07: despedida

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Besos, tantos besos le daba. Llevaba ese sweater azul que entre difusos colores podría descubrir. Claro que era él.

Sintió que le agarraba la cintura. Dios que maravilloso era escucharle suspirar. Aunque... Nunca ha tocado una, era tan suave...

Todo se fue desapareciendo.

No, quería quedarse ahí, un gemido angustiado aferrándose a la fantasía expulsó de su boca. Llendo más allá de sus sueños.

El característico olor de hospital inundaba sus fosas nasales, un contador de pulsos y el sonido de las sábanas fue lo primero que escuchó en ese día.

Al rozarse sus piernas se dió cuenta que estaba sin nada o sea, con la bata de enfermo, pero semidesnudo.

Todo era tan incómodo que comenzó a moverse, solo un poco. Luego de algunos minutos, se sentó completamente cuando la puerta se abría y su madre se acercaba rápidamente a la camilla

-Los dejaré un momento a solas.

No la miraba, ni siquiera un poco.

-Yo... Lo puedo explicar-

La cachetada le despertó todos sus músculos faciales. Triste, dolorosa y desesperada. Al igual que el rostro de su madre.

-¡Que tratabas de hacer, ¿ah?! E-estuviste a punto de-de...

- Es lo mejor para todos. Soy una carga.

-¡¿Una carga?! Puras excusas, yo te quise tener, tú eres mi hijo ¿Entiendes lo que te digo?

Suspiró, resignado. Aún su palma en el rostro, con la evidencia tibia.

La observó a detalle mientras se levantaba a pensar, su pomposo cabello recogido con algunos mechones salidos producto del desinterés superficial. Se notaba que estaba con el buzo de casa que veía casi todos los días.

Cerrando los ojos y caminando de un lado a otro casi mareó a Taehyung. Pero llegó a una conclusión.

-No sé cómo, pero irás a rehabilitación.

Todos los planes de desaparecer que tenía, por completo fueron reprimidos.

-¿Para qué? Esa mierda no sirve. Varios compañeros han ido y no les pasa nada.

-Bueno, pero con esa "mierda" es la única forma en la que puedo sacarte del lío en el que estás.

Volvió a el. Con ojos llorosos y voz congojada.

-Aunque hayan ido diez, cien, mil chicos que conoces y no hayan salido limpios, ¿Quien dice que tú no vas a salir bien? Tu no eres igual a ellos.

-Si lo soy. Todos en este maldito mundo tenemos traumas. Y...no quiero que te preocupes por mi. Yo sé lo que hago.

-Claro que no lo sabes. Yo no dejaré que mi único hijo se destruya ante mis ojos.

-Ya no quiero seguir hablando.

-¿Después de todo lo que tuve que trabajar para que vivieras bien? Todo lo que he hecho ¿Dónde se queda, ah?

-Soy la consecuencia de una pareja que nunca se amó. Claramente yo no fui ¡Oh qué hermoso, el fruto de su amor! ¡Siempre he sido un fracaso! Desde la primera vez que pelearon, yo sabía que era por mi culpa. Por eso yo ya no quiero vivir, ¿Para que seguir en esta vida si soy es estorbo de otra? ¿Ah?, dime, ¡¿de qué mierda sirve que yo siga viviendo aquí si por mi culpa tú no eres feliz?!

Su pulso se aceleró. Lloraba de una manera tan estruendosa que afuera de la sala se preocuparon.

Sin querer, todas esas palabras relfejaban lo que por toda su vida se había planteado. Aunque, Taehyung era humano. Y cuando sintió el torso de su madre, dándole cabida para apoyarse, se aferró tanto, tanto que cada toque dolía.

-Perdóname, perdóname, perdóname -Taehyung repetía en bucle, con hipidos propios de un niño pequeño.-

Su madre solo le acariciaba el liso cabello, ¿Cuándo su chiquitito de sonrisa angelical pensaba en algo tan horrible? ¿Porqué no se había dado cuenta antes? Que rabia sentía por si misma.

Pero aún tenía la última oportunidad.

-Irás a terapia. Y, y podrás sanar todo. Si.

Seguía dándole cariño, siendo esa la única forma en ese momento de darle algún tipo de esperanza sobre lo que sentía su hijo.

-Lo siento tanto, Taehyungnie.

...

Eran aproximadamente las diez de la mañana y Jungkook no se había ido por ningún motivo del lugar. Sólo quería verlo, al parecer estaba conciente ya que le escuchó llorar desde las afueras de la sala.

-Vas a tener que esperar un poco, Taehyung no se siente muy bien y le vamos a hacer un chequeo. -decía una de las enfermeras.-

-O-ok.

Sus piernas marcaban ritmo como los tambores de algún desfile. La ropa para salir no ayuda a estar en un lugar como este.

Tenía frío. Tenía miedo.

Se levantó como resorte al fin poder visitar a Taehyung. El cual se encontraba trazando delicados patrones en sus decorados antebrazos.

Pidió permiso, y entró lentamente. Se sentó tan suave en la camilla, como si fuera a romperse.

Otra vez lo veía débil, le daba pena, tanta pena que sus ojos se llenaron de lágrimas.

-¿Porqué? ¿Porqué quisiste hacer eso? -con cierta fuerza trataba de mantener la mirada en el otro-

-Tu sabes que yo nunca he sido útil, siempre he sido una carga, me aburrí de serlo y ya no quiero estar aquí... Sabes, ya no quiero seguir siendo tu amigo... o lo que sea que somos.

-P-pero... yo quiero apoyarte, y-y hemos sido amigos por años.

-Yo no merezco ser tu amigo. Eres demasiado-... No somos iguales Jungkook.

-N-no me hagas esto Taehyung, por favor no...-tomó delicadamente su mano-

-Vete.

-Pero, ¿Donde quedó eso que nos iríamos a Washington?

-Eso ya no existe.

-P-pero...

-¡Andate! Vete del cuarto, ahora. -le obedeció, llegando a la puerta escuchó algo que no supo cómo soportar- Y no vuelvas a buscarme, desde ahora soy un desconocido.

Una piedra era muy poco del peso que sentía Jungkook en ese momento. Taehyung se lo decía de una forma que dolía, dolía tanto.

Llegó a su casa, con la vista nublada. Y de nuevo se encontraba culpable, pero está vez no podía hacer nada. No, nunca pudo ni intentó hacer algo.

Se enfureció.

Tiró almohadas, se pegó en el estómago y en su rostro. Mordía sus manos y brazos tratando de castigarse con el dolor. Estaba tan desesperado que no percató que entraba en una crisis.

¿Porqué sentía tanta pena, que ni siquiera gritando podía quitarse el peso de su conciencia? Era la peor marca que una amistad adolescente podría dejar.

Solo quería dejar de llorar, porque sino, la casa se inundaria en su propia tristeza.
























Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro