CHAPTER XXXIII

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng












CHAPTER XXXIII

( that's not true, you're my sister!)

──── ⊰✩⊱ ────











AGNYS MIRABA COMO TODOS SE SALUDABAN CON EFUSIÓN, felices de su reencuentro y de que todos se encontraran a salvo. Incluso pudo ver cómo Uma sonreía junto a Ben por algo que él había dicho. Era como si no hubiera ninguna diferencia entre ellos, como si todos esos años de guerra se hubieran esfumado, como si siempre hubieran sido una gran familia.

Un gran nudo se apoderó de su garganta, no sabía si era la furia que siempre se mantenía en su interior o una gran nostalgia ante tal escena. Una nostalgia proveniente de la pequeña Agnys que alguna vez quiso una familia unida y numerosa. Claro que amaba a su padre y a su hermano, siempre fueron su más grande apoyo, pero la Isla nunca fue un lugar muy acogedor. Nada como la imagen frente a sus ojos.

Sonrisas en cada rostro, plantas, flores y luz de sol. Era una imagen de cuento de hadas, que parecía totalmente irreal. 

Hadie abrazaba a Uma; Jay, Zahid, Carlos y Kiara se reían juntos; Ginny sonreía con Eva; Peyton escuchaba atento a lo que Gil le decía; Evie se reía con los niños; y los futuros reyes de Auradon se encontraban en su propio mundo.

Sus ojos se cruzaron con unos azules, que no habían dejado su figura desde que apareció de entre los árboles. Era increíble como éstos la atraían hacia él con una fuerza abismal, de la cual no podía huir. Y por primera vez, no huyó.

A paso decidido, comenzó a caminar en su dirección. Esos ojos azules reflejaban tanto... Confusión, escepticismo, ilusión. Con cada paso, éstos brillaban más, haciéndole creer que lo que estaba a punto de hacer, era lo correcto.

Pudo sentir varias miradas sobre ella, pero no les dió importancia. Ella tenía un solo objetivo, e iba a cumplirlo.

Hasta que la voz más chillona y odiosa que había escuchado en toda su existencia, lo arruinó todo, cuando estaba frente a él.

— Creemos que Audrey podría estar en la casa de las hadas— informó Mal a su novio, sin haber notado nada de lo que estuvo a punto de ocurrir. Generando que Agnys se arrepintiera y quejas por lo bajo de los que estuvieron siendo espectadores—. No sabemos dónde está, ¿alguna vez te llevó?

— Todos los días del Hada Madrina— respondió Ben, sin entender las caras de molestia de algunos de los presentes— ¿Dónde está el Hada Madrina cuando la necesitas?

— Ojalá supiera— respondió Jane.

— Entonces tenemos que encontrarla— informó, antes de señalar a las chicas de Auradon—. Vayan con Jane.

— Quizás necesiten músculos— dijo Ace, mirando la contextura delgada de Zahid, Evangeline y Kiara.

— Somos porristas hace años, tenemos la mayor destreza física de aquí— aclaró Zahid algo indignada por el comentario, antes de señalar a Kiara—. Y ella es un maldito gato.

Ace levantó sus manos pidiendo perdón. Gil miró sus bíceps, antes de hablar.

— Bueno, iré yo.

— Sí, me sentiría mejor— dijo Carlos, preocupado por su novia felina.

— Entonces, yo también voy— se sumó Payton con una sonrisa, queriendo acercarse al musculoso muchacho.

Eva le susurró algo al oído de Peyton, quién abrió los ojos, antes agarrar a Harry para alejarlo del resto. Agnys los miró totalmente confundida, antes de que la voz de Ben llamara su atención.

— Suerte chicos, tengan cuidado— les dijo, despidiendo al grupo de búsqueda del Hada Madrina.

Cuando la diosa volvió su atención los castaños, éstos ya se encontraban alejados uno del otro.

Mierda, pensó. Quería saber qué había pasado.



──── ⊰✩⊱ ────



La puerta de la cabaña se encontraba frente a ellos. Agnys mordía su labio, ansiosa de que Ben se decidiera por abrir la puerta de una vez. Con un bufido, se acercó con velocidad y dió una gran patada, la cual hubiera dado con la espalda del Rey, si la pelimorada no lo hubiera corrido.

El gran estruendo, fue lo único que se escuchó en aquella cabaña. Habían llegado tarde.

La diosa rodó los ojos con enojo, antes de salir afuera seguida de Will, cansada de que una tonta chica de Auradon estuviera pasos delante de ellos.

"¡LIBERTAD!", escuchó desde adentro junto la risa de Harry, antes de que un desesperado Chad corriera hacia el bosque. Una pequeña sonrisa se apoderó de su rostro, ante la combinación de ambas y la agregada risa de Will, ante lo tonto de la escena.

— ¿Podemos ocuparnos de Audrey?— preguntó al escuchar al grupo saliendo de la cabaña—. Me estoy cansando de este tour por los lugares turísticos de Auradon.

Mal rodó los ojos con una pequeña sonrisa, que no fue pasada por alto por Ben.

— Tienen que decirme cómo fue que terminaron todos en el mismo equipo— dijo Ben.

— Me vendió su alma— contestó Agnys de manera tenebrosa, haciendo que el Rey se espantara.

En realidad...— aclaró Evie, mirando a la peliazul con una sonrisa, buscando complicidad—. Mal prometió dejar salir a todos los niños de la Isla cuando esto termine.

