—Está lloviendo fuerte.

La mujer, elativamente nerviosa, lo dice para cortar el silencio.

—Si, parece que a él no le agrada mucho la lluvia.

El pequeño estaba un poco asustado, ya que en su espacio de consultas se escuchaba fuertemente las gotas.

—Bueno, Jaemin tendrá que tomarse este jarabe casa ocho horas. Es normal en esta temporada que los pequeños se resfríen por el clima, así que no esté nerviosa por si le pasa algo. Igual cualquier anomalía o si la enfermedad se agrava tiene que venir, ¿Bueno?

—O-ok doctor, lo tendré en cuenta, muchas gracias. —Le daba una reverencia, a la cual Jungkook respondió de manera automática.—

El niño tenía ojos grandes, por lo cual notaba la temerosa curiosidad.

—No se preocupe, adiós Jaemin. —Agitó su mano como despedida.—

Le pareció bastante tierno cuando bajó su mirada, un poco tímido.
La mayoría de niños le tienen un cierto respeto o miedo a los doctores. Por eso eligió la especialidad de pediatría, quería crear un lugar donde cuando al examinarlos, ellos no se sintieran incómodos.

Jaemin estaba diagosticado con asma, por lo que Jungkook comprendía la preocupación de la madre.

Cuando se fueron, suspiró profundamente y se estiró en la silla. Era el último niño a tratar del día, luego de cinco horas trabajando, el cansancio pudo aparecer totalmente en su cuerpo.

—¿Estás ocupado hoy?

Yuqi, estudiante de medicina interna, se apoyaba en la pared de la sala general dónde desayunaban y almorzaban. Además que ahí tenían casilleros y podían dejar sus pertenencias.

—Si, un poco. Tengo que prepararme para el lunes, tengo consultas un poco inusuales, estudiar, contactar y...tú sabes.  —Musitó una risa— ¿Porqué me preguntas?

—Nada, es que era viernes y quería salir. Pero como vas a estar ocupado no podré... Mejor, así voy a la peluquería a arreglarme este pelo. —Se agarró un mechón— Dios, lo tengo horrible. Desde que entramos que no me he preocupado por mi misma.

—Asi es este trabajo.., bueno, me tengo que ir. Adiós. —Se despidió, yéndose del lugar.—

...

—Ugh, tengo tanta hambre, a ver... —Veía desde su auto las distintas tiendas de comida.— Esta parece nueva, y no hay tanta gente... ¿Tendrá? ¡Si! —Jungkook buscaba un espacio en el pequeño estacionamiento de la cafetería, que parecía nueva ya que no muchas personas se encontraba ahí—

Bajó del vehículo con lo que necesitaba, de verdad tenía trabajo que hacer. Además que Yuqi la considera como su amiga, entraron juntos en la universidad y en el hospital. Así que la conoce mucho como para enamorarse de ella.

Abrió la puerta, el olor característico de café despertó su sed y apetito por algo dulce. Buscó una silla lejos de la entrada e instaló su improvisada oficina.

—Buenas tardes, señor ¿Necesita la carta? —Se sorprendió quien le atendiera fuera un hombre, ya que por el sector, el trabajo era más solicitado a mujeres.—

—Oh si, por supuesto. —Le asintió—

—Se la entrego de inmediato, un momento. —Se fué, eso le dió tiempo de arreglar el computador, su agenda y el celular.—

—Mmm, quiero un café doble y una porción de "sweety raspberry".

—Ok, tomaré su pedido. —Le devolvió la carta al mesero, este, rápido la recibió.—

—Gracias...—Le dijo—

No sabía porqué su cerebro decía que su cara le hacía un poco parecida.

Al terminar su trabajo, y el dulce pastel —que era merengue frambuesa, por eso el nombre— quedaban solo él y una pareja, que al parecer estaban en una cita.

—Disculpa —Lo detuvo— ¿Me puedes dar la cuenta?

—Si, enseguida.

Lo observó mientras caminaba a caja, vestía una camisa beige y unos pantalones negros. El mandil le marcaba un poco el área de la cintura. Tenía el cabello un poco largo, al contrario de él que estaba siempre cortado y presentable. Aunque eso no dejaba que se viera limpio, bastante atractivo.

Pero aún así...

—Creo que te conozco, ¿Cómo te llamas? —decia a la vez que pagaba con tarjeta—

—Taehyung.

No podía mover sus dedos para marcar la contraseña. Se sentía paralizado.

No, no podría ser él.

—¿Porqué me lo pregunta? ¿Le ocurre algo? —Se acercó más a Jungkook, y tenía ese leve olor a perfume coqueto y masculino para ser floral. Hace tiempo no recibía un olor de esa manera.—

—N-no. Es que me recordaste a un antiguo amigo mío. Perdón por no ser rápido, se me olvidó por un momento la clave —Se reía, nervioso.—

—Usted también me he conocido ¿Cuál es su nombre?, si es que puedo saber.

—Eeh, Jungkook.

—¿Jeon Jungkook, Preparatoria Taylor Hills? —Jungkook no pudo evitar abrir los ojos, cómo si lo hubieran descubierto—

—S-si.

—O-oh, que bueno verte después de mucho, eeh, vamos a cerrar dentro de poco así que... —del bolsillo de su perchera sacó un lápiz, y rápidamente anotó su número en una servilleta— Necesito que te retires—Le giñó y se fue hacia la mesa de la pareja—

Su corazón de repente se aceleró, prefirió irse lo más rápido posible. Tan así, que no se fijó en guardar la servilleta.

Algo había cambiado en Taehyung, bueno, todo cambió, igual que la última vez.

La noche fue una de las más confusas de todas, con sentimientos encontrados y pensamientos repentinos. Porque, después de la última vez que se habían visto Jungkook no quiso saber absolutamente nada sobre Taehyung. Y por eso volvió a Corea.

Pero lo raro es que Taehyung igual estaba ahí. En la misma ciudad. Y eso, le generaba un cierto nerviosismo.

Sólo esperaba que el destino lo siguiera alejando de el.