Capítulo 15 Spirit

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— Byul, ¿tienes tiempo? — pregunta Hyejin acercándose.

— Más o menos, pero, ¿qué sucede Hyejin?

— Verás es que quería ver si podías acompañarme.

— Claro, pero ¿a dónde?

— ¿Recuerdas el orfanato del que te hable hace unos meses?

— Si claro, pero por qué irás, no me digas que eres adoptada— dijo sorprendida y divertida.

— ¡No idiota! — dijo golpeándola en la barriga —es que quiero ayudar un poco y llevarles algunos regalos a los niños, es que desde aquel día en que lleve a aquel niño abandonado he sentido la necesidad de, no sé, ir a verlos por lo menos— dijo apenada.

— Ah, entonces te encariñaste con...como se llamaba, ah sí, Jin ¿no? cuando me contaste que lo encontraste abandonado en un callejón me impresione, en vez de dejarlo fuera del orfanato, sabe dios lo que le hubiera pasado.

— Si Moonbyul me encariñe con ese pequeño, solo tiene uno año, pero es realmente tierno, pero ¿me acompañaras o no?

— Y ¿por qué no le dices a Wheein? ayer me pidió ayuda en algo y cuando le pregunte que por qué no te pedía ayuda se puso nerviosa, ¿ha pasado algo entre ustedes?

— No Moonbyul, olvídalo, veré si YongSun o Somi pueden acompañarme.

— Espera Hyejin si no me quieres decir de acuerdo, de todos modos, quiero ir, venga no te pongas así, ¿tienes que ir ya?

— No, ¿por?

— ¿Quieres ir a relajarte conmigo a un spa? algo para ir relajadas a ver a los niños, yo invito.

— De acuerdo.

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— Byul, venga vayamos a ver a los niños.

— Hyejin ya voy déjame terminar de pagar dios— dijo Byul para luego salir y alcanzar a Hyejin.

— Sabes creo que antes deberíamos ir a hacer unas compras-

— Enloqueciste, compras, ¿a qué hora llegaremos al orfanato? la sección en el spa nos llevó toda la mañana y parte del medio día por tus antojos de masajes, son las dos y media de la tarde y solo dejan que se les haga visitas a los niños hasta las seis de la tarde.

— Yo lo que quería era comprarles juguetes a los niños, pero ya que no quieres.

— Espera— dijo deteniendo a Moonbyul — de acuerdo, pero hagámoslo rápido si— Byul sonrió victoriosa, sabía que Hyejin no se negaría a que ella le comprara juguetes.

Estuvieron por más de una hora haciendo compras, todo pagado por Byul. No solo compraron juguetes, compraron ropa para el pequeño Jin, y dulces para los niños, según Hyejin en el orfanato habían alrededor de quince niños, este gasto no era nada para la riqueza de los padres de Moonbyul y como era una buena acción no la reprenderían por el derroche de dinero.

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— Señorita Ahn, que gusto verla, veo que viene a ver a los niños otra vez— al escuchar esto Moonbyul miro a HyeJin, así que había venido otras veces, sí que se había encariñado.

— Hermana Kim, si, vengo con regalo para los muchachos, esta es Moon Byul Yi, una amiga, ella pago todos los regalos, sabe que le tengo cariño a los niños, sé que ya son las cinco, pero pudiéramos ver a los muchachos, para que vean sus regalos.

La hermana Kim miro a una sonriente Moonbyul y vio que las chicas tenían buenas intenciones ¿por qué se negaría?

— De acuerdo, pero a las seis ellos deberán tomar un baño por lo que ustedes deberán retirarse.

— De acuerdo hermana, gracias por todo— dijo Hyejin — Venga—, dijo jalando a moonbyul para salir en busca de los regalos.

Esa hora Hyejin y Byul estuvieron jugando con los niños quienes estaban más que alegres con sus juguetes y dulces, aunque esto último Hyejin les dijo que no los comerían hasta después de la cena, esto desánimo un poco a los pequeños, pero aun así seguían retozando como si no hubiese mañana.

— Hermana Kim— Byul saludaba formalmente.

— Señorita Moon, muchas gracias por todo.

— No se preocupe, Hyejin me ha hablado mucho de estos niños y pasándola ahora con ellos me doy cuenta de cuanta felicidad pueden transmitir.

— La señorita Ahn siempre que puede viene por aquí, se ve que se ha encariñado mucho con ellos, su cuerpo es muy resistente puesto que mira que estar jugando con ellos sin descanso.

— Cierto, yo estoy a punto de morir, pero mírela, desde que llegamos no ha parado de jugar con ellos, y ahora, esta con el pequeño Jin, con quien más se ha encariñado es con él.

— Si es cierto, creo que ella sería una grandiosa madre para él.

— Cierto, pero...

— Cuando ella quiso adoptarlo hace un mes y se le negó la adopción fue algo triste— Moonbyul escucho aquello y su mandíbula cayo prácticamente de su rostro.

— La adopción se le negó debido a que no ha terminado sus estudios, además de que quien la mantiene es su madre puesto que su padre las abandono, creo que cuando se gradué y se case, si el pequeño Jin no ha sido adoptado y ella aun lo quiere podrá adoptarlo sin problemas— concluyo la hermana Kim.

Moonbyul miró hacia Hyejin, estaba tan llena de orgullo, su mejor amiga sí que era lo mejor, nunca hubiese imaginado aquello. Ella queriendo adoptar a aquel pequeño, ahora más que nunca creía que ella era genial. Se acercó a su amiga y se le quedo mirando. Por supuesto la pelinegra se sintió algo incomoda por como su amiga la miraba embobada, le dio el pequeño Jin a otra hermana del orfanato y se dirigió a Moonbyul a quien los ojos se le pusieron llorosos.

— Byul, ¿qué sucede por qué lloras? — dijo poniéndole las manos en sus hombros.

— Hyejin...cásate conmigo— dijo y Hwasa no pudo evitar reír como si no hubiese un mañana.

— ¿Qué? — se ríe— Byul que dices de qué hablas— no podía evitar reír por la proposición alocada de su amiga, ¿a qué había venido eso?

— Es que...es que quiero que puedas adoptar a ese niño, si nos casamos, estarás casada, tendrás dinero y podrás terminar tu carrera si contrato a una niñera.

A Hyejin le cambio la expresión, así que la hermana Kim le había dicho. Se paró firme frente a Byul.

— Byul, no digas locuras, cuando me gradué conseguiré trabajo, aunque no sea de actriz y mentira que ya tengo varios papeles propuestos para estas vacaciones, en cuanto a casarme no es tan importante, despreocupa, no necesito estar casada, podré trabajar y cuidar de él sin nadie.

— Hyejin como puede tu cuerpo resistir tanto.

— Pues porque soy única Byul, venga no me mires más así que me molestare— dijo dándole un beso en la mejilla a su amiga — Gracias por preocuparte.

— Estoy muy orgullosa de ti Hyejin.

Byul se dio cuenta que tenía parte de respuesta de su proyecto justo en frente por lo que le pidió a Hyejin dejarse tomar una foto señalando el número tres, aun teniendo la cara adornada por flores hechas por las niñas Hyejin cedió.


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