Capítulo 14

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—¡Tsk! —Era la quinta vez en la noche que Taehyung chasqueaba la lengua desde que se había sentado frente al ordenador, cada 30 segundos miraba la puerta que daba al quirófano y fruncía el ceño.

—¿Se puede saber qué pasa? —cuestionó Yoongi mortificado—. ¿Vienen hacia aquí ya?

—No, no es nada de eso. Estos bastardos se mueven rápido, cuando he comenzado a borrar las imágenes capturadas por las cámaras, había rastros de hackeo en varias. Tuve que ir a mil por hora para lograr evitar que nos ubicaran. —Sonrió con malicia—. También les dejé algunas pistas falsas para que se entretengan unos días.

—Por qué no me sorprende... Y, entonces, ¿estamos a salvo?

—Por ahora sí. No puedo garantizar nada, pero al menos una semana creo poder despistarlos.

—¿Y bien? —preguntó Suga, dejando al hacker confundido.

—¿Qué cosa?

—¿Parezco tener los ojos en la espalda? Es obvio que no dejas de mirar hacia el salón de operaciones.

—Son imaginaciones tuyas.

—Ok, tú di que lo son y yo diré que te creo. No soy partidario de recordar datos que no son de mi interés, pero hay algo que recuerdo de cuando nos comentaste sobre ese tal Park hace un par de semanas y nos dijiste que era el novio de Jungkook: que era un médico talentoso. —Tae no pudo ocultar su sorpresa—. Confía en él y en la fortaleza de nuestro líder, y concéntrate en tu trabajo.

Eso era lo que intentaba hacer desde que llegó, pero no era tan fácil. Además de los videos de las cámaras, buscó posibles evidencias que lo ayudaran a elaborar una hipótesis convincente, entonces recuperó la grabación de una llamada telefónica recibida por Nochu dentro del edificio. Al escuchar el contenido, su corazón se estremeció. Por eso su amigo había corrido hacia el cuarto de control... Fue todo una trampa para aprovecharse de sus debilidades.

Se enojó consigo mismo, se sintió responsable por lo ocurrido. El imbécil de Jungkook le importaba, por más que intentó recordar todas las veces que lo sacó de quicio, todo lo que venía a su mente eran recuerdos de sus vivencias juntos, incluso antes de llegar a Corea.

─━━━⊱✿⊰━━━─

—Taehyung, él es Jungkook, mi hijo. A partir de ahora vivirá con nosotros —le dijo el Sr. Jeon al regreso de un viaje.

Taehyung fue salvado por ese hombre, quien vio su talento con los ordenadores y pensó darles un mejor uso que timar a los pequeños negociantes de mala muerte de esa pobre ciudad en Mutanna, Irak, a quienes el pequeño solía robar furtivamente dinero de sus cuentas.

—Soy Jeon Jungkook, un gusto conocerte, Taehyung —expresó sonriente.

«Qué pasa con este enano mimado, ¿podrá sobrevivir aquí?», fue lo primero que pensó al verlo. Sin embargo, algo no encajaba: esa sonrisa no era sincera, parecía envolver y resguardar innumerables tristezas e incertidumbres, demasiadas para un niño de 8 años.

El paso del tiempo le permitió ver que esa imagen de roca envuelta en risas falsas que promulgaba al exterior no era la esencia de su personalidad. La añoranza de cariño y la soledad que lo atormentaban, solo en raras ocasiones se volvían imposibles de ocultar.

El Sr. Jeon no solía estar en casa, siempre tenía trabajo y los dejaba a cargo de unos compañeros de armas que los entrenaban y de Siduri, una señora de 40 años que les preparaba de comer y ejercía, hasta cierto punto, la labor de una madre. No conocían nada de la vida de ninguna de esas personas. En un lugar tan peligroso, donde mercenarios y asesinos rondaban las calles en todo momento, no era extraño que las traiciones ocurrieran.

Jungkook cumpliría 13 años y esperaba con ansias llegar a casa. No se lo decía a nadie, pero estaba expectante por la sorpresa de Siduri, que cada año les hacía algo a cada uno en días festivos.

—Kook, camina más despacio, la casa no se irá de lugar —le dijo Tae burlón.

—¡Cállate! Es solo que tengo hambre.

—Sí, claro, jajaja.

Continuaron caminando hasta encontrarse con dos de sus entrenadores conversando bajo la sombra de un árbol cercano, los saludaron y entraron. Sobre la mesa estaba un hermoso pastel cubierto por un brillante glaseado de chocolate.

Taehyung estaba a punto de molestarlo por la sonrisa que se le acababa de escapar cuando vio su regalo, pero al ver a Jungkook alzar sus manos hasta la altura de la cabeza miró a la entrada de la cocina, allí estaba la mujer con la que habían compartido tantos años, apuntando con un arma al joven.

—Siduri, ¿qué haces? Si es una broma, se te ha ido demasiado lejos.

—¿Te parece que bromeo, Jungkook? —contestó seria y decidida.

—No sé qué sucedió, pero cálmate, seguramente hay una mejor manera de solucionar esto. —Tae trató de llamar a la razón.

El azabache quedó inmóvil, el shock provocado por la traición de la que había llegado a apreciar como a una segunda madre lo devastó. El de cabellos grises reaccionó inmediatamente, se abalanzó sobre él para evitar que recibiera el disparo y... con gran dolor lanzó su navaja a quien ahora era su enemiga. Nunca se había conmocionado tanto por arrebatar una vida, era su trabajo; pero no podía negar que le tenía gran aprecio.

Antes de desfallecer, la mujer les dedicó sus últimas palabras:

—Maldición... Ya no podré... cobrar la recompensa.

Taehyung ahogó un grito de dolor e ira. Estaba decepcionado de todo y todos, sus profesores seguramente habían escuchado lo que sucedía, si no la ayudaron es porque no eran cómplices, pero no haber siquiera interferido, le demostraba que tampoco podía confiar en ellos, que no arriesgarían su pellejo por protegerlos. Solo podían depender el uno del otro.

—Todo está claro ahora —musitó, pero no era del todo cierto. La expresión de Jungkook era indescifrable, si bien fue un duro golpe, era la primera vez que lo veía descompensarse de esa forma, demostrando la existencia de algo más profundo que no fue capaz de discernir en ese entonces.

Tal vez fue el tiempo, o simplemente el afrontamiento  de la realidad, no lo sabía, lo que si estaba claro era que Jungkook había cambiado. Su mirada ahora era sombría y su sonrisa se había vuelto vacía y sin ápice de emoción. Siempre tenía una broma pesada bajo la manga e inagotables comentarios sarcásticos preparados para evadir las conversaciones y preguntas indeseadas.

Por más que Tae lo mirara intentando descifrar lo que se ocultaba bajo esa máscara, esta era una barrera impenetrable que aparentemente protegía el corazón cerrado y extremadamente lastimado de Nochu, después de demasiadas decepciones y despedidas.

Habían pasado 10 años, el par de jóvenes se habían vuelto reconocidos en el bajo mundo con el seudónimo “Bangtan”. Eran bastante solicitados para numerosos encargos, además de que tenían una gran ventaja: Asura, el asesino coreano que había logrado colorarse en la cúspide de la más grande montaña de cadáveres del Oriente Medio, hacía equipo con ellos. Todo formaba parte de una venganza planificada desde hacía ya mucho tiempo.

Las preparaciones se completaron, habían encontrado a los prófugos que abusaron de la señora Jeon que lograron escapar hacía más de una década. Era momento de ajustar cuentas, o eso pensaron. Jahangir, el hombre que lideraba esas "sobras" de organización, se escabulló ante la inminencia del peligro una vez más, solo tras haber perdido un ojo en el enfrentamiento con Asura.

Todo prosiguió tranquilamente los siguientes meses. El Sr. Jeon no quiso irse a buscar nuevas pistas, no permitiría que su hijo estuviera expuesto al peligro, no lo dejaría solo de nuevo.