La cara de la pelimorada cambió, al igual que la del Rey, alertando a Agnys quién se detuvo de golpe, con su escuadrón imitándola. No entendían por qué había frenado de aquella forma, pero podían percibir que algo no estaba bien.

— Tengo que decirles algo— dijo Mal, parándose frente a todos, quienes esperaban que continuara expectantes. Excepto por la diosa, quién no había dejado de mirar el suelo desde que se detuvo—. Les mentí, los niños no saldrán de la Isla.   

— ¿De qué hablas?— preguntó Jay.

— El programa se cerró y la barrera se cerrará para siempre.

— Por la seguridad de Auradon— concluyó Ben.

Las quejas se escucharon alrededor de la diosa, quién no parecía reaccionar, ni siquiera ante los brazos de Will abrazando su cintura con fuerza.

— Osea que salvamos a tu preciado pueblo y a todos ustedes por una mentira— habló Hadie, para sorpresa de todos—. Sabía que era un error confiar en ti, siempre te preocupas por ti misma— una risa sin una pizca de diversión, salió de sus labios—.  Agnys siempre tuvo razón sobre ti, una parte de mi nunca quiso creerle. Pero la verdad siempre sale a la luz, ¿verdad, hermanita?

Mal no podía creer lo que acababa de escuchar, mucho menos que el resto de los presentes lo hubieran escuchado. Pero los únicos confundidos ante tal secreto salido a la luz, era Ben y sus dos amigos. El resto parecía bien informado del parentesco familiar con los hijos de Hades.

Pero lo más preocupante de todo, eran que Agnys aún miraba el suelo.

— Seguro nos tirarás de nuevo dentro de la Isla, ¿no es así, Rey Ben?— le preguntó Ace furioso, siendo alejado por Ginny.

— Pensé que eras valiente— le dijo Celia a la pelimorada—. No eres más que una cobarde, que no se atrevió a decirme que nunca más vería a mi papá.

— ¿Nunca más te veré?— le preguntó Will a Agnys, antes de ser alejado de ella por Harry. Presintiendo que lo que seguía, la diosa no querría que fuera presenciado por él. Por lo que le ordenó que se fuera junto a Celia.

Cuando ambos niños se alejaron, tres pausados y fuertes aplausos retumbaron por todo el lugar.

— ¿Cómo es que no estoy sorprendida?— finalmente habló la diosa—. Finalmente todos te ven como realmente sos, como yo siempre dije que eras y nadie me creyó. Creían que te odiaba porque te envidiaba, pero no tienes nada que envidiar. ¿Qué se siente que todos vean tu verdadera cara?

»¿Ahora lo ves?«, le preguntó a Evie quién la miraba con tristeza. »¿Ahora lo ven todos?«, exclamó mirando a todos los presentes.

— Agnys, por favor. Ni yo, ni Audrey, nadie sabe cómo es luchar tanto tiempo y con tanta fuerza como tú— suplicó la pelimorada acercándose a ella, provocando que ésta retrocediera al ver su mirada en la brasa—. Por favor...

Las risas de los villanos no se hicieron esperar.

— ¿Sábes por qué se están riendo?— la diosa señaló a sus espaldas—. Porque les resulta gracioso que únicamente me quieres cerca cuando necesitas algo.

— Eso no es verdad, eres mi hermana.

Las risas se detuvieron de golpe, y los presentes que creyeron haber oído mal la información anterior. Terminaron de confirmarla.

¿Lo soy?— cuestionó, antes de acercarse a Hadie—. Porque los verdaderos hermanos, no se apuñalan por la espalda— siguió mirando a Ben—. Mucho menos por una cara bonita y un pueblo el cual no es el suyo.

— ¡Agnys!— exclamó Mal—. No te rindas.

— ¿Rendirse? ¿Ella?— habló Harry totalmente molesto, parándose frente a la diosa— La chica que no se olvidó de nosotros en ningún momento, la chica que siguió ideando planes para liberarnos y darnos una mejor vida, la chica que seguiría hasta el fin del mundo porque sé que busca lo mejor para nosotros, la chica que parece que todos olvidaron que es ¡una diosa!

»¿En serio estás hablando de ella?«, volvió a preguntar lentamente.

Mal boqueó ante las miradas de todos, antes de ver a Agnys negar con su cabeza.

— Nos vamos de aquí— informó Agnys a todos—. Busquemos a Gil y a los niños, hasta la Isla es mejor que aquí.

Los villanos siguieron a Agnys como siempre lo han hecho, en dirección a la Isla. Que muera Auradon, ya no les importaba.

Mucho menos que todos los amigos de Mal se hayan transformado en piedra.






DECIMO CAPÍTULO DE ESTE TERCER ACTO

He vuelto, al menos un ratito

La realidad, es que la vida adulta me esta pasando por encima. Y como diría el abuelo Simpson, "y te va a pasar a tiiiii"

Pero ahora fuera de cualquier chiste, es la más y sincera verdad. Tengo 23 años, estoy en una relación, mi mamá tiene cáncer, mis abuelos cada día están más desorientados, y el trabajo me deja agotada. Prácticamente soy la chofer de toda mi familia, llevándolos en el auto a todos sus trámites; y los días que tengo libre como los fines de semana, prefiero pasarlos con mi novio y amigos antes que estar encerrada en mi habitación escribiendo.

Claramente, si fuera por mi, estas historias tendrían actualizaciones como antes. Pero la vida real es otra, y como les dije me está pasando por arriba.

Así que por ahora, les dejo este nuevo capítulo para que vean que a pesar de todo, no me he olvidado de ustedes ni de Agnys.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro