Capítulo 7

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Bueno, de regreso por acá también, jeje. Quise publicar todo junto para no dejar nada pendiente. No tener covid me ha llenado de buena vibra (y a quién no XD). Gracias de nuevo a quienes se preocuparon por mi salud, los quiero 🥰😘.

Hoy se define todo entre JM y JK, vamos a ver qué pasa.

Jimin pensó que sus ojos lo engañaban, no podía creer que luego de tanto haberlo llamado, esperado y extrañado, el destino lo hubiera traído como por arte de magia. Las ganas de correr a sus brazos, aspirar su aroma, experimentar su cercanía y sus añoradas caricias, estaban luchando por adueñarse de él, pero esa no era la solución, esa no era la confianza o el tipo de relación que quería crear. No podía dejar que sus fantasías se apoderasen de su raciocinio, de hacerlo, la oportunidad de aclarar todo se esfumaría.

Se recompuso lo más rápido que pudo.

—¿Qué haces aquí dentro? —cuestionó, con voz fría.

—Esperándote, ¿qué más? —expresó, con tono despreocupado.

—¿Podrías dejar de actuar como si nada hubiese sucedido? —La expresión de Jungkook cambió por una de seriedad—. Pensé que no volvería a saber nada de ti.

—No he estado en muy buenas condiciones. —Una ola de preocupación impactó contra el médico.

—Bueno..., espero que estés mejor ya —añadió, con el tono más calmado que pudo encontrar—. Imagino que has venido porque tienes cosas que decirme. No dilatemos más esto, tengo una cena que preparar —dijo y recogió la bolsa del suelo.

—¿Tú, cocinar? No creo que nada bueno salga de ello. Vamos, yo prepararé algo —le dijo, se acercó y tomó también la bolsa, intentando llevarla, pero las manos de Jimin no la soltaban.

El mayor levantó la voz:

—¡Ya basta! ¡Suelta la bolsa de una vez y siéntate en el sofá! —Notó que se estaba alterando, respiró profundo y moderó su tono-. Hablaremos primero, luego decidiremos qué hacer. —Su voz comenzó a temblar, no podía siquiera mirarlo a los ojos, era la primera vez que le hablaba de esa forma.

Jungkook estaba sorprendido, esperaba esa y muchas otras reacciones, pero dolía más de lo que había imaginado.

—Comprendo... Vamos a sentarnos, entonces.

Frente a frente, el azabache respiró profundo, preparándose para las consecuencias que probablemente traerían para ambos el desenlace de esa conversación. No sabía por dónde empezar, pero tampoco estaba en posición de pedirle a Jimin que preguntara lo que quisiera.

—Lo referente a mi trabajo... no creo que necesite aclaración. —Apretó sus puños y bajó la mirada—. Lo que viste en esa azotea es lo que realmente soy... No era algo que pudiera decirte aunque quisiera, necesitaba mantenerte alejado de este mundo, no quería que te vieras involucrado.

—¿Involucrado? —interrumpió—. No creo que esa sea una justificación. Sabías perfectamente... lo importante que era... ese evento para... el proyecto —sollozaba una y otra vez, no podía contenerse—; que Kang era imprescindible... ¿y aun así, te atreves a hablar de... no involucrarme?

—Jimin, por favor, no sabes por qué las cosas acabaron así. —Intentó explicarse, pero fue cortado nuevamente.

—Tienes razón, no lo sé, pero si no me explicas no seré capaz de entenderlo —añadió, ya un poco enojado y recuperándose del desliz y descontrol emocional reciente.

—Hay... detalles de mi trabajo que no puedo revelar.

—Haaaaa —suspiró—. Al parecer esta conversación no irá a ninguna parte si de ti depende. Cambiemos las tornas, yo te preguntaré y tú responderás lo que tu "trabajo" te permita.

—Si así lo deseas. —Pensó que no era una buena idea, pero la mirada acusatoria de Jimin lo estaba dejando sin palabras, no era capaz de organizar sus ideas.

—¿Desde cuándo sabías que tenías que... encargarte de Kang Ilgu? O, no..., cambiaré la pregunta. ¿Aceptaste ese trabajo, antes, o después de saber sobre el evento de beneficencia?

Jeon mordió su labio.

—Poco después de saber sobre el evento.

Jimin trató de conservar la calma y continuó:

—La opinión de todos es que era una gran persona. ¿Hubo alguna circunstancia que te hiciera aceptar o, simplemente alguien quería matarlo sin motivo y tú te encargaste?

El azabache apretó los puños.

—No puedo... dar detalles sobre los clientes o los objetivos.

—¿Qué es eso, tú política de trabajo? —El otro asintió, lo cual molestó a Jimin, que comenzó a perder el control—. ¡Vaya! Te mantienes fiel a tu "política", pero no eres capaz de tan siquiera llamarme o intentar aclarar las cosas conmigo.

—Jimin, por favor, escúchame...