─━━━⊱✿⊰━━━─

Taehyung había perdido la cuenta del tiempo transcurrido desde su llegada, estuvo absorto en sus pensamientos profundamente. Sintió un escalofrío recorrer su espalda y un nudo formarse en su estómago cuando observó la puerta abrirse, dejando ver a Hoseok que ayudaba a Jimin a mantenerse en pie mientras se acercaban... Pensó lo peor, él y el resto de los presentes que también enfocaron su atención en los recién llegados a la sala.

—¿Qué sucedió? —preguntó levantándose bruscamente de su silla.

Hobi sonrió.

—¡Fue un éxito! El Dr. Park es increíble. Ahora solo queda seguir monitoreándolo, entraré de nuevo en unos minutos —contestó, ayudando al médico a sentarse en el sofá.

Tae sintió sus piernas flaquear, creyó que después de tal hemorragia todo estaría perdido, pero él no conocía de medicina, si ellos decían que estaba bien era porque habían logrado controlar todo. Se desplomó sobre su silla y suspiró aliviado, levantó la vista y pasó su mirada de Jimin a Hoseok en busca de respuestas por el estado zombi de este.

—Él está bien, pero sus piernas también se tambalearon al sentirse sin presión. —Amplió su sonrisa—. ¿Y tú, cómo vas? ¿Ya revisaste los datos decodificados?

—Justamente iba a hacerlo, echémosles una mirada juntos. —Se recompuso de su previo desliz.

Lo que vieron hizo sus rostros palidecer. Incluso la joven Nicolette, que hasta el momento se había mantenido silenciosa y distante, cayó al piso y rompió en llanto, Suga se arrodilló junto a ella y le acunó el rostro en su pecho para que se sintiera protegida. En pantalla se reflejaban las imágenes de jóvenes mujeres siendo víctimas de los más extremos fetiches dentro del sadismo, crueles y sangrientos asesinatos para complacer a millonarios de mente podrida, incluso necrofilia. Esas grabaciones pusieron la piel del hacker de gallina e hicieron que algo se revolviera en su interior.

Las circunstancias parecían enredarse y complicarse cada vez más, haciendo que la mente de Taehyung se trasladara al pasado nuevamente, había aflorado un recuerdo que... quizás sería la pieza faltante del puzzle que tanto intentó completar.

─━━━⊱✿⊰━━━─

Una tarde, sin demasiada explicación, los dos jóvenes vieron al Sr. Jeon recoger su armamento y mochila rápidamente con enojo, dejándoles solo una orden antes de partir:

—Quedan en espera, nada de trabajos por ahora.

Quedaron anonadados, pero la respuesta llegaría a ellos de la manera menos esperada y les permitiría identificar la cobardía como modus operandi de ese tal Jahangir.

—¿Qué pasaría con tu padre? Últimamente siempre trabajábamos juntos.

—Tal vez crea que seremos un estorbo en esta misión..., aunque su comportamiento es más complicado que eso. Quizá podamos... —No terminó su frase, solo sonrió como quien planea algo.

—¿Podamos qué, Kook?

—Todas las respuestas que buscamos están ahí. —Señaló al despacho de su padre.

—¿Estás loco? Sabes que tenemos terminantemente prohibido entrar, no cuentes conmigo.

—Si no vas, no tendrá sentido, ¿quién se encargará de la contraseña?

—Si esa es tu impedimenta, mejor te rindes, no participaré.

—¿Estás seguro? Podrías perder el chance de ver la colección privada de porno de mi viejo —contestó con malicia para tentarlo.

—¿Qué estupideces balbuceas? Si quieres convencerme, mejor búscate otra mentira menos obvia.

—Ehhhh, ya veo… —contestó burlón—. Es la computadora del gran Asura, no cualquier hacker podría burlar su seguridad. —Le puso la mano en el hombro—. No te preocupes, solo tenías que haberme dicho que sobrepasaba tus habilidades y no hubiera insistido. —Sonrió.

—Ya cállate, basta con que lo haga, ¿no? Lo haré y punto —contestó con varias venas saltadas, Jungkook colmó su paciencia.

