos mayores sonrieron divertidos. Si en algo estaba de acuerdo era que la pequeña les subía el ánimo cada que la veían.

—Entonces ¿Quieres ver películas? —preguntó Barry.

—Si —asintió—. Pero quiero que conozcan mi habitación primero —habían visitado a la pequeña bastantes veces, pero normalmente estaban en la sala o salían al parque, ya que su habitación se encontraba en remodelación en esos entonces. Pero al parecer ya no más.

Y así Adara volvió a tirar de ambos, hasta la que solía ser la habitación de Adds.

—Wow, esto se ve tan...

—Diferente —completó Barry, viendo las paredes de color azul claro.

—¿Les gusta?

—Claro —asintió Barry—. Sobre todo esto —sonrió tomando la figurita de acción de Flash en un estante.

—Genial, te acaban de subir el ego —Adds blanqueó sus ojos.

—Pero esta es mucho mejor —sonrió la pequeña tomando dos figuritas del mismo tamaño que la anterior. Se trataba de el alter-ego de Adds—. Eres tú —se las entregó con una sonrisa.

Adds abrió los ojos sorprendida.

—No sabía que hubieran de estas —murmuró
observándolas de cerca.

—¿Prefieres a Fire Star o era Torch Girl...? Bueno, ¿La prefieres a ella antes que Flash? —preguntó con fingida indignación Barry.

—Las mujeres son mejores que los hombres —soltó la pequeña encogiéndose de hombros.

Adds intentó retener una carcajada pero no logró su cometido y terminó riendo mientras observaba a Barry quién lucia totalmente sorprendido por la respuesta de la menor.

—Lo dijo ella, no yo —se defendió Adds.

—Debo admitir que en realidad estoy de acuerdo —asintió Barry con una pequeña y divertida sonrisa asomándole.

—¿Ustedes conocen a Green Arrow? —preguntó la pequeña en un susurro.

—Claro, es nuestro amigo —confesó de forma confidente Adds—. Pero no puedes contarle a nadie.

—Al igual que no puedes contarle a nadie que somos héroes ¿Bien?

—Mi boca esta cerrada —con su mano hizo un gesto donde imitaba ponerle llave a sus labios.

Aquello les derritió el corazón de ternura a ambos.

—Bien, ¿Y que película quieres ver? —
preguntó el velocista cargándola en sus brazos.

—Carol dijo que a Adds le gustan las de superhéroes.

—¿Entonces de superhéroes? —la pequeña asintió—. ¿Cual?

—Spider-Man.

—No puede ser —susurró Barry sorprendido—. Es como una mini tu —Adds lo ignoró y le quitó a la niña de los brazos para así dejarla sobre la cama.

—Esta pequeña me agrada cada vez más —
sonrió Adds acercándose para hacerle cosquillas.

—¡No! —chilló la pequeña saltando sobre Barry para que este la protegiera.

Barry la tomó en brazos para comenzar a correr por la habitación a paso humano, con Adds siguiéndoles los pasos.

A lo lejos Carol los veía jugar, sintiendo la nostalgia venir a ella, recordando cuando Adds era pequeña o los momentos en que Adds y Barry correteaban por la casa e inclusive los momentos de hace unos meses atrás, cuando ambos estaban juntos.

Ella creía firmemente en que sus pequeños volverían a estar juntos. Claro que si, algo como lo que ellos habían tenido no moría aún así pasaran años.

—¡Los atrapé! —exclamó dramáticamente Adds, lanzándose cuidadosamente sobre ambos en la cama, para atacarlos a cosquillas.

—¡No! ¡No! —gritaban ambos castaños—. ¡Me voy a orinar! —gritó Adara.

Automáticamente Adds se detuvo, escuchando la nueva y limpia carcajada de la menor.

—Era broma.

—No puedo creerlo. Engañada por una niña —negó divertida.

Barry rió, disfrutando totalmente esos momentos en los que sentía que volvían a ser realmente ellos. Dónde Adds no le ignoraba del todo.

—Bien, yo iré por algo de comer —informó Adds levantándose de la cama—. Ustedes dos busquen la película, ya vuelvo.

Salió de la habitación dejando a ambos ojiverdes en ella.

—Mamá —llamó.

—¿Si?

—¿Tienes galletas o palomitas de maíz?

—En el mueble de arriba —avisó su madre.

—Bien, gracias.

De puntitas alzó sus brazos intentando alcanzar el pequeño paquete de palomitas, pero parecía ser inalcanzable. Cuanto odiaba ser de baja estatura aveces. Por lo que impulsándose con sus manos logro tomarlo finalmente con una sonrisa victoriosa.

—Bingo —sonrió.

Metió el paquete en el microondas y lo dejó dentro la cantidad necesaria de minutos. Cuando estuvieron listos vació todo en un bowl y se dió la vuelta para volver a la habitación.

—¡Mierda Barry! —chilló del susto, en cuanto le vio frente a ella—. Deja de hacer eso —reclamó.

—Lo siento —se disculpó con burla.

—No es gracioso, deja de reírte —se quejó asando por su lado.

—Vamos, deja de ser tan aburrida —sujetó uno de sus brazos y tiró de ella hasta él.

—Yo soy muy divertida, estúpido —frunció el ceño—. De todas formas ¿No estabas ayudando a Adara con la película?

—Ha dicho que podía hacerlo sola.

—Tiene cinco años, yo a esa edad no sabía ni limpiarme los mocos —se quejó para luego suspirar.

   Barry rió divertido. Su manos había bajado hasta una de las manos de Adds, y al parecer ella no se había dado cuenta de ello.

—Cuando te conocí tampoco sabías hacerlo.

Adds le observó indignada, y propinó un golpe en su estómago sacándole el aire.

—Idiota —le insultó.

Sin esperar más se devolvió a la habitación. Lamentablemente a mitad de caminó una alerta en su celular comenzó a sonar, en cuanto leyó la notificación una mueca se formo en sus labios. Barry preocupado se acercó hasta ella.

—¿Qué ocurre?

—Debemos volver a los laboratorios —se volteó nuevamente hasta el castaño.

—¿Por qué?

—Tienen información sobre Scudder —ambos hicieron una mueca.

Se sintieron las peores personas en el mundo cuando le informaron a la pequeña Adara que no podrían quedarse a ver películas, la pequeña hizo un puchero pero asintió comprendiendo. Tras una última disculpa Barry cargó a Adds en sus brazos en contra de su voluntad y se la llevó corriendo a los laboratorios.

—Espero que esto valga la pena —habló saltando lejos del castaño en cuanto llegaron—. Esto nos costó una cita con Adara.

—¿Ustedes dos juntos con una niña pequeña? —preguntó Cisco de forma burlesca—. ¿Ustedes estaban cuidando a Adara, o Adara los cuidaba a ustedes?

—Cisco —advirtió Barry.

El mencionado se volvió a concentrar y tecleó algunas cosas en el ordenador. En segundos las pantallas se iluminaron con el registro del meta-humano en turno.

—Que tipo tan apuesto —comentó Caitlin viendo la foto.

Adds rió pero se detuvo al sentir la mirada de todos sobre ella.

—¿Qué? —cuestionó confundida.

—¿No dirás nada? ¿Ningún comentario diciendo lo asqueroso que luce este tipo? —pregunto Harry—. Ya sabes, lo normal en ti.

—En realidad estoy de acuerdo con Cait —se encogió de hombros—. El tipo es guapo.

Barry frunció el ceño disgustado, mientras Caitlin se acercaba a chocar los cinco con su mejor amiga. Todos las miraron con reproche.

—Es guapo, para ser un criminal —justificó la doctora.

Adds asintió encogiéndose de hombros.

—Bueno, ahora es más que un criminal —habló Barry, intentando olvidar lo ocurrido segundos atrás—. Parece ser un meta que viaja a través de los espejos.

—Este es mío, uh... —se detuvo a pensar Cisco.

—Mirror Master —se adelantó Harry.

—¿Que demo...? —fue interrumpido por el "Bum" de Wells.

Adds y Caitlin rieron.

—Es bueno —asintió Barry.

—Gracias —el científico les regalo media sonrisa—. En mi tierra tenemos una. Eva McCulloch, no es una meta pero usa una especie de pistola de espejo.

—Scudder trabajaba con Snart e irá por quien haya trabajado con él —comentó Barry.

—¿Snart no esta con las Leyendas? —
cuestionó Adds acercándose.

—Si.

—Eso es genial. Pero más genial sería yo uniéndome a las Leyendas —sonrió—. Creo que hablaré con Sara.

—¿Qué...?

—¿Qué más hay, Cisco? —inquirió interrumpiendo a propósito a Barry.

—Todos los socios de Snart están muertos o desaparecidos —informó mientras buscaba en la base de datos—. Excepto por una.

Una imagen apareció a un lado de la de Scudder. Mujer rubia, mejillas rellenas, con estilo.

—Rosalind Dillon —Harry leyó en voz alta.

—Tiene la habilidad de inducir vértigo incapacitante —siguió Caitlin.

Cisco y Harry comenzaron a balbucear en una competencia de quien encontraba un apodo más rápido.

—¡Top! Ella es como un Top. Es un Top —se precipitó a hablar Cisco, haciendo reír nuevamente a los presentes—. Así se llama, Top. ¿Quieres discutirlo? —le cuestionó a Harry.

—Tranquilo, vaquero. Es un gran nombre —felicitó Adds besando su mejilla.

—Bueno ¿Creemos que ella pueda llevarnos a Scudder? —cuestionó Cait.

—Veremos si Joe obtiene respuestas de ella —determinó Barry.

—Uh —Adds alzó una de sus manos—. Yo puedo ir también.

—¿Y que piensas hacer? —cuestionó Harry observándola.

—¿En qué trabajo Harry? —preguntó observando sus uñas con arrogancia.

—No lo sé —él se encogió de hombros, buscando fastidiarla—. ¿Niñera?

—¡Soy psicóloga psiquiatra! —Adds pisoteó el suelo con un pie—. Idiota. Sabes qué, voy a...

—Muy bien —sonrió Barry separándolos—. Despertaste muy sensible hoy ¿No crees, linda?

—Tú también cállate —murmuró ella cruzándose de brazos.

—Encantadora —susurró sarcásticamente Barry, para luego tirar de ella fuera del cortex y llevarla hasta el CCPD.

—¿Tú también vienes? —preguntó Adds saliendo del ascensor.

—No lo sé—respondió Barry encogiéndose de hombros—. ¿Por qué? ¿Quieres que vaya? —le observó con una sonrisa.

Adds blanqueó los ojos, evitando que una sonrisa divertida saliera de sus labios.

—Solo preguntaba. No te hagas ilusiones, Bart.

— ϟ —

   ENTRARON EN AQUELLA HABITACIÓN encontrándose con una celda de apariencia bastante lujosa y cómoda para ser una prisión de meta-humanos. Dentro de la celda se encontraba la famosa Rosalind Dillon.

—Oí que tú ex regreso a la ciudad —Joe le enseñó una fotografía.

—¿Sabes algo de él? —preguntó Adds acercándose.

Rosalind les miró a todos para luego voltearse y dirigirse a la cama, sentándose en ella.

—¿Le hizo una visita, señorita Dillon? —siguió Joe.

—Aquí no dejan que gente como yo reciba visitas, detective —respondió Rosalind observándoles—. Todo el día y toda la noche en mi celda aburrida —desvío u mirada hasta Barry—. Una chica se vuelve loca —tocó levemente su cuerpo.

Adds observó todo con una ceja alzada, evitando hacer una mueca de desagrado.

—Scudder quiso matar a uno de sus antiguos colegas —siguió Barry ignorando el acto de la mujer.

—¿Leon Williams? —nombró Joe.

—Trató.., que mal que falló —rió Dillon.

—Tratará de matar a otros. ¿Sabe a quien?

—Denos un nombre y veremos que podemos hacer por usted —ofreció Cecile.

—Bueno —se encogió de hombros Joe.

—Esperen. Estás evadiendo totalmente el tema ¿Algo que realmente quieras esconder? —preguntó Adds acercándose—. De no esconder nada, hablarías. Todos en este lugar velan por si mismos. Una reducción de sentencia... —hizo referencia a un posible trato— Muchos la añoran.

—No sabía que admitían niñas en la policía —se burló la otra, segundos más tarde.

Adds frunció el ceño y se acercó amenazadoramente aún sabiendo que no podría hacer nada.

—Te enseñaré lo que te podría hacer esta niña... —sin embargo antes de que diera un paso más, unas manos en su cintura la detuvieron, tirándola hacia atrás.

—Avísenos si cambia de opinión —pidió el detective West.

Joe y Cecile se adelantaron a salir, mientras Adds le regalaba una mirada fulminante a la meta-humana al interior de la celda y luego se meneaba bruscamente para que Barry la soltara.

—Odio cuando me llaman niña —bufó.

Sin embargo su mal humor se esfumó a medias, cuando vió a Cecile y Joe hablar a lo lejos.

—Parece que te debo otra —le sonrío detective.

—Las deudas se acumulan —sonrió de vuelta Cecile.

—¿Por qué sonríes de esa forma? —cuestionó confundido Barry.

   Hacia unos segundos juraría que estaba apunto de salirle humo por las orejas.

—Shh... —le silenció ella cubriéndole la boca con una de sus manos.

Al ver que ella seguía sin decir nada, y tampoco parecía querer descubrir su boca, él pasó su lengua por la mano de Adds.

—¡Ay! ¡Barry eres un asqueroso! —chilló Adds limpiándose en el suéter que llevaba ese día el velocista.

Este inevitablemente rió.

—¿Qué pasa contigo?

—No me decías que ocurría —respondió.

—Era porque tenías que escuchar la conversación de Joe y Cecile —murmuró en voz baja—. Estaban coqueteando.

—¿Eh?

—¿Estás sordo o qué, Bart?

—¿Por qué sigues llamándome Bart? —cuestionó él confundido.

—Porque me gusta —se encogió de hombros.

La mirada de Adds se desvió hasta la celda, viendo como un hombre acompañaba a Dillon.

—¿Scudder? —nombró llamando la atención de Barry.

—¿Me quieren? Vengan y atrápenme —les retó el criminal, para luego golpear el vidrio de la celda y entrar en este, huyendo junto a la rubia.

Los héroes no tuvieron tiempo de actuar, porque en el momento que reaccionaron Scudder ya había huido.

—¿Qué demonios? —cuestionó Barry.

Adds le observó con el ceño fruncido.

—¿Qué? —preguntó el castaño.

—¿Desde cuando dices groserías?

—Desde siempre —le sonrió acercándose— Ahora vámonos.

   La cargó en sus brazos, y a los segundos ya se encontraban en los laboratorios explicando la situación al equipo.

—¿Vieron a Scudder y Dillon escapar por el vidrio? —cuestionó Caitlin en cuanto estuvieron todos reunidos.

—Si —asintió Barry.

—Él la tomó de la mano y atravesaron en vidrio, ¿O se metieron dentro de él? —dudó Adds— No lo sé, pero una de esas dos.

—Son espejos y ventanas. Viaja por cosas con superficie reflejante —explicó finalmente Barry.

—¿Y como hace eso? —cuestionó Iris.

—Liga los puentes de Einstein-Rosen con alto reflejo solar.

—Crea túneles por lo reflejos. Eso es nuevo —comentó Caitlin.

—No entiendo esto de la ciencia —Joe masajeó su frente—. Pero debemos encontrar a Scudder y Dillon antes de que algo realmente malo ocurra.

Y sin más se fue. Seguidos de Cisco, Harry y Caitlin, quienes al parecer tenían respuestas al mensaje que enviaron por el multiverso, en busca de otro Wells. Ya que lamentablemente Wells se volvía a su tierra.

—Chicos... —intentó detener Barry.

Y de repente en el cortex solo se encontraban Adds, Iris y Barry.

—Bueno... —murmuró Adds—. ¿Puedes investigar algo? —se dirigió a la morena—. Tal vez alguno de tus contactos sepa algo sobre Scudder y Dillon.

—Claro —asintió Iris.

Con una pequeña y torcida sonrisa se dispuso a salir del cortex, no tardando en ser seguida por Iris.

—Espera, Adds —llamó

—¿Qué pasa? —preguntó confundida.

—Yo... bueno —Iris aclaró su garganta—, solo quería pedir disculpas.

—¿Por qué?

—Ya sabes, por lo pésima amiga que fui, y por la poca empatía que tuve contigo cuando tú y Barry terminaron —murmuró—. Yo... en serio lo siento, no merecías nada de eso.

—Oh —susurró apenas siendo audible— Está bien no pasa nada —dijo tras unos segundos— Gracias por eso.

—Creo que ya era hora de que aceptara mis errores —sonrió sincera Iris—. Y haber intentado interferir entre tú y Barry, y de paso haber roto nuestra amistad fue un grave error.

—Está bien —Adds le sonrió de vuelta—. Todos cometemos errores, errores que son perdonados cuando los aceptamos.

—Gracias.

—No es nada —asintió.

—¿Entonces podemos intentar retomar nuestra amistad?

Adds lo dudó unos segundos. Ella no solía ser de esas personas que aparentaba que nada había ocurrido y todo seguía siendo igual que antes cuando en realidad había ocurrido de todo. Podía disculpar, pero que todo volviera a ser como antes... eso nunca sucedía. Pero la honestidad que vio en la mirada de Iris, le decía que sus intenciones eran verdaderas.

—¿Si sabes que nada será cono antes no?

—Lo sé, pero podemos intentarlo —pidió nuevamente.

Finalmente Adds asintió y estiró su mano tendida.

—Un gusto conocerte Iris.

—Igualmente, Adds.

   Lo que más deseaban ambas era que la fiesta pudiera ir en paz de ahora en adelante, porque así lo querían y así lo merecían.

— ϟ —

—NO TENÍA IDEA DE QUE EN LOS LABORATORIOS hubieran más habitaciones —comentó Barry entrando en la habitación.

   La única habitación que conocía Barry era en la que Harry y Jesse solían quedarse. Sin embargo al parecer aquella no era la única, ya que Adds se encontraba ahí tendida en una cama.

—Si, las hay —respondió de forma neutra mientras seguía concentrada en su libro.

En menos de un segundo Barry estaba recostado a un lado de ella de la misma forma. Espalda apoyada en el colchón y piernas apoyadas en la pared.

A causa del pequeño movimiento que hizo la cama, el libro resbaló de las manos de Adds, y como acto reflejo ella solo cerró los ojos esperando el golpe que este daría en su rostro.

—¿Qué demonios? —murmuró al no sentir el impacto.

Barry lo había atrapado en una de sus manos, evitando así que este se estrellara en el rostro de Adds. La ojiazul se volteó hasta él mirándole con una ceja alzada.

—¿Qué haces aquí? —preguntó, quitando el libro de las manos del castaño.

—Al parecer a todos se les olvidó que buscamos a dos criminales... —comentó con simpleza.

—Ujum —siguió con la lectura de su libro, ignorando todo lo que Barry decía.

—¿Me estás escuchando? —cuestionó el castaño.

Adds suspiró dejando el libro sobre su pecho, se volteó para mirar a Barry.

—Perdón —se disculpó irónica—. Además ¿En que momento hemos pasado de ser la ex pareja que se habla solo por trabajo a hablar como si nada hubiera ocurrido? —cuestionó.

—No lo sé —el velocista se encogió de hombros, intentando evitar el tema—. ¿Qué lees?

—Barry...

—La vida invisible de Addie LaRue —leyó la tapa del libro, ignorándola.

—Bartholomew...

—Creí que ya habías leído este libro —continuó él, pasando las páginas.

—¡Barry! —gritó.

—¿Qué?

—No somos... —se detuvo a si misma, dándose cuenta de algo—. ¿Acabas de perder la página que estaba leyendo? —preguntó indignada.

—¿Uhm?

—Barry... —susurró entrecerrando los ojos, furiosa.

—Sabes que, linda, tengo que irme —sonrió nervioso, mientras se ponía de pie.