—¿Qué quieres que escuche: qué es confidencial, qué no puedes responderme? ¡No estamos yendo a ningún lado!... Ahora quiero que me digas, ¿por qué fuiste a ver a Yunho al orfanato?

—Me sentía preocupado por él y...

—¿No querrás decir culpable? Sabías perfectamente lo que tus acciones traerían como consecuencia para él, no trates de justificar con preocupación tu autocomplacencia. —Volvió a suspirar—. No sabes cuántas explicaciones he buscado, cuántas justificaciones he inventado; llegué incluso a creer que Kang había intentado protegerme para que no me dispararas; pero ver cómo te lanzaste a protegerme me hizo querer pensar que no era así, que en serio te preocupabas por mí...; pero, no puedes decir nada, no tengo derecho a saber nada.

Se cubrió la cara con las manos y las deslizó por su frente, moviendo hacia atrás sus cabellos.

—Mientras más avanza esta plática, menos son las cosas que comprendo..., ya ni siquiera sé qué fue real entre nosotros; qué fue cierto de lo que me dijiste... ¿Siquiera te llamas Jeon Jungkook? ¿Qué es lo que tengo derecho a saber? ¿Hay al menos un pequeño lugar en tu vida para mí? ¿Puedo creer que... lo que pasó entre nosotros... fue importante para ti, como... lo fue para mí? —Sus palabras habían comenzado a entrecortarse y las lágrimas habían comenzado a rodar sin control por sus mejillas.

Jungkook, con solo verlo, comprendió qué tanto daño le había hecho. Por más que había intentado proteger aquella sonrisa, él mismo la había borrado por completo, no podía perdonarse. ¿Acaso el destino iba a seguir impidiéndole ser feliz? ¿Su egoísmo iba a provocar tanto sufrimiento en la persona más importante de su vida? Aunque sabía que ese era el desenlace correcto, no podía evitar sentir su corazón romperse en pedazos

«Por qué lo olvidaste, Kook. Es cierto, solo necesitas ser fuerte para proteger lo que amas; pero..., ¿alguna vez te detuviste a pensar si eras lo suficientemente fuerte como para hacerlo ahora? Esto es lo que ocasionas cada vez que tratas de ser feliz: dolor. Definitivamente, estás maldito». Un mar de pensamientos ahogaba no solo su mente, sino todas las palabras que intentaba pronunciar.

Apretó sus puños intensamente y sacó fuerza de voluntad desde lo más profundo de su ser, al menos para tratar de recomponer algunos fragmentos de la vida y la relación que con sus propias manos había roto.

—Jimin, yo... no creo que decirte que lo lamento un millón de veces sea suficiente, es más, no sé ni si merezca tu perdón. Traicioné tu confianza y sé que te he ocultado muchas cosas, pero hay algo que si quiero que tengas presente...

Se puso de pie, caminó hacia él y cuando lo tuvo en frente, se arrodilló, lo tomó de las manos con delicadeza y las besó, para luego mirarlo con sinceridad y con las lágrimas a punto de asomarse:

—Lo que siento por ti no es una mentira... Yo, Jeon Jungkook, estoy perdidamente enamorado de ti... Creerme o no, serás tú quien lo decida, pero... te amo, eres todo para mí —concluyó. Las lágrimas querían salir, pero se detuvieron. Él no era quien peor la estaba pasando, no tenía derecho a llorar allí.

Comprendía que no era digno, pero algo en lo más profundo de su ser no quería rendirse. En lo más recóndito, deseaba que hubiera un pequeño rayo de esperanza, que Jimin lo perdonara a pesar de todo... Sabía que sus sentimientos no eran todo lo que debía transmitir; esa seguridad que el otro deseaba, no se sentía capaz de otorgársela, no mientras formara parte de esa clase de mundo.

El médico estaba en shock, sus manos aún temblaban entre las de Jeon. Tenía ganas de olvidar todo y abrazarlo. La expresión de ese hombre era, sin dudas, sincera, pero... no podía aceptar que las cosas tomaran ese rumbo, no podía ser de esa manera. Si bien los sentimientos eran verdaderos, ¿qué pasaba con lo demás? El amor no es lo único importante en una relación; para él, la confianza era igual de imprescindible, incluso más, era precisamente eso lo que Jeon Jungkook no podía hacer: confiar en él. Le parecía que había una fuerte razón para ello, pero si comenzaba a buscar justificaciones, solo volvería al punto de partida, sin resolver nada, así que tomó la que, en ese instante, consideró la decisión más difícil de su completa existencia.

Se puso de pie, aún sosteniendo las manos de Jungkook para que este se levantara también y las soltó con lentitud. Lo miró a los ojos y, luego de un relativamente corto e incómodo silencio, le dio su respuesta:

—Casi es un año el tiempo que he pasado contigo. Puedo decir, sin temor a equivocarme, que han sido los mejores momentos de mi vida...; pero —apretó los labios—, aunque me ames..., no confías en mí, no sé si puedo confiar en ti. Es justamente eso lo que no puedo perdonar. Muchas gracias por todo. Adiós..., Jeon.

