13: muerte

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En las vacaciones de invierno, su huésped se quedaba los viernes y se iba el domingo por la tarde. No lo quiso admitir, pero anhelaba que llegaran los fines de semana para reunirse con Kim, lo ponía de buen humor en la fría estación.

Ahí estaba otra vez, esperándolo afuera de su auto temblando de frío, lo hacía todo por querer ser presumido y "cool".

Por favor, si pareciera que estaba volviendo a tener comportamientos adolescentes, lamentablemente el no lo podía evitar, e incluso le dejó un mensaje tres minutos antes de la hora de salida.

→ Llegué, estoy aquí a la vuelta de la esquina, te espero :)


Numerosas veces lo fue a buscar a su academia, le generaba ternura verlo con una carpeta que supuestamente llevaba la obra que iban a presentar en la primavera.

Aunque nunca le dijo más allá además de estudios, el tampoco exponía todas las cosas que le pasaba en su vida, por lo tanto comprendió la privacidad que aún mantenían sobre algunas cosas.

Y dentro de todos esos pensamientos, algo ocurrió, el lo supuso, pero no quiso asumir hasta que lo vió con sus propios ojos.

Desde la lejanía, observaba como Taehyung no caminaba hacia su auto y saludaba a Jisoo, su "amiga" la cual ya no estaba embarazada.

Vió como dió un beso corto en la boca a la chica para después abrazarse e irse del lugar.
De la impresión sintió un fuerte escalofrío, luego vió sus manos, que producto del clima y la espera se habían tornado azuladas.

—Que estúpido soy, —habló para sí mismo— debería haber esperado adentro.

(...)


Le observó comer de manera ansiosa, estaba nervioso, eso pensaba Jungkook sin desviar sus ojos de Taehyung.

Un destello dorado destacaba en su dedo anular izquierdo. Lo miraba con la mente en blanco, siendo punto fijo para sus grandes pupilas.

—Come, Kook, se te va a enfriar. —Pestañeó, saliendo de su repentino trance—

—¿Por qué no me avisaste que no irías a clases hoy? Te esperé y nunca llegaste. —Preguntaba Jungkook en un restaurante cercano a su departamento, sin hacer caso al comentario del contrario.—

—Ya te dije, tenía trámites que hacer. —Taehyung afirmaba su respuesta con movimiento de cabeza—

—Con Jisoo... ¿O me equivoco?

Sin filtros lo enfrentó, y en ese minúsculo instante tuvo la visión nublosa por el atrevimiento de sus palabras.

Kim paró de comer por unos segundos, lo miró como si le hubieran descubierto y tosió. Mientras que el solo esperaba sereno la respuesta, sin esperanzas de una contundente justificación.

—S-si, ¿y? No me digas que estás celoso, ¿Entre ella y yo? Pff... —Carcajeó, nervioso— Kook, no hay nada, yo solo le estoy dando hogar a mi amiga quien lo necesita. Que por si no recuerdas, tiene un hijo recién nacido, es obvio que la voy a ayudar. —Jungkook al escuchar eso perdía la paciencia—

-—¿Y si es tu amiga, por qué la besaste afuera de la academia? —entrecerró sus ojos, extrañado —Que raro, yo nunca había visto ese tipo de amistad.

—Oye, eso fue equivocación mía, porque la iba a saludar y chocamos sin querer, entonces-

—¿Quieres que pretenda que no me he dado cuenta?, ¿Crees que yo me como el cuento de que es tu amiga? —Jungkook no aguantó más y explotó— ... ¿Tú crees que no me he percatado del anillo de matrimonio?

Sacaba su billetera mientras miraba fijamente a Taehyung con los ojos irradiando rabia, y puso billetes sobre la mesa sin importar si excedía del pago total o no.

—Me largo de aquí, ya no tengo que seguir escuchando tus excusas. Bien que lo tenías claro, yo te di una oportunidad y la desperdiciaste. Yo me esforcé por recibirte de nuevo en mi vida ¿Y me respondes de esa forma? Eres insólito.

—P-pero Jungkook déjame explicarte... —El nombrado se levantaba de la silla, Taehyung le copió—

— Todas las cosas estaban a nuestro favor, a tu favor. —Remarcó, con la voz temblorosa— Y no tienes nada que explicarme, esto se terminó.

Rápidamente agarraba su chaqueta y se largaba del lugar mientras escuchaba los alejados llamados, gritos desesperados que alertaron a personas de distintos sitios y negocios.

Sentía el pecho pesado y la garganta apretada, decidió seguir su camino sin prestar atención a quien estaba atrás suyo.

Cuando vio la encimera sintió sus ojos escocer.

Jajangmyeon, tenía todo comprado para cocinar el plato favorito de Taehyung, también el soju para poder calentar el cuerpo antes de cenar.
Cómo una tortura, preparó la comida y tomó por dos. Ya a la cuarta botella asimiló que se había de pasado de copas.

Cuánto le hubiera gustado pasarse de copas con él, reírse sin parar y acordarse de recuerdos que solo aparecen al tomar un buen trago. Para así después en su cama disfrutar gozoso el agradecimiento de Kim.

Esa era la idea, no que esté solo, perdido viendo la nieve pasando sin parar a través de su ventana, siendo acumulada en el balcón.

"—¡¿Que más necesitas de mí para saber que hago cada cosa para que te sientas bien?! ¡¿Y no lo ves, Taehyung?!"

Jungkook se sentía tan avergonzado, como si fuera el idiota más idiota de Corea y el mundo entero.

¿Cómo mierda pudo esforzarse por milésima vez por alguien que, apresar de los años, prácticamente nunca cambió?

No aguantó más y lloró, lloró como el Jungkook de 17 años que aún no comprendía la vida, pero esta vez sabía que definitivamente se separarían.

—¿Por qué a mí? ¿Qué hice mal? —Balbuceaba en su cama, sumido en la tristeza de sus pensamientos.—

Por querer mejorar las cosas tuvo que darle oportunidad. Lo peor, es que le creyó.

Le había creído la primera, la segunda y todas las noches que estuvo con él. Le creyó al adictivo toque de sus suaves caricias, los gentiles cumplidos, su cálida voz y su apasionado carácter que cada vez estaba más acostumbrado de mirar, de tomar, de querer.

En el profundo de su alma gobernaba la culpabilidad, dejándose llevar por pensamientos hirientes que no paraban de consumirlo violentamente.

Junto a un llanto interminable esperaba el término del eterno invierno, que siempre le daba los peores recuerdos y las más abrasadoras sensaciones.

A pesar de todos los esfuerzos, ni el ni Taehyung pudieron cambiar el destino de esta acelerada y complicada relación.

"Todo o nada" Jungkook odiaba esa frase, porque siempre darlo todo llevaba consecuencias permanentes, dónde se puede arriesgar tiempo, dedicación y sobre todo, amor.

Fin.





















Muchas gracias por leer.

anonimuzzs

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