— Byul ¿qué sucede? te ves preocupada— se acerca Somi al preguntarle a quien se encontraba sentada en un banco de las áreas verdes de la universidad.

— Oh, Somi, no te preocupes, es que me dieron un proyecto y estoy algo bloqueada pero no te preocupes— dijo sonriéndole a la chica que ahora se encontraba sentada a su lado viéndose preocupada.

— Pero unnie...

— Te dije que no te preocupes Somi— dijo despeinándola muy sonriente— apartando eso, ¿qué hay de ti?, como te lleva segundo año de la universidad futura escritora.

— Futura, querrás decir actual, obvio, soy la mejor de mi clase, amo la literatura desde niña y escribo desde entonces así que ¿qué crees?

— Pues creo que estás pasando trabajo— dijo con cara insinuante.

— Bueno si, hay clases que me enloquecen, la psicología por ejemplo es todo un martirio— dijo haciendo un tierno puchero lo que llevo a Moonbyul sonreírle.

— Ey chicas ¿qué tal todo? — ante ellas apareció Yongsun quien apenas hizo contacto visual con Byul enrojeció, esto siendo mutuo, pues a Byul le paso igual.

No sabía por qué, pero desde que hablo con Wheein sobre como es estar enamorada no ha podido sacarse de la cabeza a Yongsun, aunque no ha dejado de pensar tampoco en aquella promesa cuando era niña, de veras quería encontrarla

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— Mierda, solo me quedan tres días para entregar este maldito proyecto y aun no tengo la menor idea de a que se refieren con como me siento en ese tema.

— Byul necesito tu ayuda— llega una Wheein agitada, al parecer había estado corriendo.

— ¿Qué sucedió?, quien te persigue— fingió extrema preocupación a lo que Wheein respondió con un leve golpe en su barriga riendo apenas por la agitación.

— No en serio, qué necesitas.

— Verás mañana tengo que actuar como una artista frustrada con sus obras de arte y no tengo la menor idea de cómo expresarme porque obvio yo no me frustro, además mi calvo profesor siempre es muy molesto.

— Wheein, estas frustrada ahora mismo— dijo señalándola de pies a cabeza.

— Byul enfócate, esto no es sobre mí, sino sobre ti, además mi espíritu luchador no me va a dejar frustrarme — dijo.

— Sobre mí y ¿qué tengo que ver yo con eso?

— Pues tu eres una artista y estas frustrada.

— Wheein, primero, yo soy fotógrafa, no pintora, segundo yo no estoy frustrada.

— En serio, según Somi, llevas dos días frustrada con el último proyecto que te encargaron— dijo con risa burlona.

— Lo que digas, además por qué yo, y no Hyejin.

— Porque no Byul...sabes si no me quieres ayudar no importa— finge indignación y molestia — ya buscaré a alguien que pueda consolarme y darme resguardo de la lluvia cuando mis sueños de ser una gran actriz por tu culpa desaparezcan— dijo limpiándose lágrimas que no existían — me largo—, dijo dándole la espalda para tomar su camino.

— Wow, como andamos con el complejo de actriz, está bien te ayudaré, pero como se supone que lo haré...

— Verás.

Wheein le preguntó a Byul qué siente cada vez que se frustra y no puede continuar con sus proyectos. Lo único que le respondió era que no sabía cómo explicarse pero que sabía que podría hacer sentir igual a Wheein.

Al mediodía las chicas ya que en la tarde no tenían clases fueron a un parque con bonitas vistas. La idea era que Wheein pintara algo que le diera espíritu.

— Venga Wheein, ¿qué sucede? son las tres de la tarde y aun no has pintado nada, ¿o es que estas frustrada? si mal no recuerdo, siempre me has presumido que sabes pintar y llevas tres horas parada frente a ese lienzo— decía burlonamente Moonbyul.

— Cállate Moonbyul, no estoy frustrada, estoy...estoy.

— Frustrada.

— Eso...no, quiero decir, argggg de acuerdo estoy frustrada, algo que me de espíritu, pues yo misma, pero no tengo la menor idea de cómo dibujarme, pero sabes que, al carajo con todo, mi espíritu es demasiado fuerte como para dejarme vencer, mañana iré y le demostrare a ese maldito calvo lo que puedo hacer, ja— dijo con mucho orgullo.

Byul sintió orgullo al ver a su amiga y ese espíritu que la caracterizaba. Un bombillo se alumbro dentro de su cabeza por lo que termino por pedirle a Wheein que posara para una foto, Wheein sí que se negó pues se veía algo desastrosa, tenía pintura en la cara. Aun así, cedió e hizo lo que Byul le pidió de alguna manera hacer referencia al número tres.

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— Byul, tienes tiempo— preguntaba Hyejin acercándose

— Más o menos, pero, ¿qué sucede Hyejin?

— Verás...