—¡Te asesinaré! —gritó nuevamente, poniéndose de pie en cuanto el velocista salió corriendo.

Sin embargo en cuanto puso un pie fuera de la habitación, se estrelló contra un cuerpo.

—Hey —saludó Ethan.

—Mueve tú británico trasero —gruñó Adds intentando esquivarlo.

—¿Sigues enojada?

—Ethan, ¡Esta escapando! —chilló intentando abrirse paso.

—¿Quién? —preguntó confundido.

—¡Barry!

El rubio la observó alzando una ceja.

—¿Así que ya son amigos?

—Claro que no —bufó—. El idiota a venido aquí y me arrebatado el libro ojeándolo... ¡Y me perdió la página que estaba leyendo!

—Uh —suspiró apartándose de su camino—. Ve por él.

   Adds corrió por todos los laboratorios, tardó largos minutos. Pero no había rastro del velocista en ninguna parte. Furiosa se acercó hasta las computadoras y comenzó a rastrearlo. Y sin dudarlo dos veces y sin importarle que ya fuera de noche, tomó su libro en mano y junto a Ethan se dirigieron a casa de Joe.

Bajó del auto a toda velocidad, y en cuanto estuvo en el porche del hogar, golpeó firmemente la puerta.

—¿Adds? —preguntó confundido Joe en cuanto abrió la puerta. Ella no había pisado su casa desde la ruptura con Barry—. ¿Qué estás...?

—¿Dónde esta él? —entró sin siquiera pedir permiso.

—¿Adds qué ocurre?

—¿Dijiste Adds? —preguntó Barry, ya de pie— Oh, hola —saludó nervioso.

La rubia volteo hasta él, y en un movimiento que nadie esperó sacó una cuchilla de su chaqueta y la lanzó con precisión en dirección al velocista tomando así su suéter logrando que terminara con la espalda rozando la pared. Y como si aquello fuera poco caminó a paso firme hasta él, sin siquiera reparar en la presencia de Jesse, Wally e Iris. En cuanto estuvo frente a él lo tomó del cuello terminándolo de estampar contra la pared.

Todos en la habitación soltaron un ruido de sorpresa, pero en segundos Wally y Jesse sin poder evitarlo soltaron unas pequeñas carcajadas que intentaban retener sin éxito.

—Tú... —susurró Adds, aún sosteniéndolo del cuello.

—Lo siento —chilló Barry.

Con el libro en mano, lo golpeó contra el pecho del castaño y este rápidamente lo tomó entre sus manos.

—Escúchame bien. Si no quieres que te mate ahora mismo, buscarás la página que estaba leyendo.

—¿No puedes hacerlo tú? —preguntó Wally confundido.

—¡Son 448 páginas! —exclamó—. Y fue él quien la extravió.

—Lo haré —asintió efusivamente Barry—. Lo haré.

Con el ceño fruncido soltó el agarré que tenía sobre el castaño y arrancó la cuchilla soltando así la prenda del mismo, y por último se alejó unos centímetros al ver que estaban muy cerca.

—Bien —se cruzó de brazos.

Tras explicarle brevemente al velocista la parte que se encontraba leyendo, este comenzó a leer el libro rápidamente, y en segundos ya tenía la página.

—Creo que es esta —Barry le tendió el libro.

Adds leyó las primeras líneas, confirmando así que lo era.

—Muy bien —palmeó la espalda del castaño, para luego ponerse de pie—. Nos vamos —habló mirando a Ethan, quien hablaba con Iris, Jesse y Wally.

   Se despidió de todos y salió junto a Adds, quien iba con la vista puesta en su libro. Barry se quedó unos segundos mirando la salida, y en cuanto salió de sus pensamientos se volteó hasta los demás.

—No sé si eso logró que le temiera aún más, o que me enamorará más de ella —murmuró tras un suspiro, logrando que todos rieran.

No mucho más tarde de ese momento, las alarmas en los celulares de todos se dispararon, indicando así nuevas noticias sobre los nuevos meta-humanos en turno.

Barry corrió con Adds en sus brazos, siendo seguidos por Jesse. La dejó cuidadosamente en el suelo, para luego ambos centrarse poder ver a Scudder y Dillon, caminando con un bolso cargado en dinero.

—Si, no los vamos a dejar salir de aquí con eso —habló Flash, llamando la atención de ambos.

—Flash —nombró Scudder.— Y supongo que tú eres la otra heroína que aún no se decide por un nombre —asintió hasta ella—. He oído mucho sobre ustedes.

—Eso es bueno —volvió a decir Barry.

—Pero no puedo decir lo mismo de ti —señaló a Jesse.

—Soy Jesse Quick.

—Entonces, si nos conoces sabes de lo que somos capaz —sonrió Adds—. Te sugiero que hagamos esto por las buenas.

—Tú carrera criminal termina aquí —siguió Barry.

—Eso no depende de ustedes—negó Scudder—. Tomaré lo que yo quiera.

—¿No buscabas a Leonard Snart?

—¿Para qué? Su reinado acabó —señaló el criminal—. Hay un nuevo rey.

—Y yo soy una reina —sonrió Dillon.

Los tres héroes intercambiaron una sonrisa divertidos.

—No estoy tan segura de eso —debatió Jesse.

—Yo sí, pequeña —refutó Scudder, y sin esperarlo atravesó un vidrio.

Barry volvió a tomar a Adds y corrió con ella hasta las afueras del banco.

—¿Dónde están? —preguntó revisando el perímetro con su vista.

—Allá van —Barry señaló un edificio.

Adds se elevó siguiéndoles por los aires, mientras Barry le indicaba a Jesse quedarse en el lugar para así seguirle los pasos. Adds se detuvo en un edificio, dejando a Barry encargarse de Mirror Master.

—Bonito atuendo, Top.

—Top. Me gusta —la criminal ladeó la cabeza—. Porque giran, giran y giran.

Adds cerró sus ojos intentando evitar la mirada de Dillon, pero ya era demasiado tarde, puesto que por un segundo logró ver sus ojos, induciendo así el vertigo a su sistema.

—Mierda —masculló al sentir todo dar vueltas—. Esto no puede estar pasándome.

Cerró nuevamente sus ojos, intentando detener el movimiento en su cuerpo, pero entonces sintió unas manos empujarla y luego solo vacío. Estaba cayendo.

—Vamos —se alentó a sí misma intentando encender el fuego en sus manos para impulsarse. Pero todo su alrededor aún daba vueltas y al parecer estaba apuntando en la dirección incorrecta—. ¡Ahí te voy San Pedro! —gimió esperando su inminente final.

En eso sintió unos brazos jalarla de la cintura, para cargarla, y en segundos ya estaba en tierra.

—¿Estás bien? —preguntó preocupado el velocista, tomando su rostro con ambas manos.

—Todo da vueltas —murmuró haciendo un puchero.

Barry aseguraba que de no ser porque sabía que hacer lo que tenía Adds le golpearía, él la hubiera besado.

—Estarás bien —asintió dejando un rápido beso sobre su frente.

En eso otro grito se hizo presente. Esta vez se trataba de Jesse. Nuevamente Barry corrió en su rescaté dejándola a un lado de Adds.

—Estarán bien —asintió.

En cuanto se puso de pie, sintió unas manos posarse en su pecho para luego ser empujado contra un cristal.

—Pero tú no —sonrió Scudder atrapándolo dentro del espejo—. Buena suerte sacándolo —deseó para luego huir.

Adds se colocó de pie sintiendo el mareo aún atacarla, aún así intentó correr para atrapar a Scudder, pero a mitad del camino sus pies se enredaron y terminó cayendo de lleno al suelo.

—Debe ser una maldita broma —susurró intentando recuperar la respiración.

— ϟ —

HOLA HOLA
De seguro creyeron que no habría capítulo hoy, pero luego de algunos colapsos aquí lo tienen mis chiques.

La verdad ame escribir este capítulo, ¿por qué? no lo sé, pero lo disfruté.

Tengan bonito fin de semana, hazta la procsima<3

[editado: 23/03/2022]

𝙨𝙥𝙞𝙙𝙚𝙮𝙜𝙡𝙤𝙬

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

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