Ambos entraron y en menos de quince minutos estaban visualizando el último sitio revisado por el Sr. Jeon, pero se arrepentirían enormemente de reproducir aquel video. Iniciaba con un mensaje: "Sé que debes extrañar a tu esposa... Estoy al tanto de que te perdiste el espectáculo, por ello fui muy considerado y te envié esto para que lo guardes de recuerdo".

Taehyung se sorprendió a más no poder, lo que veía era desconcertante. Desvió la atención a Jungkook cuando sintió un puño golpear en la mesa. Era la primera vez qué veía esa expresión en él, pareciera que toda la oscuridad existente en el planeta estuviera en el interior de su mirada. Las lágrimas silenciosas y contundentes se derramaron sin control por el rostro del azabache, que cayó arrodillado al suelo sosteniendo fuertemente su cabeza con ambas manos, producto al desplome de una avalancha de recuerdos que intentó desesperadamente borrar durante años.

Como si un puñal se le hubiese clavado en su cerebro, comenzó a gritar y a golpear su cabeza contra el suelo mientras la desesperación se adueñaba de su voz y espíritu, quebrados una vez más. Su fuerza era una mentira, no se había sobrepuesto a su pasado, solo lo había olvidado para aliviar su dolor y ahora los años de negación le cobraban la factura.

El hacker solo se quedó estático observándolo, estaba tan sorprendido que ni siquiera pudo reaccionar. Lo que conocía del pasado de su amigo era apenas que había presenciado el asesinato de su madre y que un chico llamado Kim Seokjin lo ayudó a sobrevivir, pero..., si más de una vez se preguntó por qué su amigo reía tanto y qué ocultaba tras su sonrisa; ahora, viendo con sus propios ojos de lo que fue testigo un pequeño niño de 5 años, lo que se preguntaba era: ¿cómo podía siquiera sonreír?

Lo único que pudo hacer fue arrodillarse y abrazarlo, evitar que siguiera haciéndose daño, brindarle un hombro en el cual llorar para que su destrozada alma tuviera un asilo para sus lastimados fragmentos. No dijo nada, dejó que el silencio fuera su mejor aliado, que lo reconfortara hasta que los sollozos y temblores cedieran, mientras deseara desahogarse.

Así sucedió, Jungkook, tras llorar cual niño desconsolado por un largo tiempo, sacó todo lo que su corazón escondía, todo cuanto se acumuló silenciosamente durante años y le había arrebatado su serenidad más de una vez, sin haberlo admitido.

Un par de meses después, el Sr. Jeon regresó con una noticia:

—Se irán a vivir a Corea. La persecución de Jahangir se puede convertir en un problema, deben alejarse de aquí. 

Jungkook quiso discutir la decisión, pero su padre no toleraba esa clase de berrinches, lo puso en su lugar con recias palabras y les ordenó completar sus preparativos para el viaje.

Taehyung respiró aliviado, unas semanas atrás le contó a Asura que habían visto aquel video, sabía que esta decisión era para alejar a Nochu de la cruel e inminente realidad, de esa venganza que no haría más que matarlo por dentro lentamente.

─━━━⊱✿⊰━━━─

"Jahangir"... Puede que hubieran pasado 7 años desde que llegaron a Corea, si bien en las pocas comunicaciones con Asura nunca les había informado nada relevante, ¿cómo olvidó ese nombre, ese riesgo? La aparente tranquilidad que habían logrado conseguir viviendo en Seúl había oxidado sus sentidos, era solo la calma antes de la tormenta. Por más que deseaba plantearse otras posibilidades, no podía dejar de pensar que esa era precisamente la pista que necesitaban para atar los cabos sueltos.

El resto del pasado ha sido revelado. Ya Bangtan comenzará a sospechar de  Jahangir, a partir de ahora. ¿Qué les esperará? No se lo pierdan 😉.

Notita curiosa XD:

🌸Siduri (la niñera) es el nombre de un personaje del anime Fate Grand Order–Zettai Majuu Sensen Babylonia–Initium Iter. *Le da falta de aire de solo escribirlo XD*.

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.

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