Jungkook estaba siendo golpeado con fuerza por esas palabras. Había albergado una ínfima esperanza en su interior, a pesar de haber intentado convencerse de que no merecía a Jimin y no tenía lo necesario para estar a su lado. Sin embargo, cuando escuchó de los labios del mayor salir la palabra "Jeon", supo que una nueva línea que marcaba distancia se estaba formando entre los dos. Hacía ya muchos meses que se llamaban por sus nombres, que usara su apellido nuevamente solo significaba que... todo había terminado.

—Comprendo —dijo, con voz apagada y algo temblorosa—. Espero que... seas feliz... En serio, lo lamento. —Le dio la espalda y se fue en silencio. Antes de irse, miró atrás por última vez—. Arreglaré esto, tenlo por seguro —dijo en un susurro que fue escuchado a duras penas.

Una vez que la puerta se cerró, las piernas de Jimin se aflojaron, cayendo al suelo hecho un mar de lágrimas. Sentía que esa no había sido la decisión correcta, pero algo muy fuerte le gritaba desde su interior que la solución no era continuar como hasta ahora. ¿Cuál era la respuesta acertada? ¿Debía seguir con ese intenso dolor taladrando su pecho hasta que la supiera? ¿Podría superar ese sufrimiento? ¿Por qué comenzaba a parecer imposible una vida sin Jungkook? Sin lograr escapar de todas las interrogantes que acaparaban su mente, acallaba sus gritos apretándose las manos contra su boca, mientras un dolor desgarrador rompía su alma en pedazos.

El menor no estaba para nada sereno tampoco, no sabía qué hacer para apagar el fuego infernal que consumía su corazón, ni qué método usar para seguir suprimiendo las lágrimas. Tomó la decisión de regresar a casa de Taehyung; en su estado actual, si permanecía en la calle, acabaría tomando decisiones erróneas y llevando a cabo conductas de las que se arrepentiría por el resto de su vida.

Tampoco quería quedarse en su propio hogar, esa cercanía era demasiado tóxica, actualmente. Pasó a comprar unas botellas de vodka a la tienda más cercana. Su llanto nunca llegó a abandonar sus ojos, por más que quisiera desahogarse, en el último segundo, las lágrimas no salían, era como si tantas pérdidas se las hubieran llevado. Por primera vez en mucho tiempo, sentía que necesitaba sacar todo el sufrimiento de su interior, gritar hasta perder la voz antes de seguir quebrándose por dentro.

Una vez en casa, y tras haber servido el primer trago, su celular sonó, era Tae.

¿Qué pasa, Taehyung? Si no es urgente, mejor llama después. No estoy de humor para nada ahora mismo.

Su amigo no le reclamó por su respuesta, sabía que había ido a ver a Jimin, seguramente habían pasado muchas cosas que justificaran ese actual comportamiento.

Me queda más que claro que no estás de humor, pero BangPD-nim quiere hablarnos, nos verá en su oficina en dos horas.

Bang Sihyuk era el único cliente al que Bangtan le permitía hacer encuentros personales, lo conocían desde su llegada a Corea y, en el fondo, ambos lo consideraban como un padre.

Tae, si BangPD-nim quiere vernos, tendremos que ir, pero creo que habíamos acordado que no tomaríamos ningún trabajo por el momento.

Lo sé, pero el asunto es otro. Quiere hacernos unas propuestas para nuestros futuros encargos, o algo así, pero, lo fundamental es que quiere presentarnos a alguien.

¿Presentarnos a alguien? No me parece que sea algo tan relevante.

No creo que digas lo mismo cuando te diga el nombre de esa persona... No sé si sea solo una coincidencia, pensé que debía decírtelo con antelación.

Acaba de hablar y deja el misterio de una vez.

Se llama Kim Seokjin y...

Voy para allá. —Fueron sus últimas palabras antes de colgar.

No podía creerlo, tenía que ser, tal y como decía Taehyung, una simple coincidencia. ¿Cómo era posible encontrarse con él de esta manera, tan fácilmente, luego de tantos años? No lo creería hasta verlo con sus propios ojos, no quería tener falsas esperanzas. Encontrarse con Seokjin sería como recuperar una pequeña porción de lo que fue un efímero pasado feliz en su memoria, uno que le permitió salir del profundo hueco de soledad en el que estuvo; uno que ya estaba tan distante que casi lo había olvidado.

—Por favor, qué seas tú, Jin. —Apretó el volante y el acelerador, albergando una pequeña esperanza en lo más profundo de su corazón.

Se ha terminado todo, Jimin, aunque le pese, no ha perdonado las mentiras y la desconfianza. Pobre JK...
Apareció Jin, ¿qué relación tendrá con JK? Lo relacionado con el pasado de Jungkook será aclarado el próximo capítulo, no se lo pierdan 😉. Y, prepárense, porque les adelanto que la cosa viene algo fuerte.

Por cierto, como tuve que copiar el documento de la laptop al teléfono, no revisé si se desconfiguró o se cambió algo. Perdón si hay errores.

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro